Partida Rol por web

Tras ese certero disparo del humano el baúl grita. Annael se acerca a la criatura baúl para seguir acosádola y para recuperar sus armas.

Empleando el hacha como si fuese una lanza, el semiorco ruge mientras golpea a la criatura.

- ¡¡MUERE BESTIA!! ¡¡ME TRAGARÉ TU ALMA!!

El semiorco realiza un barrido por debajo de la mesa alcanzando a la criatura que, entre estertores de dolor deja de emitir sonido alguno. De su boca llena de dientes se puede apreciar un brillo metálico. 

El semiorco destroza a hachazos la boca de la criatura antes de investigar su interior.

Dench introduce la mano en el amasijo de carne y fluidos en que se a convertido su boca. Veis como saca algo brillante de dentro. La estatuilla de un guerrero enfundado en una armadura hecha de plata con incrustaciones de zafiros en las alas del casco y una espada de rubí.  

Annael observa cómo el semiorco da el golpe de gracia a la criatura baúl y destroza los restos de ese ser por si acaso vuelve en sí.

Después se acerca al humano y se presenta.- Soy Annael- dice afreciéndole la mano para estrecharsela-. Siento no haberme presentado antes, pero creo que era más importante acabar con... con eso- dice señalando al baúl.

- Mi nombre es Elmorn. Dice amistosamente el clérigo. - Muchas gracias por tu ayuda. ¿Cómo has llegado hasta aquí?. Le pregunta mientras mira la estatuilla que ha sacado Dench del Baúl. - Esto debe de costar una fortuna. Nos lo merecemos por lo que nos ha costado matarlo.

Dench saluda al elfo con un gesto hosco.

- Dench. No peleas mal ... para un ser un elfo. ¿Que tenemos aquí? Debe ser valioso ...

Annael sonrie por las "sinceras" palabras del semiorco.- Me lo suelen comentar- dice acercándose a Dench y alargandole la mano para estrecharla-. Annael.

- La verdad es que estaba de paso en el bosque, durmiendo en la espesura cerca de aquí, cuando oi algo y sentí algo. Me acerqué y vi que dos de vuestros compañeros salían por la puerta. Les pregunté que psaba y me dijeron que estabais luchando en la torre. Ellos se marcharon alpueblo, para cuarar al guardabosques y yo me interné en la torre- Annael se encogió de hombros-, y lo demás ya lo sabéis.

El elfo sonrió y luego se percató de la magnifica talla que el semiorco había sacado del interior del monstruo-baúl.- Fiiiiiuuut- silvó mientras le arrebataba la pieza a Dench y la miraba por todos los ángulos.- Muy, muy  buena talla. Esto vale un dineral- Comenta Annael devolviéndole la figura a Dench-. Guárdala seguro que sacas un buen pellizco por ella. ¿qué os parece si seguimos revisando esta torre?- preguntó mientras recogía sus armas y las limpiaba con algún trapo que por allí hubiera.

- Estoy de acuerdo contigo, Annael. Dijo el clérigo. - Pero antes deberíamos buscar en los armarios, la mesa y la cómoda a ver si hay algo interesante. Mientras recogía los virotes que había utilizado observándolos detenidamente para saber si podría volver a utilizarlos. -Quién sabe si los necesitaré.

Calculas que la estatuilla valdrá unas 100 de oro. Y recuperas todos los virotes.

Calculas que la estatuilla puede valer unas 1000 de oro, tal vez un poco mas.

Calculas que la estatuilla puede valer unas 1200 de oro.

Registrais la estancia descubriendo tres pociones de curación en el armario y encima de la mesa teneis materiales de conjuros y hierbas por valor de 50 piezas de oro. Justo antes de abandonar la habitación Annael se percata de algo, debajo de la cama, entre una sucia alfombra de piel y la pared, brillaba un cartucho de latón sellado.

Annael se dirigía hacia la puerta para salir d la estancia, cuando en  un último vistazo a la habitación vio algo debajo de la cama.

- Esperad- dijo acercándose a la cama-. ¿Qué puede ser esto que se esconde debajo de la cama?.

El elfo se agacho y miró lo que allí había, de momento sin tocarlo. Luego cuando se percató que no era nada malo, alargó la mano y lo sacó al exterior.

Elmorn estaba buscando en el armario grande cuando Annael encontró algo debajo de la cama. - ¿Qué has encontrado?. Le preguntó ansioso por saber qué era.

El clérigo rebusca en el armario sujetando una prenda negra cuando Annael descubre un tubo de latón sellado. Al girar la prenda Elmorn la suelta horrorizado dejándola caer al suelo. El símbolo de Ciryc, un cráneo blanco sobre un sol púrpura, adorna la túnica. 

Elmorn se echó para atrás, pálido por lo que había visto. - Esta debe de ser la habitación de un clérigo de Ciryc, una deidad maligna. Detrás de las incursiones de los orcos debe de haber algo más. Puede que sean dirigidas por este clérigo. Dijo preocupado, la cosa era más seria que acabar con unos cuantos orcos. - Cojamos las pociones, una para cada uno. Dench, tu guarda la estatuilla, que debe de valer unas 100 mo y yo guardaré los materiales de conjuros y las hierbas. Continuemos sigilosamente pero antes abre ese tubo a ver que contiene. Le dijo a Annael.

- Más bien unas 1200 monedas de oro, diría yo... pero no me hagáis mucho caso, pues no me dedico a ello- comentó Annael sin dejar demirar el tubo sellado, pero contestando a lo que acababa de decir Elmorn.

- No sé si abrirlo- dijo sin quitar la vista del tubo-. ¿Tú qué sellarías si fueras clérigo?... ¿algo perjudicial para que no se use, o algo beneficioso para que no se estropee?- preguntó el elfo a Elmorn nuevamente.