Partida Rol por web

Es conveniente que nos llevemos la poción por si pasa algo en lo que nos queda por investigar dijo Maximus mientras se acercaba a Bob, para ir tras él.

Nüt no hizo ademán de coger al que se encontraba en el suelo, pero vió que tenía entre sus ropajes.

Obedeciendo a mi amo, salgo por la puerta secreta en dirección a nuestro enemigo.

Bob se dirigió hacia la supuesta puerta que tenía que haber allí, ya que Rob había huido tras ella. Pero cuando éste fue a abrirla se dio cuenta de que allí no había rastro alguna de ninguna puerta. Sin duda, era una puerta secreta y ésta, al haber sido cerrada, había vuelto a quedar completamente oculta a ojos mundanos.

Aquello le daba más ventaja a vuestro enemigo, pero él había hecho una buena jugada cerrando la puerta tras de sí. Ahora a vosotros os tocaría ubicar, de nuevo, la forma de abrirla.

Mi señor, el caído es Baern, un druida enano que está a vuestro servicio. Si bien no ha sido de gran ayuda en su cometido su brazo armado podría ser de ayuda de aquí en adelante. Además se mostrará furioso por acabar con los que han matado al lobo.

-Muy bien.-Digo.-Dadle una poción a ver si lo reestablece y adelante. Debemos ver si podemos abrir la puerta secreta que hay ahí aunque sea a golpes.

Revan se ponía nervioso, ahora tenían un compañero que no recuperaba la consciencia y ahora tenían que salir de ahí o perseguir al enemigo. - Mi señor no podemos seguir aquí mucho tiempo, los kobols o los enemigos pueden atacarnos y no estamos en condiciones de plantar cara. Deberíamos movernos.

Tal vez una segunda inspección de la puerta secreta pudiera revelarle el mecanismo de apertura pero prefirió no compartirlo con su señor.

-Pero si ya ordene abrir.-Pienso asinyiendo.-Muy bien, Abrid ahi, cargad al enano y avancemos.

Esta vez cargaré yo al enano - dije en un susurro.

Avancé hasta situarme junto a la puerta.

Cargando con él, caminé para ver dónde podía encontrarse aquella salida...

-Revan, ¿Has encontrado la puerta?-Pregunto con algo de impaciencia.-Jester, ayúdale si puedes. Nuestra compañera está ahí detrás y solo los dioses saben si no ha muerto ya. Debemos darnos prisa.

La puerta se encontraba ahí.... el hechicero señaló el lugar donde se encontraba la entrada.

Pero desconozco como se activa. Cuando abrimos la puerta aparecieron convocados un par de perros enormes.

-Habrá que confiar en que no sea así.-Respondo.-Daos prisa, buscadla, por favor.

Maximus ayudó a sus compañeros a buscar la puerta secreta.

Revan asintió, dejó su puesto y volvió a centrarse en la puerta. - Volveré a revisarla ahora con algo más de calma. Tal vez tenga suerte...  A lo que comenzó a toquetear con sus delicados dedos la pared.