Partida Rol por web

- Gracias.

Constesto a las palabras de Stephon por su reconocimiento, pero empezaba a pensar que éste no habría sido el camino original a las mazmorras, ¿por que quién llevaría a unos prisioneros a través de una biblioteca? No tenía demasiado sentido, pero los kobols tampoco lo tenían.

Mientras continúamos intento fijarme en los títulos de los libros, los cuales pese a seguramente no contener ningún tipo de magia, no significa que carezcan de valor.

Solo unas criaturas tan simples como los kobolds usarían una biblioteca como un vulgar pasillo.

Creo que lo mejor es que sigamos de frente, de momento nada ha cambiado, si tenemos tiempo volveremos aquí a rescatar este sitio.

Continuáis de frente por el pasillo de la biblioteca y tras recorrer algunos metros el camino gira a la derecha. Pero justo en ese mismo esquinazo hay una puerta en el lateral izquierdo. La puerta parece estar hecha de una madera más recia de lo habitual y posee una cerradura lo que probablemente indique que no resultará tan sencillo abrirla.

La otra opción era dejar esa puerta y girar a la derecha para continuar por el pasillo.

-Puede que este sea el camino adecuado- Dijo Stephon señalando la puerta de madera. -Pero estamos en una construcción antigua, cualquiera sabe a dónde puede llevarnos esto.-

“Puede que ahí guardaran cosas muy valiosas, o peligrosas… “

-De todas formas, a no ser que alguien pueda abrir la cerradura tendremos que seguir adelante.-

Una palanca nos hubiera sido muy útil, pero antes la ausencia de ésta y que ese Milos iba con el otro grupo y quizás fuera el único con la astucia suficiente para abrir esa cerradura, sólo nos quedaba una opción.

- Lo más sensato sería buscar la llave - sugiero para luego añadir decidido - pero deberíamos irnos cuanto antes.

E intento derribar la puerta de la única manera que disponemos: la fuerza bruta.

Con el ruido que vamos a ser se acaba la sutileza vuelvo a darle la espalda al grupo yo nos cubro la espalda, que alguien vigile el otro pasillo y los otros intenten ver si pueden terminar de abrir esa puerta a patadas.

Korbis golpea la puerta con el lateral de su cuerpo y parece provocarle alguna abolladura pero esta no se abre. El material de la puerta parecía menos resistente que el de la cerradura, sin duda aquella sala estaba cerrada con llave. Quizá con algo de ayuda serviría.

Cormac se adelantó hacia la puerta con cerrojo y se dirigió a Korbis. -Permíteme que te eche una mano. Si alguno de ustedes puede dejarme una capa o una manta para silenciar el golpe e intentar no llamar la atención se lo agradecería. -Después de decir esto Cormac se dispuso para que ambos golpeasen la puerta al unisono.

“Si quieren echar abajo la puerta de poco le va a servir una capa para amortiguar el ruido, sobre todo después de que Korbis lo haya hecho antes a pelo…” pensó Stephon mientras se rascaba la cabeza y mantenía el alto la antorcha.

-Me temo que no tengo capa, suelen ser bastante engorrosas para pelear con armadura, se enganchan y provocan bastantes situaciones incomodas.- dijo torciendo el gesto.

Estaba bastante fastidiado, me sentía entre la espada y la pared; y para colmo de males acompañado de un grupo de incompetentes o gruñones esto no sera nada divertido. Finalmente las palabras de Cormac lo terminan de sacar de quicio Oh, por Oghma...  suspiro fastidiado Sutileza, de verdad? Ahora? Hace tiempo que perdimos el factor sorpresa y cada turno que pasa solo los dejamos prepararse mas. Así que echen esa puerta abajo o sigamos antes de estar entre los Kobolds y los hombres de Heironeus.

- Encantado.

Respondo a Cormac ignorando los demás comentarios antes de volver a arremeter contra la puerta deseando que la presión de ambos sea suficiente para tirarla abajo.

Lástima no tener la llave

Korbis arremete contra la puerta, pero su golpe queda muy lejos de ser de utilidad y justo cuando está a punto de golpear la puerta, resbala y se golpea con el pomo en la cabeza haciéndose una herida en la cabeza que le dejó bastante mareado.

Cormac trató de ayudarle pero tampoco sirvió de nada aquel intento, por lo que la puerta continuaba sin ceder.

Stephon se acerco alarmado hacia Korbis que estaba tirado el suelo después del resbalón, tras cerciorarse de que estaba bien, le ayudo a incorporarse. –La próxima vez usa la cabeza para pensar, el pobre pomo no se merecía lo que le has hecho.-

Una vez estuvo seguro de que Korbis no iba a derrumbarse, volvió a encararse hacia el pasillo: -Viendo el éxito obtenido, deberíamos de dejar de perder el tiempo aquí, y seguir por el pasillo, la misión urge, y llevamos mucho tiempo perdido…-

Decidís dejar atrás aquella puerta que se os había resistido y decidís continuar por el pasillo que habíais dejado. Avanzáis por él durante algunos metros hasta alcanzar una nueva sala.

En el centro de aquel lugar podéis ver la estatua de un gran kóbold de un tamaño bastante superior al real. Alrededor de ella se pueden apreciar restos de piedra rota, parecen fragmentos de alguna extraña estatua que había sido eliminada y cambiada por aquella.

El gran kóbold vestido con una túnica negra y en una de sus manos un bastón apuntaba con él hacia la pared oeste del lugar.

En esa misma pared se podía apreciar un telar en cuya imagen se apreciaba el triunfo de una banda de kobolds contra una tribu de enanos. 

En la pared del este se apreciaba lo que podía ser un altar con algunos objetos que parecían pertenecer a algún tipo de rito. Alrededor de él se apreciaban montones de maderas y pajas a modo de sillas. Sin duda aquel lugar representaba una pequeña capilla que hacía honor a algún dios kóbold como el que estaba representado en el centro de la estancia.

De frente hacia donde ibáis, en dirección norte, podías apreciar la salida de aquella pequeña iglesia, un lugar por donde podrías continuar en vuestra investigación.

Salazar se acercó al telar y lo examinó, admirando el rudimentario arte de los kobolds.

- Al menos ya sabemos a quien les robaron la fortaleza, estamos ante una creación por parte de los enanos señores. Poco mas creo que podemos hacer aqui, ¿seguimos?

Tras dar mi opinión voy ojeando distraidamente la estatua de lo que parece el dios kobold mientras espero a que el resto del grupo avance.

Cormac caminaba hacia delante, marcando el paso del grupo para seguir hasta la siguiente habitación. -¿Una fortaleza enana eh?, Con un poco de suerte conseguiremos aún más que un grupo de arqueros, tengo entendido que los enanos construyen buenas fortalezas, ¿no es así Korbis?. -Comentaba a voz baja Cormac mientras se sorprendía de la noticia y no podía evitar reirse por dentro ante la idea de un kobold dios. Se freno en seco cuando una idea paso por su cabeza justo antes de salir de la habitación. -Esperad un segundo, tengo curiosidad por saber que habrá detrás de ese tapiz. -Se volvió hacia el tapiz y lo levantó/arrancó para satisfacer aquella intuición repentina.

Aunque me moría de ganas por revisar toda esa sala en busca de algun objeto valioso, no podía perder de vista la retaguardia maldito sean esos bastardos!

Tenía ganas de descargar un virotaso contra alguien y rogué a Oghma que me dejara ver a uno de nuestros enemigos.

- Si.

Respondo escueto a la pregunta de Cornac, pero es que debía empezar a conservar las fuerzas, o quizás acabara como los enanos que una vez habitaron entre estos muros.

Seguramente decayeron hasta el extremo de no poder mantenerla... y la biblioteca anterior seguro que guarda algún texto interesante, como mapas, elegías, gruesos volúmenes de ciencias...

Pensaba, incapaz de poder regresar y perder el tiempo en busca de auténticas piezas doradas, aunque por el momento debía contentarme con hacer memoria en busca las historias de antiguos reinos y fortalezas enanas de la que ésta pudo haber llegado a formar parte.

Stephon caracoleo a lo largo de la sala, interesado en todo aquello. En cuanto todo el tema de la guerra acabara Stephon vendría a recuperar todo esto. En esta mazmorra había cosas mucho más valiosas que cualquier tesoro, había conocimiento e historias que posiblemente nunca más volverían a existir…

Cuando llego a la puerta, se giro a ver qué hacían sus compañeros.