Partida Rol por web

" Vamos, que no me entero de nada, resumiendo, si yo se quien me manda, el diablio tendra que saber quien le manda o le a traido al barco, ¿no es asi?, pues entonces si lo he logrado entender, debemos ir ya a la cocina " digo apoyando mi mano en la empuñadura de la cimitarra

Según Melinda se enfrentaban a algún poder oscuro todavía más poderoso del ser que se ocultaba en el barco. - !Pues que bien¡. La cosa cada vez mejora más.

Bueno, sea lo que sea ese poder oscuro, lo primero que tenemos que hacer es dar con el nuevo polizón de carne y hueso. Así que vamos a la cocina. Si Mofeta no entra en razones, habrá que hacerlo por las malas. Ya estoy cansado de tanda diplomacia.

El elfo ya había agotado su paciencia. Era hora de coger el camino de en medio y empezar a poner las cosas en su sitio. Se levantó del baúl y empezó a andar hacia la cocina.

¿Venís?

" voy contigo Vaati, dejame a mi lo de presionar a Mofeta, le voy a meter el miedo en el cuerpo hasta que nos cuente todo lo que sabe " mientras acompaño a Vaati....

Cuando los mercenarios suben a la segunda bodega, se encuentran con que la puerta de la cocina está cerrada. Mofeta ha estado muy receloso desde que Flame y Silverio intentaron poner un pie en su, subrayado lo de su, cocina.

Un suave meneo, casi imperceptible, mece el pasillo debido a las olas que atraviesa el Miseria. Un poco más allá, otra puerta lleva al comedor, que a estas horas estará vacío. Al fondo, la entrada al camarote comunal de los marineros y las escaleras que suben al siguiente nivel.

Es difícil estar seguros de los movimientos del cocinero, pero de anteriores días es posible recordarle más activo durante la mañana. Mofeta salía frecuentemente a buscar ingredientes para preparar la comida. Ahora, en la tarde, es sin embargo un fantasma que no hace ni una sola aparición. Permanece encerrado en su cocina, sabiendo que las sobras del día le proveerán de los ingredientes para la cena.

Bien... - dijo hablando con Hakin una vez llegaron a la puerta de la cocina. - ... intenta meterle miedo por lo menos para que salga. Aunque la última vez se rio en nuestras caras.

Si eso no funciona, habrá que echar la puerta abajo o forzar la cerradura. Me niego a esperar hasta mañana a la hora de comer. - se cruzo de brazos y se apartó un poco dejando sitio al marinero.

También podemos intentar fraguar una tregua con el "diablio", y ambos luchar contra el Poder Oscuro. - digo el gnomo, mientras se encogía de hombros porque no sabía quien se reiría más de esa propuesta.

" Vosotros dejarme a mí " , cojo fuerzas y golpeo con fuerza la puerta " MOFETA, TENEMOS QUE HABLAR CONTIGO CARA A CARA, TE SUGIERO QUE HABRAS LA PUERTA Y NOS DEJES ENTRAR O TE VOY A DAR TAN FUERTE QUE POR LA MAÑANA NO SABRAS DIFERENCIAR TU CULO DE LA TABLA DE MADERA DONDE CORTAS LAS VERDURAS , ME HAS ENTENDIDO? "  miro a mis compañeros encantado con mi actuación,( a si los brazos se me olvidaban ) y acabo con los brazos en jarras mirando a la puerta....

Se escuchan murmullos detrás de la puerta, pero al final se abre. Tímidamente, el cocinero asoma la cabeza al pasillo. Por la rendija de la puerta entreabierta se ve una gran alacena en la pared derecha y la luz del ventanal del fondo. Los olores de la cocina se mezclan, abundan las especias, y el terrible olor corporal a gónada de hombre lagarto que acompaña siempre a Mofeta.

¿S-s-síiiiiiiii? ¿De qué queréis hablar? Yo no he hecho nada.

El enano gira su cabeza al interior del camarote, con el índice en los labios, mandando callar a quién sabe qué. Luego vuelve a miraros como si su gesto no acabase de ocurrir.

Golpeo con mi hombro la puerta para abrirla de par en par y evitar que la pueda cerrar

O está loco o realmente esconde a alguien. - Piensa Vaati cuando mofeta entreabre la puerta y hace un gesto de guardar silencio dirigido al interior.

El impulsivo de Hakim intenta echar la puerta abajo nada más que Mofeta abre. Y por el impulso parece que lo consigue. Vaati se sitúa detrás y echa mano de su varita de dormir, por si acaso la necesitase para reducir al cocinero.

Hakim derriba la puerta haciendo que Mofeta caiga de culo. El enano retrocede como un cangrejo através del estrecho desfiladero que se forma entre el fregadero y la alacena. El camarote es lo suficientemente pequeño para que no haya posibilidad de esconderse y... Y no hay nadie. En la cocina solo estaba Mofeta.

La puerta... Mi cocina... Ngg... No es justo. No es justo...

Siguiendo por la alargada cocina, al fregadero le sigue un horno de leña, apagado, con un par de ollas encima. Asimétricamente, lo que sigue a la alacena del lado derecho es un catre con las sábanas sucias y grises completamente revueltas y con restos de comida. La cocina en general también sigue ese patrón de suciedad, con manchas de grasa y algunas moscas revoloteando.

Afianzando la puerta contra la pared, " señores y señoras todo suyo, yo ya he abierto el camino " mirando a Mofeta " Mofeta, dinos todo lo que sepas o recibiras una buena paliza con una de esas sartenes al rojo vivo " miro a mis compañeros y les hago la señal de que pasen con la mano....

No... Hermano... Ayúdame... Quieren comerme. Quieren hacerme lo que yo te hice a ti...

De pronto, la mirada de Mofeta cambia de la de un corderito asustado a la de un asesino salvaje. Una baba espumosa rezuma por su boca, seguramente un vestigio de las glándulas tóxicas de hombre lagarto en las que se untó de joven. Se apoya en el fregadero para coger un cuchillo de carnicero y saca otro cuchillo de su cinto.

Hermano. Tienes razón. No me rendiré. Seré yo quién de el último bocado. Groooar...

Hakim esquiva el cuchillo del cocinero y se traba con él. A la vez, a una orden de Silverio, el delantal se desata de la cintura de Mofeta y el cordel empieza a escurrirse del faldón.

El gnomo empieza a concentrarse, puesto que no desea hacerle daño al enano si no es extremadamente necesario, pero tampoco desea que en su estado dañe a ninguno de ellos, así que tras murmurar un conjuro hace estallar una luz brillante delante de los ojos de Mofeta para ayudar a reducirlo.