Partida Rol por web

Las razones por las que habíais llegado hasta allí solo vosotras cuatro la sabríais, quizá hubierais llegado en grupo, quizá hubierais llegado por separado. Pero el caso es que una horda de trasgos que habitaba ese gran templo os había atrapado, os había quitado todo vuestro equipo y os había dejado encerrados en aquella austera habitación.

Tras un par de días de gritos en idioma trasgo, y sonido de movimiento, algo os llamó la atención. Fuera del templo los trasgos parecían estar en plena lucha, quizá hubiera llegado el momento de que alguien os viniera a liberar.
 

Maldita sea! El cansancio la había vencido y se había quedado dormida. Tisha estaba aprendiendo, por las malas, que ir sola en busca de tesoros perdidos no era una buena idea. Al menos ahora no estaba sola.

Miró a las mujeres que estaban presas junto a ella y pensó que si todas unian sus fuerzas quizás prodrían salir de esa aprovechando el jaleo.

Hola, me llamo Tisha -susurró la mediana-. A ver si encuentro algo con que cortar estas cuerdas y salimos de aqui.

Empezó a buscar por los alrededores por si encontrase algo que le sirviese para liberarse de las ataduras. Al tiempo empezó a forcejear; quizás se soltasen solas.

Cassandra desperó en la misma celda, rodeada de humanas y otra mediana como ella, que no conocía. Por enésima vez, la mediana empezó a agitarse y a contornearse para liberarse de las ataduras de los trasgos. Si había escapado de las celdas del bajá Hook, podría salir de aquello sin despeinarse.

-¿Escuchais eso? PArece que los trasgos tienen problemas. ¡Seguro que son buenas noticias! -dijo con el optimismo que la caracterizaba. Tymora nos sonríe, compañeras, ya vereis!

Lo positivo de estar encerrada en este agujero es que sigo viva, seguro que es tan fácil como cuando vine aquí sin pensar y me capturaron como a una chiquilla perdida, toda una hazana para un clérigo de San Cuthbert, creo que si por una vez mantengo la cabeza fría puedo escapar junto con el resto de prisioneras, parece que saben cuidarse y tienen tantas ganas como yo de salir de aquí:

- Si parece que les están dando justicia de San Cuthbert a esos trasgos, no creo que pase nada si salimos de aquí antes, para dar la bienvenida a los liberadores - escuchando más atentamente afuera - por cierto me llamo Kendra.

- Cristal.

Añado con una tono grave, casi como si estuviese ronca. Ya casi había perdido las esperanzas en salir de aquí, por lo que tampoco me hacía ilusiones que esa puerta se volviera a abrir para añadirnos más compañía.

- Será mejor que no os emocionéis tanto hasta que alguien abra esa puerta.

-¿Qué hacemos si no vienen a liberarnos? ¿Les saltamos encima? ¡Yo puedo morder muy fuerte!

Cassandra estaba excitada y dispuesta a hacer lo necesario para salir de allí.

- Alguna de vosotras sabe manejar puertas? Quizás podamos echar un vistazo afuera y ver que está pasando.

Que nervios, hay que saber que ocurre afuera, no sabemos si quien hay fuera es amigo o enemigo 

-Si alguien más sabe de abrir cerraduras, podríamos unir nuestros conocimientos y quizás por fin abrir esa maldita puerta. Parece que están muy ocupados ahí fuera, es el mejor momento.

Tisha se abalanzó hacia la puerta, tenía que abrirla sea como fuera!

Cassandra ya lo había intentado varias veces pero no iba a ser ella la que se negara a intentarlo! Y menos si era otra mediana la que pedía su ayuda.

-Que no se diga que no lo intentamos, hermana!

Instintivamente miré a Kendra, queriendo confirmar que sólo era cuestión de las medianas el intentar cosas imposibles y que al menos la sacerdotisa tendría una pizca más de sentido común.

- Deberíais guardar vuestras fuerzas.

Insisto paciente, aunque esperando que entren en razón antes de hacerse daño.

- Si alguien les está dando por saco a los trasgos, o bien ganarán y nos sacarán de aquí, o los encerrarán a ellos también. Nuestras mejores opciones residen en esperar y estar preparadas.

Añado intentando hacerles comprender, a pesar de lo escasas que sean las posibilidades de que me presten atención.

Está bién, no te preocupes- dijo Tisha ya con media lengua fuera por la concentración y agradeciada por la ayuda que le estaba prestando la otra mediana-. Esto no es cuestión de fuerza. Además, así estamos más cerca de la puerta y podemos oir si alguien se acerca.

Guiñó el ojo a la humana, el caso es que disfrutaba con aquellos pequeños retos a sus habilidades.

Habíais pasado horas tratando de abrir o romper esa cerradura, pero al no disponer de unas buenas ganzúas, el trabajo había resultado imposible. ¡Manipular aquella cerradura sin un solo alambre, hierro, o cualquier cosa que sirviera, resultaba imposible!

Pero mientras lo seguían intentando, escucharon que alguien se acercaba corriendo hasta la puerta. Debían estar preparadas pues fuera, quien fuera, seguramente abriría la puerta en cualquier momento.

Atentas! - advirtió en susurros la mediana al escuchar los pasos tras la puerta que las mantenía presas-. Viene alguien!

Tisha se apartó de la puerta, se puso al margen de la misma, asegurandose que no fuese del lado en que se abria, por supuesto, y preparada para salir corriendo como alma que lleva el diablo, si veía la oportunidad.

Cass sabía que su "prima" había actuado bien pero la curiosidad era mayor que la cautela en la joven mediana. Ella pegó su rosrtro a los barrotes, tratando de atisbar quién se acercaba. ¿Sería guapo?

Kendra se coloca con la espalda pegada a la pared al lado de la puerta, en cuanto alguien entre por al puerta podrá echarse encima de lo que sea.

Al parecer el primer enemigo que apareciera por aquella puerta, recibiría a las medianas y la sacerdotisa en abalancha, por lo que más me valía prepararme para el apartar al segundo, o incluso tercero, que apareciera por aquella puerta. Quizás así tuviéramos una oportunidad de escapar.