Partida Rol por web

antes no hablaba y ahora que lo hago nadie me presta atenciaon XD!!!!!

Después de partir del poblado Itiri en dirección al poblado Gykunga, nuestros amigos, guiados por Bob 'Boomerang' Jones y seguidos por la partida de 10 porteadores, atraviesa el puente del tren que parte desde Stanleyville hacia el Noreste.

Transcurren un par de semanas en las que atraviesan el corazón de la selva, topándose con leopardos, elefantes, cerdos salvajes, arenas movedizas, nativos con planta de ser hostiles, algún que otro árabe a los que, a cambio de baratijas, consiguen sacarles algo de información sobre el camino.

El camino parece que va llegando a su fin tranquila y plácidamente cuando, de pronto, en un pequeño claro, son detenidos por una partida de guerreros que Bob identifica como de la tribu Gykunga.

Marcos deja su mochila en el suelo, levantando sus manos en señal de no querer producir problemas

Fernando al ver el gesto de su compañero lo imita espero que no termine mal mientras susurra al grupo Que hacemos?

Tranquilamente (todo lo que me permite mi sorpresa) pongo las manos en un lugar donde se puedan ver para intentar que los nativos no se sientan amenazados. La mochila a la espalda y la pistola bien sujeta en su pistolera, fuera de la vista de los agresores.

Miro a Bob, dado que no conozco el idioma y no quiero que piensen que estamos tramando algo. Es él quien deberá intentar hablar con ellos.

Intento no perder de vista las lanzas y establecer las amenazas por orden de peligrosidad hacia mi persona. - A ver quién de vosotros me ha fijado como blanco.. Porque si esto se pone mal, será él el primero en tener un tercer ojo..

Bob os mira indeciso y pregunta, rifle en mano, "bien, ¿qué les digo?", tras lo que queda a la espera de vuestros comentarios.

Al ver como Bob enarbola un arma de fuego, los indígenas que os retienen parece que se echan un poco hacia atrás y enarbolan sus lanzas más agresivos.

Metiendo la mano bajo mi cazadora, para sentir el frío de la culata de mi revólver en la mano, lo cual me da un poco de tranquilidad, miro a Bob.

- Bob, dígales que venimos sin malas intenciones, en son de paz. Simplemente estamos explorando estas tierras para poder valorar en su medida su belleza.

- La verdad es que no creo que eso les convenza,, pero por lo menos espero que sirva para que no nos ataquen.. 5 balas en el revólver, espero que sean suficientes pienso valorando todas las opciones que veo en el horizonte.

Digales que vamos de paso, que podemos pasarle algunas cosas en cambio de que nos dejen atravesar su territorio toma en sus manos su reloj tratando de hacer brillarlo para llamar su atencion digales que les pasare esto.. si nos dejan pasar

Ante el ofrecimiento de Marcos y después de las palabras de Bob, uno de los negros comienza a hablar con éste.

Después de un pequeño diálogo y de que Bob les de el reloj que le habéis ofrecido, parece que relajan su posición y os comenta Bob que parece que os van a acompañar al poblado Gykunga.

Marcos camina con tranquilidad al ver que las cosas se relajaron, se acerca a sus compañeros diciendole Me deben un reloj, recomendaria que uno de ustedes le diera otro al jefe de la aldea.... o quien lleve una posicion de poder...asi estaremos mejor ante ellos

Mirando mi muñeca me doy cuenta que tampoco es necesario el reloj aquí, por lo que no tendría problemas en darles la baratija que he cogido para el viaje

- De acuerdo, llegado el momento, podemos contar con el mío. les digo en voz relativamente baja a los demás.

Amigo Bob, dígales que yo tengo para el jefe de la tribu un arma que le permitira capturar las almas de sus enemigos.

Después de recoger vuestros 'tributos', los guerreros Gykunga os acompañan el resto del día hacia su poblado. Al medio día ya estáis allí.

Al llegar a este, los guerreros os llevan hasta el jefe Morodo, al que presentan los 'obsequios' que le habéis plantado (haced tirada de Psicología para ver que les parece) y os da la bienvenida.

Ante el miedo producido por la emboscada, desconozco si los regalos son del agrado del jefe de la tribu.
Estoy mas pendiente de movimientos sospechosos y de la posibilidad de una huida que del la cara de satisfación o enfado de los indigenas.

Tras una larga caminata (o por lo menos eso me ha parecido a mí) en la que no he dejado de mirar de soslayo a todos los nativos, llegamos a su poblado.

En ese momento, y tras darles los regalos, intento saber qué les han parecido, y si con eso nos dejarán más o menos tranquilos..

seria interesante entrevistar al jefe pero espero o por dios que salgamos con vida si son tan bravos como nos dijieron mientras caminaban hacia la aldea no dejaba de mirar las reacciones de los nativos para que no los agarren desprevenidos.

Marcos se mantiene tranquilo esperando la respuesta del Jefe de la tribu