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Templo de Villafe

El templo de Villafe era un lugar alejado de la villa por un propósito. Su forma redonda y enorme podía verse como un imponente edificio,  alejado de las distracciones de los feligreses. 

Aunque los sacerdotes y fieles eran unos fanáticos,  el templo había sido construido con diversas entradas a distintos recintos dentro del recinto (algo asi como una dona,  donde las areas comunes estaban al centro.   Asi contribuía a que clérigos de todas las religiones tuvieran su espacio propio, el cual compartia sólo areas centrales comunes dedicadas al entrenamiento físico y la alimentación.  Algunas veces estaban llenas todas las salas de cada Dios,  mientras que en otras oportunidades sólo un par de religiones compartían el templo,  que algunos llamaban Universidad de Cultos.

Normalmente recibía feligreses cada día,  los que se presentaban en una pequeña cabaña fuera del recinto,  donde vivía , rodeando la hermosos jardines, un cuidador.

Durante años estuviste siempre al filo de la ley.  Entre escapadas y conciertos te diste cuenta que el mundo de los bardos no te iba a dar los frutos que necesitabas.  Eso te llevo al mini mundo del juego  y las apuestas por un tiempo pudiste solventar tus gastos mientras ganabas, sin embargo ese mundillo tiene reveses, y te paso cuando,  en una jugada segura  te arriesgaste y ofreciste todo, incluso lo que no tenías. 

Tu cara de estupor fue tan grande cuando perdiste,  que el señor Lucaz, se dio cuenta que no tenías parra pagar.  De ahí a ser el forajido buscado por la ley,  fue sólo un paso. 

Tu deuda es tan estratosférica ahora,  que tu cabeza (al menos como bardo), tiene precio.

Desarreglaste tu cabello,  cambiaste ropas, y finalmente,  aprovechando los conocimientos de curación,  enseñados por tu madre,  saliste al mundo como Aramin Sobol, el sacerdote itinerante.

Hoy,  has llegado a la cabaña del portero del templo de Villafe, dispuesto a continuar tu aventura y, juntar el dinero por si alguna vez el plan de escapada  fallase. De repente has visto dibujos en las ciudades más grandes con tu foto,  donde ya se ofrecen 500 MO por tu paradero/ cabeza. 

El portero,  parece un monaguillo somnoliento, que cuando te ve , despereza su rostro,  se moja la cara y con una sonrisa dice:

Buenas tardes señor,  en que le puedo ayudar?

 Siempre intuiste que eras diferente,  aunque se te entregaban los conocimientos de curación,  tu vocación es algo que siempre has sentido en el alma. 

Desde pequeña,  enseñada al principio en una pequeña capilla,  fuiste finalmente derivada al templo de Villafe, pero antes de irte el sacerdote te confió tu historia, tal como el la sabía,   de como tus padres (unos nobles de alguna ciudad camino a Massura) te habían entregado (y pagado tus estudios y costes) a las iglesia local,  lo que te ha ayudado a desarrollar una personalidad férrea contra el mal y la muerte. 

Tu porte físico y tu apariencia te ha ayudado a siempre sobresalir entre todos,  tu pulcritud es conocida entre los sacerdotes de las capillas por donde has pasado, y ha dejado las mejores impresiones. 

Sin embargo,  no conoces casi nada del mundo,  pues el mundo para ti ha sido tu profesión y tu entrenamiento duro. 

Hoy,  te encuentras en el templo ministrando y ayudando a los que tienen menos,  a través de misiones pequeñas,  encargadas por el alto sacerdote del templo,  donde vives. 

Sólo el primer piso de este edificio gigante tipo dona, es donde se celebran actividades clericales, el segundo piso es para dormitorios y el tercero son las oficinas de los más altos clérigos de cada religión. 

Hoy,  en un nuevo día en la llamada Universidad de Cultos, ya te preparas, luego de tu extenso entrenamiento,  para el descanso y comida al atardecer. 

A pesar de que siempre se ha sentido muy a gusto entre los muros del templo, los momentos de ocio han sido siempre un problema para Claire. Mientras dura el entrenamiento o las lecturas su mente se mantiene enfocada y aguda, pero cuando llega el momento de disfrutar de un poco de tiempo libre nunca sabe muy bien qué hacer.

Sin pensar en un motivo concreto, decide encaminarse hacia las zonas comunes, con la esperanza de que allí se le ocurra algo en lo que pasar el rato.

-Igual encuentro a alguien interesante, quien sabe, puede que el templo haya recibido alguna visita, piensa para sí misma.

- Muy buenas tardes para usted también. 

Hago un pequeña reverencia con la cabeza y le sonrió de vuelta. 

- Soy Aramin buen señor, vengo a presentar mis respetos a los Dioses antes de dirigirme al pueblo. Podría indicarme si es tan amable el camino y de ser posible donde puedo encontrar luego un lugar para pasar la noche y descansar un poco de mi viaje.

El monaguillo te mira como si fuera un mero trámite,  extrae un libro y empieza a anotar...

"Cuénteme,  es primera vez que viene, don Aramir, señor? En que ciudades ha estado antes y ha ejercido como sacerdote, curandero o afín?"- contesta traducen con una sonrisa. 

"Dependiendo de su dios es si tenemos un aposento libre solitario o si tiene que compartir aposentos comunes"- sigue diciendo,  ya completamente despierto.

- Es mi primera vez aquí y sirvo nuestra señora Tymora y llevo la luz de su fortuna a donde puedan llevarme mis pies. 

​Hago una sonrisa pasiva y amistosa. 

- No he servido en ninguna ciudad establemente desde que finalice mi instrucción. Opte por seguir el camino y ayudar a quien pueda con lo aprendido, principalmente como curandero y a veces consejero. Y si no es mucha la intrusión podría decirme su nombre. 

El monaguillo te mira con calma y una mirada un poco rara. 

"Mi nombre es Yerko, señor Aravind, si,  entiendo lo que me dice... por normas le puedo indicar que tenemos otro sacerdote o adepto de tymora, por tanto  puede compartir el aposento con el,  cuando llegue,  anda por ahora en la ciudad,  un par de kilómetros más al Este, si no lo sabía,  estamos un poco alejados de la ciudad en caso de que el ruido moleste a los adeptos de la Universidad..."

"... ahhh, lo olvidaba,  como regla de este año,  los sacerdotes pertenecientes a deidades de dudosa bondad ,  tienen el paso restringido por ahora. ".

Termina de anotar en su pergamino,  y te indica pior donde ir.

"Tome el camino de la derecha por el jardín de amapolas,  continúe hasta el invernadero, y de ahí está señalizada la puerta a la capilla de Tymora, los aposentos están entrando a la capilla,  por la escalera a la derecha... Las áreas comunes están en el primer piso,  al fondo de la capilla,  por la puerta verde del centro. "

"Recuerde que los domingos se recolecta el diezmo voluntario para mantenimiento de la Universidad de culto... que tenga un buen día!".

Dicho esto,  empieza a revisar unos papeles que están arrollados en su escritorio. 

- Muchas gracias, que tenga una buena tarde.

Me dirijo raudamente a donde me indico el monaguillo hasta llegar a la capilla, reviso si hay mas gente en las areas comunes y alrededores. 

Si no hay gente en las areas comunes y alrededores, voy a los aposentos y busco rápidamente indicios si hay más gente en los aposentos, en caso que no, reviso y busco los aposentos del sacerdote y/o adepto algo que me de indicios de cómo relacionarme con el (algun gusto por algún licor en particular, o algo que guarde que le sea de valor sentimental o demuestre algo que sea de su agrado o hobbie, etc) siempre atento a ruidos externos. Si detecto algun ruido extraño cerca durante el proceso me dirijo a la puerta e inspecciono. No desordeno nada y trato de dejar todo en su lugar.

Si no ha llegado aun a los aposentos el sacerdote o adepto, bajo a la parte del templo con todas mis cosas inspecciono visualmente la capilla para ver detalles relevantes y si aun no ha llegado el susodicho, doy un paseo por las afueras.

Templo de Villafe - lugar común

En el centro de la Universidad de culto,  un salón redondo con muchas mesas ordenadas concentricamente, todos los adeptos se sientan a almorzar juntos. 

No hay distinción de cultos aunque en general cuando hay más de un adepto,  sacerdotes se sientan juntos y conversan cosas atingentes a su fe.

Es también este el lugar donde se visualiza un pergamino con anuncios sobre las labores en las cuales los sacerdotes pueden ayudar a las ciudades cercanas. 

Una especie de púlpito,  se encuentra en el centro,  actualmente desocupado. 

Sólo unos pocos sacerdotes,  se encuentran almorzando a esta hora,  2 o 3, en el momento que,  por una puerta verde,de las muchas que hay en la habitación,  entra un sacerdote de pelo castaño claro, desde el templo de Tymora.

A la vez,  desde una puerta celeste,  en otro punto del salón,  entra una sacerdotisa, de pelo entre rubio y cobrizo.

Entro a la habitación y dirijo mi vista a la mesa donde están los demás sacerdotes

- Buenas tardes 

Haciendo una pequeña reverencia con la cabeza, luego mira a la sacerdotisa que acaba de entrar y hago el mismo gesto.

- Buenas tardes a usted también

luego me dirijo al pergamino de anuncios y lo leo detenidamente. 

Claire permanece un rato mirando al sacerdote que le acaba de saludar. No lo ha visto mucho, con lo que seguramente no comparten zonas de entrenamiento, con lo que es muy posible que tenga otros conocimientos diferentes a los de ella. Durante un tiempo se pregunta si el resto de los alumnos del templo han pasado por experiencias similares a la suya.

Al final termina dándose cuenta de que lleva un buen rato mirando fijamente al sacerdote de manera muy poco cortés, así que reacciona y por fin responde.

- Buenas tardes! contesta atropelladamente.

Realiza una reverencia, esta sí que le sale bien, las ha practicado desde muy niña, y se acerca también al pergamino con curiosidad, a ver si han anunciado algo interesante.

No aparto la vista del pergamino mientras lo leo, cuando me percato que llega la sacerdotisa la miro de reojo mientras digo rápidamente.   

- Ve algo interesante? Me gustaría ayudar con algo pero que no demande mucho tiempo y seguimiento - digo rápidamente - no espero quedarme mucho y no quiero dejar algo a medio terminar. Sabe si para comer es cocina común o cada quien prepara su ración... 

Miemtras digo todo eso miro a la sacerdotisa y hago una expresión de sorpresa en el rostro

- Dama disculpe la descortesía. No debí agobiarla con tanto asunto, permítame presentarme soy Aramin a quien tengo el placer de dirigirme.

Ante las palabras del sacerdote parece evidente que no reside en el templo de manera permanente, sino que está de visita.

Por eso no me sonaba, no soy muy buena con las caras pero no somos tanta gente aquí, piensa Claire.

- El comedor es común, de eso no hay que preocuparse. Y siento no poder ayudar mucho, pero mi entrenamiento ocupa la mayor parte del día y no suelo tener mucho tiempo para dedicarlo a nada más. Había venido hasta aquí porque hoy tengo una tarde libre, comenta con un tono de voz amistoso.

- Si quiere puedo servirle de guía por el templo, eso si me lo conozco bien. Hace una pausa al darse cuenta de que todavía no se ha presentado. Su madre ya estaría riñéndola por esa falta de modales.

- Soy Claire, dice sonriendo mientras tiende una mano al sacerdote.

 El pergamino tiene varias anotaciones,  entre letras de sacerdotes y algunas palabras tarjadas.

Lista de tareas diarias

- bendición de campos de cosecha -Villafe - Daniel

- revisión de senderos y caminos conducentes a la Universidad.

- Atencion de heridos graves  Villafe - Pedro. 

- limpieza de pozos Universidad

- instrucción de sacerdotes para aconsejar al alcalde

- bendición de armas antes de incursiones-Torquemada

- revisión y manutención invernadero

 

 

Los que están tarjados, tienen un nombre de algún acólito o sacerdote.

- me acomoda su propuesta. De hecho podríamos dar una vuelta y revisar los senderos mientras me instruye en el funcionamiento de este lugar. Así aprovechamos la tarde en un beneficio común.  

Cojo un apluma y espero la aprobación de Clarie .