Partida Rol por web

Al hacerse visible aquella criatura quedo sumamente horrorizada. No podía imaginar que una criatura con ese aspecto existiera. Sabía que no iba a servir de mucho, así que simplemente cargué la ballesta con mi virote para lanzarla contra la criatura, para ver si aquel agujero no solo absorbía la magia de la elfa, sino también los proyectiles más mundanos.

El gnomo ve horrorizado la criatura, pero lejos de asustarse le entra un impulso guerrero (o suicida, trastocado de tantos horrores que ya ha contemplado) y entra en la cocina, poniéndose al lado del enano, y para intentar ayudar a Hakim empieza a conjurar y le lanza una Rociada de Color al monstruo desconocido.

Vaati se siente confuso. Su proyectil mágico nunca le había fallado. Mira sus manos, incrédulo. ¿La criatura es demasiado poderosa para su magia?

Erbrahke está convencido de que su magia sí le hará efecto. Se adelanta y un cono de irisados colores sale de sus dedos. La ráfaga incluye la cabeza del pobre Hakim, pero por suerte el marinero no deja que su mente se doblegue. Y por desgracia, tampoco la criatura se deja influenciar. Pero por lo menos Erbrahke ha demostrado que el diablo no puede absorver la magia siempre.

Absurdos. Locos. Yo soy Xoz, el favorito de los señores que viajan en las estrellas. No podéis enfrentaros a mí. Dejad que os lo demuestre...

La mano de piedra de Xoz se posa sobre la cabeza de Hakim y le levanta unas pulgadas del suelo. Cuando parece que va a cerrar el puño y aplastar la cabeza de Aguas Oscuras, en lugar de ello pronuncia nuevas y enigmáticas palabras mágicas:

Uyerk akpioma.

Una extraña fuerza mágica intenta adentrarse en el cuerpo inescrutable de Hakim, pero es como si el humano tuviese una extraña inmunidad a la magia. Xoz se muestra contrariado y le suelta.

Flame y Elbereth irrumpen en la cocina disparando sus ballestas. Sus virotes se clavan en el techo a la vez que los talones de la criatura le alejan caminando por el techo un par de pasos. Hakim le arroja una daga, y Xoz retrocede un paso más para apartarse. La piel oscura del humanoide se baña con la luz del ventanal y su sombra se alarga por toda la cocina.

Algo vi en aquella criatura que me daba la sensación de que no sería invulnerable a todo por lo que habría algún tipo de posibilidad si lo intentábamos repetidamente, pero de lo que no tenía intención era de acercarme a él. En la medida de lo posible atacaría siempre desde la distancia. Así que de nuevo preparé mi ballesta para dispararle.

Por unos instantes miró su mano sin comprender como había podido fallar en su anterior ataque. Aquella criatura debía tener algún tipo de escudo mágico o algo parecido. Si lograban acabar con ella, le encantaría diseccionar e investigar su cuerpo, trozo a trozo, órgano a órgano.

A pesar de la clara desventaja, la criatura estaba envalentonada, y no podían dejarle huir, seguramente no conseguirían encontrarlo de nuevo si podía hacerse invisible. Debían acabar con ella o obligar a que se rindiera. A Vaati se le ocurrió usar un truco que había aprendido hace poco.

Movió su mano hacia el pasillo lateral y sus labios se movieron casi imperceptiblemente. En el pasillo se empezó a oír claramente como uno grupo de marineros se acercaban corriendo y gritando hacia la cocina.

¿A que has venido Xor? ¿Quienes son tus señores? - unió su voz a la del conjuro para aumentar la sensación de multitud agolpándose.

master ¿que ha pasado?, entiendo que tires mi tirada de fortaleza para resistir lo que sea , pero ¿lanzar mi daga?, tanto me he retrasado?

Su conjuro si parecía haber impactado, aunque lo había resistido al parecer. Así que prefirió cargar su ballesta y dispararle un tiro, a ver si podían reducirle a base de heridas físicas, o al menos lo debilitaba lo suficiente para que ya no pudiera protegerse de su magia y la de Vaati. O quizás incluso, forzar a que sólo pueda resistir un tipo de heridas...

Tras fallar mi ataque con la daga debido al aturdimiento del ataque de la criatura, doy un paso hacia adelante y desenfundo mi cimitarra, quizas así acabe con el ya que soy la punta de flecha de mi equipo y no puedo retrasarme, cual animal atrapado entre la espada y la pared ataco con toda me desesperación " muere criatura del infierno "

Silverio no se inmutaba con su música de darles motivación para el combate pero... ¿señores de las estrellas? Nunca había oido mencionar nada similar. Ya tenía algo que preguntarle a la gitana, si le quedaran preguntas claro. Estaba concentrado en no parar de tocar para que todos pudieran beneficiarse de algo de música de calidad, pero por otro lado estaba dándole vueltas a la cabeza a ver si recordaba algo de sus años de formación profesional de bardo. En alguna taberna a lo mejor oyó comentar algo a alguien. Si la criatura no fuera tan hostil podría sentarse a charlar con ella. Pero a golpe de virotes no lo veía muy posible. 

El conjuro que acaba de realizar Xoz no es muy potente. Se trata de un reducir persona. Hakim podría haber encogido cómicamente hasta alcanzar el tamaño de un mediano. Quizás desde que el humano intentó agarrarle, el monstruo quería asegurarse de que era lo suficientemente pequeño como para no alcanzarle ni repetir su intento de presa.

Mis señores ascendieron en el cielo y me dejaron atrás. Pero ahora, tras muchos años buscando rituales, augurios y constelaciones, estoy en el lugar preciso y sé cómo llamarles para que vuelvan a por mí.

El humanoide ladea la cabeza lo mínimo para que el virote de Erbrahke pase silbando la oreja y se pega a la ventana para alejarse del filo de Hakim. No es la primera vez que esquivaba así un golpe, pero cada vez lo hacía más rápido. Como si a cada turno que pasase, por alguna extraña razón, la criatura se estuviese volviendo más y más ágil.

¡Y VOSOTROS NO VAIS A DETENERME!

Xoz golpea el ventanal con su puño de piedra, haciéndolo añicos, y la brisa salada del mar irrumpe en el camarote. Tras crearse esa salida, camina por el techo hasta salir por la ventana y trepar por el borde hacia arriba, desapareciendo del ángulo de disparo. Se ha ido.

al retirarse la criatura parlante intento darle un golpe de gracia con mi cimitarra

Silverio ya podía rascarse la cabeza hasta desollarsela si quería que no había forma de lograr descifrar lo que había dicho la cosa esa. En este mundo no había nada que se pudiera hacer llamar una cosa así, pero no estaba seguro. Tal vez Xoz se refería a alguna cábala o algo similar. Humano no era, estaba claro, pero no tenía porque ser un monstruo. 

- ¿Y si no es hostil? Claramente esta enfadado porque sus señores lo dejaron atrás, pero ¿y si le ayudamos a llegar a donde quiere? Si lo que quiere es un ritual podemos ayudarle, y si se va, pues un problema menos. Y hablando de problemas ¿donde esta mofeta? Tiene un interrogatorio por delante. A él si que le tengo preguntas preparadas. 

Hakim no atinó a golpear al rapidísimo Xoz, pero los mercenarios al menos habían "conquistado" la cocina.

¿Y dejar que vengan a buscarle? Yo prefiero negarle mi ayuda y así evitarme conocer a sus señores, sinceramente. Deben de ser bastante poderosos si logran que ese Xoz acepte servirles. A saber qué serían capaces de hacer con este barco y sus tripulantes-enganchó su nueva ballesta al cinto; era la primera vez que tenía la ocasión de probarla desde que se la compró a Melinda-¿Y qué hacemos con Mofeta? Tarde o temprano acabará despertando.

Si los señores de Xoz son tan poderosos, ¿podrían también sacar al Miseria de estos mares desconocidos? Elbereth es algo ermitaña. Para ella, con la compañía que tiene abordo, le llega y le sobra. Sobretodo le sobra.

Flame salió corriendo a asomarse por la ventana, aquella criatura se había ido. Pero, ¿a dónde? ¿Habría desaparecido telestransportándose, o simplemente se habría vuelto invisible o desvanecido? Quizá, a las malas se hubiera ido a algún otro lugar del barco donde provocar aquel encuentro con los seres de las estrellas.

¡Mierda, mierda, mierda! ¿Cómo se me ha podido escapar? Dijo mientras miraba por la ventana para ver la dirección que tomaba. ¡Somos todos un atajo de inútiles!

Despertad a mofeta, a ver que sabe. - No creía que fuese mucha la ayuda de aquel enano trastornado, seguramente Xor lo usaba a su voluntad como una simple marioneta.

Salió corriendo a las escaleras hasta llegar a cubierta, y se asomó por el lado donde Xor debía estar trepando. Aquel ser era muy rápido y seguramente ya se hubiese metido en el barco por otra ventana, pero esperaba ver algún indicio para saber por donde lo había hecho.

Tenemos otro intruso en el barco. Esta subiendo por un lateral del barco ¿ Alguien la ha visto? - gritó para que todos los marineros en cubierta lo oyesen.

Tras la huída del monstruo , me apoyo con cuidado en la encimera de la cocina ( ese golpe que he recibido me ha dejado el cuerpo dolorido ) y observo a mi alrededor, mientras Flame maldice en la cocina y Vaati ordena interrogar a Mofeta , saliendo inmediatamente despues corriendo de la cocina; Cogiendo aliento me acerco al adormilado Mofeta y le cacheo en busca de algo que nos saque de este mar de dudas.....

Flame llega a tiempo para ver a Xoz gateando en la esquina del castillo de popa y escurrirse a estribor por el lateral del barco. Realmente, con su capacidad para trepar podría ir a cualquier parte, pero su gordo cuerpo no le permitirá entrar de nuevo al Miseria por un pequeño ojo de buey.

Durante su registro, Hakim no encuentra nada. De hecho, las ropas de Mofeta son muy sencillas. No hay mucho sitio en el que esconder nada.

Desde el castillo de popa, Vaati localiza el ventanal de la cocina. No es difícil. Un pequeño segmento de marco de ventana, medio roto, se asoma por el lugar en el que Xoz improvisó un agujero para huir.

Malditos polizones... No he visto a nadie. Mantendré los ojos abiertos.

No es necesaria una descripción. Han sido muchas horas en alta mar, y los habitantes del barco se conocen entre todos ellos. Además, el aspecto de Xoz no le hace pasar inadvertido, precisamente.