Partida Rol por web

Sargon viendo que todos salían con dirección a la arena para el entrenamiento matutino, se apresuro con el desayuno y siguiendo al resto de los soldados de su escuadrón se fue con ellos a entrenar, a llegar al lugar se habían formado varias parejas y todos entrenaban con entusiasmo e interés poniendo lo mejor de si.

Escucho a Bartos comentando sobre las horas libres de la tarde, quizás tenia razón y seria una buena oportunidad para explorar mas allá de aquel lugar, si es que les concedían el permiso para salir, por lo que acercándose a Bartos le susurro, Hey amigo quizás me interesa salir con ustedes tambien, no te olvides de avisarme, y tomando firmemente el escudo y la lanza lo invito a entrenar diciendo, ahora Bartos toma tus armas y vamos a entrenar.

Había encontrado pareja de baile, y este tenía ganas de probar mi acero madera, me toco intentar parar primero y lego atacar. Vale, saldremos tan pronto como podamos.

Venga atiza, te espero.

La arena ese sitio ideal para desfogarse, y siempre teniendo en cuenta la premisa, lo que pasa en la arena en la arena se queda. 

El día avanza, el sol comienza a ponerse, se acerca el anochecer y el final del día. Los soldados pronto serán llamados a la cena y se congregarán en la cantina para relatarse las aventuras del día.

Orestes continuó el entrenamiento con la espada, haciendo los movimientos y marcando los golpes, evitando el contacto directo en todo momento, pues el combate contra Orión lo había dejado molido. Después de comer junto a sus compañeros, aprovechó las horas libres para acercarse a la enfermería, en busca de algún remedio que aliviara el dolor de sus heridas. la paliza había sido tan grande que Orestes se tumbó en una de las camillas quedándose dormido al poco tiempo. No tenía ganas de moverse mucho. Se limitó a hacer tiempo hasta que empezaran las clases teóricas, a las que llegó el primero para ponerse en primera fila y que no se le perdiera ningún detalle. En la clase de Estrategia se mostró especialmente atento e interesado. Se le notaban ciertas dotes de organización. Ya en sus caravanas, era el que mejor sabía posicionar a sus mercenarios cuando sufrían algún ataque. Por alguna pregunta que hizo durante la clase, se notaba que tenía un pensamiento claro y rápido, captando las ideas que se transmitían a la primera, incluso resolviendo  dudas a sus compañeros.

Para Viktorio la clase de historia de Etrexia era casi una tortura, no entendía para que quería saber la historia del reino si ni siquiera conocía su pasado, aun sin recuerdos seguía sin considerar esa como su patria, aún así intentaba pasar desapercibido sin que esto se notará sobre todo por respeto a sus hermanos con los cuales sí se sentía más identificado.

En cambio las clases de estrategia militar si que despertaban su interés siendo bastante negado para el tema decidió ocupar la zona delantera, siempre están los más atentos así que algo podría intentar absorber. Viendo a su compañero Orestes no podía hacer otra cosa que sentir envidia sana da una pequeña palmada en la espalda de su compañero mientras le dice: oye Orestes donde as aprendido todo eso, no se cómo puedes ver cada movimiento antes, voy a tener que pegarme más a ti a ver algo se me pega jejeje.

tras esta llega entrenamiento atlético, aquí se siente como pez en el agua, por una extraña razón es capaz de hacer toda clase de piruetas  que nunca aprendió, esto siempre le hace soñar en como pudo ser su pasado, a menudo sueña con bosques y bellos parajes naturales en los que siente una calma que desea.

Tras esto toca prepararse para la cena así que se prepara y se dirige a la cantina

Viktorio, no creo que lo haya aprendido, símplemente lo veo. ¿ Dónde ha aprendido Orión a ser tan fuerte....?  schsssssss... prestemos atencion

Orión se pasó toda la clase de espada supervisando férreamente a Orestes. No quería decirle nada, pero parecía que avanzaba por segundos...

11:00-13:00 Orión casi llega tarde, pero la clase parecía algo más teórica... lo cual aburría a Orión y le hacía perderse en la explicación.

18:20- Orión llega tarde a la clase Historia de Etrexia?? Argh que aburrido se sentó y casi se quedó dormido media clase...

19:00- Estrategia Militar. Orión no entendía como eso podía servir en un combate. Miraba con cara perpleja, pero parecía que Orestes hablaba el mismo idioma. Se limitaba a preguntar cosas que parecían darse por sabidas ¿Qué es un objetivo? (...) ¿Puede repetir lo de la línea... de no sé que? (...) ¿Y eso cómo va a ayudar en combate? Tantas cosas nuevas que aprender y era tan díficil memorizarlas todas. Su libreta parecía llena de jeroglíficos, sin embargo Orestes parecía tener una escritura más limpia. Todo esquematizado... Orión estaba tan enfadado, pero cuando todo parecía nublarse, un claro de sol apareció "MEDIA HORA DE ENTRENAMIENTO ATLÉTICO!" y ahí Orión echó toda su ira, rabia e impotencia. Parecía querer matarse. Y después? Cena!!!

21:00 Cena... Orión reunió otra vez más a su grupo para cenar...
Silcer combatirás mañana conmigo? tras que este respondiera a su pregunta, preguntó a Orestes [I¿]Podrías ayudarme con Historia y estrategia militar?Dan demasiadas cosas básicas por sabidas y si esa base no puedo seguir las clases... me es imposible[/I] parecía que los demás habían recibido cierta instrucción militar que él nunca vio...

Como antes, en el campo de entrenamiento, busqué pasar desapercibido. No tenía ninguna razón para entablar conversación con el resto de los reclutas y mucho menos amistad, por lo que busqué un sitio alejado donde no me molestaran y pasé la clase en silencio. Muchos de aquellos conceptos se me hacían familiares, máquinas de asedio que conocía y el correcto emplazamiento de un campamento militar. Quizás no fuera el mejor en aquellos temas pero al menos sabía de lo que se estaba hablando.

Al menos aquellas clases servían para no tener que hablar con nadie, uno podía quedarse sentado sin cruzar palabra. Aquello era una suerte ya que muchos sino todos los que estaban allí parecían estar en alguna clase de paraíso divino. Tanta alegría por ser parte de aquel ejército, tantas ganas por aprender los modos del guerrero y poder de una vez por todas salir en busca de sangre.

Cuando terminaron las clases me dirigí al comedor, demasiada gente y pasar desapercibido sería más difícil. Al llegar allí busqué un sitio donde sentarme tan alejado del resto como me fuera posible y comí en silencio.

Orión dio una voz a Balin...¿Qué le pasa a aquel tipo? Lleva aquí mucho tiempo, ¿por que le ha dado aislarse? Y encima uno de mi unidad... EH BALIN!!! COME CON NOSTROS! No me escuchaste en la comida? Su cara estaba seria. No le gustaba esa actitud. Su grupo tenían que ser uno y cine sa actitud no iban a ser uno...

Estaba habiendo cambios y el mejor de todos los cambios era que el malnacido de Helios se había esfumado, no habían dicho a donde le habían destinado, pero por la mente de Bartos pasaban un sin fin de destinos chungos, en los que podía terminar.

Aproveché la cena para preguntar por los cambios que se estaban produciendo en la unidad, y hablé con Sargon y Arsenios de nuestra pequeña excursión que se había aplazado. -Tampoco he preguntado, vaya que no creo que estemos prisioneros, digo yo si tenemos unas horas libres mientras regresemos a tiempo no pasará nada, ¿no?

Sargon entonces gano de iniciativa a Bartos pero fallo el primer golpe, Bartos quien reaccionando inmediatamente asesto 1 golpe de lanza en la humanidad de Sargon, este respondió al ataque con un nuevo ataque aun mas impetuoso el cual impacto contra Bartos golpeando con fuerza

De esta forma trascurrieron los entrenamientos de lanza y espada corta, ya entrada la hora del desayuno Sargon marcho rápidamente a los barracones en donde devoro hambriento su comida, para luego dirigirse a la enfermería a buscar algún ungüento que aplicar a sus golpes, marchándose a un lugar tranquilo, sombreado y de naturaleza frondosa en donde aplicarse tranquilamente la medicina durante el corto descanso.

El entrenamiento de coordinación en grupo fue algo nuevo para el, era allí en donde aprenderían a trabajar como uno solo, a conocerse mejor en su desempeño de cada quien y a comunicarse casi que sin palabras, para lograr que su unidad fuera homogénea y compacta, tomaba nota atentamente sin interrumpir, hasta que culmino dicha clase.

Ya era la hora de almuerzo de nuevo en los barracones comió junto con sus compañeros, comentando las anécdotas del entrenamiento y la clase previa, ahora tenían 4 horas completas para hacer lo que quisieran, Sargon decidió marcharse a su habitación a dormir un rato.

Historia de Etrexia y estrategia militar eran materias de la que tenia conocimiento ya que su padre se había encargado de enseñarle sobre ambos aspectos, interesado y atento tomo notas interviniendo, preguntando activamente y participando.

Ahora entraban en la clase de entrenamiento atlético, eran probados en distintas disciplinas, Sargon esta dispuesto a vencer sus propias limitaciones y marcas, por lo que llevando su cuerpo a la extenuación se exigía cada ves mas en cada prueba a la que eran sometidos.

Ya entrada la hora de la cena y algo cansado por la ultima clase, conversaba con Bartos sobre la propuesta para salir y explorar los alrededores de la fortaleza, Ciertamente no somos prisioneros, pero creo que tampoco teneos libertad plena para salir a nuestro antojo, si salimos sin permiso debemos tener cuidado, aunque lo mejor es quizás preguntar como el que no quiere la cosa, así sabremos a que atenernos, ademas lo mejor es que sea un grupo pequeño y que el que no va que no sepa nada de esto.

La hora de la cena terminó, la noche reinaba, las luces se apagaban, y los soldados se iban a dormir. Salvo los insomnes...

Orión me había llamado, ¿algún intento torpe de camaradería? Quizás su intención fuera buena, pero el humor no acompañaba, en todo caso resultaba imposible no prestar atención a la invitación sin generar rencores y allí entre hombres de armas, hombres violentos, quizás no conviniera tener aquellos problemas.

Terminé la cena junto a Orión y quienes con él se encontraba sin participar de las conversaciones a menos que se me hablara directamente. Al terminar de comer no me demoré en charlas ni sobremesa y me fui a las habitaciones a descansar. Pasé la noche en relativa paz, con algo de dificultad para dormir y atento a lo que sucediera. O al menos eso intenté.

Otro día llegaba a su fin, y el ambiente parecía más relajado, seguro que era por la ausencia del siempre incomodo grano en el culo

El recluta Bartos seguía siendo de los más reservados, y ciertamente ahora se podía relajar y pasar página, el estrés que los primeros días le había sometido el del anillo, ahora se había disipado y una cara más amable parecía ofrecer a los que hablaran con el, seguía obstinado en pasear fuera la hora que fuera, y les faltaría a la verdad si no les contara que en la mente de ese hombre se iban forjando planes, que siempre terminaban con un vaso de buen ron añejo en su mano y por que no un par de piernas frotando su muslo.

La cena transcurrió en completa tranquilidad, Bartos se mostró algo reservado mientras escuchaba a Sargon, pero no respondió palabra al respecto de lo que Sargon le decía, casi todos sus compañeros pasaron el día casi que desapercibidos y tacitabundos sin llamar mucho la atención. 

Una vez terminada la Cena Sargon decidió marcharse a su habitación, tirado sobre su cama alumbrado con una tenue luz meditaba los acontecimientos del día calladamente, quizás esperaba algo diferente una noche mas movida y animada, la rutina militar estaba fastidiándolo un poco, quería algo mas de tiempo libre en especial fuera de aquella fortaleza.

Robb tuvo un buen día, no le dio tiempo a hacer todo lo que quería pero fue un buen día. Las clases que tuvo por la tarde el resultaron aburridisimas y, por lo que parecía ver en las caras de sus compañeros no era el único.

La noche llegó y Robb se retiró a su habitación a descansar. 

Orion... Linea Obsidional. Aunque nuestro ejército esté asediando una fortaleza, puede recibir ataques de alguna salida que provenga del interior de la misma. Por eso es conveniente construir sistemas de defensa. A la línea que forman esas defensas se la llama línea obsidional, ob si dio nal.

Viktorio, La historia es muy importante, pues de ella se puede aprender a no cometer los errores que otros cometieron. En una guerra, hay muchas situaciones que pueden repetirse a pesar del paso del tiempo. Es bueno conocer lo que se hizo bien y mal en cada época.

Tras las clases teóricas volvió el ejercicio físico y Orestes acabó con la lengua fuera. A parte de que no era lo suyo, el combate de la mañana lo había molido y apenas le quedaban fuerzas al final del día para mantenerse erguido. Quedó el último en todas las pruebas, pero aun así completó todo el entrenamiento. Parecía haberse contagiado del orgullo y coraje de sus compañeros de unidad. Durante la cena intentó sacar alguna palabra al huraño de Balin. Pensaba como Orión, tenían que ser uña y carne para poder acometer con éxito misiones futuras.

Dinos Balin, ¿te habías enfrentado a  osgos anteriormente a nuestro encuentro? ¿ Alguna vez has tenido la muerte tan cerca como ese día?

- No. No son comunes en mis tierras - respondo intentando sonar amable, aunque bien se que se me hace difícil al no querer da pie a ninguna conversación.

No me malinterpretes Orestes pero dudo mucho que la clase de historia nos valga para la hora de la batalla, pienso que para alguien es precioso conocer sus raices, intentar sentir y ver por lo que pasaron sus antepasados, ojala pudiera conocer mis raices, saber de donde vengo y porque, es una sensación de vacío que no puedes imaginar, es una tortura cada noche, pequeños flases aparecen por mi cabeza,pero nada mas, pero bueno gracias de todas formas.

a la hora de la cena tras coger su ración busca acomodo cerca de Bartos, al que mira fijamente con cara de pocos amigos y le dice oye Bartos, ¿ese es tu nombre no?, os escuchado hablar de que tenéis apensado salir a la taberna, crees que es buena idea.

Tras un breve silencio cambia su expresión a una mucho mas amable y prosigue me refiero si crees que es buena idea salir sin la compañía de un elfo apuesto jejeje ya sabes que las humanas babean por poder lamer unas orejas picudas como estas, por cierto soy Valandil creo que no nos hann presentado

Tras esto alarga la mano para estrecharsela a su compañero, y continua con su comida.

Despues de las clases teoricas, historia y tactica militar por fin llego la hora del entrenamiento fisico. Esa era la parte que mas me gustaba, sopese la lanza y el escudo... entendia la importancia de las clases teoricas, aun asi no era lo mismo que empuñar un arma. El tacto de la madera, el aire a mi alrededor, era en esos momento cuando me sentia mas vivo. Las clases avanzaron y yo segui perfeccionado mi arte con la lanza, en cuanto se acabaron los combates cuerpo a cuerpo me diriji a uno de los muñecos de comabte y empeze a lanzarle lanzas cortas para mejorar mi punteria con ellas.

El primer lanzamiento se clavo en el muslo del muñeco, me quede mirando a la figura como si pudiera atravesarla con mi mirada, aun a esa distancia no era lo suficientemente bueno. Cogi otra lanza, relaje los musculos y el lanzamiento impacto directamente en el pecho atravesando la figura. Una sonrisa aparecio en mi rostro, mucho mejor... las siguientes tres tambien dieron en el blanco.

Paso el tiempo mas rapido de lo que espereba y pronto toco ir a cenar. La cena no era un manjar pero servia para nutrirnos tras un dia de esfuerzo fisico y mental, comprobe que algunos de mis compañeros se reunian juntos... era mi primer dia y aun no habia sido capaz de acercarme a entablar relacion ninguna, asi que decidi que era el momento. Al fin y al cabo pronto luchariamos codo con codo, era mejor conocer a mis compañeros, tanto sus fuerzas como sus debilidades... para mejorar el conjunto.

- Buenas noches compañeros, mi nombre es Vane y acabo de llegar a la academia. -