Partida Rol por web

Tendriamos que haber traido a Milus...

Que busque huellas, dice, no diferenciaria las de un mediano o las de un minotauro...

No muy convencido Eldrith se agacho y empezo a tantear el suelo.

Siguió un buen rato buscando huellas por las dos posibles salidas, casi arrodillado en el suelo.

Era muy complicado localizar cualquier tipo de rastros en aquella sala. Sin duda había demasiadas huellas de otras criaturas como para localizar alguna que perteneciera a vuestros compañeros. Lo único que diferenciaba una salida de la otra, es que en la que os llevaba hacia el frente de la sala había un libro tirado en el suelo.

Cogió el libro y le echó un vistazo. Lo suyo no era los libros, y seguramente lo de los kobolts tampoco, así que ya tenían camino a seguir.

Le pasó el libro a Eldrirh. - Toma, ten esto. Quizá a ti te guste la lectura. Seguiremos este camino. - dijo señalando la salida de en frente y encaminándose por ella.

Con curiosidad acepto el libro que me ofrece rob y miro el lomo y las tapas para ver el titulo y la calidad, no creo que sea suficientemente interesante como para ponerme a leer ahora asi que simplemente lo guardo en la mochila.

Como tu digas,mejor si es un pasillo estrecho.

Continuáis hacia el interior de la cueva por el camino del frente. Ante vosotros se abre una gran sala provista de varios pilares en el centro de ésta. La sala está llena de mesas y estanterías repletas de libros escritas en algún idioma antiguo que quizá no conozcáis.

A juzgar por el polvo de la habitación, los libros parecen llevar años o incluso décadas sin usar. Esa sala parece haber quedado de tránsito entre un lugar y otro.

De toda aquella larga lista de estanterías de libros, había un lugar donde parecía que faltaba uno, precisamente ese podía ser el que encontrasteis en la entrada.

Nuevamente, la sala tenía dos salidas, hacia el frente o de nuevo por la izquierda.

¡Maldita sea! Esto es un laberinto. No va a ser tan fácil encontrarnos con el otro grupo. - De nuevo miró al suelo, esperando encontrar pisadas recientes que le indicaran que dirección tomar.

Las estanterías y los libros las ignoró por completo. Aunque se preguntó que demonios hacia esa biblioteca en una cueva de kobolds.

Sin pensarselo mucho Eldrith coloco el libro que faltaba en la biblioteca y hecho un rapido vistazo para ver si reconocia algun libro, o al menos la lengua.

No pensaba que los kobolds leyeran... y esto no es comun.

Rob buscaba por el suelo en busca de algún rastro que seguir para poder localizar a sus compañeros, mientras que Eldrith colocó el libro en el lugar que parecía ocupar sin que sucediera nada.

Después comenzó a revisar los libros, parecían estar escritos en varios idiomas, pero principalmente parecían textos religiosos escritos en común y enano, aunque ninguno parecía de utilidad, pero cuando tocó uno de aquellos libros una de las estanterías se movió para dar lugar a un nuevo corredor por el que se podría continuar.

A juzgar por las telarañas que contenía, a simple vista, parecía que nadie había cruzado aquel pasillo en mucho tiempo.

Rob enarcó una ceja cuando Eldrith encontró un pasillo oculto.

¡Por los vientos del norte! ¿Como has supuesto que había algo oculto?

Un nuevo camino se abría ante ellos, otra posibilidad. Lo que era seguro es que sus compañeros no habían ido por ese nuevo corredor.

Corremos un gran riesgo si nos adentramos solos en ese corredor. Hemos venido aquí a buscar al otro grupo, así que yo seguiría por el pasillo del centro. Tal vez cuando los encontremos podamos dar un vistazo a eso que has encontrado.

Se encamino por el pasillo de enfrente, esperando que Eldrith lo siguiese.

Encogiendose de hombros ante su descubrimiento esta deacuerdo con su compañero e intenta revertir el proceso antes de seguirle.

Los arquitectos tienen poca imaginacion.

Continuáis de frente por el pasillo de la biblioteca y tras recorrer algunos metros el camino gira a la derecha. Pero justo en ese mismo esquinazo hay una puerta en el lateral izquierdo. La puerta parece estar hecha de una madera más recia de lo habitual y posee una cerradura lo que probablemente indique que no resultará tan sencillo abrirla.

La otra opción era dejar esa puerta y girar a la derecha para continuar por el pasillo.

Por aquí no han pasado. - señalo la puerta cerrada con llave. - Estos es un maldito laberinto de galerías, pero no creo que se hubiesen molestado en cerrar de nuevo la puerta si hubiesen entrado por aquí.

Así que continuemos por la galería de la derecha. - Su deducción para él era obvia, así que no espero ningún comentario de Eldrith y se encamino por el camino de la derecha.

Lo que Rob decia tenia logica, y no habia mas caminos asi que tras un rapido vistazo a la cerradura le siguió sin tocar nada.

En el centro de aquel lugar podéis ver la estatua de un gran kóbold de un tamaño bastante superior al real. Alrededor de ella se pueden apreciar restos de piedra rota, parecen fragmentos de alguna extraña estatua que había sido eliminada y cambiada por aquella.

El gran kóbold vestido con una túnica negra y en una de sus manos un bastón apuntaba con él hacia la pared oeste del lugar.

En esa misma pared se podía apreciar un telar en cuya imagen se apreciaba el triunfo de una banda de kobolds contra una tribu de enanos.

En la pared del este se apreciaba lo que podía ser un altar con algunos objetos que parecían pertenecer a algún tipo de rito. Alrededor de él se apreciaban montones de maderas y pajas a modo de sillas. Sin duda aquel lugar representaba una pequeña capilla que hacía honor a algún dios kóbold como el que estaba representado en el centro de la estancia.

De frente hacia donde ibáis, en dirección norte, podías apreciar la salida de aquella pequeña iglesia, un lugar por donde podrías continuar en vuestra investigación.

De pronto un virote procedente de alguna ballesta viene de la puerta del norte, la flecha pasa rozando la cabeza de Eldrith que si no llega a ser por sus reflejos le hubiera costado la vida.

¡Maldición!

Todavia con el susto en el cuerpo busco cobertura y tras esperar un tiempo prudencial y escuchar busco en el suelo posibles trampas. Se ve que no se puede pasear sin cuidado.

Rob se movió buscando cobertura y sacando el arco dispuso una flecha en la cuerda. Miró en la dirección de la que provenía la flecha intentando vislumbrar si el proyectil provenía de una trampa o algún enemigo.

-¡Maldita sea! ¿Qué fue eso?