Partida Rol por web

Laver, señora - hago una burda reverencia.

–Shem –responde la mediana de forma escueta. –Siento lo de su hijo, señora Vinaa. Disculpe, ¿A qué se refiere con que sólo aparezca a veces la enfermedad?

Gael estaba escuchando a la mujer quien vivía su propia pesadilla mientras el hijo dormía, una situación penosa a ojos del caballero.

- Siento lo que está pasando, y espero que Micah pueda despertar. Si fuera tan amable señora de contarnos las últimas hazañas de su hijo, quizás contenga algún detalle que nos pueda ser útil, pues nuestra intención es investigar sobre este terrible suceso que acongoja a las gentes de la ciudad.

A falta de visitar el monasterio o al alcalde le parecía que tenían que ser minuciosos lo que implicaba enterarse de todo lo que fuera posible.

Desde la multitud de gente y conversaciones,  y mientras hablan con Vinaa escuchas al voleo que hace  dos días atrás una víctima estuvo en el mercado en el día de espectáculos. 

Vinaa les cuenta que su hijo,  tiene un único vicio, el buen vivir,  y escuchar buena música. 

Que habia llegado hace un día desde Villafe , antes de romper a llorar. 

Mucha gente pasa por el lado,  sin importar nada. 

Pero los tenderos si ponen cara de apenados, e incluso uno de ellos ayuda a Vinaa con un vaso de agua,  y la calma, haciéndola entrar en la tienda. 

Al oír que su hijo había estado en Villafé y había sido él quien había hablado de lo ocurrido allí y que además había caído presa de ese sueño se apenó. Puso la mano en el hombro de la mujer para reconfortarla y oró a Mystra para que le diera la sabiduría suficiente para sobreponerse a esta amenaza.

- Encantada Vina. Mystra me ha enviado para ayudar a vuestro hijo y a cuantos padecen esta enfermedad. La situación se ha vuelto difícil pero no pierda la fé señora. la dijo sonriendo amablemente para reconfortarla. Gael atinó bien tratando de averiguar los últimos pasos del hijo antes de caer dormido por si podía darles una pista pero la mujer no aguantó más y rompió a llorar. La acompañó hasta la tienda de uno de los tenderos para que pudiera sentarse mientras volvía hacia el grupo. - Esta maldición que ha caído sobre Purixta podría llegar a destrozarla sino hacemos algo. Deberíamos ir al alcalde lo antes posible para que nos ponga en situación. indicó al grupo, temía que cualquiera de ellos pudiera caer en aquel sueño y ser una victima más.

Shem mira apenada como la señora rompe a llorar y se echa a un lado cuando algunos tenderos llegan para calmarla.

La muchacha luego da unos pasos hacia atrás y tira del faldón del fortachón un par de veces en busca de su atención.

–¿A qué se refiere con que el único vicio sea el buen vivir? –murmura algo avergonzada cuando Laver se agacha para ver que quiere.

Uy. -Panacea se acercó a darle un abrazo a la señora.  Podía ser falsa o verdadera su historia, pero por si era lo segundo, había que dar abrazo. 

Cuéntenos qué música escuchó al llegar, y dónde.  -Ahí podría haber una clave. 

Bien, pues a averiguar luego donde son esas jaranas y si varios de los que van se quedan dormidos.  -les dijo a sus compañeros. 

Y ahora, ¿vamos a donde el gobernador?  

Viendolos a todos debajo de su pelambre verde, sonrió, tomó las riendas de su pony, los esperó a que estuvieran listos.   Una vez que lo estuvieron, se encaminó con quienes vinieron con ella hacia el centro de la ciudad.   Iba dicharachera, comentando aquí y allá, de vez en cuando preguntando a las lugareñas para no perderse del rumbo del lugar donde tenía audiencia el gobernador. 

Se fijó en que Panacea hablaba algo más con la mujer, referente a una música, eso encajaba con el rumor que le había llegado desde atrás.

- Alguien ha comentado que un conocido enfermó en el mercado el día de espectáculos. Parece una buena pista.

Tampoco podían aferrarse a lo primero que escuchaban pero se podía estudiar, el caballero había visto dos lugares más que visitar, el monasterio y al alcalde.

- Podemos ir a ver si nos recibe el alcalde y luego a buscar a Cervezanegra en el monasterio del trato justo. Pero viendo que no es una epidemia lo que tenemos delante, aprovechemos que estamos en el barrio comercial para vender estos arcos, espadas y armaduras. Yo requiero de una armadura mejor de la que porto. Y bueno, aventureros, si vais a acompañarnos en esta búsqueda, ¿necesitáis espada larga, escudo, arco o armadura de mallas?

Indagó aunque le parecía que los nuevos compañeros no usaban ese tipo de equipo aunque podría ser que a alguno le viniera bien un arco.

–Oh, yo tengo algo de experiencia usando lo que vosotros llamáis un arco corto. Para nosotras –dice risueña mirando a Panacea –es tamaño normal. ¿Pero... cuánto me costaría, señor Sir Gael Taulo? Lo cierto es que no tengo muchos ahorros, así que si alguno de ellos lo quiere y puede asumir el precio, no hay problema.

La joven mediana hace una pausa con gesto pensativo y luego continúa.

–Si necesitan tiempo para vender esos artículos, creo que entonces yo aprovecharé para ver al sabio CervezaNegra. Espero que mi encuentro con él no sea largo, y luego iré directamente a reunirme con vosotros en la Casa del Gobernador. Y si el objetivo de mi viaje no tiene que ver con el misterio del sueño, igualmente prometo recabar información sobre ello en el templo y ayudarles en lo que pueda –termina diciendo con rostro decidido.

Digamos que le gustan más las mujeres y la fiesta que a un tonto un lápiz - digo sonriente respondiendo a Shem -. Nah, las espadas y armaduras con cosas de ricos - respondo a Gael restándole importancia con la mano -. A un verdadero heroe solo le hacen falta sus músculos y su piel curtida en mil batallas - me doy con el puño en los pectorales -. Y soltarle un buen mazazo en la cabeza al que se ponga tonto - simulo que bateo una cabeza con mi mazo mientras rio como un psicópata -. Noma podría ir con el pecho al aire, pero es demasiado pijo como para no ponerse esos modelitos de niña - me burlo, guardando el mazo de nuevo -. Creo que esa señora ya no está en condiciones de contarnos más historias de su hijo, así que voto por movernos de una vez, que me estoy quedando anguilo... no, anquisolado... no, tampoco - me muerdo la lengua, pensativo - . Joder, no me sale. En la mierda, me estoy quedando en la mierda de estar aquí quieto - sonrío, mostrando todos los dientes

Estoy toda la conversacion con una mano en la barbilla y la otra sujetando el codo contrario pensativo. Me giro a Laver tranquilamente para comentarle la jugada.

- Gracias Laver por explicar a nuestros nuevos amigos nuestra forma de actuar y cómo mi ropaje está adaptado perfectamente a nuestro modo de vida. Por lo que... ¡DEJA DE DECIR QUE ES ROPA DE NIÑA MALDITO DESGRACIADO! ¡QUE NO SABES NI HABLAR!

Suspiro para tranquilizarme.

- Perdonen compañeros, pero es que este zopenco me saca de quicio. Yo también voto por movernos ya, esa pobre gente nos necesita.

Que la música sea la fuente de la maldición o enfermedad es un tanto extraño, veamos a donde nos lleva esto.

Vamos a con el gobernador.  -Dijo Panacea, y comenzó a caminar. 

–Muy bien. Nos vemos después en la fuente de la plaza mayor –dice la mediana mientras dirige sus pasos hacia el norte.