Partida Rol por web

Tras atravesar la puerta, llegáis al patio de las gárgolas de la catedral de Notre Dame. Este llamado patio es en realidad un estrecho corredor entre las torres y sillares de la catedral, adornado por multitud de gárgolas, grotescas algunas, burlonas otras, que miran hacia la ciudad de París desde una altura de 46 metros. Es un lugar hermoso, hecho para la contemplación de la ciudad y para reflexionar sobre el pasado y el futuro del hombre. Pero no tenéis demasiado tiempo para la contemplación. 

Tardáis muy poco tiempo en comprender que algo muy extraño sucede en el edificio. El aire está enrarecido, como cuando va a haber tormenta, y por todas partes se oyen murmullos, crujidos, susurros y risas que no parecen venir de ningún lado, pero que sin embargo, vienen de todos a la vez. Parece como si os encontraseis soñando, los sonidos  son amortiguados, los colores extraños y difíciles de interpretar, también se suceden visiones de recuerdos que nunca han tenido o movimientos de las estatuas que es evidente que no pueden realizar.

Unos segundos después de vuestra llegada al patio de gárgolas, una ruidosa campana empieza a resonar en la catedral. En concreto, la del campanario sur, la única que se conserva de época medieval; y es fácil distinguir que está sonando a ritmo creciente, como si fuese un corazón que se estuviese acelerando por momentos.

La belleza del lugar es inmensa, casi como envuelta en un aura mágica, el corredor de gárgolas es un lugar maravilloso, las gárgolas parece que están admirando el espectáculo del eclipse lunar sobre el cielo de París, con la luna siendo lentamente devorada por la oscuridad del universo, mientras una apiñada muchedumbre de parisinos miran al cielo desde la plaza delantera de la catedral, ajenos a la escena que se está produciendo en su amada Notre Dame, a solo unos pocos metros sobre sus cabezas.

A medida que os vais acercando al campanario, mientras que de reojo podéis ver el eclipse, os dais cuenta de que el ritmo de las campanadas se acompasa con el movimiento de este, y que cuando la campana dé su tañido final, el eclipse llegará a su punto álgido. Mientras avanzáis por la galería, esta da un brusco giro a la izquierda y os encontráis en la entrada al campanario, pero hay tres gules frente a vosotros, también podéis ver al líder de los gul realizando una extraña ceremonia en lo alto de la estructura (Entramos en turno de combate). 

Paris, catedral de Notre Dame 00:20 del 21 de abril de 2019.

Vuestro turno. 

Al momento de volver a internarse en los túneles, Jean tenía la esperanza de que solo quedara el goul de la capa amarilla. Esa esperanza se desvaneció al ver a tres más. Sin embargo su esperanza no le había impedido ser precavido y por eso había llevado un arma que habría preferido no utilizar.

_Toma, Jonah.

Entregó su pistola a su compañero y él se aferró con las dos manos a la ametralladora que llevaba colgada. No quería usarla, incluso con las campanadas el ruido llamaría mucho la atención, pero no se expondría a que ese ritual fuera llevado a cabo durante el eclipse. Hizo un barrido sobre los tres gouls.

_¡Debemos parar al líder!

Jonah encontró el camino a seguir y no solo eso, sino a más ghouls. Vio como Jean disparaba su arma y se lamentaba de haber perdido la escopeta. De golpe el policía se gira y le lanza su arma. Jonah le mira con miedo y sorpresa por partes iguales. No era un tirador experimentado ni nada parecido, salvo por las partidas de airsoft no  había disparado un arma salvo el día anterior en el metro de la ciudad de París, precisamente a los ghouls. Pensó que quizás las chicas eran las que debían probar suerte esta vez, pero tampoco era plan de andar pasándose el arma de unos a otros. Así pues al final se decidió y disparó.

Y le dio o eso pensó al menos...

Hécate, sobrepasada por el devenir onírico y vertiginoso de los acontecimientos, tuvo que apoyarse en una de las gárgolas antes de seguir a sus compañeros al campanario. Algo terrible estaba a punto de suceder si no lo impedían, estaba segura. Con una mano en sus arcanos siguió a los demás.

Cuando los tres guls aparecieron frente a ellos a doblar la esquina solo pudo retroceder asustada y rebuscar nerviosamente el encendedor y el spray de laca Nelly en el fondo de los bolsillos de su abrigo. Tras recuperar ambos artículos encendió el zippo y lo colocó delante de la boquilla del spray, lista para vomitar fuego barato sobre la primera de aquellas cosas que se acercara lo bastante.

Armada de aquella guisa trató de llegar al hechicero, como bien había apuntado Jean.

El sonido de la campana le hizo dar un respingo a Dominique. Aquello era la guinda del pastel de lo surreal. Aquel ambiente extraño, como de ensueño, que se había apoderado de la catedral terminó cuando al girar la esquina se encararon con más de aquellos monstruos horribles. La mujer no lo dudó demasiado y sacó la pistola que tenía. Jean hizo un barrido con la ametralladora y Dominique disparó sobre uno de los ghouls heridos.

A pesar de tener que enfrentaros de nuevo a los guls, en esta ocasión no dudáis. Y Jean primero con una ráfaga acaba con uno y deja a otro muy tocado. Al que remata Jonah, para finalmente Dominique acabar con el último de los guls. De forma que Hécate no puede hacer demasiado, al ver a todos los enemigos destrozados en un momento. 

Mientras tanto en el campanario el líder gul esta a punto de terminar un ritual. La campana totalmente sincronizada con el eclipse, la sensación de que algo terrible ocurrirá es algo tan presente en vuestras mentes, que a duras penas os podéis poner a pensar en otras cosas. La campana sigue sonando cada vez más rápida, os da la sensación de que su sonido es casi continuo, que esta a punto de que algo terrible tenga lugar, y es ahí arriba en la torre del campanario donde parece que se esta llevando a cabo tan horrendo ritual. 

Tras haber derrotado a los guls podéis acceder hasta lo alto de la torre, justo en el instante en que la campana tañe frenética (sin rastro de nadie que la manipule para hacerla sonar), anunciando el final del eclipse y la llegada de algo horrible para la humanidad. La habitación donde reposa la campana tiene unos 10 metros de lado y es casi un cuadrado perfecto. Justo delante de la campana se haya el gul líder, que ha dibujado un pentáculo en el suelo, alimentado con su propia sangre. En sus manos brilla en la cumbre de su poder, el Signo Amarillo, que, cargado con las energías del eclipse, hace que el aire a su alrededor ondule, fluctúe y muestre imágenes inverosímiles que van desgarrando la realidad a su alrededor, sustituyendo los elementos del campanario por otros que lentamente van formando un paisaje grotesco y alienígena. (Debido a esta visión, perdéis 1D6 puntos de cordura nada más llegar).

A un lado de la habitación, envueltos en túnicas amarillas, están Elisa (la inspectora), Joseph (el anticuario) y dos cultistas.  Pronto os queda claro que se enfrentarán a vosotros para evitar que podáis interrumpir el ritual, El líder gul parece estar haciendo una especie de portal, por el que posiblemente puede llegar Hastur (el primigenio que controla el signo amarillo) hasta vuestro mundo, lo que significaría la destrucción de buena parte de Paris, y claro vuestra muerte. Y no os queda mucho tiempo para detener el maligno ritual, ya que este parece muy cerca de su finalización.

Paris, catedral de Notre Dame 00:25 del 21 de abril de 2019.

Vuestro turno. 

Enlace al tablero

El combate fue breve y eso fue una suerte, porque justo en ese momento la campana dejaba de sonar y el eclipse concluía. Por lo que pudo ver Jean, eso no era el fin de todo, pero sí el anuncio de que quedaba muy poco. Lo que veía lo desesperó, pero pudo mantenerse lo suficientemente centrado para establecer un plan de ataque en su cabeza. Para él el principal enemigo, sacando al líder goul, era la detective. Estaba entrenada en combate y manejaba armas. Era la primera que debía caer. Avanzó unos pasos.

_¡Que me contestes el puto teléfono!

Una nueva ráfaga de la ametralladora le dio de lleno, lo mismo que al cultista que estaba de ese mismo lado.

_Si pueden déjenme al viejo a mí. Le habría convenido morir de viejo antes que jugar con nosotros y con Fraçoise.

Ver todo aquello hace que la cabeza de Jonah, la cual es pura lógica, se desboque igual que un caballo salvaje huyendo de aquel que quiere capturarle para sí. Ver allí a la inspectora, esa figura de protección y al anticuario, junto al ghoul tratando de atraer algo a este mundo y esas campanadas que retumban cada vez con más fuerza dentro de la cabeza de Jonah y haciendo eco en su interior, consiguen que la locura comience a instalarse en la mente del informático.

Pronto todo le da vueltas y Jonah cierra los ojos y se tapa los oídos, sintiendo como el terror y la congoja se apoderan de él, haciéndole retroceder a un rincón donde parece cobijarse y sentirse más seguro. Aún así, llora como un niño asustado y llama a sus padres, esperando que vengan a protegerle de aquel terror que ahora era real y palpable.

Uno que supera con creces su pánico a que le pida una cita a Hécate y esta se la niegue.

La visión de aquel paisaje alienígena y extraño fue la gota que colmó el vaso de la cordura de Dominique. Notó como los últimos diques de la realidad lógica y conocida se rompían ante la visión de lo grotesco. No había nada que hacer. Aquellas entidades estaban muy por encima de la capacidad humana de lucha o entendimiento. Solo quedaba abrazar la fatalidad y dejarse arrollar por ella.

La doctora levantó la pistola y, en un frenesí salvaje, empezó a disparar a todo lo que se movía. Con la última bala, se voló la cabeza.

Todos os quedáis sobrecogidos por lo que veis, una especie de aura rodea todo el campanario y parece extenderse por el oscuro cielo de Paris. Jean es el primero en reaccionar, y a pesar de la impresión, logra herir a la inspectora Mace, y además acaba con uno de los cultistas. Pero el resto del equipo no reacciona tan bien, Hécate se queda paralizada y nada puede hacer. Mientras que Jonah falla su disparo y cae al suelo (Pierde 3 pv ya se los he quitado). Dominique de la impresión de ver allí a la inspectora, al líder gul y aquel extraño ritual, se pone a disparar como loca, rozando su pie con uno de los disparos (Pierde 1 punto de vida que ya le quitado). 

 Las caras de odio y las fanáticas miradas os dejan bien claro que no habrá posibilidad de dialogar, esto tan solo puede acabar con violencia.

El líder gul esta muy concentrado en terminar su ritual, y en verdad que pareciera que ya lo tiene casi acabado. Por momentos se ve en el cielo una especie de túnel o puerta que conectase con otra dimensión, algo muy lejano y enorme parece asomarse, esperando su momento para poder pasar a vuestro mundo. No sabéis de cuanto tiempo disponéis pero no es de mucho, es de extremadamente urgente que detengáis el ritual. Esa puerta no debe formarse. 

Paris, catedral de Notre Dame 00:27 del 21 de abril de 2019.

Vuestro turno. 

Enlace al tablero

Tembloroso, casi sin ver Jonah realizó su disparo después del ataque de pánico. Debió esperar a estar más tranquilo pues acabó en el suelo. Entonces vio a Hécate muy cerca suyo y avanzó un paso para protegerla y disparó de nuevo, teniendo algo más de suerte esta vez. Y es que o se daban prisa en derrotarlos a todos o bien aquello era el fin.

El disparo de Joahn, muy cerca de su oído, la sacó del paroxismo que la había asaltado al ser consciente de lo que estaba pasando. Apartando las ideas del fin del mundo de su mente y tratando de no atisbar en el agujero cósmico que empezaba rasgar la realidad, se forzó a montar su improvisado lanzallamas de nuevo. Haciendo acopio del poco aplomo que le quedada avanzó dispuesta a abrasar el rostro desencajado del sectario más cercano. Si no conseguía herirle quizá al menos pudiera disuadirle de acercarse y poder así abrirse paso hasta el pentáculo.

—¡El pentáculo en el suelo! ¡Hay que eliminarlo! —gritó a sus compañeros para hacerse oir por encima de la enloquecida campana de la torre— ¡Hay que detener el ritual!

En su afán por hacerse entender tropezó con una de las tablas del suelo al avanzar.

La inspectora había demostrado ser fuerte, no había caído como el otro sectario. Jean le apuntó para acabar con ella pero la voz de Hécate lo detuvo.

_Hécate tiene razón. ¡Intentaré acabar con el líder, debemos detener esto!

Mace en su estado ya no podía ser tan peligrosa y no tenían más tiempo. El disparo al líder goul apenas lo rozó, pero Jean esperaba que eso al menos sirviera para distraerlo y demorar el desenlace del ritual.

El primero en disparar fue Jonah, pero no logró acertar en ninguno de los enemigos (Es necesario un 8 para tener éxito). Se tropezó cayendo al suelo, haciéndose daño con el golpe (Pierde 2 pv ya quitados).

A continuación llegó el turno de Hécate que tras avanzar un poco es incapaz de hacer daño a ninguno de los enemigos. Pero queda expuesta a los ataques de estos, y es el anticuario quien avanza hasta donde se encuentra y le asesta una puñalada (Pierde dos pv ya quitados en su ficha). 

Tan solo el detective logra acertar al líder gul, es tan solo un rasguño lo que le hace, pero es suficiente para retrasar unos instantes el ritual. La inspectora Mace, aunque herida dispara con su pistola al agente ocasionándole una fea herida en el costado, que por fortuna es menos de lo que parece, poco más que un rasguño (Pierdes 2 pv ya quitados de la ficha).  

Dominique permanece mirando todo con ojos muy abiertos, esta como pasmada y no es capaz de hacer nada. 

A pesar de vuestros esfuerzos, el ritual continua, tal vez hayáis ganado algo de tiempo, pero aun tenéis que detenerlo.

Paris, catedral de Notre Dame 00:28 del 21 de abril de 2019.

Vuestro turno. 

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- No en-entendiste, Jean. ¡El pen-petáculo! ¡Tú es-estás más cer-cerca! ¡El-elimina una d-de sus lí-líneas! - Grité al detective nervioso al tener al tipo tan cerca y viendo como la sangre salía... pero debía seguir luchando por sobrevivir.

Algo que no se me daba nada bien...

Mace seguía demostrando ser de lo más dura. ¿Quién habría imaginado que en su estado podría apuntar así de bien? Al menos la bala no hizo a Jean todo el daño que habría podido. Esto fue como una alarma para el policía, quien postergó al menos de momento su intención de acabar con el líder goul y apuntó de nuevo a la inspectora para acabar con ella. Lamentablemente, como al mismo tiempo quiso llevar adelante la indicación de Jonah, su disparo fue terriblemente malo y no le pasó ni cerca a la mujer.

_¡Dominique, vamos! Yo me ocupo de Mace, ayúdame aquí a eliminar las líneas del pentáculo.