Partida Rol por web

—¡Yo participé ese año!—dijo Tong-Hu—Me eliminaron en primera ronda, pero claro, acababa de estrenar las patas de araña y no estaban finas. Le puede pasar a cualquiera.

Gigi se dirigió a un armario y sacó de él un frasco de cristal y una cucharita.

—Y siempre te pasa a ti—le replicó mordazmente al anciano—. Todos los años acaba yendo alguien de renombre como yo, pero tampoco es como si se fuera a plantar aquí la mismísima Lilit Caramel. El torneo no es TAN importante como para que venga un Terror Supremo o algo así. Aunque este año se rumorea de que se han superado con el premio. Si es así va a ser un torneo realmente interesante.

Una vez de nuevo en la mesa, la mujer vertió el frasquito sobre la cucharilla llenandola de un líquido transparente de un amarillo brillante y antes de que nadie pudiera reaccionar, Max tenía el cubierto metido en la boca. Acto seguido, la anciana hizo un extraño giro para obligar al artillero a bebersela. Lo lógico sería preocuparse sobre qué le había dado, pero el movimiento de la anciana había sido tan impresionante que esa pregunta se quedaba en segundo lugar.

*Glub*

Max tragó aquello, más por la impresión y el rápido movimiento de la anciana que porque este quisiera; de hecho el muchacho aún estaba a cuadros con la situación, tanto que ni siquiera le dio tiempo a pensar, tampoco a hablar, y eso que hablaba antes de pensar... ¿¡Qué era lo que le había hecho tragar!?..

La idea de un torneo parecía animar a Rendam, ya que cualquier prueba de habilidad siempre era bienvenida. Quizá combatir en un espacio con un gran público diera la oportunidad de demostrar de lo que es capaz, y eso le hiciera tomárselo más en serio de lo que ya hacía. Quizá debería plantearme nuevos movimientos con mi poder, que no fuera sólo algo defensivo, aunque no sé cómo hacerlo...

Era curioso que, a pesar de su visión desarrollada y su capacidad para percibir lo que hacían todos a su alrededor, no se había percatado de la abuela, y menos aún, del movimiento que hizo para que Max tragara la sustancia que le había metido en la boca. ¿¿Cómo es posible?? Ni siquiera he podido preveer ni seguir ese movimiento...

Se puso alerta, llevando la mano al arco, y miró al resto. No sabia las intenciones de la abuela, pero era más poderosa de lo que podía imaginar. Quizá fuera una señal que tenga un cocodrilo de mascota...

No parecía que tuviera nada más que decir al respecto... puesto que había tragado una substancia extraña y aún se encontraba asimilando qué era lo que había pasado. Pese a ello, no implicaba que no iba a tener su sitio en la zona de post, Max Powder aún hablaba sin emitir sonido alguno. Ese era su verdadero poder a temer...

.  .  .

Gigi se volvió para guardar el tarro y echar la cucharita en el fregadero con la misma calma con la que había llegado hasta la mesa. Después abrió un armario más grande y empezó a sacar un cubo y productos de limpieza. Al terminar, se giró para decirle a Max:

—El baño es la tercera puerta a la izquierda—y añadió señalando el cubo con productos de limpieza—. Lo que manches lo limpias.

En ese momento, las tripas del artillero empezaron a rugir dolorosamente.

Lo del jarabe para la garganta no era mala opción xD.

Aún con una mano en la boca y otra en el trasero, Max Powder salió pitando hacia la tercera puerta a la izquierda. Quizás iba a tardar un rato en volver, por lo que la situación no iba a ser agradable para el siguiente que fuera a entrar en el baño, pero ni remotamente igual de mal que lo que estaba pasando en esos momentos el artillero.

Al oír que los organizadores se habían superado con el premio Siobhan no se lo pensó.  Y a pesar de que no estaban todos, debido a la disposición de Max, Siobhan intuía cuál sería su respuesta y se aventuró a decir:

- Si el premio es tan bueno como dice, entonces no hay duda de que tenemos que participar. -argumentó mientras con un trozo de pan rebañaba el plato, antes de continuar comentando. 

- Y antes de que penséis en los contras, pensad que nos hemos quedado sin nada, por lo que esta parece una gran oportunidad para todos.

Quizás su mensaje estaba siendo demasiado serio así que para suavizar su discurso, añadió con ojos golosos y frotándose las manos:

- Muchísimas gracias Gigi, si así eran sus lentejas,  no puedo esperar a probar esas natillas

Levi luce lisa y llanamente impresionada por los increíbles movimientos de la anciana, sin haberse esperado ni en una de sus fantasías más locas cómo es que una mujer de esa edad podría ser capaz de manejar a Max como si hubiese un niñito malportado. Lo peor es que en lugar de ponerse alerta como Rendam, la chica acaba haciendo todo lo contrario: aplaude suavemente y con entusiasmo, como quien acaba de ver un sutil pero elegante baile. Ni siquiera le importaba a este punto qué le habían echado a Max, más aún si ello consiguió callarle la boca. Eventualmente volvería a retomar su expresión más normal y un tanto más seria, mirando a Siobhan y asintiendo a la misma.

-Pese que no me gustaría verme rodeado de tanto pirata sucio y maloliente...- Comentaría, pasando a masajearse suavemente la sien. -Como dice la señorita Siobhan, es nuestra única posibilidad si queremos retomar camino a altamar. Dudo que pueda retirar mi dinero del banco.- Suspiró. Con lo fácil que sería pagar un triste barco, pero claro, dadas las circunstancias de seguro la sacarían a palos y la tomarían por loca. Y eso en el mejor de los casos. 

Sira se quedo anonadada por la rapidez de los movimientos de la anciana. ¡Pero si se mueve casi mejor que yo!—pensó Sira mientras ponía los ojos en blanco. Claramente, lo que le había dado Gigi a Max no era algo...sano, pero tampoco se atrevía a preguntar. No obstante, tanto por el comentario de Gigi como por la cara de Max, Sira tampoco tuvo dudas de lo que se trataba.

—Bueno—intervino Sira justo cuando Levi terminó de hablar—Yo también me apunto, aunque, bueno, supongo que nos apuntamos todos, ¿no?—preguntó a la vez que miraba a cada uno de sus compañeros.—Oye—le susurró Sira a Gominola.—Vuelve a insistir con las natillas, que yo también quiero.

     Hmmmm.... zzzz....hmmmm....zzz...- musitaba de manera rítmica, pues como en toda ocasión a la cual se le pudiera considerar tranquila o cotidiana, mi fatigado espíritu me arrastraba una vez mas a los brazos de morfeo de los cuales no pensaba escapar en un buen rato, tal que para cuando alguno de mis compañeros siquiera notara aquel detalle, simplemente se estarían encontrando con una Mary con la mitad de su rostro enterrado entre las legumbres y demás ingredientes que tuviera el platillo.

     _{^{C...creo... que.....hmmmm...m. m...me p....pica....hmmmmm nariz..}}. - agitando con pereza y torpeza uno de mis brazos sin alcanzar nunca a llegar a tocar mi rostro.

—Las natillas tienen que enfriarse—dijo la anciana sobre el dulce—. La verdad es que sois muchos como para participar en el torneo. Lo normal es que una tripulación tenga dos o tres representantes porque incluso podéis estorbaros en el torneo. Y no creo que los Morganeer acepten que seis de vosotros acaparen el torneo la verdad. Aquí viene mucha gente de muchos sitios.

La anciana se asomó por la ventana.

—Vaya parece que estamos llegando a Orre antes de lo que pensaba. Lo siento mucho pero vais a tener que marcharos.

-¡Ay!- Exclama Levi al notar a Mary medio muerta entre las legumbres, apresurándose a levantar a la misma con cuidado y a limpiar a la misma con cualquier servilleta que hubiese por ahí, preocupada de que se mantenga limpia y al mismo tiempo de que no se ahogue en legumbres. A estas últimas, por cierto, también dirige una mirada apenada ante el desperdicio que serían. -Señorita Mary, debe controlar ese sueño tan pesado que tiene.- Sugiere Levi mientras le va quitando las legumbres de la cara.

-Sugiero que mandemos a Rendam y Max a pelear contra el resto de basura que se presente.- Dice Levi mientras tanto, tirando a sus dos compañeros de carne de cañón sin miramiento alguno. Su propio fuerte... Bueno, no era precisamente mala en combate, pero tampoco es que le guste meterse a pelear por pelear. Si no podían estar los seis, pues qué menos que los "brutos" de la tripulación peleasen. -Además de seguro podemos conseguir algo interesante en un sitio como ese mientras ellos se rompen la cara.- Agrega, aunque la mayoría podría tener claro que para Levi conseguir algo de piratas posiblemente no significase hacerlo de una forma "correcta". Quien roba a ladrón...

Como sea. Ante el repentino anuncio de la señora, Levi asentiría para sí misma y le ofrecería la mano a Mary. O trataría de cargarla, pero... No es precisamente fuerte. De seguro estarían temblándole tanto los brazos como las rodillas si acababa siendo esa la solución. -Muchas gracias por el viaje, señorita.- Le dice a la vieja.

—¿Qué hacéis ahí sentados?—preguntó la anciana algo molesta—¿Es que no me habéis oído? 

—¡Oye Gigi!—se escuchó la voz del viejo—¿Estás echando a mis chicos? ¿A qué viene eso?

—Sí, los estoy echando—dijo sin miramientos—. No es nada personal, sólo que una tiene una reputación. 

En esos momentos la afable y agradable abuelita sonaba más como la criminal que se suponía que era. Alguien peligroso y sin miramientos. Casi... ¿despiadado?

—No puedo aparecer en Orre con seis pipiolos sabido de no se sabe dónde y que responden a otra bandera y otro capitán. ¿Qué te crees que van a pensar de mí viejo chocho? ¿Que me estoy ablandando? ¿Que he perdido el norte? No, no, no. Sigo siendo Georgina y sigo teniendo negocios a los que atender. Así que hora de irse niños, las natillas serán otro día.

   ¿ _A..hhh_hahhh ? - dejaba escapar mientras sentía como lentamente mi foco de visión se movía ligeramente a la vez que el tacto de algo pasaba por mi rostro - _P...pero si _aun... no es hora de.... - y ver entonces de una forma a la señorita Devereux decirme aquellas palabras - O..oh... l...lo siento p...pensé que..- mirando alrededor y que aun no encontrábamos en aquella cocina y su regente de avanzada edad -  O...olvídelo... m...mejor s...salgamos de aquí.

    P...por cierto... ¿ e...en donde esta el joven Powder...? - mentaba mientras avanzaba con algo de ayuda de Levi ... no es que me sintiera cansada... pero es agradable recibir un poco de apoyo de vez en cuando.... , aunque tras un par de pasos, me giraría hacia la abuela Gigi - ¿ N...no tiene problema si nos presta una d...de sus barcas...? - apuntando con el dedo hacia afuera de la cocina, aunque sin un sitio real a cual dirigir aquel foco - P...por l...lo que entiendo a...aun nos falta algunas millas antes de llegar a puerto... pero sin un barco con el cual llegar, s...solo nos queda pedírselo a usted...

   L...le aseguro que una vez en tierra se lo devolvemos... ¿ c...cierto chicos...? - mientras miraba con unas evidente ojeras al resto de mis compañeros, para que alguno de ellos usara algo mas de lavia en convencer a la madura mujer .... si la domina su reputación y prejuicios... a...aun no es una mujer totalmente libre...

Siobhan asintió a Sira cuando está le susurró el tema de las natillas. Y de repente cuando iba a preguntar se quedó con la palabra en la boca, pues la anciana los estaba echando.

Ni siquiera la rápida intervención de Levi ni la posterior reprimenda de Tong-Hu sirvieron. Siobhan no entendía nada pero se estaba enervando y mucho con esa situación. Por eso, tras la propuesta de Mary, se levantó de la mesa y dijo:

- Pues muy bien,  nos vamos. ¡Venga chicos a levantar el campamento! Pero que sepa que nosotros no estamos ya bajo la bandera de nadie. -hizo una pausa para mirar a la dirección por donde se había marchado Max y grito: ¡MAAAAAAAX! Termina de cagar o lo que sea que estés haciendo y vuelve ya que nos vamos!

Entonces dió unos pasos hacia la encimera donde minutos antes había estado trabajando la anciana, antes de continuar diciendo de manera enérgica:

- Muchas gracias por su hospitalidad, saldremos en cuanto vuelva nuestro compañero,  si como le ha sugerido Mary,  nos presta un bote, se lo dejaremos a la orilla de Orre en cuanto llegemos.

Guardó unos segundos de silencio, parecía que había terminado de hablar,  pero mirando de reojo, quiso añadir algo mas.

- Sólo una cosa más; una invitación es una invitación y nosotros nos iremos como bien nos ha indicado... pero las natillas nos la llevamos -concluyó Siobhan atrayendo con el brazo el gran bol de natillas hacia ella, sin dejar de mirar a Gigi. Quizás en otra circunstancia no hubiese reaccionado así,  pero tenía la necesidad de tomar ya algo dulce.

El grupo podía escuchar a través de la puerta los efectos del laxante que tenía sorbe el artillero, y más valía con que estos tuvieran acceso a un bote porque si no, el preferiría seguir cerca de aquel baño... y además, esto era algo bastante positivo para sus compañeros de tripulación... Nadie quería cerca a un Max que gritara tanto por arriba como por abajo.

Todo estaba pasando muy rápido y encima ahora Gigi les echaba de repente, aunque por lo menos pudo comer una lentejas ricas. ¡Pero necesito unas natillas!—pensó desesperada.

Sira se levantó cuando Gominola animó al grupo a hacerlo y comenzó a ordenar su parte de la mesa. Lo del bote le pareció una buena idea, aunque no se le quitaba de la cabeza el tema del torneo.

—Vale, nos vamos, pero ¿deberíamos de reflexionar sobre el torneo, no? Si no podemos participar todos... ¡habría que decir quién irá y quién no.—fue comentando Sira mientras se levantaba y seguía al grupo.