Partida Rol por web

El rastro se ha ido debilitando hasta desaparecer completamente. -dijo Jester.-Me temo que lo he perdido. Yo seguiria de frente, pero lo que prefiera el señor.

Me temo mi señor que no encuentro pistas ni nada que pueda ayudarnos...No veo nada claro, la verdad...

-Fiemonos de tu instinto.-Digo haciendo un ademán con la mano.-Sigamos de frente. Pero démonos prisa.

Asintiendo, Revan puso la ballesta en posición y comenzó a andar junto a su señor. - No podemos perder mucho tiempo en este laberinto o nos rodearan o nos perderemos.

Esperad un momento dijo Maximus poniendo especial atención en el ruido.

Creo que alguien nos sigue, escucho ruidos.

Y por ese camino de ahí dijo señalando al camino de la izquierda no está despejado. Se escuchan ladridos, aullidos. Seguramente sean los kóbolds. Además, también hay sonidos metálicos

¿Sonidos Metalicos? ¿Pueden ser cadenas? Dejad que eche un vistazo. - dijo mientras se asomaba al pasillo.

-Cada vez me gusta menos.-Susurro.-Qué sensación de estar en la boca del lobo.

Por si las moscas, cargo mi ballesta y con mi mano izquierda sujeto mi varita.

Cadenas o armaduras, no lo puedo asegurar

- No podemos dejar kobols a nuestras espaldas, ellos lo más probable es que sepan nuestra posición. Digo que carguemos contra ellos y así no podrán hacer daño a los prisioneros si los tienen. - No podían estar más tiempo quietos y ese camino permitía dos posibilidades, enemigos o prisioneros.

-Asi sea.-Digo.-Sin valor no hay triunfo. Preparaos para el fin. Abrid la puerta.

Bob, en cuanto abran mata a todos los kobold que veas.

Me preparé ante la posibilidad de un ataque contra esos seres...

Avanzáis por el pasillo de la izquierda, el que según había dicho Maximus se escuchaban sonidos metálicos y aullidos de kóbolds. El pasillo terminaba en una sala abierta donde media docena de kóbolds estaba distraída comiendo algo de carne. Los kóbolds estaban armados pero no estaban prestando atención al lugar donde estabais, por lo que podríais pillarles desprevenidos si queríais. El origen de los sonidos metálicos era tan simple como el sonido de los platos y los cubiertos. Aquellos kobolds daban muestra de tener algún tipo de razocinio. No parecía las criaturas salvajes a las que estabais acostumbrados a enfrentaros.

Ahí estaban, un grupo de estúpidos kobols bebiendo y comiendo sin saber lo que sucedía a su alrededor - Mi señor terminemos cuanto antes con estos y sigamos adelante. Puede que sean los vigilantes de los prisioneros y se interpongan en nuestro camino. O mejor que alguno sepa donde están los prisioneros. susurra a su grupo - Mejor no correr riesgos. Piensa con una sonrisa tras su máscara.

-Dejad uno vivo.-Susurro.-Acabad con el resto. Bob, deja un kobold vivo y mata a los demás.

Dicho esto, disparo mi ballesta contra el más alejado para evitar que trate de huir.

Si señor. - susurro Jester mientras se disponia a disparar a uno de los mas cercanos.

Revan siguiendo los actos de su señor apuntó con la ballesta a uno de los más alejados pues su huída podría ser nefasta para el grupo.

Maximus se preparó. Esperaba la orden de su señor, que no tardó en darla. Haciendo poco ruido, se lanzó con velocidad contra uno de los kobolds, descargando con furia todo el poder de su espada sobre la cabeza de la criatura