AVISO: Ninguna de las dos familias lleva a nadie, ni guardia, ni criados, ni nada, como mucho la ayudante personal de la Reina de Astor.
El el palacio de Satine disponeis de todo lo que necesitais y muchisimo mas.
Tras dejar mis cosas en mis aposentos y asearme me dirijí hacia la habitación que iba a ocupar Daniella, aún no sabía si con mi padre o sola. Gracias a la guía de uno de los sirvientes llegué rápido y sin perderme. LLamé a la puerta con delicadeza y esperé a que me abrieran.
Tras saludar brevemente a nuestra madrastra busque a uno de los criados para que me guiara a mis aposentos, pues no hacia falta tanto revuelo por ahora, ya habiamos estado anteriormente en ese palacio, hace muchos años pero asi habia sido.
Y por lo que tenia entendido hasta esta noche que llegara la hora de la cena eramos libres de movernos a nuestro antojo.
Fue la sirvienta personal de Daniella quién abrió la puerta. Informó a la reina de la presencia de William de Astor y tras dejarle pasar salió discretamente de los aposentos.
Daniella se hallaba sentada en un sillón. También se había aseado y cambiado de ropa. Llevaba el cabello oscuro suelto, cayendo en suaves bucles sobre sus hombros. Al ver al joven príncipe sonrió con dulzura. En el viaje no habían tenido la ocasión de cruzar muchas palabras con el miedo de que Alasthor llegara a sospechar algo.
Se levantó del asiento y se acercó a William...
- William... - Le dijo alargando las manos y tomando las del joven príncipe. - No sé si es buena idea que nos veamos aquí... No me fío mucho de lady Satine - . Le confesó y acto seguido soltó sus manos para poder abrazarle...
Correspondí aquel abrazo que tanto había ansiado con firmeza, aquel viaje sin poder tocara sabiendo que nos amábamos había sido un suplicio. Respiré hondo hundido en su cabello, extasiándome de su olor. Me separé levamente y, tras besar su fuerte hablé halzando levemente la voz. -He venido por si necesitabais algo majestad. Como jefe de la Guardia Real mi labor es cuidar de que no os pase nada malo. -sonreí. -Por si hay oidos indiscretos.
Me acerqué a ella de nuevo tomando sus manos con cuidado y la bese dulcemente en los labios. -Venía a pedirte perdón por si mis palabras con Lady Satine te habían incomodado. Ya sabes que mi corazón solo palpita por y para tí y que el único suspiro que quiero escuchar por mi sea el tuyo. Mi dani...
A tu lado aparecio una muchacha joven con un vestido blanco y el pelo largo medio cogido con una pinza. Tenia unos grandes ojos verdes.
- Mi señor, mi nombre es Anna y sere su dama de compañía* hasta su marcha, cualquier cosa que necesite no dude en pedirlo, ya le estan subiendo el equipaje a su alcoba. - Te informo mirando al suelo con las manos unidas.
* Dama de compañía, no puti xDDDD
Observo a la muchacha y carraspeo antes de hablar.
Mírame a los ojos chica. Quiero verte bien la cara. No me hace ninguna gracia que ninguno de mis hombres pueda entrar. Es estúpido estar en estas condiciones en un lugar que no controlas. Si mi padre no fuera tan ciego en ocasiones....
Si no es para todotodtodo, que no lo diga xDDDD
Diox, creo que es la cuarta vez que veo esta foto como avatar xDDD
Levanto la mirada cuando se lo ordenaste pero la aguanto muy poco, estaba claro que la habian educado bien para la servidumbre - ¿Deseais que os prepare un baño? ¿Os suba un tentempie? - Pregunto con un tono suave y relajante, aunque ella se veia un poco tensa, seguramente por la responsavilidad de satisfacer a un principe.
Ana de armas queda muy bien de esclava xD
Preparame un baño de agua caliente y luego estate allí para enjabonarme. Le hago un gesto para que me guie por los pasillos hasta mi habitación. Sabes dar masajes?.
Tiene una mezcla de angel y puta que esta muy bien y pone mucho xDDD
Notas como dio un respingo ante tu peticion y asintio guiandote por los pasillos, ante tu pregunta su respuesta fue breve - Si mi señor - Tras ello abrio una puerta dando paso a una mas que amplia habitación con su propio balcon, una enorme cama con dosel, chimenea y todo cuanto pudieras necesitar, a un lado estaba la enorme bañera.
- Volvere en unos minutos mi señor. - Dijo desapareciendo por la puerta.
No tardo apenas nada en llamar de nuevo a la puerta y entrar con unas cuantas muchachas mas que portaban cubos con agua caliente, llenaron la bañera y ella preparo una mesita con jabones, y echaba unas sales al agua.
Exactamente xD
Espero a que todo este listo y entonces hago salir a las demás sirvientas, dejando solo a Anna para servirme. Luego atranco la puerta y me aseguro de que no se pueda abrir desde fuera bloqueandola introduciendo una daga en la jamba de la puerta.
Luego me acerco a Anna y le hablo con voz firme y autoritaria.
Desnúdate, quiero comprobar que no vas armada.
Tus palabras la dejaron claramente de piedra, primero se puso palida como la leche y despues sus mejillas rosadas como el buen vino.
- S... si... mi... señor... - Sin mirarte en ningun momento desabrocho las cuerdas delanteras de su vestido y lo dejo caer al suelo quedando desnuda, cobrando una postura con la que sus manos tapaban su sexo y un poco su pecho, pero aun asi quedaba a la vista una figura mas que envidiable por cualquier mujer.
El corazón de Daniella retumbaba en su pecho, se sentía feliz al escuchar aquellas palabras susurradas. Sonrió con dulzura y acercó nuevamente sus labios a los de William.
- No te preocupes... Sé por qué lo dijiste... O eso creo... - Le dijo, hablando también en susurros y guiñándole un ojo. La joven reina también había pasado un viaje horrible al ver a William pero no poder acercarse a él. Le costaba horrores tener que guardar las apariencias, pero sabía que tanto Alasthor como Connor se darían cuenta enseguida si les veían juntos. ¿Como no darse cuenta cuando sus ojos brillaban con el amor que sentían?
- No veía la hora en que terminara el viaje. Deseaba poder encontrarme a solas contigo, pero no podía arriesgarme... ¡Oh, William! - Daniella apoyó la cabeza en su hombro y suspiró al sentir los brazos del joven rodeando su cintura.
La abracé contra mi y acaricié su espalda con dulzura. Añoraba su calidez, su olor, la sensación de completa felicidad que sentía cuando estaba junto a mi. Besé su cabeza, sonriente de tener a la mujer que amaba a mi lado, sintiendo lo mismo que yo sentía. -Fue una dura prueba para mi auto control Dani. Cada vez que te veía me entraban ganas de tomarte entre mis brazos, besarte y escapar montado a caballo junto a ti.
Seguí abrazándola, acariciando su espalda, su cabeza; perdiendo mis dedos en aquella cascada de precioso pelo castaño. -Uhmm Dani -dije al cabo de un rato. -¿Qué crees que va a pasar en esta reunión? .
-Os he añorado- Dije mirando a Satine a los ojos, era consciente de que no era ni el mejor lugar ni el mejor momento para esas palabras, pero ya era suficiente guardar las apariencias delante de mi familia.
Era consciente que aceptar esa invitación, quizás no había sido muy buena idea. Pero estar ahí había eliminado las preocupaciones de mi mente.
Mis manos cerraron el pestillo de la puerta y sin decir nada mas me acerque a el y lo rodee con mis brazos para besarlo de forma apasionada pues hacia mas de un mes que no lo veía y tenia un ansia increíble por el. La suerte es que este era mi terreno y sabia que podía hacer y que no.
- ¿Compartiras lecho con tu reina... o... estareis en habitaciones separadas? - Pregunte melosa.
- No sé qué pasará... - Empezó a decir Daniella sin separarse de William. Continuó abrazada a él mientras sentía como acariciaba con suavidad sus cabellos. - Seguro que los Lenger también quieren aprovechar esta oportunidad. Me imagino que será una discusión acalorada entre las dos familias... Tan sólo espero que no trascienda. Temo que este asunto pueda llegar a las armas... - La reina confesó sus temores, se había separado unos pasos y clavó su mirada en los ojos de William...
Devolví el beso a Satine con la misma pasión, cuando nos separamos e hizo la pregunta sonreí jugando con su pelo -No creo que me eche en falta, no es un secreto que no me gusta estar en el mismo lecho- Contesté volviéndola a besar con ansiedad.
Aún así debía preguntar algo -¿Crees que es seguro?- Nadie más que yo deseaba esa situación, pero no podíamos arriesgarnos a que nos decubrieran y con las dos familias reunidas por entero...
Y la verdad es que no lo era, todo el reino decia que la trataba mas como una hija que como una esposa. Pero a mi aun me quedaba la duda en si habia llegado a consumar con ella, pues era una mujer bonita, y el yo sabia mejor que nadie que era muy fogoso.
- Si no fuera seguro no te estaría quitando la ropa... - Comente mientras mis manos lo desprendian de su chaqueta, Alasthor tenia el porte de un rey, la fachada de un hombre.