Partida Rol por web

Calle de servicio del parque de bomberos nº 1, 1:24

Tras la puerta abierta, Böhm y Sato entraron al patio del parque de bomberos. Frente a ellos, a unos cuarenta metros, se alzaba un edificio que se prolongaba hasta ocupar casi la mitad de la zona central del patio. Las grandes y amplias puertas de persiana levadiza, que se contaban por un número de cuatro, y las dimensiones de la construcción invitaban a pensar que serían un garaje o unas cocheras para vehículos grandes, quizás las autobombas.

A la izquierda, en el extremo más alejado del parque, había una torre de algo más de 20 metros, con algunas secciones de su fachada al descubierto, sólo protegidas por un enrejado metálico. Había varios ganchos metálicos cerca del tejado y los diversos focos que iluminaban las fachadas de aquella edificación permitían ver varias mangueras colgar en toda su longitud en al menos una de ellas.

Al norte de aquella torre, se extendía otro edificio separado por una veintena de metros. Éste era bajo y alargado. Varias puertas de persiana levadiza, más pequeñas que las del edificio que tenían enfrente, indicaban garajes para vehículos de menor tamaño. Otras puertas, de doble hoja, metálicas y de aspecto pesado, parecían dar acceso también a su interior, aunque no daban muchas pistas sobre la naturaleza de lo que habría tras ellas.

En la parte norte, y parcialmente obstruída su visión por las cocheras de las autobombas, se podía ver un aparcamiento con varios coches. Y, de algún lugar a su derecha, tras el edificio de cocheras, surgían golpes secos y sordos que se podían oir con más claridad y precisión, a intervalos más o menos regulares.

No hacía falta decir nada, ya que el solo asintió con un gesto de la cabeza, avanzando al interior del patio.

Los ruidos de afuera era lo que menos le gustaba a Sato, sabía ahora que eran ellos los que trataban de entrar. 

Hugo, ¿Y ahora a dónde? 

Preguntó casi molesto, ya que no sabía dónde estaba su objetivo. 

Sutton a Sato: Tened cuidado, los nómadas están dentro del edificio corporativo. intentan reventar el cristal. Hay que ir en ayuda de esos bomberos.

Al parecer lo que hay en la puerta podria ser un sensor. Pero ahora ya estoy detrás vuestro. Perdería mucho tiempo regresando...

Acelero el paso e intento alcanzaros. Si no me respondéis, ire por libre. Suerte.

Sutton a Central: Parece que tienen controlados los diferentes accesos al parque... Si la "caballería pesada" no llega pronto, ya pueden ir redactando la defunción de tres agentes. Se vuelve muy peligroso tener la emisora conectada, y mi vida es la que corre peligro, no las vuestras. Corto y cierro.

Sutton a Jefa del Parque: Estoy accediendo por una pequeña puerta de personal, sita en High Street. ¿Desde allí hay algún corredor o vía secundaria hasta donde estan ustedes, o esos energúmenos queriendo romper el cristal de seguridad?

Si pueden cortar la luz háganlo... Con suerte no habrán traído infrarrojos ni ultravioletas... a lo sumo bengalas.

- Ni idea Sato... - Le dijo contrariado a su compañero. - La verdad es que no tengo ni idea. - Repitió.

No creía que encontrasen a nadie en los garajes, por lo que quizás lo más lógico era tratar de ir hacia la torre. Aunque realmente parecía una torre de entrenamiento más que otra cosa. Quizás... los garajes conectaban con las dependencias donde se encontraban los bomberos. Si, eso tenía lógica. Si conectaban los garajes con el lugar donde se encontraban los bomberos, ganaban tiempo de reacción.

- Vamos hacia los garajes... - Le sugirió a su compañero.

-Pero vamos con cuidado, los brastardos deben andar por aquí- 

Dijo mientras avanza con suma cautela, pues estaba atento a las palabras de Sutten, y no se confiaba de la situación. 

Parque de bomberos nº 1, 1:24

- Central a 1-25B, las unidades aéreas están ocupadas en estos momentos. Su aviso está en espera, cuando alguna unidad quede libre, serán notificados. Recibida notificación de silencio de radio. Proceda, agente Sutton.

- Supongo que estará de broma. - La voz de la jefe Sully rezumaba escepticismo cuando respondió a la sugerencia del patrullero. - Si cortamos el suministro eléctrico, las cerraduras electrónicas se abrirán y esos mamones entrarán sin resistencia. Esa puerta de la que habla da acceso al patio del parque, no a un edificio.

Efectivamente, las palabras de la bombera eran ciertas. Tras franquear la puerta, Sutton se encontró en el patio del parque de bomberos. Delante, a unos cuarenta metros, se alzaba un edificio que se ocupaba casi la mitad de la zona central del patio. Las puertas de persiana levadiza, grandes y en número de cuatro, y las dimensiones de la construcción indicaban la posibilidad de un garaje o unas cocheras para vehículos grandes (tal vez las las autobombas). Junto a una de las puertas, alcanzó a ver, agazapados, a los otros dos agentes, Böhm y Sato.

A su izquierda, en el rincón sudoccidental del parque, había una torre de unos 20 metros de altura. Algunas secciones de su fachada estaban al descubierto, parcialmente cubiertas por un enrejado metálico. Varios ganchos metálicos colgaban cerca del tejado y los diversos focos que iluminaban las fachadas de aquella edificación permitían ver varias mangueras colgar en toda su longitud en al menos una de ellas.

Al norte de aquella torre podía verse otro edificio, bajo y alargado, separado por una veintena de metros. Tenía varias puertas de persiana levadiza, más pequeñas que las del edificio que tenía enfrente, que podían dar acceso a garajes para vehículos de menor tamaño. Más al norte, a lo largo de la fachada, había otras puertas de doble hoja, metálicas y de aspecto pesado.

En la parte norte del parque, a la derecha del edificio alargado, se podía ver un aparcamiento con varios coches, aunque la mayor parte del estacionamiento quedaba oculto por la posición de la cochera de autobombas. Lo que si se oía con claridad eran los golpes secos que se producían en algún punto situado tras el gran edificio.

Parque de bomberos nº 1, 1:24

Böhm y Sato alcanzaron la fachada del edificio de cocheras sin mayor problema. Mientras tanto, el golpeteo casi rítmico que procedía del otro lado de aquel garaje no había cesado. Para empeorar las cosas, se produjo movimiento en la puerta por la que acababan de entrar al patio... Un agente embutido en armadura de patrulla, como ellos, se asomaba con precaución y mirando a todos lados.

Sutton decidió que no podían esperar más a los refuerzos. La zona era amplia y era imposible vigilarla toda o inspeccionarla.

Sus dos compañeros estaban alli, cerca... y lo que estaba claro es que subir a esa torre, no serviría de nada al no tener armas de larga distancia. Con su ridículo revolver, lo más practico (o menos, según se mirara), era dirigirse hacia donde se oían los golpes secos, que suponía eran los que daban los nómadas al cristal...

Si se movían rápido igual podrían alcanzar un lugar mas apropiado y con mejor visión que la que tenían ahora. La cochera de las Autobombas parecía que les daba cobertura para moverse, por ahora, así que no se lo pensó. Empezó a cruzar el patio en dirección a los golpes, pistola en mano y mirando de hacer el menor ruido posible. De lógica el ruido de los golpes debería ser suficiente para amortiguar el ruido de sus zapatos sobre el patio.

Chicos pss, a vuestras 6. Voy a cruzar... y a acercarme al ruido ese... - dijo Sutton a Böhm y Sato, por su mastoideo.

Vamos a tener que darlo todo por esos pobres bomberos muchachos... Ellos se lo merecen..

- Vamos a intentar subir al parque por las cocheras... - Le susurró Hugo a Sutton. 

Esperaría a que los tres se juntaran y entonces buscarían alguna forma de acceder al edificio, con la esperanza de encontrarse por fin con los bomberos y el "gusano" que los nómadas buscaban. Una vez todos reunidos, sería más fácil pensar en como defender aquello. Sólo esperaba que los refuerzos no tardaran demasiado, pues de lo contrario estarían bien jodidos.

Bohm, detrás de las cocheras, es justamente donde yo creo que oigo los golpes... vamos a juntarnos y entremos por la cochera entonces... pero no tenemos mucho tiempo... No confiéis en los refuerzos...

Sutton empezó a cruzar el patio para reunirse con sus dos compañeros.

- Bien Sutton. - Respondió Böhm.

Sólo esperaba que se equivocara con aquello de que los refuerzos no iban a llegar a tiempo. No le apetecía que le dieran un medalla al mérito policial el día de su funeral. Sin más, se encamino para reunirse con el agente de la motorizada. 

Disparen a blancos certeros, y no desperdicien munición, debemos acabar con esos bastardos si pasan esa línea - 

Sato estaba convencido de que debían llevarlos a una zona de muerte, y ahí liquidarlos, un lugar donde sus armas y municiones no fueran una amenaza tan grande. 

Parque de bomberos nº 1, 1:25

Los patrulleros coincidieron junto a una de las puertas levadizas de la cochera de autobombas. Desde su posición no veían nada que facilitase la apertura de aquellos accesos; ni siquiera tenían puertas para personal incorporadas a las amplias y pesadas persianas. Mientras los golpes continuaban incesantes desde algún lugar pasada la cochera, desde la calle parecía oirse una sirena, un sonido familiar para los tres agentes.

Rodeemos el edificio... Los golpes se oyen detras. Salvo que veamos una ventana accesible donde entre los tres pudieramos colar a uno de nosotros y que desde dentro pudiera abrir estas puertas...

Parecen sirenas. Igual llega alguien pero mejor empecemos a hacer algo...

- Está bien. - Le respondió a Sutton. - Te sigo...

Poco le importaba encontrar un acceso o no hacerlo. Que empezaran a llegar los refuerzos, la aliviaba, pero no estaría del todo tranquilo hasta verse fuera de aquella mierda. Con mil ojos y en completo silencio trató de seguir las indicaciones de Sutton y esperó a que él tomara la iniciativa.

-De acuerdo, vamos-

Se dispuso a seguir a sus compañeros, estaba claro que si iban a enfrentar a un enemigo bien armado, pero primero debían garantizar la seguridad de los civiles. 

Parque de bomberos nº 1, 1:25

Aunque el sonido de la sirena podía anunciar la llegada de refuerzos, éstos aun no estaban allí y los patrulleros tenían que enfrentarse a la situación de alguna manera. Sin posibilidad de abrir las pesadas puertas levadizas desde su posición, las únicas opciones que veían era un ventanal en la parte más oriental de la fachada del edificio frente al que estaban (seis paneles corredizos de cristal translucido enmarcados en aluminio, de no más de un metro de alto, situados a unos cuatro metros de altura, y aparentemente cerrados) o rodear la cochera.

Este último movimiento les llevó hasta la esquina. Al asomarse rápidamente para comprobar lo que había al otro lado, pudieron ver una escalera de hormigón de escasos peldaños, que se elevaba hasta unos noventa centímetros del suelo y daba acceso a una puerta lateral con cerradura... Y con el nómada de la ametralladora parapetado tras la escalera, el arma apoyada sobre el rellano para más estabilidad, vigilando los portones de acceso y la zona del patio que tenía frente a él.

Sutton intentó usar sus telescópicos delas gafas, para ver si el nómada tenía algún tatuaje o señal de haber pertenecido algún grupo militar, como los Rangers o los Seals... o a alguna Banda paramilitar del momento, conocida, incluso si perteneció a empresas privadas (ejemplo Militech).

Chicos, tenemos un tío con una gran impaciente haciendo guardia de esa puerta, patio y todo lo que esté a su vista... Estoy seguro que ir con eso por la calle ya es un delito en si mismo, y darle el alto, va a servir para que suelte unos centenares de proyectiles contra nosotros. Dispararle sin darle el alto, es una falta grave por nuestra parte, pero saldremos vivos.

Por otro lado, puedo salir y mirar de acercarme, sin armas. A ver si puedo hablar con él, y mediar en este tema... A malas si llego a su altura, cuerpo a cuerpo tengo alguna posibilidad sin hacer mucho ruido.

Pero lo que tengo claro es que por esa puerta deberíamos poder entrar, y somos 3 contra 1. Que pensais?

Por cierto si nos hacemos con esa ametralladora, yo si se usarla, de mi tiempo en los marines.

- No hay mejor opción... - Dijo Hugo. 

Al fin y al cabo, lo que realmente quería era salir con vida de ahí. Mientras no fuera él quien se exponía, todo lo valía. Era evidente que no podía desentenderse totalmente, pero si era Sutton quien tomaba la iniciativa, mucho mejor.

- Nosotros te cubrimos. Si el nómada reacciona de forma violenta sal corriendo y te parapetas. Nosotros te daremos fuego de cobertura. - Afirmó. 

No era un mal plan. Agarró su arma con firmeza y esperó no tener que usarla, pero algo le decía que en breve comenzaría a escupir balas.

Los comenzó a mirar con cara de pocos amigos, pues se estaba artando de la excesiva prudencia de Hugo, y del planeamiento largo de Richard, estaba bien, sus actitudes son sus actitudes, pero al mestizo le hubiera gustado que fueran más valientes o arrojados.

Solo ve, hazle un mata león, aorcalo, desmaya lo, luego lo esposaremos y le cubriremos la boca para que no alerte a los otros si se despierta-

Musitó a su colega, calmado pero a la vez denotando la ofuscación, la paciencia tenía un límite, si el iba actuar, sabía bien que debían tomar función de cobertura, solo esperaba ese momento en el que el se abalanzara sobre el nómada.