Partida Rol por web

Por amor al buen cine, voy a intentar la secuencia. Espero que no muramos todos o que mis compañeros no sean tan rapidos como para matarlo antes. Ah...lo que hago por amor jaj

Silverio se quedó analizando la situación detenidamente. El pájaro era un enemigo voraz y temible, pero él que ya había mirado a la muerte a los ojos desenfundó su ballesta y se preparó para su momento de gloria

- Toma Flame, ya va cargada. 

Después empuñando su laúd con la finura que sólo los grandes bardos eran capaces comenzó a entonar con su brillante voz:

Bendita la hora

En la que el huevo se abrió

Ahora de su centro

El pájaro surgió.

Los aguerridos guerreros

Al pájaro mataran

Para defender una causa

Que ni les viene ni les va

¿Cómo que ni les viene ni les va, señor Silverio? ¡Les pagan para eso!

Das Vracken se pone un virote en la boca, corre por la cubierta para obtener una buena posición de disparo, carga la ballesta y ¡ZAS! La criatura lanza un graznido de dolor con un virote clavado en su torso.

Cortapies, que estuvo lanzando piedras al huevo para probar su puntería ante los demás, también intenta aportar su granito de arena. Desde la cofa del barco hace girar su honda... fiu-fiu-fiu-fiu ¡Flop! Su bala se cruza por delante del pájaro en su trayectoria de vuelo. No lo suficientemente preciso como para acertar, pero llama la atención del monstruo, que agita sus cuatro alas para girar en el aire y meterse en el puesto de vigía con Alegre Cortapiés.

Por un instante el ruido de forcejeo y los gritos del mediano dentro de la cofa hacen temer lo peor. El desenlace es que el pájaro consigue echar a Cortapiés de allí, pero el grumete no sabe volar.

Cortapiés cae. Es una altura considerable, capaz de matar a cualquiera, pero el pie del marinero se enrosca en un cabo y detiene su caída colgando con la cabeza a dos palmos de cubierta.

Jajajaja... No me envidiéis por ser mediano, la suerte siempre está de nuestra parte. Jajajaja...

Pero el movimiento pendular de la cuerda aleja la cabeza de Cortapiés del palo mayor, oscilando, para luego volver contra el mástil. El mediano se abre la cabeza. Sus sesos se desparraman en la cubierta como una piñata. Sigue ahí, colgando.

La espectacular caída del mediano hizo que el férreo corazón de Elbereth se encogiera, y tuvo que hacer un gran esfuerzo por acallar esos impulsos asesinos que a veces le llevaban a causar alguna que otra imprudencia.

Este pájaro es poderoso, en un abrir y cerrar de ojos había tumbado a dos marineros, esto debe acabar aquí y ahora.

Mientras cargaba la ballesta dio un giro sobre sus talones para con un amplio arco colocarse encima de la escalera, esperaba atraerlo a un sitio más amplio donde los demás le pudieran disparar sin tener que esquivar velamen o estar tapados por mástiles.

Una vez allí, se tomó un segundo para vaciar los pulmones, disparando a su objetivo.

Silverio se queda a cuadros al ver los sesos por la cubierta y deja de tocar. No sabe que hacer, no sabe a donde mirar, no puede moverse. Naturalmente, en un acto reflejo el laúd es agarrado con más fuerza, hasta el punto de que se pongan los nudillos blancos, pero aún así, Silverio no parece estar muy bien. 

Flame vio como Silverio le prestaba su arma y sonrió.

Al menos parece que este tío empieza a valer para algo. 

Entonces vio como el fantástico y genuino cortapiés se abría la cabeza contra la borda del barco. No podía dejar que aquel inepto se muriese allí mismo si de ella dependía. Así que su escama que brillaba como el más puro de los granates comenzó a palidecer para tomar un nuevo tinte perlado, entonces se dirigió a aquel que le brindaba un arma y la tomó junto a los virotes que le prestó.

Desde allí estaba no excesivamente lejos como para que el mediano lograse disfrutar de la misticidad de la bella mujer.

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El primer virote finalmente pasó rozando pero no le dio a ninguna ala. Los otros parecían no tener mejor éxito, cuando Das Vracken, no se si por habilidad natural o mosqueado por el cántico del bardo, si logra clavarle en virote en el torso. Entonces, el maldito bicho alado pilla al mediano - Erbrahke se seguía preguntando que hacía un mediano en este barco - y lo tira del puesto de vigía, y tras engancharse con una cuerda y parecer que se había librado de lo peor... el bocazas se estampa contra el poste y se abre los sesos... como si los mareos del barco no hubieran sido suficiente para tocarle la moral. ***

Cuando el gnomo logra volver a centrar su mirada en el pájaro, vuelve a cargar la ballesta y le vuelve a disparar, y ahora si parece lograr clavarse en una de sus alas, pero lo que parecía un tiro más que perfecto el virote se rompe con el movimiento del ala, entrando apenas poco más que la punta de la flecha, en vez de perforarla toda y rajar por dentro.

Parece ser que no tenemos otra opción que luchar, veo como dos  marineros caen con insultante facilidad y por primera vez me pregunto  donde diablos hemos ido a parar.

Salgo  de mi escondite y grito:

---¡Proyectil!-  grito a la vez que señalo al pajaro.

El pájaro deja la cofa y lanza otro rayo con su cola. En esta ocasión es a uno de los marineros que estaban en la botavara. El hombre recibe el rayo y se desploma desde las alturas hasta estrellarse sobre la cubierta. La buena noticia es que es probable que el rayo le matase antes de semejante aterrizaje.

De nuevo Das Vracken repite su actuación y le clava un segundo virote al pájaro, que titubea en su vuelo y al que se le ve ya muy herido.

¡FLAME! ¡VUELVA A SALVAR EL DÍA! ¡DERRIBE A ESE MONSTRUO INFERNAL!

El resto de la cubierta es un caos. Marineros curtidos, hombres hechos y derechos, aterrorizados. Algunos corren por cubierta sin rumbo fijo, otros sollozan como un niño mientras claman al cielo los nombres de los caídos. El Miseria no deja de ser un simple navío mercante. Lo más peligroso a lo que se ha enfrentado esta tripulación es al mar embravecido y a la tormenta.

¿Es esta la respuesta que estaba buscando? ¡SÍ! ¡SÍ QUE LO ES!-El capitán Bauhauer, trastornado, corre tras la estela del pájaro, gritando y agitando los brazos-¡GRACIAS! ¡GRACIAS, EMISARIO DE LOS CIELOS! ¡ESTOY EN DEUDA CONTIGO!

Su avance se ve frenado por la presencia accidental de Das Vracken.

¡A sus órdenes!

Flame dijo aquella frase de manera alta y clara. Para ella el verdadero líder era él y haría lo que le mandara que para eso era el que pagaba. Pero eso no la evitó dedicar una sonrisa a Elbereth tratando de que le quedara claro quien mandaba y quien no.

Entonces apuntó con la ballesta que Silverio le había dejado y apuntó a la criatura, era una lástima que fuera ella la que tuviera que golpear y no Ayash, pero aún así lo hizo.

Apuntó, disparó y ...

¡Creo que le he dado mi señor! ¡Creo que le he dado!

La visión de los sesos del mediano habían puesto mas nerviosa de lo normal a Elbereth, y el oscilar del barco le estaba causando malas pasadas, siempre había tenido curiosidad por montar en barco, pero se había dado cuenta que dificultaban los disparos sobremanera. En esta ocasión el barco había pasado por una ola e hizo que el virote que disparó se quedara muy corto. 

Observó con indiferencia la sonrisa malintencionada de Flame, y simplemente se alegró que al menos otros si le estuvieran dando al pájaro. 

Necesitaré entrenar bastante en el barco los disparos, ésto no puede volver a pasar..

El virote de Flame pasa cerca, pero para una vista más aguda es evidente que no ha dado en el blanco. Das Vracken también se acomoda el disparo.

No... no, por favor. No la lastimen...

El capitán Bauhauer forcejea con Das Vracken y el gatillo se aprieta accidentalmente disparando un virote al ancho mar.

Capitán... ¿Qué está haciendo? ¿Se ha vuelto loco? ¡AAAAAH...!-Das Vracken grita de dolor mientras recibe, desde la cola de su presa, una descarga eléctrica.

Su ropa huele a quemado, y despide un ligero humo. La tela ha realizado la tarea de aislante y no ha permitido pasar toda la electricidad. Si el rayo llegase a darle en la cabeza, ahora no lo contaba. Aún así, Viktor se resiente. Sus rodillas flaquean y escupe sangre. Parece que el rayo también ha causado daños internos.

Yo... lo... lo siento.

Elbereth observó cómo el capitán no estaba en sus cabales y casi hace que maten a Vas Dracken, y eso la hizo ponerse más alerta que nunca.

¿Qué significará tal ave que causa tal comportamiento? No hay tiempo para averiguaciones..

Elbereth intentó compensar con el movimiento de su cadera las oscilaciones del navío, y dando un amplio giro se colocó junto a la barandilla frente al timonel, para tener una mejor perspectiva del ave. Exhaló un segundo mientras seguía la errática trayectoria de la bestia por los aires, entonces disparó.

El virote pasó zumbando y estaba casi segura de que tendría que acertarle, aunque la extraña anatomía del pájaro le hacía dudar, pues los movimientos de las rápidas alas dificultaban saberlo.

Flame veía como el atajo de inútiles de sus compañeros se horrorizaban ante lo sucedido y la criatura. Estaba claro que su abuelo llevaba razón con eso de "si quieres hacer algo bien, es mejor que lo hagas tú solita". Algo que siempre había cumplido, salvo por la ayuda de Ayash claro está. 

Pero contra aquel ser, Ayash no la ayudaría así que tendría que recurrir a la ballesta que le dio el bardo.

Apuntó de nuevo pero esta vez vio como su virote se perdía entre la niebla.