Partida Rol por web

Armando no tuvo que pensar demasiado, la mejor distracción sería la presencia de algo peor que un posible robo, algo que pusiera nerviosos a los empleados y que les permitiese ganar el tiempo que necesitaban.

-Yo pienso que lo mejor sería hacer saltar la alarma de fuego, eso puede producir un caos y un miedo entre los empleados que podría beneficiarnos.- 

- Es una idea. Aunque sí activo la alarma de incendios, se bloquearán los ascensores. Tendría que activarla justo en el momento en que salgamos en nuestra planta, con lo que tendremos menos tiempo de reacción- dijo Cave. Faltaba muy poco para llegar, tenían que decidirse ya.

- No meeee quieee-rooo quee-daaar atratra-ppaaa-ddooo en el assss-ceeen-sooor - dijo Quentin cuando Cave informó de lo que pasaría si activaban ya la alarma de incendios.

- Saaal-gaaaa-mooossss, coooo-jaaamos el tesss-sssoo-rooo y coooo-rraaa-mmmosss - 

Cualquier distracción pensarían que es eso, una falsa alarma para desviar la atención del auténtico objetivo. Pero el alboroto y la estampida que causaría en los invitados les podría proporcionar más tiempo al grupo y menos efectivos para neutralizarlos. 

-Alarma de incendios, aspersores, corta las comunicaciones al exterior. Tenemos que crear un caos total. -asintió con la cabeza.

Desenfundó el arma reglamentaria de agente de seguridad, con un gesto de fastidio en la boca.

-Allá vamos.

-Si claro, justo cuando lleguemos a la planta, no antes.- Le dijo a Cave, el tampoco quería quedarse atrapado en un ascensor.

-Ha llegado el momento de la verdad, es todo o nada. Y no queremos irnos con las manos vacías.- Y tampoco querían ser detenidos, o incluso morir allí enfrentándose a multitud de agentes de seguridad. Iban a necesitar una buena dosis de suerte para que aquello saliese bien. 

- Bien, el festival completo. Preparaos.- dijo Cave, quien dejó unos comandos listos, y entonces esperó a que el ascensor llegara a su destino y se abrieran las puertas. Entonces apretó el botón que lo desencadenaría todo.

La alarma de incendios empezó a sonar por todo el edificio, las luces se apagaron y los aspersores se encendieron. Ante ellos, un pasillo en penumbra, iluminado únicamente por los neones de las luces de emergencia cada pocos metros. Se miraron entre ellos, asintieron y salieron al pasillo con las armas listas.

Los latidos del corazón de Verca se dispararon. No tanto como el de un humano, pero sí lo suficiente para sentir el golpeteo acelerado contra su pecho. 

-Eshan, tú y yo delante. -Ambos llevaban la protección del equipo de los guardias.- Quentin, tú atrás, vigila nuestras espaldas. Atención a los droides, han sido desviados de esta zona, pero por si queda alguno por aquí.

La ladrona androide activó su visión infrarroja con una precisa secuencia de rápidos parpadeos de los párpados. 

-Adelante. Rapidito y en silencio. Eshan, tú guías, por el camino más rápido.

- Vamos allá. Seguidme.- dijo Eshan, y se internó el pasillo, seguido por Verca.

En la penumbra de los pasillos, con el agua de los aspersores empapándolo todo, fueron avanzando metro a metro. En un par de ocasiones, gracias al visor infrarrojos de Armando y a los ojos cibernéticos de Verca, pudieron detectar unas manchas anaranjadas, guardias de seguridad, antes de que ellos los vieran. En ambas ocasiones, torcieron por un pasillo lateral para evitarlos.

Continuamente se oían carreras por aquella planta, y gritos confundidos de los guardias, que no sabían muy bien lo que pasaba. Los walkies habían muerto, como resultado del "hackeo total" de Cave, así que era imposible saber lo que estaba pasando.

Milagrosamente, consiguieron llegar hasta la Cámara sin cruzarse con nadie. Les faltaba solamente un pasillo de unos diez metros de largo, pero frente a la Cámara podían ver las firmas de calor de dos tipos montando guardia estoicamente.

De alguna manera habían logrado llegar casi hasta la cámara, sin contratiempos. Tuvieron que dar algunas vueltas, pero lo lograron. Y ahora, a unos 10 metros, allí estaban custodiando la entrada dos agentes de seguridad.

Nada más verlos, hizo un gesto al resto para que se agachasen y quitasen de la vista, tenían que aprovechar el factor sorpresa.

-Tenemos que acabar con ellos, dormirlos, o dejarlos inconscientes, pero hacerlo rápido y sin ruido.- El no era el mejor disparando, pero si que sabía mantenerse oculto, tal vez fuese necesario que varios de ellos atacasen a la vez. O no, tal vez no.

-Verca y Eshan aprovechando vuestros uniformes, y que tal vez conozcan a Eshan, tal vez podríais acercaros hasta ellos, como para decirles algo, y atacarles por sorpresa. Yo estaría apuntando desde lejos, por si es necesario alguna ayuda.- Si, aquello podía funcionar, o eso esperaba. 

Quentin avanzaba en la cola del grupo atento a cualquier figura que pudiera aparecer a su espalda hasta que llegaron a las proximidades de la cámara. Finalmente parecía que había dos agentes montando guardia en la entrada de la misma.

Su gran cuerpo, aún más agrandado por el chaleco, era a duras penas contenido por su chaquetilla de camarero. Se quedo quieto esperando que Verca y Eshan intentaran reducirlos, aunque dispuesto a intervenir si fuera necesario.

- Aaaa-nimoooo - 

La falsa agente de seguridad agradeció con una sonrisa los ánimos de Quentin. 

-Lo vamos a conseguir -aseguró, en un intento de infundir esperanza en el grupito 

La idea de Armando era buena. Arriesgada, sí, los guardias podían liarse a tiros, pero seguro que lo hacían si aparecían sus amigos. Con Eshan y ella, existía la posibilidad de que no. 

Asintió con la cabeza.

-De acuerdo. Con la visión mejorada me adelantaré a ellos si intentan algo.

Miró al guardia- Eshan, vamos. Corramos, como si fuésemos con urgencia, grita y avisa quien eres, el código que uséis, y que nos envían de refuerzo. 

Antes de echar a correr de nuevo, se giró hacia sus tres amigos. 

-Los aturdiré con la pistola, a ver si así la tapadera de Eshan no se descubre todavía -aunque quizás, tanto daba a estas alturas.- En cuanto ataquemos venid deprisa. 

Ambos “guardias”, corrieron hacia la posición de la cámara acorazada, bajo intermitentes lluvias de agua, el sonido estridente de las alarmas y en aquella oscuridad perlada de destellos rojos. Con las pistolas en la mano, apuntando hacia el suelo.

Los gorilas centinelas pronto desenfundaron pero al ver a sus dos compañeros se relajaron, solo un poco, ya que el estado de alerta era el máximo. Bajaron algo sus armas, saludaron a Eshan.

-Hay tiroteos en la zona del teatro. –saludó Eshan.- Nos han enviado a reforzar la posición. Parece un ataque terrorista pero lo mismo es una tapadera. Alguna novedad por aquí?

Uno de los guardias se le notaba nervioso. El otro más tranquilo.

-Nada. Mucho ruido y sin noticias, pero nadie se ha acerca…

Verca aprovechó el momento de atención de los dos guardias hacia Eshan. Al otro lado, disparó varias ráfagas en modo aturdidor a uno y a otro.

Intentó ser certera, veloz, sin fallos...

El primer guardia cayó inconsciente al instante. Su compañero fue rápido en reaccionar, solo un poco más que Eshan. Se volvió hacia Verca y abrió fuego, un poco a lo loco, pues la oscuridad, el agua y la sorpresa no jugaban precisamente a su favor... Verca tuvo suerte, y el disparó impactó en su propia arma, y no en ella. La pistola explotó en su mano, y la androide no pudo evitar un grito de dolor, mientras miraba la horrible quemadura en su mano derecha.

Eshan actuó entonces, golpeando al guardia por detrás con su porra aturdidora y mandándolo al suelo con su compañero. Tenían vía libre.

Gracias a su visor de infrarrojos, Armando pudo ver que algo no termino de salir del todo bien, ya que en el caos del ataque sorpresa uno de los guardias tuvo la oportunidad de dispararle a Verca. Su arma explotó y posiblemente tendría quemada la mano derecha, al menos Eshan le aturdió y terminaron el combate.

-Vamos, ya está. Tenemos que darnos prisa.- Les dijo a Cave y Quentin para que les siguieran hasta donde se encontraba la entrada a la cámara. Para a continuación acercarse deprisa a donde estaban Verca y Eshan.

Vio la magullada mano de su amiga, y no pudo evitar preguntarle: ¿Cómo estás? ¿Puedes continuar?

Y en verdad que eso esperaba, ya que a esas alturas era muy difícil abandonar. Y el tenía algo preparado para escapar de allí, pero tenían que usarlo todos a la vez, y estaban demasiado cerca de su objetivo como para no intentarlo. 

- ¿Essss-taaaas biii-eeeen Veer-caaa? - preguntó con sentida preocupación Quentin al ver la herida de su compañera. Acto seguido se giró hacia el guardia que le había disparado y, a pesar de que estaba inconsciente en el suelo después del golpe que Eshan le había dado, le descargó una patada en la cabeza con todas sus fuerzas.

Más tranquilo después de golpearle, Quentin se giró hacia Cave y Armando.

- ¿Y aaaa-hooora queeee? - 

-Duele, Quentin. Joder, duele. -sus nanobots ya estaban en marcha. -Podría haber sido peor. Eh. No te pases, no lo vayas a dejar tonto -le dijo después de aquella patada al guardia.

Lo habían conseguido. Bueno, quitarse de en medio a los dos centinelas. Quedaba el asalto final a la bóveda.

-Puedo seguir, Armando. Claro. No es nada. -Eso quería pensar - Eshan, Quentin, vigilad un extremo. Armando, tú el otro.

Miró a Cave. -Es tu turno, amigo. Confiamos en ti. Adelante. 

Verca, entretanto, abrió su botiquín, aplicó gel regenerador y una pomada que aliviaba el dolor, en la mano herida. Luego la vendó con cuidado.

Estaban cerca. Muy cerca. Comprobó la nave, en su lugar, esperando a los cinco pasajeros.  

- Ehem... sí, bueno... Lo siento, pero me falta un carácter del código.- dijo Cave con cierto embarazo.

- Podríamos probar con fuerza bruta, son solo 37 combinaciones posibles. Pero veo dos problemas: es probable que el sistema se bloquee después de un número de intentos, y por otro lado, aunque no se bloqueara... pues nos va a llevar bastante tiempo. Para cada intento Eshan tiene que poner su ojo en el visor, y tenemos que teclear el código entero de 12 caracteres. ¿Qué queréis hacer?

Si, aquello iba a ser un contratiempo de los gordos, demasiado tiempo a no ser que tuviesen un golpe de suerte.

-Voy a registrar a los guardias, a ver si alguno de ellos tiene la clave en alguno de sus dispositivos. Y Cave, no sería posible hacer alguna búsqueda para restringir el carácter que falta. Porque como tengamos que estar aquí mucho tiempo, me parece que vamos a tener problemas.- Y se puso a registrar los guardias, y sus dispositivos, bolsillos, etc. con la esperanza de encontrar el código, y sabedor de lo jodido que sería. 

-Vale. Vale - El cuerpo sintético de Verca también sudaba, perlas transparentes se deslizaban por su la piel de sus brazos embutida en aquel grueso traje de guardia, que si bien llevaba incorporada un cierto sistema de refrigeración, no parecía suficiente en estas circunstancias.

Terminó de vendarse con la ayuda de Armando.

-Lo voy a intentar, hackear el código conectándome directamente a la cámara. Necesito tu ayuda, Cave. -miró a los demás.

-Armando, Quentin. Vigilad los accesos. Si conseguimos entrar, apenas nos dará para unos poco minutos antes de que nos envíen al mundo mundial. Tú también, Eshan, vigila, pero cerca, necesitamos tu "ojo" -no sonó bien esto último. Ese era el humor de la androide.

Abrieron el panel de la cámara, se conectó con el cable de su antebrazo y Cave con sus propia herramientas de trabajo.

Cerró los ojos. Comenzaron.