Partida Rol por web

Saboteas la moto deslizadora sin demasiadas complicaciones, mientras te encuentras trabajando no puedes evitar escuchar la conversación que acontece entre la twi'lek y los dueños de la moto.

-Hola preciosa, ¿que hace una twi'lek tan indefensa en el distrito 1396?

-Estaba buscando a Jorghen Targi, pero he oido que ahora mismo no está aquí, dicen que se fue de coruscant. Necesito hablar con él o con alguien al mando de este sitio, ¿tu sabes quien puede ayudarme? 

Los dueños de la moto no le quitaban ojo de encima a la twi'lek, pero ella te mira disimuladamente. Si decide delatarte puede ser un problema.

El chagriano continua hablando -¿No estarás pensando en aceptar el trabajo o sí?, te advierto que el concepto de "tareas sencillas" que tiene Jorghen no es el mismo que tiene la gente normal. Pero bueno si estás necesitada de créditos seguro los camareros pueden atenderte. 

Terminas los últimos ajustes y te alejas del lugar, esperando que la twi'lek no decida delatarte. Es entonces cuando 3 tiros de bláster suenan a un par de cuadras del lugar, al parecer era algo normal en aquella zona porque ninguno de los presentes se inquietó demasiado.

El chagriano queda dubitativo ante tu pregunta, como tratando de especular si eres una twi'lek prostituta más o no.

¿No estarás pensando en aceptar el trabajo o sí?, te advierto que el concepto de "tareas sencillas" que tiene Jorghen no es el mismo que tiene la gente normal.

Mientras te habla notas que un iktochi se acerca sigiloso y empieza a toquetear los circuitos de la moto deslizadora del chagriano, seguramente aprovechando que están distraídos contigo.

Pero bueno si estás necesitada de créditos seguro los camareros pueden atenderte.- continua hablando tu interlocutor sin percatarse de que su moto esta siendo saboteada. El iktochi realiza los últimos retoques y se retira sigilosamente, es entonces cuando 3 tiros de bláster suenan a un par de cuadras del lugar, al parecer era algo normal en aquella zona porque ninguno de los presentes se inquietó demasiado.

No te preocupes preciosa, esto pasa aqui todo el tiempo- te tranquiliza el gran que hasta ese entonces había permanecido callado observandote.

Al parecer tu grito de socorro había sido escuchado, ya que un humano se acerca a la escena.

-¡Ey, colegas! Seguro que el sulust se arrepiente de haberos faltado el respeto y todo lo demás. Además, así boca abajo tiene difícil pedir disculpas, ¿no sabéis que sus dos laringes son muy delicadas? Dos mozarrones como vosotros ¡debería daros vergüenza! Allá de donde vengo, y mira que somos paletos en el Borde Exterior... ¡nada que ver con los empingorotados y refinados Coruscanianos! No, señor. Ya lo decía la difunta señora Twistwrench: ¡ve a la capital! Allí saben cómo comportarse...- vaya, el hombre era de todo menos intimidante, si la idea era amedrentar a los ladrones parloteando no parecía estar funcionando.

El gran se carcajea - Mira Boyle, tenemos otro turista deambulando donde no debe jajaja.

Apartate charlatán, esto no es asunto tuyo- le amenaza el humano.

Es entonces cuando dos balas de bláster salen de la esquina más cercana seguidos de un daveroniano en retirada, al doblar la esquina responde con un balazo a sus agresores y sigue huyendo. - !Soldados de asalto, huid! -

Tan despavorido iba que se llevó puesto al gran, el cuál no se desplomó por los pelos - ¡huid, ya están aquí! -

Vamonos de aquí Boyle- exclamó el gran disimulando su cara de cagado y emprendió la retirada, el humano dejó caer al sullustano e hizo lo mismo.

Cuando terminas de increpar a los rateros oyes al sullustano gritar -Socorrooo!!  Que se me ultrajan!!!!!

Como esperabas, tus palabras hicieron de todo menos amedrentarlos, el gran se carcajea -mira Boyle, tenemos otro turista deambulando donde no debe jajaja.

Apartate charlatán, esto no es asunto tuyo- te amenaza el humano.

Es entonces cuando dos balas de bláster salen de la esquina más cercana seguidos de un daveroniano en retirada, al doblar la esquina responde con un balazo a sus agresores y sigue huyendo. - !Soldados de asalto, huid! -

Tan despavorido iba que se llevó puesto al gran, el cuál no se desplomó por los pelos - ¡huid, ya están aquí! -

Vamonos de aquí Boyle- exclamó el gran disimulando su cara de cagado y emprendió la retirada, el humano dejó caer al sullustano e hizo lo mismo.

Mientras corres hacia la escena, notas que un segundo humano se ha unido a la escena al parecer tratando de amedrentar a los criminales, aunque con muy poco éxito. Con "las prisas" te llevas puesto a uno de los maleantes, un gran que a juzgar por su rostro había caído en tu engaño.

Vamonos de aquí Boyle- exclamó el gran disimulando su cara de cagado y emprendió la retirada, el humano dejó caer al sullustano e hizo lo mismo.

Por ahora tengo el plan de huida medio embastado... Pero si la conversación era cierta, el tipo este precisa de gente "capaz". Quizás es un buen momento para colarse en el local y hablar con los camareros.

Si se encontraba a la Twi'lek dentro, se acercaría con tranquilidad y le diría:

Muchas gracias por no delatarme, puedo invitarte a algo, a modo de agradecimiento? Al parecer buscamos lo mismo, aquí adentro. Podemos hacer equipo para conseguir ese "trabajito". 

Si por contra, mientras hablaba con los camareros del "negocio", tras preguntar por el dueño, era ella la que se acercaba, le saludaría y le diría:

Si me aceptas una copa te cuento que he averiguado del trabajito. Me llamo Seer.

-¡Eso, cobardicas, huid, huid!

Zed ayuda al sullust a levantarse.

-Vamos, Hup. Mira que encontrarnos de... ¡Vaya, si no eres Hup! 

En principio, Zed no tiene nada que temer de los imperiales y va a ignorar la advertencia del daveroniano. Se apoya en el sullust y en caso necesario se hará el borracho, un borracho servicial que encaminará a los imperiales en dirección opuesta a la del daveroniano (si hay oportunidad).

-Venga, muchacho, acabo de jugarme el pescuezo por ti. Me debes una copa y aquí justo enfrente hay un bonito tugurio-señala la entrada del club Targi- y me cuentas por qué te pareces tanto a mi amigo Hup. 

Vega observa sin delatar como ese Iktochi toquetea los circuitos de la aeromoto. Por su actitud sabía que algo tramaba y lo que fuese no le iba a gustar a ese chagriano, pero tramase lo que tramase ese asunto no era de su incumbencia y quizás luego pudiese sacar rédito de lo que había visto. 

Tras terminar la conversación con aquel chagriano  y viendo que no parecía que pudiese sacar mucha más información, con una sonrisa y un gracias se marcha al interior del club. “Tareas sencillas”, a que se referiría exactamente, quizás dentro del club sonsacase algo más.

Entre tanta multitud y la música era fácil pasar desapercibida. Atenta a todo, pasando entre la multitud y escuchando conversaciones hasta que diese con el Iktochi dentro, cosa que le haría pensar que aquello no era una simple venganza, aquel tipo planeaba algo más sino se habría marchado del lugar tan pronto como pudiese. Sorprendida de que le hablase y dándose cuenta de que no era la única que buscaba hacer esos “trabajitos” decide no ignorar a ese posible socio.

-Si quieres agradecerme que no te delatase podrías empezar por contarme que has averiguado de ese “trabajito” y ya de paso decirme que tramas con la moto del chagriano de fuera y puedes llamarme Vega.

Todo el mundo bebía ahí adentro, algunos más relajados otros más serios pero todo el mundo con su vaso de licor en mano. La cantina la atendía un duro ayudado de un androide de protocolo algo torpe.

Bueno, pues se poco mas o menos lo mismo que tu. Que el "jefazo" está fuera, que "miente mas que habla" y que no parece ser algo tan sencillo y que hay algún "sirvecopas" por aquí que debe de estar al caso y hay que hablar con él...

Sobre lo de la moto, bueno... A ti te gustaría salir de aqui rapidamente si hubiera jaleo?, pues esa moto puede ser la manera, si no te importa reajuntar tus manos en mi cintura. Me he asegurado de que pueda encontrarla en caso de necesitarla. Dime precavido o desconfiado... 

Por cierto, me da a mi que es mejor que pidamos lo que sea antes de preguntar y que luego de hacerlo no tomemos nada, no vaya a ser que usen drogas para obligarnos a cumplir sus planes.

No tenía demasiado claro que cojones había pasado, pero... el caso es que estaba libre, y el tío este que le llamaba Hup le estaba ayudando a levantarse para adoptar una posición algo más digna..

-Emm... no, lo siento, no soy Hup, pero gracias de todos modos... No se sienta violento; la gente suele confundir a los sullustanos unos con otros... a ojos de muchos, somos todos iguales

El tío ese pasó corriendo, y los ladrones de callejón, también se escabulleron. Bien era cierto que él no tenía nada pendiente con el Imperio pero...

-Si, si,,... una copa, ahora mismo; venía precisamente al garito este -Señaló con la mano-, al Club Targi... _Y de paso nos quitamos de enmedio antes de que lleguen las Tropas de Asalto; no suelen preguntar antes de disparar...

Le apremió para ir rapidito hacia el Club; las calles no eran seguras en ese momento... y ya no por los ladrones, no... que nunca sabías si podían considerarte sospechoso de algo... Mejor no estar allí para tentar la suerte, que eso se le daba de pena al sullustano.

-Hobo, me llamo Hobo Suub  -Se presentó mientras echaba a andar con paso rápido... bueno, mejor dicho trote, al Club...

El cornudo se pone el pie, guarda su arma, y se sacude el polvo. Revisa como los dos matones de barrio corren a esconderse sin mirar atrás. Justo como debía ser.

Y sin decir mucho mas, empieza a andar peligrosamente cerca del humano y el sullustano. Con una sardónica sonrisa en el rostro.

Me gusta que los planes salgan bien. Pensó para sí. Y sus planes, siempre, o casi siempre, salían bien. 

Su plan había funcionado. Los tipos corrían y el buen samaritano se apuntaba el tanto de su actuación no pasaba nada. Aprovechara para entrar con ellos al club. Y luego ya vería cómo usarlos.

Nunca se sabia cuándo uno podría usar de cabeza de turco un par de pringados. 

-Desconfiado o precavido puede que tengas razón, pero intentemos que no tengamos que largarnos de aquí entre disparos de blaster y en una aeromoto robada. 

Sí su nuevo compañero quiere ambos juntos irán al lugar donde sirven copas y tras pedir un par de ellas Vega observa a los camareros, se fija en ellos, en sus razas, aspectos, como actúan, pero se centra sobre todo en intentar localizar quien parece actuar como el líder, aquel que parezca dar órdenes a los demás y dirigirlos.

Seer, degusta "distraidamente" la copa, mientras alegra su vista con la nueva compañera, aunque disimuladamente, mira si hay un segundo piso o planta, si hay algún ventanal o espejo, que pueda servir de mirador sin que los de abajo vean que hay detrás etc... Vamos que Obserba específicamente si el que puede "mandar" tiene un lugar privilegiado desde donde verlo todo...

Y a que podriamos decir que te dedicas Vega? Yo soy piloto, algo que en mi planeta natal es esencial, pero hay muchos...

-Zed, Zed Twistwrench, mecánico sin parangón, encantado, Hobo -le estrecha la mano mientras se dirigen, casi cogidos del brazo, a paso ligero hacia la puerta del garito.

Si noto, que creo que es bastante llamativo, que Vikmarth nos sigue, acelero todavía más el paso, mejor no juntarnos con gente de esa calaña, ¡perseguido por imperiales!

De entrar sin incidentes en el garito, le propongo a Hobo sentarnos en un sitio recogido para que se nos pase el susto y le pregunto qué ha pasado.

La puerta del club estaba custodiada por el que probablemente era el quarren más corpulento de todo Coruscant. A medida que te acercas a la puerta el quarren clava sus ojos azules en ti, al parecer el Comunicador visual de muñeca que portaba servia para escanear rostros, distingues aparecer tu retrato y algo de información en la pantalla.

-Bien Vega puedes pasar, pero tus armas no. Estarán seguras en el banco del jefe.

La entrada daba a un corredor con una escalera, del piso de arriba provenía el alboroto que se hacía escuchar por todo el distrito. Una vez dentro te encuentras con el iktochi 

La puerta del club estaba custodiada por el que probablemente era el quarren más corpulento de todo Coruscant. A medida que te acercas a la puerta el quarren clava sus ojos azules en ti, al parecer el Comunicador visual de muñeca que portaba servia para escanear rostros, distingues aparecer tu retrato y algo de información en la pantalla.

-Bien Seer puedes pasar, pero tus armas no. Estarán seguras en el banco del jefe.

La entrada daba a un corredor con una escalera, del piso de arriba provenía el alboroto que se hacía escuchar por todo el distrito. Una vez dentro te encuentras con la twi'lek.