.-Ire a recibirle a la sala del trono. El resto quedaos y seguir disfrutando de las actividades-. El rey se dirige a palacio dejando atras al resto de nobles
Vesian parece todavia molesto por las palabras del rey. Su caballo parece tan nervioso como el mismo. Es como si estuviese a punto de hacer algo y se conteniese
Observo a Vesian y su nerviosismo me preocupa. Me detengo y le pregunto por su estado.
- ¿Estas bien? -
Hago que mi caballo se acerque lentamente hacia Luvidoc.
El rey se aleja junto al criado hacia palacio, dejandoos a vosotros solos en medio del frondoso paisaje de las cercanías del castillo. Odinot parece disgustado y ojea el entorno con gesto fruncido, no parece interesado en conversar.
Bueno, la parte del rey de momento no la conoces, no contestes con el.
.-No. No estoy bien. He sido un buen vasallo. Prudente y agradecido. Se ha confundido mi prudencia con cobardia y eso no lo vamos a permitir los Luvidoc-. Gira su caballo hacia Odinot maltratando la montura por la fuerza del gesto.-¡Señor de Berrad! Solo la guerra subsanara nuestro honor. ¡Tu y yo contra Hartiel!-.Con el gesto tenso alarga su mano hacia Odinot para que este se la estreche
Me pilla por sorpresa la oferta de Vesian a Odinot.
- ¿Que?- exclamo - No Vesian, esa no es la manera, seguro que puedes demostrar tu valía de otra forma. Vamos... - miro a Berrad que parece pensárselo - ... Odinot... tienes que mantener la tregua... Ni lo pienses...-
Empiezo a perder los nervios, están dispuestos a ir a la guerra por culpa de la noticia del rey.
Estaba absorto en mis pensamientos, intentando relajarme y pensar como debía enfocar todo esto si quería conseguir el beneplácito de mi rey. Entonces es cuando Vesian se dirige a mi con una oferta mas que interesante... aunque no se si debo...
- Yo...- intercambio la mirada con ambos señores, no es la mejor ocasión para mostrar mis cartas. - no, Sabent tiene razón, tengo una tregua que mantener. -
Odinot se lo ha pensado mucho y piensas que no ha sido del todo sincero con su respuesta, trama algo.
Vesian acerca su caballo al de Odinot y susurra .-Cuando esto empiece estare en un bando o en el otro-. Se aleja de nuevo .-Hace un día fantastico para el paseo a caballo-.
- ¿Que haces? ¿que es esto? - mi "voz" suena asustada, estoy confuso. - Fuera de mi cuerpo, acabaran conmigo... -
Lo escuchas en tu cabeza, estas acostumbrado a que te hable el dueño del cuerpo poseído. Puedes hablar solo para él.
Al menos Odinot se da cuenta de que es una locura, no pueden iniciar una guerra por las palabras del rey. Aunque, no me fió de él... no ha sido una respuesta predecible...
- Bien Odinot, haces lo correcto - me acerco al señor Luvidoc - Vesian, no te alteres, la guerra no es la manera, el pueblo no esta preparado...- Siento que mis palabras son inútiles, pero tengo que intentar que cambie de idea.
Odinot parece pensativo, se queda algo alejado y avanza a unos metros por detrás vuestro, en silencio.
.-Vesian Luvidoc. Voy a escribir tu nombre con sangre en la historia. Tu eras un pusilanime pero gracias a mi poder tendras respeto, admiracion o temor de todos los que te conozcan-.
- ¡Moriré! ¡estoy acabado! ¡estoy poseído! - intento gritar dentro de mi propio cuerpo - ¡¡Sueltame!!, ¡¡fuera de mi!!
A los otros no les contestas?
Vesian se mueve tranquilamente con su caballo .-La guerra es inevitable. Vivimos una tregua insostenible. Negarlo es negar la evidencia-.
.-Tranquilizate. Con el tiempo te acostumbraras a disfrutar de esto. Has perdido el libre albedrio pero has ganado en potencial-.
Vesian se calla dentro de su cuerpo, echándose a un lado asustado, sin saber como afrontar esta situación... como es normal. Notas como hace fútiles intentos por echarte, no puede hacerlo y, aunque pudiera, no tiene suficiente fuerza, ni siquiera te incordia su quebrada voluntad.
Sabent retrasa su avance, dejándote avanzar unos metros delante de ellos. Habla con Odinot pero no escuchas nada. Tras un rato llegáis de nuevo al castillo, donde os reciben un par de criados que esperan para encargarse de los caballos.
Vesian baja de su caballo y espera a sus compañeros de paseo
Un criado se encarga del caballo mientras el otro te atiende de manera cortes y servicial. Los dos señores que cabalgaban tras de ti llegan y se bajan con parsimonia de su montura, dejando los mandos al primer criado y acercarse después a tu posición.
- Por favor señores, siganme -
Entráis en el castillo cuando el sol empieza a ponerse, lanzando una luz rojiza y cálida sobre vosotros.
- Os esperan para cenar -
Os comunica el criado mientras avanza por los pasillos, mirando hacia detrás para regular su paso al vuestro, procurando no dejaros atrás ni hacerlo demasiado pesado.
Llevaba todo el camino ignorando ligeramente las palabras de Sabent, pensando que era lo que debía hacer... y solo tenia un camino. Cuando entramos en el castillo y nos guían al comedor me freno.
- Yo primero tengo que ir a mis aposentos, quiero asearme un poco antes de reunirme con el resto -