Partida Rol por web

Al ver como el señor Burna-Buriash y el gran wardu albino Ibraam le preguntan al capitán, hace que me retraiga un poco de hacerle mis propias preguntas. Sino el pobre hombre se vera más atosigado, prefiero investigar el barco y saludar a los marineros que no sean esclavos, que bastante pena ya tienen, quiero saber con quien me tengo que codear durante el viaje. Fijandome en los detalles que puedan colorear este viaje que pretendo plasmar en mi relato.

Debemos hacer un ritual de agradecimiento al dios Buranum, y a sus hijas las Neyedas.  

Capitán, ¿podemos detenernos en la próxima confluencia?  Es importante que realicemos un ritual hacia el dios del río, sus enamoradas de los arroyos y sus benditas hijas de los manantiales.  Eso bendecirá nuestro camino y traerá suerte al Incierto por muchas estaciones por venir...

- ¿Leyendas? -responde el capitán irguiendo el cuello para sentir la brisa - ¿No hablarás de esa criatura Mushrushu?, no son más que cuentos, yo surco el Buranum prácticamente todas las semanas y nunca he visto un dragón que se lleva a las embarcaciones que navegan por la calma corriente del Buranum. Respecto al Erial, no lo conozco y tendréis que preguntar a los nómadas pero hay toda suerte de criaturas que es mejor no molestarlas.
Ante las palabras del Wardu albino se dispone a contestar
- Al contrario que el Indigna las aguas son calmas y fácil de transitar río abajo, como es nuestro curso actual - responde con paciencia Enmebaragisi - el regreso es un poco más tedioso porque precisa ayuda de bestias desde la orilla, aunque es perfectamente transitable contracorriente, al contrario que el Indigna que es una locura navegar a contracorriente, de hecho, ya lo es corriente abajo pues por algo se le denomina "La Flecha".
Ante la insistencia del Wardu respecto a la ceremonia. Añade:
- Nuestro destino no nos lleva a la unión de ambos ríos, siento darte esta información - responde - el "Incierto" está ya bendecido y el muelle destino e encuentra en la orilla opuesta a 500 metros del punto de intersección entre los dos ríos, es lo más lejos que llevo a mi navío. - ante el gesto de desagrado del albino añade: - No obstante, hay un pequeño templo a medio camino, si queréis os llevo allí y podemos tomarnos un descanso para comer y para que los remeros descansen.

Gracias capitán por sus conocimientos estoy conforme con usted , no obstante también en las leyendas podemos encontrar retazos de realidad. Con un saludo llevando mi mano a la frente a modo de despedida dejaba la conversación para asomarme al barco mirando hacia el mar que parecía tranquilo.

Mushrushu así se llamaba la bestia mítica o legendaria de estos mares,  las leyendas sobre el territorio donde íbamos eran las que me interesaban, más el capitán no tenía ningún tipo de conocimientos sobre dicha zona. Pero nos dejó una pista, preguntar a los nómadas y afirmó que vivían en el área criaturas peligrosas.

Intenté que no se me olvidara el nombre del capitán por si en posteriores conversaciones tenía que hacer mención a sus argumentos .

El viaje continúa sin problemas. Transcurren las horas y el capitán reclama una pausa para almorzar y servir de excusa para que los remeros descasaran, pues aunque fueran esclavos no podrían rendir si no relajaban sus músculos durante una hora.
El capitán anuncia su decisión y vira el navío a la orilla opuesta para asegurar el navío en la costa. Todo el personal, excepto el capitán, desembarca en la orilla y se dispone todo para montar un campamento. Una oportunidad para llenar el estómago y descansar los pies en tierra firme.
El capitán permanece con el rostro grave mirando el horizonte.

Por fin hicimos un breve desembarco que me vino bien, pues no estaba acostumbrado a navegar y menos en viajes tan largos , así que me acerque a Akbar ¡¡ vamos Akbar !! cojamos lo necesario para montar un buen campamento para almorzar y descansar un rato . Me dirigí a la zona de carga cogiendo lo necesario para hacer un buen banquete y un buen descanso compartiendo a cargas iguales con Akbar. Después de descargarlo en tierra pusimos la tienda ,con una gran  mesa y en ella unas jarras de  vino y agua , vasos , platos de frutas y hortalizas, diferentes frutos secos, queso y otras viandas que aguantaban el largo viaje.

Para después llamar a nuestros compañeros para que disfrutaran con nosotros del festín mientras conversábamos amigablemente.

Me siento más seguro con los pies en la tierra, no puedo evitar pensar que las aguas de los ríos son traicioneras, por muy buen barco y mejor capitán del que dependan nuestros destinos. Prefiero no depender en exceso de las habilidades de los demás.

Me dedico con buen ánimo a montar el campamento, en ocasiones un poco atribulado por el esfuerzo físico de mi amo Burna.

—Gracias por vuestra inestimable ayuda, mi señor—le digo, tratando de aliviar discretamente su carga pero sin estar seguro de si se lo tomará a mal si se da cuenta.

—¿Será necesario hacer guardia nocturna en estas tierras alejadas de Kish? No se si nos acechan peligros en estos parajes, o si es pronto para preocuparse.

Las tierras más allá de mi ciudad son una incógnita para mí. Así les hago saber mis inquietudes a Bel-Shanar y los otros en el festín alrededor del fuego, pues los considero gente de mundo y no simples ratas de callejón como el pobre Akbar.

Los marineros han resultado ser hoscos y silenciosos, como es costumbre en la gente de su clase, más habladores con sus compañeros que con los alejados de su ramo. Aunque el paseo por el barco ha resultado interesante, he podido ver algunas de sus maniobras y los útiles que llevan el manejo del navío.  Cuando se deciden a descender, recojo mi ligero equipaje, pues prefiero andar preparado y me pongo al lado de Burna-Buriash cuando termina de ayudar a su criado Akbar, les habría ayudado, pero he estado distraido con mis apuntes de la vida marinera. Pero no por eso dejo de exclamar:- Vamos a buen ritmo, y no parece que nuestros peores temores se hayan hecho realidad, aun asi hay que estar prevenidos. Los Uridummu, prefieren poner guardias en cada parada, por muy pacífica que parezca. Yo los tomaba por demasiados cautelosos, hasta que vi a una bestia llevarse un camello como si fuese un fardo de mano al interior de las arenas...-

Cuando se detiene el navío el enorme wardu armado ayuda a los sirvientes a descargar los fardos y a montar el campamento, no sin perder de vista a su amigo Kadashman.

Luego se reúnen todos entorno a Burnia Buriash para ultimar detalles, cuando algunos proponen hacer guardias el wardu asiente con su enorme cabeza astada:

- Estaré atento durante la noche- no hacían falta más palabras, el wardu estaría toda la noche en vela para proteger a sus compañeros.

- Mañana con las primeras luces del alba partiremos, mañana al mediodía llegaremos a nuestro destino - responde el capitán bajando de su navío con el semblante serio denotando cierta inquietud - vamos a buen ritmo por lo que quizás lleguemos incluso antes, pero no puedo arriesgarme a navegar de noche.
Avanza hacia el campamento dando las órdenes pertinentes.
- Abrigaros bien y abrid bien los ojos - anuncia a los aventureros - no os preocupéis, descansad mis hombres se encargarán de las guardias.
Se volvió de nuevo hacia el sur para escudriñar el horizonte.

Miro al capitán y asiento la proposición de que sus hombres hagan guardia durante la noche, pero era poco audaz si pensaba que un guardián como yo con mi experiencia en muchos y variados trabajos relacionados con la emboscada y la vigilancia iba a quedar a merced de unos hombres que no conocía. Enmerkar estaría despierto toda la noche en vela protegiendo a sus compañeros, a los de siempre como Kadashman, y más conocidos como Ibraam, y el resto del séquito de la aventura principal. Así que lancé una mirada de complicidad a mi amigo Kadashman.

Estimado Bel- Shanaar me parece muy interesante ésta conversación le diré que tengo en mente que en las ciudades se hiciese una especie de instrucción militar masiva a toda la población , de ésta forma todos los ciudadanos tendrían la posibilidad de defenderse en caso de ataque , creo que sería un buen  avance , pues ahora nos veríamos limitado como usted dice a una organización de soldados, de ésta forma los soldados serían cada individuo dándole la suprema libertad que no solo se caracteriza en sus derechos sino también en su capacidad para defenderse. En cuanto a la estructura militar refiriéndonos a los altos cargos es decir a los oficiales sería bueno crear una biblioteca de acceso a ellos, donde estarían escritas toda la historia que ha acontecido desde nuestros antepasados como también las luchas llevadas a cabo y los éxitos sucedidos, sería un gran patrimonio cultural y también estratégico el estudiar como hemos utilizado nuestras tácticas de guerra frente a nuestros enemigos y cuales han sido las de más éxito dependiendo de las diferentes fuerzas enemigas enfrentadas.

Ibraam se acerca a los remeros, y les va preguntando de donde son, si tienen familias allá en sus ciudades o pueblos, que cuántos años llevan trabajando para el Incierto y por donde han andado.  La charla es amena, leve, aunque indirecta y sutilmente averigua también si el capitán los respeta y es cumplidor.

¿Alguno de ustedes es devoto de Ishtar?  

Los remeros observan al Wardu con una expresión mitad divertida y mitad enigmática. No se dignan en responder, tan sólo continúan con sus quehaceres. El capitán se mantuvo poco comunicativo, su comportamiento cambió radicalmente y su semblante parecía más serio; sólo se limitaba a mirar con cierto nerviosismo hacia el sureste.
La noche transcurre y no sopla ni un ápice de brisa. No obstante la temperatura había descendido. El enorme Wardu permanecía junto a su amo con sus sentidos totalmente ampliados. El tiempo pasa.

En la quietud de la noche tus sentidos te despiertan. Algo no va bien y no sabes el qué. Tus oídos se afinan y tratas de captar algo en el silencio de la noche. Levantan levemente la cabeza...silencio.

Vaya de nuevo esa sensación de algo que me acecha y luego huye sin dejarse ver. Tendré que intentar olvidarlo ysacarlo de mi mente, o conseguir dar con él o ella y acabar con esto de una vez por todas.

Me acerco al Wardu albino y le conmino:- Estos hombres rezan a los dioses de las estrellas. Son buena gente que quizá desee conocer la buena nueva, cuando estemos en un lugar aútenticamente tranquilo, es mejor que no los pongas nervioso mientras estemos de ruta.- Espero que sopese mis palabras, que por muy Wardu que sea, siempre pueden salir por la noche y cortarle el cuello por impio, y la verdad es que echaría de menos su brio y el grupo su fuerza.

¿Porqué está nervioso el capitán?  ¿Que dioses o monstruos salen por el sudeste?  

Perdón hermanos-remeros.  Que dioses hay muchos, pero pocos aman la libertad como Ishtar.  

Camina un poco por el terreno, toma unas moronas de tierra y las respira con su enorme nariz.  Capitán, ¿que lo tiene tan preocupado?  No es ahí por donde se oculta o sale el sol.  

¿Algo más lo hace?

- Descansad que mañana a primera hora partimos - ante la pregunta del wardu albino añade: - me siento más seguro en el agua, en el Erial sólo nos espera el peligro pero tranquilos mis hombres montan guardias y están acostumbrados a los peligros del desierto.

- Pues hare la primera guardia con vosotros, no soy mucho de dormir tan temprano.- No me gusta que las guardias las hagan otros, se que puedo confiar en el capitán y en sus hombres, pero es una costumbre que tengo de cuando viví en el desierto.- Por lo que me sentare por aqui para no molestar demasiado.-