Partida Rol por web

El testamento del tío Timothy

005.- Conjeturas y decisiones

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19/10/2007, 01:19
Director

Todos preparados, llega el momento de subir. Uno a uno -los quinqués de las escaleras están ya encendidos- ascienden por los peldaños de madera en una controlada barahúnda y llegan hasta el piso superior. El grupo, de acuerdo con las instrucciones de Elizabeth -aquellos desconfiandos que prueban el pomo del despacho del finado Timothy comprueban que, efectivamente, está cerrado con llave- se acerca hasta la puerta de la habitación de su difunto tío, enfrente de aquella en la que han dormido lord Jefferey y Sydney. Elizabeth, con el gesto de un mago que levanta el pañuelo para mostrar que la paloma ha desaparecido, coloca la mano en el pomo y abre sin dificultad la puerta.

Uno a uno, los seis familiares supervivientes entran.

La habitación está tal y como la recordábais de niños. La preside una cama modesta en lujo pero amplia en tamaño, flanqueada por dos mesillas de noche. Hay un candelabro sobre una de ellas, con cerillas al lado. Una palangana -donde vuestro buen tío se lavaba por las mañanas- se encuentra al lado de un pequeño espejo y un grupo de pulcros instrumentos de aseo. Una pequeña mesilla y un par de sillas completan el mobiliario de la habitación. Las cortinas están cerradas, y la única luz por ahora proviene de la que porteis vosotros (aunque sería posible encender el quinqué o la vela que se encuentran en la habitación.

A los pies de la cama, cerrada todavía -aunque no con llave, ya que nunca la tuvo- la puerta que separa la habitación del despacho donde vuestro tío guardaba sus documentos.

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19/10/2007, 15:51
Sydney Duncan

- Bueno... espero que no necesite esto nuevamente - comenta el médico, mientras apoya su maletin en la cama y se dirige a la ventana para abrir las cortinas - Luego podemos ver esas mesas de luz, pero lo importante... si hay algo importante, debe estar en el estudio - Tras verificar que "su" cuchillo sigue en el bolsillo de su cazadora se dirige a la puerta, dispuesto a abrirla.

Notas de juego

Con la luz exterior alcanza para ver bien? o hay que prender el quinqué?

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21/10/2007, 00:43
Peter Duncan

Peter, tras el médico, se adelante al resto de familiares. Su estado lo matiene ansioso ante la posibilidad de encontrar alguna respuesta a la muerte de dos personas dentro de la casa... Todo esto parece planeado; pero, ¿porqué? ¿con qué fin?...Mi mente divaga tratando de no hacer un hueco dentro del pensamiento que lo distraiga y recuerde a su preferida prima Fiona. Aquella por la que no pregunta a sabiendas de lo sucedido. Fiona, Fiona,...

Una vez junto a la puerta del estudio, diviso como Sydney afila con su mano un cuchillo totalmente insignificante al lado del hacha que adquirí horas antes en el sótano. Un hacha que salvó la vida a más de uno en la casa y que ya lleva una condecoración a su favor.

Parece que todo está listo para que la puerta se abra. Mis ojos se clavan en el pomo de la misma para apreciar si ha sido forzada por alguien antes o si muestra algún contorno extraño. No me volveré a colocar frente a una puerta sin echar la mirada atrás...; la frase retumba en el subconsciente de Peter, lo cual le lleva a echar un vistazo a su espalda, apreciendo allí al resto de familiares...

Notas de juego

Máster no olvides que si en algun momento hiciesen falta llaves; yo llevo el llavero de Jamison. Supongo que no lleva todas las llaves que dan con el tesoro, pero seguro que alguna vez nos da para algo.

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22/10/2007, 13:02
Jack Duncan

Tras Peter y Sydney, Jack se dirige hacia la puerta del estudio, dando por buenas las palabras del médico respecto a que en caso de haber algo interesante estaría tras esa puerta.

Notas de juego

Ya estoy por aquí de nuevo... qué tranquilito anda todo, ¿no?

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22/10/2007, 14:51
Sydney Duncan

Notas de juego

"La calma que precede a la tormenta", jaja.

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22/10/2007, 21:50
Elizabeth Duncan

Cuando el doctor descorre las cortinas lo primera reacción de Elizabeth es la del gran fastidio producido por el cambio lumínico. Una vez se ha repuesto del impacto de la luz -tras parpadear varias veces seguidas- se dirige hacia una de las mesillas de la habitación, mientras dice en voz suave: -Sí, el estudio debe de ser lo más interesante -añade tras el comentario de Sydney- Aun así... bueno, nunca se sabe... los ancianos conservan su basura hasta en palanganas. ¿Qué pensaría nuestro tío ahora si nos viera? Mordiendo la mano que nos da de comer, tsk, tsk, qué díscolos. Será un alivio encontrar sólo su dentadura, ¿no es cierto? -añade con más nerviosismo que diversión, presta a abrir uno de sus cajones. Un escalofrío recorre el cuerpo de la normalmente escéptica Elizabeth cuando piensa que todo ese aparente orden pertenece a un muerto.

Notas de juego

Siento el retraso.

Qué tensióóóón.

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23/10/2007, 00:45
Director

Sydney se acerca y descorre las cortinas, dejando que la débil luz del encapotado día entre en la habitación. Con el quinqué se podría ver mejor para leer, por ejemplo, pero no es necesario para moverse o buscar.

Palpando el cuchillo que lleva en el bolsillo, Sydney se acerca hasta la puerta que separa la habitación del despacho. A su lado, Peter sopesa su hacha y observa el pomo de la puerta. No hay cerradura alguna, y el pomo está reluciente y tal cual lo recordaba de niño. Parece que los criados se han ocupado hasta de quitarle el polvo. Tras él, Jack y Harvey.

Por su parte, Elizabeth se acerca a una de las mesillas, más interesada en lo que pueda haber en los cajones. Mira con cierto nerviosismo en su interior, y luego frunce el ceño, como si algo llamase su atención.

Sydney empuja la puerta. Con un ligero chasquido, la puerta se abre a la oscuridad del despacho del buen y difunto tío Timothy. El olor a papeles y a tinta llega hasta el olfato de los exploradores. La luz de los quinqués se abre paso a través de las tinieblas, e ilumina un despacho que recordais bastante bien: una mesa con útiles de escritura y varios cajones, tres sillas, un pequeño armario organizador, una escopeta colgada de la pared. Una deslucida alfombra cubre el suelo. Las ventanas vuelven a estar cerradas. Por lo demás, no parece haber nadie.

Como en algunos otros momentos, os parece que la tormenta cae más fuerte cuando entráis en el despacho.

Notas de juego

Ok, tengo en cuenta lo de las llaves, Peter, pero no las utilizaré si no las utilizas tú. Así que recuerda tu llavero :)

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23/10/2007, 00:49
Director

Elizabeth abre el cajón de la mesilla más cercana a ella y echa una ojeada curiosa dentro. El cajón contiene algunas medicinas, un par de botones, unas tijeras y un libro que en un primer momento confunde con una biblia. Sin embargo, a pesar de tener su aspecto, Elizabeth lee unas letras oscurecidas por el tiempo y el uso en su tapa: "Creencias de los aborígenes" escrito por sir Allen Bridely.

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23/10/2007, 14:37
Sydney Duncan

- Bueno... será cuestión de buscar - se lo escucha decir al doctor mientras se acerca a la ventana - Y para eso lo mejor es tener algo de luz... Bueno, el día no ayuda, pero algo de claridad entrará - comenta mientras intenta correr los cortinados - Espero que haya suerte -

Notas de juego

Abro la cortina y después encaro para el "organizador"

Espero que aparezcan cartuchos para la escopeta, por lo menos tendremos un arma, que me suena que la vamos a necesitar...

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23/10/2007, 17:22
Lord Jefferey Duncan

Esto esta exactamente igual que hace 20 años… comenta el lord quitando peso a la incertidumbre que se había creado unos segundos antes de abrir la puerta …a la vista no parece que halla nada esclarecedor pero quizás con un poco más de luz y registrando los cajones…!Oh, gracias Sydney! termina el británico fijándose en las intenciones de su primo.

Sin más dilacion se acerca al escritorio y se pone a rebuscar entre los papeles y los cajones aunque dedica una respetuosa mirado a la escopeta. Las armas las carga el diablo pensó recordando el dicho popular pues creo que el mismo demonio esta entre nosotros.

Creo que no sería ninguna tontería descolgar y desempolvar esa escopeta, tengo la intuición de que nuestro calvario no ha hecho nada más que empezar…lo que no recuerdo es donde guardaba las postas nuestro querido tío espeta mientras sigue con sus pesquisas dedicando un gesto con su mano señalando el arma.

Notas de juego

De acuerdo con Matute, ese arma puede ser nuestra “salvación” o quizás nuestra “perdición” si cae en las manos equivocadas…

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23/10/2007, 21:24
Sydney Duncan

- No, no sería mala idea - coincide el doctor a la observación de su remilgado primo, - Aunque yo creo que nunca supe donde guardaba las balas. La última vez que estuve aquí debía tener 8 ó 9 años - aclara Sydney - Y el tio era muy estricto con eso de las armas y la edad... Bueno, supongo que si está el arma, los cartuchos deben estar cerca - completa mientras se dirige al armario y, comienza a revisar sus recovecos con cuidado.

Notas de juego

Alguno es buen "Tirador"?. A mi ni me figura la habilidad, pero DES 16, suena más o menos bueno (no conozco el juego, así que no sé como se maneja el tema de los tiros y la puntería)

Master, no busco solo los cartuchos, sino cualquier cosa que parezca fuera de lugar

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24/10/2007, 08:31
Jack Duncan

- Nunca me han gustado las armas, pero, visto lo visto, me parece poco prudente dejar ahí colgada esa escopeta. Cogedla y esperemos no tener que utilizarla. Ahora veamos si hay algo interesante por aquí...

Jack ayuda a sus primos a registrar tanto el estudio como el resto de la habitación, en busca de algo que pueda resultarles útil.

Notas de juego

Definitivamente las armas no creo que sean lo mío. De hecho... creo que mi ficha es una verdadera patata y no hay nada que pueda ser considerado "lo mío" XD

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24/10/2007, 22:42
Elizabeth Duncan

Revolviendo las medicinas por si hay algo útil (cree sentir los preludios de un martilleante dolor de cabeza y no piensa decírselo al médico), pronto llega a las tijeras y al libro. Se guarda mecánicamente las primeras en su bolso y ojea el extraño libro de su tío. ¿Aborígenes? Qué gusto tan pésimo y tan vulgar. ¿Para qué querría eso su tío? Mientras los demás siguen rastreando cosas útiles, Elizabeth deja su bolso sobre la cama y se sienta a su lado, echándole un vistazo al libro con la nariz arrugada, sobre todo en busca de fotos de esos aborígenes.

Notas de juego

¡Ya sé lo que ocurre! ¡Mis primos son todos clones del futuro! :p

Bueno, le echo un vitazo al libro y si no hay nada que llame mi atención, lo dejo donde estaba.

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25/10/2007, 00:13
Director

Elizabeth juguetea entre sus manos con las páginas del libro buscando imágenes y dibujos de los aborígenes. No los encuentra. Sin embargo, el amarillento volumen se abre por un par de páginas marcadas por una desvaída tira de tela roja que sirve como marcapáginas. En ellas, un párrafo aparece subrayado con especial interés.

"Las tribus australianas de las regiones del sur mantienen una particular reverencia por la grasa humana; sus hombres medicina parecen creer que es el vehículo del alma..."

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25/10/2007, 00:21
Director

Sydney abre las cortinas, como antes ha hecho en la habitación, y la pálida luz del día ilumina la estancia. Gracias a ella, algunos de sus primos presentes pueden examinarla. Harvey y Peter, atentos y algo nerviosos, vigilan cualquier movimiento.

El primero en encontrar algo es el lord. Nada más abrir los cajones, lo primero que aparece ante sus ojos es una caja de cartuchos del 12 para la escopeta, además de un revólver del .38 cargado y una cajita con diez balas más para el mismo. Los documentos parecen papeles sin interés, como si se hubiesen registrado cuidadosamente. Seguramente haya sido hecho por los abogados, o quizá por el mismo tío Timothy que, ante la inminencia de su muerte quiso dejar todo preparado. Sydney descubre lo mismo: el armario de los documentos está vacío e impoluto. Lo recordábais llenos de papeles añejos y amarillentos, documentos antiguos sobre la propiedad y sobre los detalles de las operaciones financieras de vuestro tío.

Sin embargo, Jack encuentra algo más. Acercándose al escritorio lo mira por encima. Se da la vuelta, mirando la escopeta y, tras un instante, algo le llama la atención. No es lo que mira: hay algo bajo su suela. Con decisión, tras comprobar que no hay nada que pueda ver, levanta la alfombra con cuidado y deja a la vista de todos una pequeña portilla -casi bajo el escritorio. Agachado a su lado, pasa la mano por una pequeña anilla que ha de servir para abrirla y que, por estar mal colocada, ha delatado la posición del escondrijo. No mide más que unos treinta centímetros de lado.

Elizabeth, por su parte, se encuentra en la habitación de al lado, sentada en la cama, leyendo descuidadamente algo que parece, desde lejos, una gastada Biblia.

Notas de juego

Con respecto a la escopeta, cualquiera que no tenga otra cosa (es decir, más) tiene un 30% de posibilidades de acertar con un disparo, que es la base.

¡Animo, Jack! Si por algo es buena esta aventura es porque los personajes, personas bastante normales, no suelen tener muchas habilidades chulas que convertirían la partida en otra "cacería de bichos"

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25/10/2007, 09:23
Jack Duncan

- Mirad, aquí hay algo..., dice Jack para llamar la atención de sus familiares. Luego, con sumo cuidado, tira de la anilla para abrir la portezuela y echa un vistazo en su interior.

Notas de juego

No, si me gusta mucho más este tipo de partida que las "matabichos". No me quejaba de mi ficha, es la típica ficha de un tipo normal tirando a fracasado XD

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25/10/2007, 10:25
Harvey Duncan Allen

Harvey se acerca a Jack

- ¿Qué has encontrado, Jack?

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25/10/2007, 12:00
Peter Duncan

Mi mente divaga perdida entre los utensilios del estudio; también trato de encontrar algo esclarecedor a todo este pasaje algo surrealista. Mis primos, en la misma búsqueda que yo, no dejan tras de sí cajón o armario por abrir, por lo que me pongo a inspeccionar posibles dobles fondos debajo de las sillas, cajas fuerte tras los cuadros; en fín, trato de hacerme un hueco en el camino echando mano a todo aquello aparentemente neutro... ¿Cómo? Giro la cabeza siguiendo las voces de mi joven primo. Pero, ¿Qué es eso?La resolución interna de mis pupilas permiten divisar una portilla bajo la alfombra...

Mi situación geográfica, algo más alejada que Harvey y Jack, me permite dirigir la visión hacia el Lord. Una vez captada su mirada, le hago entender que es preciso que coja la escopeta por lo que pudiesemos encontrar ahí abajo. Y susurrando, como si hubiese alguien al otro lado de la portilla que no quiero que me escuche, se me escapa un leve Cuidado Jack, cuidado...

Notas de juego

Elizabeth esta solaaaaa...

Yo tengo destreza 17
Y en cuanto a armas tengo mucha bonificación pero todo aquello que se use como una raqueta; la cual llevo en mi mano en forma de HACHA, jejejeje.

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25/10/2007, 12:57
Jack Duncan

Notas de juego

Yo he entendido que la trampilla era pequeña, así que no creo que haya ningún profundo esperando detrás de ella. Aunque nunca se sabe...

Respecto a Eli, está sola, pero a unos metros de nosotros y a nuestra vista, no creo que le vaya a pasar nada ;)

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25/10/2007, 16:48
Sydney Duncan

El medico, una vez iluminada la estancia observa, lamentándose que no parece haber pistas escritas que lo puedan llevar a entender lo que está pasando.

Al ver que el noble ingles encuentra no solo balas para la escopeta, sino también otra arma, el doctor, tras dudarlo un momento decide tomar el revolver. - Las armas las carga el diablo, pero... - comenta más para si que para el resto - ... quizás sea mejor no dejar esto aquí -

Tras guardarse las balas en el bolsillo de su chaqueta toma el arma en sus manos e intenta imaginarse si será capaz de usarla No lo sé se dice a si mismo. Espero no tener que averiguarlo

Al ver que Jack abre un compartimiento oculto en el piso, un breve escalofrío recorre su robusto cuerpo. Parándose de forma de poder ver el interior del ¿agujero? apunta con manos templorosas en esa dirección - Y... que hay? -

Sydney está asustado, muy asustado y pese a lo que el suponía, el hecho de mantener un arma en sus manos no lo ayuda a superar su miedo.

Notas de juego

Tu dirás las posibilidades de acertar con el revolver... supongo que pocas, pero Sydney no tiene la más mínima idea de como usarla, así que es lógico.