Partida Rol por web

El distrito Targi apestaba a eructo de Rancor como de costumbre, los focos y los carteles luminicentes otorgaban una tenue iluminación a la avenida principal, de la cuál se bifurcaban callejones con aún peor visibilidad, notas que desde uno de estos callejones los tres ojos de un gran te observan intimidantes.

A medida que te aproximas a el Club Targi la música y el sonido de decenas de conversaciones simultáneas irrumpió en tus oídos, el ambiente era una extraña mezcla entre festivo y lúgubre a la vez. La única información que tenías era que Jorghen Targi estaba contratandando gente para un trabajo del cuál no tenías información.

Es entonces cuando el gran del callejón, te intercepta. ¿Eres turista sullustano?

El distrito Targi apestaba a eructo de Rancor como de costumbre, los focos y los carteles luminicentes otorgaban una tenue iluminación a la avenida principal, de la cuál se bifurcaban callejones con aún peor visibilidad.

A medida que te aproximas a el Club Targi la música y el sonido de decenas de conversaciones simultáneas irrumpió en tus oídos, el ambiente era una extraña mezcla entre festivo y lúgubre a la vez. La única información que tenías era que Jorghen Targi estaba contratandando gente para un trabajo.

La avenida se ensancha y ves el club Targi, era un edificio de dos plantas. La planta de abajo era un banco donde los clientes dejaban sus pertenencias de valor y la segunda planta era el bar.

El distrito Targi apestaba a eructo de Rancor como de costumbre, los focos y los carteles luminicentes otorgaban una tenue iluminación a la avenida principal, de la cuál se bifurcaban callejones con aún peor visibilidad.

A medida que te aproximas a el Club Targi la música y el sonido de decenas de conversaciones simultáneas irrumpió en tus oídos, el ambiente era una extraña mezcla entre festivo y lúgubre a la vez. La única información que tenías era que Jorghen Targi estaba contratandando gente para un trabajo.

La avenida se ensancha y ves el club Targi, era un edificio de dos plantas. La planta de abajo era un banco donde los clientes dejaban sus pertenencias de valor y la segunda planta era el bar. Escuchas un silbido provocativo de un chagriano que te observa desvergonzadamente.

El distrito Targi apestaba a eructo de Rancor como de costumbre, los focos y los carteles luminicentes otorgaban una tenue iluminación a la avenida principal, de la cuál se bifurcaban callejones con aún peor visibilidad.

A medida que te aproximas a el Club Targi la música y el sonido de decenas de conversaciones simultáneas irrumpió en tus oídos, el ambiente era una extraña mezcla entre festivo y lúgubre a la vez. La única información que tenías era que Jorghen Targi estaba contratandando gente para un trabajo.

La avenida se ensancha y ves el club Targi, era un edificio de dos plantas. La planta de abajo era un banco donde los clientes dejaban sus pertenencias de valor y la segunda planta era el bar.

El distrito Targi apestaba a eructo de Rancor como de costumbre, los focos y los carteles luminicentes otorgaban una tenue iluminación a la avenida principal, de la cuál se bifurcaban callejones con aún peor visibilidad.

A medida que te aproximas a el Club Targi la música y el sonido de decenas de conversaciones simultáneas irrumpió en tus oídos, el ambiente era una extraña mezcla entre festivo y lúgubre a la vez. La única información que tenías era que Jorghen Targi estaba contratandando gente para un trabajo.

La avenida se ensancha y ves el club Targi, era un edificio de dos plantas. La planta de abajo era un banco donde los clientes dejaban sus pertenencias de valor y la segunda planta era el bar.

El que sobrevivía no era el mas fuerte, ni el mas listo, sino el que mejor información tenia. Aunque aquel tugurio oliera como su fuera su propia casa, era un mar de incógnitas. Y eso se traducía por trampa mortal.

El proveedor de servicios, debía ser el dueño del local. Pero no había tratado con él antes. Así que seria bueno hacer un reconocimiento para ver que podía esconder.

Su plan, sencillo, merodear por el exterior del edifico, y buscar un segundo acceso, o mejor dicho, una salida alternativa. Solían estar en un lugar poco frecuentado, o incluso a dos calles de distancia, pero solían estar. 

Y mientras tanto estar pendiente, nunca se sabia lo que se podía llegar a encontrar, si se husmeaba con un poco de atención. 

Había cierto bullicio, sin duda un tugurio interesante, aunque con mas probabilidades de conseguir problemas que beneficios. desgraciadamente la suerte era un bien que Seer perdió hacia mucho...

Ahora debía jugar duro, aunque lo más fácil era morir en el intento, pero realmente no tenía mucho que perder. Su vida ya era una mierda hacia demasiado tiempo.

Como el lugar parecía una trampa para cazar ratones, Seer decidió mirar por los alrededores por si habia alguna moto deslizadora, repulsor o cualquier otro tipo de vehiculo, pues su intención era usarlo para salir de alli y para ello debía de hacerle unos ajustes... Quizás por alguno de los callejones de la parte de atrás.

Si.. asi estaban las cosas... de aspirante a piloto, a "amante de lo ajeno", aunque más por necesidad que por gusto...

Ya era habitual para para Vega escuchar silbidos y demás provocaciones por lo que hizo caso omiso a ese Chagriano.

Deambula por los alrededores atenta a todo, oídos bien abiertos a ver que conversación puede escuchar y que información útil puede sacar de los alrededores de Club Targi. Intentando pasar desapercibida si este plan no le funcionaba se acercaría a su “amigo” Chagriano al que con su labia intentaría sonsacar información acerca de Jorghen Targi y sus "trabajos.

Zed no lleva mucho en Corsucant pero ¿conoce el lugar? ¿tiene experiencia como para saber que es peligroso o simplemente es un antro para él, de los muchos que ha visto?

Revisas el área, "la segunda salida" más evidente era el balcón, de caer mal te podrías torcer un pie pero la opción estaba.  Aunque era prácticamente imposible que un jefe mafioso no tenga escapes secretos de su morada principal no logras identificar ninguna, probablemente saliera a el interior de una de las casas cercanas.

La puerta del club estaba custodiada por el que probablemente era el quarren más corpulento de todo Coruscant. Mantenía una conversación con un Houk de tez marrón que le sacaba medio metro de altura, al parecer interrogaba a todo aquel que pretendiera entrar al club, la entrada principal no parecía la más optima para un escape ya que había que bajar una escalera bastante empinada para salir.

Deambulas un poco mas lejos y escuchas una conversación tensa unos metros de ti. Al mirar en esa dirección te das cuenta que un gran y un humano rodearon a un desafortunado sullustano, uno de los cuales lo levanta mientras el otro lo registra, claramente sus intenciones no eran hacer amigos.

Revisas el área, "la segunda salida" más evidente era el balcón, de caer mal te podrías torcer un pie pero la opción estaba. Justo al lado de la entrada encuentras una moto deslizadora, el problema es que un chagriano y un gran estaban parados justo al lado y por más sigiloso que seas era literalmente imposible hacerle los ajustes que quieres sin que se den cuenta, a menos que de algún modo logres distraerlos. 

Como por obra del destino una twi'lek se acerca a hablarles y los dos fijan toda su atención en ella, parece que todavía te quedaba un poco de suerte. Los dueños de la moto deslizadora están totalmente distraídos, es tu oportunidad

Tratas de percibir algo en las conversaciones, después de un rato deambulando lo único útil de lo que te enteras es que Jorghen lleva una semana fuera de Coruscant, al parecer fue a rendirle cuentas a su jefe, como dice el dicho "siempre hay un pez más grande".

Decidida a sacar más información concreta de la misión te acercas al chagriano, que se encuentra discutiendo con un gran. Cuando el chagriano te ve acercarte se endereza y con un gesto hace callar a su compañero. -Hola preciosa, ¿que hace una twi'lek tan indefensa en el distrito 1396?

Zed - Justo cuando te cuestionabas si aquel lugar era peligroso o no era más que otro antro, escuchas una conversación tensa unos metros de ti. Al mirar en esa dirección te das cuenta que un gran y un humano rodearon a un desafortunado sullustano, uno de los cuales lo levanta mientras el otro lo registra, claramente sus intenciones no eran hacer amigos.

La vida es dura, pero en este planeta-urbe.... ese concepto alcanza unas cotas inimaginables... o eso piensa la gente de las capas inferiores... y hay muchas capas inferiores... Pero para un sullustano, una raza cuya gran parte de miembros trabaja como mineros... es un lugar que no está tan mal. Si no estás arruinado, claro. Y Hobo estaba arruinado.

Malas apuestas, peores decisiones, llevan a un catastrófico resultado... y esa es su situación... deudas, deudas por todas partes... pisa el suelo, aparece una deuda, mira un escaparate, otra deuda... un callejón, otra deud... ¡Ostras! ¡la deuda le habla!!

La voz le sacó de sus tribulaciones... y por un instante, se sorprendió de que le abordase de esa forma... A ver... sullustano, si, pero no un pardillo recién nacido. Nadie de bien te aborda desde un oscuro callejón.... y luego te invita a una partida al fondo del mismo, luego decides seguirle, juegas, pierdes todo, pides un préstamo, pierdes de nuev.... Bueno, si, esa historia la conocía "por un amigo" y tal... El caso es que no quería repetir... y tampoco tenía créditos para irse a un burdel, ni siquiera el de más bajo coste de los que había entre las basuras del fondo de los peores callejones...

-¡Que va!, vengo al Club, que tengo asuntos pendientes....

Se encogió de hombros...

-Ya ni recuerdo la última vez que ví a un turista... y sullustanos, últimamente veo a pocos de los míos...  -Y hembras, aún menos, evitó añadir-

Procuraba mantener una respetuosa distancia; vale que tenía la pistola a mano pero... se le hacía raro que hubiese un atracador de callejones aquí, al lado precisamente del Club Targi ... no en los dominios de Jorghen Targi

-Bueno, que tengo cosas que hacer... A cuidarse

Se dispuso a ir a lo suyo... no tenía tiempo para que le timasen -otra vez-

Es entonces cuando un segundo individuo, este de raza humana, se acerca por la espalda, te abraza y te levanta en andas, sin perder un segundo el gran empieza se dispone a examinarte

No te vayas tan pronto, veamos que nos tienes guardado turista- exclama el gran mofandose 

Te estaban asaltando ahí a dos cuadras del Club Targi!. Al menos media docena de caras se dan vuelta al escuchar el forcejeo pero ¿podías confiar en que alguno te ayudara?

Pataleó... un segundo indivíduo le había atrapado por detrás, y le tenía levantado en vilo... se ve que era de una especie más alta que la suya -lo cual carecía de mérito..- pues el suelo le quedaba lejos al pobre sullustano... Por mucho que intentaba deshacerse del tipo ese, no había manera...

... a sus años, y asaltado en plena calle... si es que esta mundo era una mierda... Solo parecía quedarle el recurso de gritar como una nenaza... a ver si alguien hacía algo...

-Socorrooo!!  Que se me ultrajan!!!!!

Era increíble que, en ese sitio, le estuviesen robando... pero a fín de cuentas... parecía que era solo una pieza más del puzzle de desgracias que le estaban pasando en esta racha de mierda que estaba atravesando,.... Y que duraba, la puñetera...

Vega se acerca a ese Chagriano de manera grácil, meneando ambos lekkus como si de una danza se tratara y posándose al lado de él y con una sensual sonrisa y haciéndose un poco al inocente le dice a su nuevo "amigo".

-Estaba buscando a Jorghen Targi, pero he oido que ahora mismo no está aquí, dicen que se fue a coruscant. Necesito hablar con él o con alguien al mando de este sitio, ¿tu sabes quien puede ayudarme?

Vaya, una presa fácil. Creo que podría granjearme un confidente local si lo saco de este atolladero.

En su mente se dibujaron un par de ideas, de cómo ayudar a aquel pobre y bajo sujeto. Y pensó que luchar estaba descartado, y que convencer a aquellos dos idiotas de dejar su presa, seguramente fuera complicado, no eran de la clase de gente que entiende la mitad de lo que se les dice.

Pero, la gente violenta, solo se intimida por gente más violenta. Y una sonrisa sódica e infernal, haciendo juego con su color de piel y su cornamenta se dibujo en el rostro del Devaroniano.

Se metió en el callejón, desenfundó su blaster y lanzo dos disparos que salían del callejón a la calle. Y sin pensarlo salió a la calle devolviendo un fuego que realmente él mismo había disparado.

Giro en redondo a la derecha y con la cara desencajada, grito. 

- !Soldados de asalto, huid! -

A ver si aquellos dos panolis eran capaces de intuir la amenaza y salir por patas, sin tener que hacer nada más.

Corrió hacia el trio y de manera “completamente accidental” se tropezó con uno de ellos.

- ¡huid, ya están aquí! -

La ocasión se brindaba en forma de curvas azulo-verdosas. La tipa estaba cañón y era la distracción perfecta. Un poco más de suerte y quizás conseguiría su objetivo, y si no, pues tocaría correr como alma que se lleva el diablo... En realidad ese era el resumen de su cutre vida... 

Es ahora o nunca, vamos allá. Total que son dos enemigos más a mi lista? Pronto necesitaré un chip-data para guardar tantos nombres a evitar...

Zed duda por un momento, el sullust le recuerda a un viejo conocido pero todos los sullust le resultan iguales, ¿quizás sea él? El incidente no parece despertar la curiosidad de ninguno de los viandantes, aunque una pareja algo bebida se detiene a observar la escena. Echa un vistazo a su alrededor, hay espacio para moverse y huir en caso necesario, tampoco parece que haya más matones.

-¡Ey, colegas! Seguro que el sulust se arrepiente de haberos faltado el respeto y todo lo demás. Además, así boca abajo tiene difícil pedir disculpas, ¿no sabéis que sus dos laringes son muy delicadas? Dos mozarrones como vosotros ¡debería daros vergüenza! Allá de donde vengo, y mira que somos paletos en el Borde Exterior... ¡nada que ver con los empingorotados y refinados Coruscanianos! No, señor. Ya lo decía la difunta señora Twistwrench: ¡ve a la capital! Allí saben cómo comportarse...

Sin dejar de hablar y parecer inofensivo (sobre todo parecer inofensivo), Zed se acerca despacio a los matones, su intención es que dejen en paz al sullust y que no vayan a mayores con él pero no piensa en pelear por salvar los créditos o lo que estén buscando los matones.