Partida Rol por web

El viaje a Madeira

El viaje en alta mar

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14/04/2016, 12:07
Director

Año del Señor de 1451.
En algún lugar del Algarve portugués

En 1419, los navegantes portugueses João Gonçalves Zarco, Tristão Vaz Teixeira y Bartolomeu Perestrel llegaron a la isla de Madeira por primera vez. Habiendo tomado nota del potencial de las islas, así como de la importancia estratégica de estas, comenzó alrededor de 1425 su colonización, que fue una iniciativa de João I o del Infante Don Henrique. A partir de 1440 se estableció el régimen de la capitanía, con el nombramiento de Tristán Vaz Teixeira como capitán de la capitanía de Machico. Seis años más tarde, Perestrelo se convierte en capitán-donatario de Porto Santo y, en 1450, Zarco es investido capitán-donatario de la capitanía de Funchal. Los tres capitanes-donatarios decidieron llevar en su primer viaje a sus respectivas familias: un pequeño grupo de personas de la pequeña nobleza, gente de condición modesta y algunos ex prisioneros del reino. Allí intentarían ser los primeros repobladores de Madeira. Tú eres uno de los integrantes de ese grupo.

Concretamente estabas a las órdenes de João Gonçalves Zarco, uno de los capitanes. Viajabas en la nao con su familia, bastantes sirvientes, la marinería del barco y algún que otro esclavo que servía para las peores tareas. Tu encomienda principal no era sino la protección personal de la esposa et la hija del navegante, pues eras amigo de la familia desde hacía mucho.

Aquella mañana el tiempo era claro y propicio, y con este prólogo anduvísteis navegando un par de jornadas con buen tiempo. Las islas Canarias estaban siendo ocupadas ya por los castellanos, y la isla que el futuro llamaríase Madeira no era sino un enclave potencial estratégico muy interesante.

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14/04/2016, 12:15
João Gonçalves Zarco

Felipe -dijo Joao apareciendo en cubierta, donde tu estabas vigilando a la marinería y oteando el infame y calmado mar-. Habéis visto vos a la mía hija. Quiero darle un regalo: hoy es su cumpleaños ¿Dónde está?
 

Notas de juego

Comenzamos.

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14/04/2016, 23:06
Felipe Aivero

¿No esta, capitan, en su camarote?. Allí estaba hace rato cuando la deje junto con su señora esposa que andaban bordando un bonita tela para cubrir las horas de este largo viaje. Sali como de costumbre a estirar las piernas y a vigilar la marineria que se afana en cubierta por gobernar la nao

¿Quiere, mi capitan, que vaya en su busqueda?

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15/04/2016, 10:20
João Gonçalves Zarco

Ya he estado allí. ¡Hágalo, de inmediato! -te ordenó enérgicamente, pero sin querer alzar la voz para no alertar a nadie-. Santo Dios... ¡búsque a la Xema -a la hija- sin alertar a la marinería!

El sol brillaba en mitad del mar, y don Joao desapareció, yendo seguramente a camarotes, por si la traviesa niña anduviera por allí.

Notas de juego

Para buscar puedes hacer tiradas de Descubrir o Escuchar (depende de lo que hagas).

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15/04/2016, 11:20
Felipe Aivero

Recorro toda la cubierta de la nave poniendo atencion en todos los recodos y posibles escondrijos donde podría esconderse la hija del Capitan pero no encuentro pista alguna de la chiquilla. ¿Donde podra haberse metido?- Maldigo.

Despues me dispongo a ir a las bodegas y a las camaras de los marineros por si acaso estuviese por alli la muchacha. Como no la encuentre mi cuello pende de un hilo, me temo

- Tiradas (1)
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16/04/2016, 12:45
Director

En la cubierta no estaba, sin duda. No quierías preguntar a nadie, ni siquiera al resto de su descendencia (otros dos hijos y tres hijas más), aunque tu rostro denotaba preocupación. Bajaste a los camarotes, donde seguramente se habría escondido. Y efectivamente, cuando pasaste la puerta del almacén de las provisiones viste que éste estaba abierto. El cocinero aún no habíase movido de las cocinas. Entraste y, tras oir un pequeño lamento, encontraste a la niñita acurrucada en un rincón, junto a un barril. Estaba gimoteando y haciendo pucheros.

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16/04/2016, 12:48
Alexa Gonçalves

¡Vete! -dijo nada más verte, y su rostro mostraba unas lágrimas-.
 

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18/04/2016, 08:55
Felipe Aivero

Felipe se agacha suavemente, con movimientos serenos para no provocar las protestas de Alexa que de seguro apareceran cuando vea acercarse al Infanzon -¿Que te ocurre señorita?. ¿Que hace que lloren esos preciosos ojos?. Tu padre anda muy preocupado buscandote y tiene un gran pesar por no saber donde te encuentras.- Le dice con ternura
-Vamos señorita, por favor, vengase conmigo-

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18/04/2016, 10:31
Alexa Gonçalves

¡MMMMMmmmm! -la niñita te sacó la lengua-. Tú le caías bien (de hecho le caías mejor de lo que le caían sus hermanos y hermanas), pero ahora estaba "enfurruñada".

Notas de juego

Tira por Elocuencia (COM)

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18/04/2016, 10:39
Felipe Aivero

-Vamos pequeña, no te escondas. Tu padre se cabreará contigo si no le haces caso y a mi me meteras en un lio- le digo perdiendo un poco los nervios. Despues de haberme jugado la vida contra piratas y castellanos iban a ser las travesuras de una chiquilla lo que me metiera en problemas?. -Pardiez, Alexa. Deja de jugar y ven conmigo, no hagas que me enoje. Se lo diré a tu padre- Le digo mientras intento agarrarla del brazo con delicadez pero con firmeza. No quisiera hacerla daño pero intento arrastrarla de la cocina lo mejor que pueda y llevarla hacia el camarote de popa donde esta su padre

- Tiradas (1)

Notas de juego

Pues no voy y pifio!! Cagüen!!!!

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18/04/2016, 11:50
João Gonçalves Zarco

¿Qué diantres pasa aquí? -dijo llegando por detrás don Joao-. ¡Conque estás aquí, Alexa! -dijo con ciertas ínfulas de enfado-. ¡Creía que te habíamos perdido por la borda! -viste que con los reproches del padre, la muchacha hacía pucheros. En el fondo te enternecía: la habías visto nacer, ser un bebé y ahora casi una mujercilla-. La muchacha salió corriendo, quizá a cubierta .Un día nos va a dar un disgusto -dijo Joao, ya mirándote-. Sígueme, Felipe: hay trabajo que hacer en cubierta.

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18/04/2016, 12:03
Director

Efectivamente, un fuerte viento racheaba el barco, apretaba las velas y hacía tensión en todos los cabos, nudos y cuerdas. Cuantos más brazos para manejar las grandes sábanas mucho mejor. Allá a lo lejos, en el cielo, una cruenta marea de nubes se aproximaba. Cualquiera podía verlo a simple vista: se acercaba hacia vosotros una tremenda tormenta. Virar sería inútil, pues no llegaríais a tiempo a navegar sobre aguas fuera bajo su expansión.

* * *

El sol ya habíase oscurecido, y la tremenda tormenta estaba sobre las tres naos. Los hijos de don Joao y su esposa se metieron en los camarotes, y a algunos prisioneros de los más bajos camarotes los hicieron salir a cubierta para ayudar con las velas. Durante toda la noche la fuerte tormenta provocó una casi zozobra de los tres barcos. Tras muchos minutos siendo arrastrado por la fuerza de las inmensas olas litigantes, las tres naos acabaron por separarse, y ya poco se podía ver las unas a las otras (lo oscuro de la noche, el reflejo de los truenos cegadores y la implacable lluvia sobre cubierta, cabezas y ojos...).

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18/04/2016, 12:04
João Gonçalves Zarco

¡¡Felipe!! -gritó el caballero portugués desde un extremo de cubierta-. Ve al castillo de popaa -apenas podías oírle-. ¡Ayuda al timo... al timoneeeel!

 

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18/04/2016, 17:48
Felipe Aivero

-!!!A la orden mi capitan!!!- Contesto mientras voy avanzando agarrado a cabos y aparejos para no caer por la borda por los bruscos movimientos que el mar y el viento estaban provocando en el navio. Pongo la vista en el castillo de popa e intento encontrar la via mas segura hasta las escaleras de acceso al timon  

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19/04/2016, 11:46
Director

Llegaste finalmente al castillo de popa. Allí estaba un viejo navegante, un sirviente de don Joao en innumerables viajes, viejo como él solo y curtido en la mar. Sin embargo, algo ocurrió, algo que recordarías el resto de tu vida, para siempre. En un fuerte envite del temporal, el experto timonel cayó empujado por la borda, volando desde el castillejo de popa hasta el mar (y siendo tragado ipso facto en la oscura tempestad y las aguas profundas). Lo terriblemente asombroso es que no había sido fruto de una racha de viento, de ningún oleaje ni cualesquier otra inclemencia: un enorme tentáculo había salido del mar, entre las olas, se había alzado como un enorme látigo restallante, y había golpeado al marino hasta expulsarlo al agua... ¡¡Y tú lo habías visto todo!! El tentáculo era tan largo como, al menos, dos hombres de altura.

Notas de juego

Estás agarrando el timón en el castillo de popa.

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19/04/2016, 14:17
Felipe Aivero

-Vamos a pique! Sin timonel vamos a pique- Grito a sabiendas de que nadie estaría cerca para escuchar mis lamentos. Me aferro al timon e intento mantener el rumbo que originalmente llevaba el viejo timonel. Eso si, no lo hago con tods mis sentidos puestos en la navegacion pues no se me puede ir de la retina la imagen del enorme tentaculo arrastrando al viejo hombre a las aguas negras del oceano. Cada poco tiempo miro hacia un lado y hacia otro temiendo encontrarme con la mortal extremidad que podría acabar con mi vida.

-Ayuda!!, Ayuda en el castillo de popa!!- grito por si algun marino con mas experiencia que yo escucha mi llamada

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20/04/2016, 09:21
Director

Sólo veías cuerpos deslizándose por la cubierta, que tenía una inclinación de más o menos treintaicinco grados: marineros, barriles, cubos, herramientas y otros objetos bailaban de un lateral a otro, y algunos caían por la borda... La cortina de lluvia apenas te dejaba ver más allá del propio castillo de popa, e incluso debió tapar tu voz: allí nadie acudió en tu ayuda. Ni veías a los marineros ni al capitán Joao, aunque por supuesto el rumor de los gritos se entremezclaba con el impacto de las gotas en cubierta y los truenos en las nubes... Las olas tampoco se quedaban atrás y golpeaban el casco de la nao vilmente ¡Aquello era una locura!

En cierto momento, lo último que recordaste, mientras tenías el timón en tus manos (el cual, por cierto parecía estar resquebrajándose por dentro de la inmensa fuerza que hacías), fue una gran ola levantada y yendo hacia tí (como esos tipos que son capaces de hacer levitar una cobra con un flautín...).

Et que ahora sólo era oscuridad.

Oscuridad.

Oscuridad.

- Tiradas (1)
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20/04/2016, 09:30
Director

Despertarste dos días después. Estabas en tu habitación, con un paño caliente en la frente y una venda en un hombro. Intentaste moverlo, y lejos de lo que pudiera parecer, podías hacerlo (aunque te dolía). Junto a tí estaba el capitán Joao, su hijita Alexa y dos marineros (uno de ellos el cirujano de la nao).

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20/04/2016, 09:30
Alexa Gonçalves

Mira papá -dijo la niña al ver que abrías los ojos-. ¡Está despierto!

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20/04/2016, 09:31
João Gonçalves Zarco

Joao se giró para verte, sonriendo un poco. Querías a ese hombre como un hijo: lo habías visto crecer como quien dice, crecer como estabas viendo a sus hijos también hacerlo.

Felipe... ¡Felipe! Despierta, Soy Joao, ¿Me oyes? Nos has dado un buen susto... -dijo-.