Escuchas una especie de gruñido producido por su garganta al callarse todo lo que piensa sobre Hartiel y tu idea de reunirlos. Mantiene ese ruido varios segundos hasta que finalmente da un golpe al aire.
- Así se hará mi señor... -
No parece muy contento, pero ¿que podías esperar?
.-Me alegra que lo comprendais-. Dice dandole poca importancia al malestar de Berrad .-Ahora os reunire con el resto para que disfruteis con las actividades que hay programadas-.
Hala. Con el resto. con un poco de suerte montan la guerra ellos solos
PD: Cuando venga Hartiel quiero actividades competitivas como duelos con armadura entre sus sirvientes, justas y cosas de esas
Salís de la sala del trono y en cuanto paras a uno de tus sirvientes te informa de que los señores os están esperando para dar una pequeña vuelta en caballo. Se muestra servicial y os acompaña hasta el exterior donde, delante de los establos, Karminof y Luvidoc disfrutan de una pacifica conversación. Cuando os ven de lejos os saludan y parecen terminar de hablar sin prisa, solo para saludar al recién llegado Berrad, el cual no lo hace de muy buenas maneras. Seguramente a causa de las exigencias que le has transmitido momentos antes.
El rey ignora la reprobable actitud de Berrad .-Espero que esteis pasandolo bien en este agradable día. Demos un paseo y disfrutemos de los bosques de Suan-.
Os sacan un caballo para cada uno y no tardáis en iniciar el paseo por las inmediaciones de tu castillo. Mantenéis una conversación tocando temas de poca importancia, no parecen interesados en hablar del conflicto, quizás prefieran esperar a tratar esos asuntos cuando estén todos presentes. Berrad, que no se encuentra muy contento, no habla demasiado, pero al menos finge algo de interés por escuchar el resto de opiniones.
Todos te siguen, por lo que puedes marcar tu el rumbo para enseñarles lo que desees, y probablemente también accederán a que guíes la conversación hacia puntos de tu interés, aunque seguramente no todos de la misma buena gana.
El rey comienza a hablar de temas más importantes y marca paso lento con su caballo.-Bien. Es por todos sabido que no tengo heredero varon. Y no quiero que cuando muera quede el reino en ruinas por las guerras de sucesión. Estoy planteandome dejar el reinado a mi muerte a uno de los señores feudales ¿Quien? Aun no lo he decidido. Pero lo más importante, antes de poder hacerse la sucesión exitosa y sin conflictos, es que todos estos queden resueltos con anterioridad. El conflicto entre Hartiel y Berrad debe ser finalizado de una...o otra forma y debemos reclamar el pago del impuesto a los enanos ya-. Dice esto ultimo mirando a Karminov .-No podemos arriesgarnos a una guerra con los enanos teniendo el reino debilitado. Vivimos buenos tiempos pero la sombra de males mayores se aproxima. Debemos estar preparados-.
Pese al comportamiento que esta teniendo el rey conmigo, atiendo a sus palabras. No sería productivo para mi posición enfadarlo demasiado... Aunque mi postura se torna con mas interés según habla.
- ¿Pero... en quien esta pensando? - pregunto entre preocupado e ilusionado.
Odinot siempre tan amargado... ¿aun le duele que le quitaran a la mujer?... Intento ignorar su mal humor, ya tengo bastantes males en mi cabeza.
Escucho a mi rey cuando habla, ¿esta pensando en un sucesor? ¿quien sera?... Me giro hacia Berrad cuando habla, parece que él también esta interesado... No puedo evitar una mala mirada hacia él, pero rápidamente meneo la cabeza y vuelvo mi atención hacia Cibrion II con una ligera sonrisa, esperando su respuesta.
Me mantengo atento a la conversación intentando mostrar mi punto de vista en todo momento. Entonces, cuando nuestro rey lanza su noticia, mis dos compañeros se lanzan interesados a sus palabras y a su decisión, queriendo saber cuanto antes cual es.
- Me parece una buena medida por su parte mi rey, así como su planeamiento - hablo pese a que están esperando su respuesta - Pongamos fin a las disputas primero y luego decida con tiempo, que aun le queda vida por delante. Yo, como ya le dije, me encargare del tributo de los enanos - hablo sereno, como siempre y sin mostrarme tan ansioso, la decisión es del rey y yo no debo intervenir en ella.
.-Aun no he decidido quien debe gobernar-. Mira a Vesian .-Os falta gallardia-. A Sabent .-Sois muy indicado y no tengo queja-. A Odinot .-Vivis a la sombra de un agravio-. Deja un instante .- Quiero que por un tiempo tomeis decisiones propias y actueis como estimeis oportuno, asi se vera quien es digno de ser rey-.
El Adversario sale del cuerpo del rey y posee el cuerpo de Vesian. De pronto el gesto de Vesian cambia. Sus ojos resultan implacables y su temple inspira fuerza y confianza. Habla con enfado .-¡No mi rey!. ¡No soy un cobarde y os demostrare que soy tan digno de gobernar como cualquiera de los otros señores!-. Parece estar a punto de perder los papeles.
- Tómese el tiempo que sea necesario mi rey -
Hablo tranquilo, aunque las palabras de Vesian me sorprenden.
- Tranquilo Vesian, claro que eres tan valido como cualquiera de nosotros -
Intento tranquilizarlo, parece dolido por las palabras del rey.
Aprieto los dientes. Ya le enseñare yo quien es el mejor candidato.
Escucho a Vesian que esta a punto de perder los papeles y me calmo, no quiero montar yo el espectáculo.
El rey pone gesto de pesar .-Quizas haya cometido el error de hablar demasiado. Lamento que os haya afectado de tal modo el comentario mi buen señor Vesian. Dejemos el tema y disfrutemos del paseo-. Azuza a su caballo
Las palabras del rey resultan casi una ofensa. Esperaba algo más de alguien que más que un superior habia sido un amigo. Me contengo y miro como Odinot siente algo parecido. El unico que ha salido bien parado en el discurso del rey es Sabent. Guardo silencio lamentando haber perdido el control. Ya verá como soy más valiente de lo que cree
Tanto Odinot como Sabent avanzan tras el rey en silencio. El señor de Karminoff aprovecha para observar con detenimiento el paisaje que rodea el castillo del rey, pero todos notan lo tenso de la situación... y eso que solo ha sido mencionado frente a tres de los cinco señores.
Intentando relajar un poco todo, Sabent empieza a contar datos sobre un árbol que encontráis en el paseo. Nada interesante, solo una forma de cambiar el curso de la conversación. Berrad lo mira algo de lado y prefiere ignorarlo, aun sigue dando vueltas a las anteriores palabras del rey, algo mosqueado.
Seguís con vuestro paseo y no tardáis en encontraros a un hombre del rey que espera a un lado para ser atendido, parece que tiene noticias.
El rey detiene su caballo y hace un gesto para que se acerque el mensajero .- Vamos. Hablad-.
- Majestad - hace una reverencia - El señor Denot Melikant ha llegado, os espera en palacio -
- Que buena noticia, ya casi estamos todos - miro a los presentes.
- El otro se puede perder por el camino... -
Me quedo callado esperando los deseos del rey.