Partida Rol por web

El Siniestro Secreto de Marjal Salino - La Casa Encantada

4 - Explorando la Casa Encantada

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24/12/2020, 15:52
Ember Colibrí

Colibrí dejó claro con su actitud que prefería ir hacia la izquierda. No dejar atrás enemigos potenciales era algo prudente, si bien él no lo era demasiado. Pero esta vez no dejaría que a las chicas les pícara ningún bicho más..

Azuzó a Compadre en dirección a la izquierda esperando que Zanahoria les acompañase.

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25/12/2020, 00:34
Oona

Oona se encogió de hombros.

-En la cocina no hay nada, será mejor que vayamos por el pasillo.

Gary saltó del hombro de la genasí para corretear hacia Zanahoria. Se subió a su lomo y se quedó enganchado en su pelaje mientras el perrazo iba de un lado a otro olisqueando el suelo y levantando polvo. El dragón encontraba aquella exploración muy divertida.

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25/12/2020, 19:39
Aranna Ygranth

Aranna se llevó los dedos a los labios y silbó. Lo intentó, al menos, pues para quien se había criado bajo el mar, y disponía de un aparatos respiratorio y fonador distintos a los de los humanos corrientes, tal empresa era poco menos que imposible. Lo que surgió de su boca fue un soplido lamentable. Sin embargo, Aranna pareció satisfecha, y Zanahoria levantó la cabeza, la miró, y se dirigió, trotando, hacia el pasillo.

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26/12/2020, 11:24
Hellas Blauerwels

No había mucho que decir, el pasillo de la izquierda era el curso natural de la exploración.

—Vamos allá.

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26/12/2020, 11:38
Narrador

Os asomasteis a un decepcionante pasillo con tres puertas. Siguiendo el rastro de barro, Aranna comprobó que las pisadas se dirigían a la puerta del fondo del corredor.

Por si hay alguna duda, las huellas se dirigen a la puerta señalada por la flecha que apunta hacia la izquierda.

Aranna: 23/23

Colibrí: 22/22 (Isla de Filos)

Compadre: 22/22

Hellas: 13/15 (-3 Fue)

Oona: 12/18 (-1 Des)

Zanahoria: 27/27

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26/12/2020, 12:44
Ember Colibrí

- ¿Parece un pasillo seguro o consideras revisarlo, Oona? -

Colibrí abriría la marcha con Compadre, pero era la genasi la que tenía más experiencia en artilugios, cuerdas, trampillas y demás. Él era un luchador de primera línea únicamente.

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27/12/2020, 00:54
Oona

-Déjame revisarlo primero, sí -pidió genasí, aunque ni siquiera fue una petición, ya estaba mirando por el pasillo buscando algo inusual, algún tablón fuera de su sitio, un sonido hueco bajo sus pies.

Avanzó despacio, pero segura, intentando no pisar mucho las huellas para no borrar el rastro. Cuando llegó a la puerta del fondo, se tomó su tiempo en revisar la puerta, comprobar cada esquina, cada pedazo de madera que podía contener algún tipo de trampa mortal, un disparador que activase el veneno de una flecha o algo por el estilo. Pero no había nada, de modo que abrió la puerta muy despacio.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Buscar en el pasillo: tirada, 15.

En la puerta elijo 20 en Buscar, con un total de 30.

El DM me ha comentado que la puerta está abierta, de modo que he procedido a ver qué hay tras ella.

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27/12/2020, 10:21
Aranna Ygranth

Zanahoria se quedó tumbado al lado de Oona mientras la genasi se concentraba en sus asuntos de trampas. Aranna, mientras tanto, estaba recostada contra la pared. Bostezaba de vez en cuando; al desenfreno de la carrera le había seguido la depresión del cansancio, que con las tripas llenas y la sangre diluida en alcohol, estaba rogándole echar una buena siesta en lugar de explorar una mansión ruinosa. 

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27/12/2020, 21:26
Hellas Blauerwels

Hellas se recostó en la pared, en el lado contrario al de Aranna, junto a ella. Un rápido vistazo a sus bostezos la retrajo a sus tiempos de tabernera. Seguro que habían bebido más de la cuenta. Si lo había hecho ella que había estado mucho menos tiempo allí, estaba claro que sí.

—Se te pasará cuando nos asalte el primer bicho—le dijo con una sonrisa.

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27/12/2020, 22:18
Narrador

Afortunadamente para Aranna, allí no había bichos. Aún estaba a tiempo de echarse un sueñecito. Traspusisteis el umbral para desembocar a una sala que estaba tan vacía como las demás. Había tres montones de velas cubiertos de gruesas telarañas diseminados por la habitación. A ambos lados de la puerta, pegados a la pared, había dos armarios con sendas colecciones de cabezas. Las de la sección norte eran de monos disecados. Las del sur, parecían pertenecer a humanos, pero estaban encogidas de algún modo.

Sabiendo lo que buscabais no os resultó complicado seguir las huellas hasta una trampilla en el suelo. Habría sido difícil de distinguir del resto del suelo de la habitación si las pisadas no se dirigieran directamente hacia ella.

La S marca la ubicación de una puerta secreta: una trampilla que da acceso al sótano.

Aranna: 23/23

Colibrí: 22/22 (Isla de Filos)

Compadre: 22/22

Hellas: 13/15 (-3 Fue)

Oona: 12/18 (-1 Des)

Zanahoria: 27/27

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30/12/2020, 00:01
Oona

Oona no dejó pasar a nadie hasta que no comprobó que no hubiese nada peligroso en el umbral. Nunca se sabía lo que podía encontrar. Explorar la casa seguía siendo asunto suyo, aunque ahora se encontraba con su grupo y se sentía más protegida, porque si le saltaba una araña a la cara, al menos sabía que no estaba sola. Gary seguía montado en Zanahoria, sin hacer caso de su dueña, pero a la genasí no le importó, que se divirtiera mientras pudiera.

Una vez estuvo segura de que no había nada, se dirigió a la puerta secreta y se inclinó para inspeccionarla.

Notas de juego

Oona elige 20 en Buscar en la entrada de la habitación.

Luego entra en la habitación y elige 20 en Buscar en la trampilla de la puerta secreta para comprobar si está cerrada o hay alguna trampa secreta.

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30/12/2020, 00:05
Narrador

En cuanto Oona se dirigió a la trampilla, la estantería de cabeza de monos disecadas cobró vida.

Las cabezas de mono empezaron a chillar, de forma horrísona. Un escalofrío recorrió vuestra columna vertebral. Tras el susto, Oona comprobó que no había ninguna trampa. Podíais proseguir en esa dirección si queríais.

TS Vol CD 16 o quedáis estremecidos durante 1 hora.

Si, por algún casual, Zanahoria fallara la TS Vol, estaría obligado a saltar sobre el regazo de Aranna. Temblaría de tal manera que sus huesos harían ruido.

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30/12/2020, 00:39
Ember Colibrí

Compadre gimoteó dolorosamente cuando sonó la algarabía de monos, ladrando furiosamente en su dirección a continuación. Estaba claro que se había sobresaltado ya que tenía todo el lomo encrespado y el rabo como un pompón, pero el enorme perro parecía también molesto por el ruido.

Colibrí por su parte miró a las cabezas de mono con bastante odio. Después de todo el ron que y el whisky que había ingerido ese tipo de ruidos no eran de su agrado.

- Malditos monos chillones, ¿creéis que se trata de algún tipo de alarma mágica? Si hay alguien abajo creo que sabe que estamos aquí. Puede que debiéramos replantear nuestra ruta de exploración. No me gusta subir ni bajar sin saber qué he dejado atrás en el lugar que me encuentro, normalmente. Voto por explorar toda la planta baja antes de subir o bajar. -

El menudo halfling trataba de calmar a Compadre acariciando su lomo.

- Tiradas (2)
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30/12/2020, 12:00
Hellas Blauerwels

Hellas se llevó las manos a las orejas. ¿Qué demonios había sido eso? Alguna extraña magia que Dumbalah dejó en su día, seguro. Una sensación extraña se le había metido en el cuerpo. Cómo un continuo y desagradable frío escalofrío. La joven se apoyó contra la pared y sacudió la cabeza. Era terca y más dura de lo que ella misma creía.

—Estoy con Colibrí, deberíamos terminar de investigar esta planta.

-3 a Fuerza. Estremecido (1 hora). ¿Alguien da más?

- Tiradas (1)
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30/12/2020, 12:08
Aranna Ygranth

Aranna dio un respingo cuando las cabezas empezaron a chillar. Un respingo que la recorrió desde la coronilla hasta el trasero, y que en el algún momento, decidió aflojar los nudos de la vejiga de la mujer. Consiguió, a duras penas, sostener el flujo de orina antes de acabar con las piernas y los pantalones empapados.

Zanahoria empezó a ladrarles a las cabezas de mono. Las cabezas de mono no dejaron de chillar, y entre chillidos y ladridos, el pobre chucho gimoteó, rodó sobre sí mismo, casi aplastando a Gary, y se fue corriendo de la habitación

Voy a buscarle, dijo. Ahora vuelvo.

La aventi se marchó, anadeando, con los muslos apretados entre sí. En el exterior, junto a la puerta, se bajó los pantalones y se acuclilló para vaciar la vejiga. Zanahoria, que no se había alejado demasiado, apareció trotando, olisqueó el trasero de Aranna y, satisfecho, la siguió cuando volvió a entrar en la Casa Encantada.

Al rato, chucho y aventi regresaron. Ambos aliviados, pero todavía perturbados, como quien ha despertado de una pesadilla y no necesita un rato para que su mente distinga lo real de lo onírico.

Y las de arriba, respondió. Si saben que estamos aquí, que se queden esperando o tengan que salir. Se me han quedado los nervios de punta. Ahora les toca a ellos.

- Tiradas (2)
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30/12/2020, 12:37
Oona

Oona dio tal respingo que poco faltó para colgarse de la lámpara del techo, en caso de que hubiese habido lámpara. Saltó a un lado como si hubiese estado a punto de caer una bola de fuego y miró en todas direcciones hasta que dio con el origen de aquel estúpido estruendo. Se acercó a ellas, todavía temblando, y comenzó a tirarlas al suelo. A una le dio una patada para enviarla al otro lado de la habitación. Todavía estremecida, Oona se acercó a Gary, al que recogió del suelo temblando como una hoja. Intentó tranquilizarlo con unas caricias, pero el pobre dragoncito estaba asustado.

-Ahora todo el mundo sabe que estamos aquí -dijo, estremecida. En realidad estaba furiosa, si hubiese podido lanzar bolas de fuego habría reducido a cenizas a aquellos monos disecados. Odiaba a los monos. No le gustaban. Tampoco les gustaba sus chillidos agudos-. Opto por esperar a que crean que nos hemos ido y regresar más tarde.

- Tiradas (2)

Notas de juego

Mierda de dados ¬_¬

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30/12/2020, 18:42
Narrador

Después de que Aranna volviera de hacer las cosas que hacia Aranna y que tanta vergüenza ajena daban a veces, os reagrupasteis en el pasillo. Nadie había salido aún de la trampilla, alertado por los chillidos de los monos. Decidisteis explorar el resto de la casa para dar tiempo a organizarse a los de allí abajo, mostrando un respeto por su trabajo que no solía encontrarse en los aventureros de aquellos tiempos.

Oona ya estaba tan harta de todo que ni siquiera buscó trampas, pero gracias a Tymora no las había. Desembocasteis a una habitación que debió ser una sala de escritura o un estudio. Contra la pared, debajo de las ventanas, había un gran escritorio de madera, parcialmente roto y lleno de podredumbre. Había tres cajones a cada lado del escritorio y un gran cajón central; este último estaba cerrado, pero todos los demás estaban abiertos, dos de ellos a la fuerza.

Aranna: 23/23 (Estremecida)

Colibrí: 22/22 (Isla de Filos)

Compadre: 22/22 (Estremecido)

Hellas: 13/15 (-3 Fue, estremecida)

Oona: 12/18 (-1 Des, estremecida)

Zanahoria: 27/27 (Estremecida)

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30/12/2020, 18:57
Oona

A la genasí todavía le temblaban las piernas, aunque Gary era el que peor lo llevaba, se había enroscado a su brazo y no quería sacar la cabeza de entre el pecho y el brazo de Oona. Como nadie había optado por seguir la recomendación de la joven, no tuvo más remedio que ponerse delante de la siguiente puerta, pero estaba tan rematadamente harta de todo en aquella casa que entró sin detenerse a buscar cualquier posible trampa. Solo se dio cuenta de ello cuando ya estaba dentro y carraspeó para disimular.

Con decisión, se aproximó a la mesa para buscar algo de interés. Encontró los cajones y revolvió las cosas que había por allí. Cuando dio con el cajón cerrado, trató de abrirlo por la fuerza hasta que se dio cuenta de que estaba cerrado con llave. De modo que extrajo sus herramientas, un par de ganzúas de buena calidad, y comenzó a forzarlo con tranquilidad. Gary seguía en su brazo, de modo que Oona tardó un poco en conseguir abrirlo y cuando lo hizo, comprobó el interior.

Había papeles y pergaminos con pedidos estúpidos como pelo de rana, cabezas de mono disecadas y lenguas de camaleón. Amontonó todo eso en un lado y siguió mirando en el cajón, porque nadie guardaba la contabilidad bajo llave y además, los demás cajones habían sido abiertos a golpes. Dio con un compartimento secreto.

-Aquí hay algo, dadme un momento.

Tiró de Gary para quítarselo de encima, pero el dragón acabó pegándose como una lapa a su costado. Al menos ahí no molestaría durante un rato. Comprobó con mucho cuidado que no hubiese ninguna aguja envenenada en aquel compartimento ni que una cápsula de ácido pudiera corromper el interior. Cuando se hubo asegurado, abrió el pequeño cajón para sacar dos frascos con un líquido rojo en su interior. Los agitó, los observó al trasluz, olisqueó y finalmente los probó.

-Pociones curativas. Y contabilidad -dijo sin más, tendiéndole los frascos a su madre.

Notas de juego

Elijo 20 en Abrir cerraduras para abrir el cajón.

Elijo 20 en buscar, y el DM me comenta que hay un compartimento secreto. Elijo 20 para buscar trampas.

Hay 2 pociones de curar heridas moderadas, según el DM.

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30/12/2020, 23:35
Ember Colibrí

Colibrí extendió la mano, interponiéndose entre Oona y Aranna.

- Guarda tu una y dale a Fay otra, mejor. Aranna ya puede usar su magia para curarse, y además estará ocupada si tenemos una lucha. Y yo puedo cuidarme solo, al menos en una lucha igualada.

Por cierto, tenéis mala cara chicas. Los gritos de esos monos tenían componente mágico, ¿verdad? Malditos magos y sus monos... -

El escuálido halfling se encogió de hombros mientras aguzaba el oído en busca de algún sonido que delatara peligros cercanos. Las mujeres sabían que Colibrí tenía un cinturón mágico que le permitía curar sus heridas o las de otros, al menos hasta cierto punto.

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31/12/2020, 17:58
Aranna Ygranth

Aranna lamentó profundamente no haber sido ella quien se ensañara con las pobres cabezas de mono. ¡Malditas cabezas de mono chillonas! Tan decidida iba Oona, que para cuando llegó a la puerta de la siguiente habitación, la genasí ya estaba con la cara y las manos metidas en los cajones.

El botín hallado fueron dos pociones curativas. A la aventi le agradaba su sabor, pero prefería las bebidas espirituosas, y por otro lado, como decía Colibrí, más útil les iba a ser a las muchachas. Metió la mano en los pantalones y sacó una elegante varita de madera de fresno pulida y empuñadura de cuero. Ella ya tenía con qué curarse, y curar a quien lo necesitara.

Se pasará... dijo al preocupado Colibrí. ¿Seguimos? preguntó, señalando la siguiente puerta con un ademán de la cabeza.