Partida Rol por web

Finalmente, con la inestimable ayuda de Bob, pedías al jefe que os prepare un bote para explorar el lago y lo que él oculta, prestando especial atención a la estructura de piedra que preside su centro y los nativos llaman el Templo de los Dioses.

Ben, Fernando y Gustaff, junto a un indígena con el que os comunicáis por señas, os montáis en la barca con suficientes provisiones y vuestro equipo de exploración.

Al surcar las aguas del lago no veis nada que os llame la atención, parece bastante corriente.

Después de un rato remando, os decidís a acercaros al Templo. Al disminuir la distancia, el nativo empieza a gesticular y se lanza al agua, dirigiéndose sin mayor peligro hacia el poblado. Cogéis los remos y continuáis.

Según examináis más de cerca el Templo, éste pierde su estado sacro a cada mirada. Os dais cuenta de que el templo, en realidad, es la parte superior de lo que parece un edificio muy alto de piedra. La estructura es muy grande y de forma irregular. Por encima del nivel del agua en el lado Sur una gran ventana se eleva unos cuantos palmos por encima del lago a modo de entrada.

bien que dicen?dice timidamente Fernando a sus compañeros

- Ahora que hemos llegado hasta aquí, creo que debemos continuar y examinar el edificio. Desde luego, desde aquí, no parece un tempo.. digo mientras nos aproximamos cada vez más a la "playa".

- Desembarquemos y veamos qué nos aguarda en el islote.

observo el templo y me quedo ligeramente atonito, entonces les digoa mis compañeros:

Este templo no lo ha construido la tribu que habita aqui, si no en lugar de hacer cabañas de adobe las harian de los mismos materiales que esta hecho el templo.

Bueno a ver si nos dejamos de cavilaciones y seguimosdice Fernando al tiempo que baja de la barcaza

Fernando, haciendo alarde de valentía y en busca de una buena historia, salta de la barca sin mucho problema hacia el templo.

Por unos momentos, los ojos de Fernando se intentan hacer a la oscuridad allí presente, ya que la luz que entra tan solo alumbra unos metros de lo que parece un largo pasillo. Haciendo alarde de destreza, saca una linterna de aceite y la enciende para ver que esconde aquel sitio tan misterioso.

Como ya suponía, un corredor se abre ante él, y a unos seis metros puede observar como hay una intersección con pasillos para los cuatro puntos cardinales.

Avanzando con cautela, el escritor llega hasta el cruce y puede apreciar perfectamente como se encuentra en la intersección de cuatro caminos. El del Sur, por donde ha venido, con una amplia ventana a modo de puerta en su extremo. El del Oeste, en pendiente descendente, acaba bloqueado por el agua del lago. Hacia el Norte, el pasillo avanza más allá de los diez metros que alumbra la linterna. Hacia el Este pasa igual, sólo que parece tener multitud de habitaciones, a las que se accede por orificios pentagonales sin puertas.

- Yo tomaría primero este camino. Así nos haremos una idea de las personas que habitaban este lugar..Digo señalando el camino del Este

mmm...vos que opinas Gustaf??dice duditativo el escritor

Según examinas más de cerca el Templo, éste pierde su estado sacro a cada mirada. Te das cuenta de que el templo, en realidad, es la parte superior de lo que parece un edificio muy alto de piedra. La estructura es muy grande y de forma irregular. Por encima del nivel del agua en el lado Sur una gran ventana se eleva unos cuantos palmos por encima del lago a modo de entrada.

Siguiendo el camino que presupones a tus compañeros, te adentras por la entrada.

Por unos momentos, los ojos se intentan hacer a la oscuridad allí presente, ya que la luz que entra tan solo alumbra unos metros de lo que parece un largo pasillo. Haciendo alarde de destreza, saca una linterna de aceite y la enciendes para ver que esconde aquel sitio tan misterioso.

Como ya suponías, un corredor se abre ante él, y a unos seis metros puedes observar como hay una intersección con pasillos para los cuatro puntos cardinales.

Avanzando con cautela, llegas hasta el cruce donde están el resto de compañeros y puedes apreciar perfectamente como estáis encuentra en la intersección de cuatro caminos. El del Sur, por donde has venido, con una amplia ventana a modo de puerta en su extremo. El del Oeste, en pendiente descendente, acaba bloqueado por el agua del lago. Hacia el Norte, el pasillo avanza más allá de los diez metros que alumbra la linterna. Hacia el Este pasa igual, sólo que parece tener multitud de habitaciones, a las que se accede por orificios pentagonales sin puertas.

De pronto oís unos ruidos venir de la entrada. Por unos momentos os sobresaltáis, pero rápidamente os dais cuenta de que la silueta os resulta conocida.

Howard se ha apresurado y parece haberos alcanzado justo a tiempo. Si no hubierais andado por el lago antes, quien sabe si habría podido cogeros a tiempo aún.

Creo que lo que podemos ir haciendo es ir descartando caminos, que os parece si primero vamos al que lleva a la orilla del lago, comprovamos que no tiene nada y luego vamos a otro camino? tambien propongo marcar con tiza o con lo que sea que camino hemos cogido para no perdernos, estais de acuerdo? dice gustaff algo nervioso no le gustan los lugares cerrados desde que paso la aventura anterior.

Tras ver al grupo me acerco sin hacer mucho ruido para escuchar sus palabras u otro ruido sospechoso.

Cuando estoy lo suficiente cerca les saludo entre susurros para evitar la 'paz' reinante en el entorno.

Hola compañeros, la vida en la aldea es un poco aburrida.

- Bienvenido le digo al profesor al ver que ha cambiado de idea y ha seguido nuestros pasos.

- Explorémoslos con cuidado, pero será mejor movernos. Es siempre prudente no permanecer quietos demasiado tiempo

- Empezamos por el camino al lago si queréis. Aunque yo iba a dejarlo para lo último. digo mientras vuelvo a echar una ojeada al camino que parece llevar a las habitaciones.

Con sumo cuidado avanzáis por el pasillo del Oeste. El silencio del lugar os crea una sensación extraña, incómoda.

Al final de vuestro recorrido agua estancada os impide el paso. Un examen más minucioso os permite observar extraños hongos como moradores del líquido elemental.

- Ya poco podemos hacer por este camino. Vayamos a por el de los cubículos les digo a los demás, mientras que me inclino un poco sobre los hongos.

Tras esta corta inspección, me giro para desandar mis pasos.