Partida Rol por web

El Tango del Piquete

II TERCERA NATURALEZA MUERTA

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22/10/2022, 19:44
Leon Gorefinder

Poco podía imaginar Marion que en aquellos mismos momentos una de las incógnitas que pasaba por su cabeza se estaba removiendo bajo el peso de Taylor a unos cuantos metros de ella, pero fuera...

Si, el tipo iba a apuntarse con la pistola para librarse de todos sus jodidos problemas de una sola vez, pero el marine y sus reflejos automáticos fueron más rápidos que él, haciéndole una llave que lo retuvo bajo su peso al tiempo que le presionaba la muñeca obligándolo a soltar su arma de juguete. Trató de removerse durante unos pocos segundos, con respiración aún entrecortada, antes de asumir la realidad de su situación y volver a recuperar su respiración nasal, pudiendo, al fin volver a hablar con la poca naturalidad que aquella escena tenía.

- Mmmmmmmf. Yo mate a Theresa, pero... Si me pregunta por qué lo hice... No le sabría decir... Diabos ¿Por qué? Simplemente... me pareció lo más indicado.

El marine pudo ver la curiosa expresión de duda de su presa, como si le preguntase a él por qué lo había hecho, peor era consciente de que aquel desconocido no iba a tener una respuesta para él, o eso creía. Algo le decía que el tal Gorefinder no se iba a escapar, ya había pasado de su punto de no retorno y él lo había traído de vuelta, ahora no era más que un títere al que podía llevar sin mayores esfuerzos.

El marshall se había asomado fuera para fumar un pitillo mientras seguía peleándose con una tableta, fue el primero en ver al marine y su presa, asombrado al reconocer a Gorefinder, un médico militar de la base. Mientras entraban y exponían lo acontecido, Marion y Ketchum se unieron a la charla, con el pobre conserje igual de anonadado ante el descubrimiento de quién había sido el asesino.

 

- Yo creo que con la muerte de Upton (y de los demás, probablemente) están enviando un mensaje. ¿Quien está haciendolo? Es lo que tenemos que averiguar, pero creo, por lo visto hasta el momento, que son los mineros sublevados. ¿A quien se lo envían? A la Corporación, claro.- Estaba comentando Steadman. - No creo que nada de esto sean asuntos personales, al menos no al nivel de que sea el móvil de los crímenes. Más temprano que tarde creo que deberíamos entrevistarnos con Tolleson. Aunque tal vez debieramos hacerlo con un poco más de información.- Terminó, justo cuando el marine llegaba con su regalo navideño.

- No, no soy consciente de que nadie estuviese interesado en nuestra señorita Upton, peor esa es su letra.- Le había indicado el conserje a Marion mientras volvían de la sala de profesores, señalando la hoja que ella había encontrado. - Nuestro médico militar vino por aquí hace un par de días para hablar con ella, peor imaginaba que habría sido por algo relacionado con su hijo.

Y allí estaban ahora, con dicho médico militar, asesino confeso, mirando al suelo con pesar, frete al mashall, el conserje y los tres investigadores.

 

Notas de juego

Lo siento si ha quedado un poco confusa la reunión XXXD

¿Qué hacéis?

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24/10/2022, 17:52
Marion Corbin

-Ya sabemos quienes son los asesinos-señaló Marion a Steadman-. Tenemos confesiones, testigos y hasta alguna grabación. Tenemos todas las pruebas que queramos y sabemos lo que ha pasado. El problema es que lo que ha pasdo no tiene ningún sentido-Marion se quitó las gafas y se frotó los ojos en un gesto de cansancio-. Esto no es normal. Podría entender que pasara una vez. Dos son casualidad. ¿Pero tres veces? Si los mineros están detrás de esto, o es que los asesinos estaban compinchados con ellos, o es que los manipularon de alguna forma que aún no sabemos.

Con resignación, Marion sacó su escáner médico y examinó a Gorefinder, a pesar de estar segura de lo que iba a encontrar. Lo mismo que en los demás, absolutamente nada.

-¿Quizás podemos ir ahora al Saloon?-y por esa copa- Para preguntar por esta carta y por las visitas de Norton. Y después podemos ir a entrevistar a Tolleson.

 

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25/10/2022, 14:38
Trevor Steadman

- Me parece bien -contestó a Marion. Y concuerdo, no tiene ningún sentido. Los asesinos no tienen móviles suficientes y parecen arrepentidos. Les creo: No saben por qué hicieron lo que hicieron. Si no, sería demasiada casualidad, aquí tenemos coincidencias que son más que coincidencias. Demonios, me hace pensar opciones de ficción ¿hipnosis? ¿algún compuesto químico? ¿qué demonios convertiría en asesino a alguien sólo por unos momentos y luego le devolvería su autonomía?

Trevor estaba confundido. Él entendía de engranajes y tuercas. Les habían dejado las piezas sueltas y el resultado de la fabricación, pero tenían parte de la maquinaria. Restaba encontrar el motor. O quien lo operaba. Y si no lo hacían rápido no quedaría nadie para salvar.

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29/10/2022, 13:21
Taylor

—“me pareció lo más indicado”

—Todos repiten la misma frase, o algo muy parecido, no parecen entender porque han hecho lo que han hecho, parecen confusos, se sienten culpables, pero de alguna manera aceptan con resignación lo ocurrido, ninguno parece rebelarse, ninguno culpa a nadie de sus problemas… yo diría que ese supuesto retorno a la normalidad, no es tal, algo se queda fuera de lugar en sus cabezas después de los asesinatos.

—Y no sé si se tratara de hipnosis, sugestión, drogas, venenos, virus, o que cojones…. Pero algo no anda bien en las cabezas de los asesinos, y eso debe tener una causa común, eso es seguro, así que, si encontramos la causa, encontraremos al verdadero responsable.

Taylor seguía pensando en voz alta.

—Recuerdo una historia de los tiempos terrestres, ¿habéis oído sobre los barcos, pequeñas naves que recorrían los mares de la tierra, flotando sobre el agua? Parece ser que durante algún tiempo los fenómenos de psicosis eran muy comunes entre sus tripulaciones, hasta que los avances en la medicina primitiva de la época, descubrieron que todo se debía a intoxicaciones, por el material de las latas de conserva que usaban como alimento, plomo… les freía el cerebro, se volvían locos y se mataban, se devoraban, se lanzaban al mar o cualquier cosa.

—Lo que ocurre aquí se parece demasiado, podría estar en el agua, en el oxigeno de los tanques, en la comida, los suplementos, o alguna puta droga que este circulando entre los trabajadores. Podría ser cualquier jodida cosa y afectar a diez, a cien o a todos nosotros pasado un tiempo.

De repente, Taylor dejó de sentirse investigador y empezó a sentirse una presa más de un cazador tan desconocido como letal.

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29/10/2022, 20:47
Gwen McCall

El resto no pudieron escuchar los pensamientos de Marion, peor si que pudieron predecir lo que iba a pasar tras el análisis de su escáner, como ella misma se había figurado. NADA. La nada más absoluta, los signos vitales y toxicológicos comunes para una persona de la edad y dimensiones de Gorefinder, dejando a un lado el que sus pulsaciones estuviesen ligeramente aceleradas y su tensión estuviese por debajo de lo que sería normal, peor ambos valores se encontraban dentro de los márgenes aceptables, así que no debían estar relacionados con ningún estado alterado previo, sino con el mero estado de desolación indiferente con el que parecía tratar de afrontar el médico militar las circunstancias con las que él mismo había terminado despedazando el status quo en el que vivía dos horas antes, por no hablar de lo que la pérdida de la profesora debía suponer, teniendo en cuenta que seguro que tenían un pasado juntos por estar en aquella apretada colonia, independientemente de su intimidad.

Tras aquel nuevo intento infructuoso por ganar algo más de conocimiento sobre lo que allí pasaba, los tres investigadores se despidieron del conserje, el marshal, la doctora y... El homicida... No había lugar para otro veredicto o apelativo, al menos no con lo que sabían. Jessup reconocía que posiblemente no conseguirían nada más allí y tenía que prepararle un nuevo camastro en el calabozo a su nuevo invitado, así que dio su bendición al trío, al que se unió la señorita McCall.

- Si no les importa, mi ayudante llevará las pruebas al laboratorio, y yo también necesito mandar a la porra todo esto un rato. Un trago me irá bien.- Les comentó, más afable que antes, mientras se ofrecía a guiarles hasta D'Place, por mucho que no les hiciese falta tal servicio, ya que el garito era visible desde prácticamente todos los emplazamientos en aquella colonia. Aun así, la doctora abrió la marcha. Puede que si que necesitase ese lingotazo, tal vez más que ellos.

Notas de juego

Creo que si vamos a pasar a descansar, e ir al bar, podemos cerrar esta escena y dar paso a la siguiente, la reflexión de Taylor parece un gran cierre para ello. Cerramos por aquí y os voy abriendo otra.