Partida Rol por web

—Está misión es para los que nos hemos quedado sin torneo—añadió Mustard echándose la gorra para un lado—. Si, ya sé que no soy de los Piratas de Tong-Hu y me estoy encalomando. Pero dejadme ayudar, porfi.

—¡Queen Punch es la ganadora!—anunció Mosto.

Una boxeadora grande, fuerte y recia con una corona en la cabeza alzaba los puños celebrando su victoria. A sus pies yacía una píscida con rasgos de merluza. Su suiken no había sido rival para el Doom Punch de la ganadora.

Por ubicaros un poco, pueden ser ahora mismo como las dos o las tres de la mañana y estáis heridos. Más allá de la propia mecánica de poder curaros el daño que tenéis acumulado desde el combate con los Piratas de Garfío, empezáis a notar el peso de todo lo que habéis hecho.

El artillero se notaba cansado, casi tan cansado como Mary Shepherd se encontraba en su día a día, por lo que cuando este se reunió con ellos, simplemente se dejó caer encima de la compañera ovejuna. Y dirigiéndose al resto del grupo, en particular a su nueva capitana, este se quejó.

-Ay... me duele... -Comentó el artillero- Maldita matasanos... seguro que se me abrieron los puntos de nuevo... esto es... culpa tuya... .-A medida que iba hablando, el cansancio acumulado lo iba adormeciendo lentamente.

  A ver... s-se supone que todo es para evitar que escale a algo mas grave - comentaba ligeramente incomoda por las respuestas de los dos jubilados -  Y sin recursos, instrumentos o materiales extras con los que preparar el escenario, es bastante limitado lo que podemos improvisar - a lo cual volvía a abrir aquella agenda con varias solapas mientras sentía como mi cuerpo se ladeaba hacia un lado debido a un peso extra equivalente a un Max cansado - Podríamos abordarla p-por su reputación, crear un escenario similar a...al de un entrevista, buscar alimentar sus ánimos y ego hasta que el referí de un veredicto a favor del tal Gorko - mirando entonces al joven de la gorra a lo cual solo buscaba una hoja limpia en agenda a la vez que tomaba mi marcador - Nombre, ocupación, puesto, especialización y color preferido - preguntaba evidentemente sería - si quieres ayudar bienvenido sea, pero... necesito tener todo a raya para saber como podemos preparar esto.

     Tras ello miraria al resto y repararía en el aletargado artillero que me usaba como almohada.

   Aunque... igual podemos dejarlo para mañana, a-a todos nos vendría bien una buena siesta... _{y quizas tenga mas suerte en conseguir una taza de café.... -}  Para cerrar entonces la agenda y prepararme para seguir al grupo a donde se moviera.

Rendam asintió, de acuerdo con el resto.

- Mejor que vayamos a descansar cuando acabe la ronda. Mañana nos ponemos a ello.

Tras su petición, Siobhan miró a Mustard y respondió:

- Me parece bien,  sé de lo que eres capaz y estoy seguro de que podrás conseguirlo. Aunque me gustaría que no fueses sólo y que tuvieras la ayuda de alguno de nosotros. 

Si bien cualquiera de los que no participaban en el torneo haría una buena combinación con el entrenador Mochimon, este sólo había visto en acción a Rendam. Y aunque rápidamente pensó que ambos harían buen equipo, la doctora echó un vistazo al estado de su camarada antes de continuar diciendo:

- Está bien,  será mañana cuando se lleve a cabo, es cierto que todos debemos descansar -argumentó a la vez que veía como se aproximaba Max. - Aunque, dejadme dar  una última sugerencia. ¿Y si en lugar de ir a por ella? ¿Es ella la que nos busca a nosotros? Está claro que por como os preocupais por ella que existe un gran amor entre ambos así que... ¿Qué hija no lo dejaría todo por rescatar a su padre secuestrado? Y además, ella no nos conoce con lo cual siempre tendríamos la ventaja de saber donde se encuentra y movernos en consecuencia. 

Parecía que a Siobhan esa idea le había surgido de improviso, aunque a decir verdad, se quedaba más tranquila si todos sus camaradas participaban en alejar a la hija del capitán de su combate. Por último la doctora miró a Max y dijo:

- ¿Pero cómo se te va a abrir nada, si no has hecho ningún movimiento brusco y el pobre chico ni siquiera te ha tocado? Tú lo que necesitas ahora es irte derechito a la cama, ya verás como mañana te encuentras mejor. 

En cuanto al siempre usual energético Max Powder, esta parecía encontrarse en un estado inusual de cansancio, el muchacho se encontraba luchando por mantenerse despierto pese a que estaba usando a su compañera como una almohada improvisada, aunque a su vez bastante mullidita.

-¿Y si la cama me abre los puntos? -Murmuró Max Powder en estado de somnolencia- Maldita Matasanos... le pateare el trasero... y seremos los piratas de la bomba... Mmmm... té con leche...

Sira escuchó el comentario de Gominola y no dudó en responder:

—Mmm, Gominola, has tenido una gran idea. Sería genial que el cebo fuera su padre, creo que quedaría creíble... y podría ser más fácil. Deberíamos de ir ideando el plan, aunque claramente tenéis que descansar. ¿Sabéis dónde se queda a dormir? Podríamos enviarle un "aviso" mañana a primera hora.

Mientras hablaban, el torneo seguía su curso. ¡Y todavía quedaban bastantes rondas!

—¡Drasuke, el pirata copión, es el ganador! ¡Los Piratas del Químico se apuntan su primera victoria!

—No es una mala idea—concedió Carloto—. Os buscaré mañana unas horas antes de que empiece la segunda ronda. Yo también tengo que organizarlo todo con mis muchachos.

Mustard se echó instintivamente hacia atrás al recibir las directas preguntas de Mary.

—So-Soy Mustard... ehhhh... Mustard Fresno. Soy entrenador mochimon. Y voy a ser el mejor, el mejor que habrá jamás. Mi color favorito es el mostaza. Respecto a puesto o ocupación... ¡A ver! Yo no quiero ser pirata, ni unirme a vuestra banda. Pero si echarle una mano al abuelete.

—¿A quién llamas abuelete?—gritó Yamamemoto mientras se iba hacia Mustard.

—¡Perdón! ¡Perdón!—se disculpó el entrenador mientras Nadire agarraba al viejo capitán para evitar que la cosa pasara a mayores.

     . . . - Miraba con cierta desgana a la explicación del joven, no por que no le estuviera prestando atención, si no por imaginar los escenarios y consecuencias que a todos nos podía generar su presencia, mas sumando la acertada idea que había tenido la capitana.

   Siento el atrevimiento, pero... creo que vuestra presencia no es necesaria - haciendo una leve reverencia hacia su persona, lo que podía genera en el sujeto que llevaba acuesta se agitara un tanto - No lo tomes a mal, pero... si en verdad quieres ser un entrenador de renombre que pueda ir por allí con la frente en alto, lo peor que puedes hacer es inmiscuirte en asuntos ilisitos, mucho menos que tengan que ver con un "secuestro" - mentaba, siendo consciente de que esto era una treta y todo, pero el asunto iba a ocurrir... y los rumores se iban a esparcir - Mas cuando no nos debes nada muchacho, por lo mismo... un agrado contar con las buenas intenciones, pero esto solo compete a los piratas de Gominola.

   Tras ello e independiente de lo que fuera a responder el muchacho retomaría el lento andar hasta.... hmmmmm... hmmmmmm....

    ¿ Donde.... se supone que vamos a dormir ?

Por su parte Max Powder, ni siquiera sabía de quién estaban hablando o quienes eran, realmente estaba lo suficientemente cansado como para prestarles atención a aquellos desconocidos, o conocidos de vista, ahora lo que deseaba era dormir y curarse al máximo antes del siguiente combate. Algo que no le dejaban hacer con tanta plática...

-Ni idea de qué habláis, pero yo quiero dormir. Así que bajad ese tonito u os bajo yo a hostias... -Comentó de forma minimamente amenazante mientras se acomodaba encima de la espalda de Mary Shepherd para poder estar tranquilo y lo mejor aún, no tener que caminar... ¡Porque los puntos se abren!.- Mmmmm... venganza... bombas... -volvió a dormitar.

—Bueno, Max, no te preocupes que ya vamos a dormir—dijo Sira mientras bostezaba—. Vamos a la taberna más cercana. Por cierto, Capitán Yamamemoto, te esperamos mañana en la taberna donde nos alojemos a primera hora para organizar todo... Aunque a ver si decidimos ya el sitio, que hay que coger fuerzas.

A Rendam le dio pena que Mary no dejara a Mustard participar en la misión, pese a que se veía bastante animado a hacerlo. Pero supuso que se lo dijo por su bien.

Tras un rato en silencio escuchando la conversación, Rendam se volvió hacia Sira y Siobhan:

- Chicas, ¿el lugar donde estuvimos descansando antes tendrá alguna habitación libre? También está esa posada donde os vi salir. Podría servir cualquiera de ellas.

Mustard se cruzó de brazos disgustado después de ser rechazado por Mary. Hasta que hizo mención a donde dormir.

—Pues yo tenía una casa la mar de apañada que me habían dejado los Piratas Morganeer—dijo con gesto ufano—, pero como resulta que no os sirvo. Pues oye, más espacio para mí.

—¿A mí me dejas quedarme?—aprovechó la coyuntura Nadire.

—Sí, claro. Serás muy bien recibida—le respondió el entrenador mochimon con retintín.