Partida Rol por web

Nada de mapas... La Bruja de Hala se acaba de llevar la única luz que nos permitiría ver mientras dibujamos uno. Es hora de acostarse. Pero antes de dormir abriré una de las ventanas del piso de arriba y os señalaré a la luz de las estrellas qué edificio tiene los caballos.

Si por cualquier motivo nos quedásemos separados, hay también un puente que lleva al otro lado del Strecura. En la otra orilla están las tierras de los Barones, y los viñedos de los Andaas... Allí las casas son bastante regias para parapetarse, un poco como esta posada o el almacén. Seguro que allí hay supervivientes. Los extranjeros sois libres de ir a dónde queráis, pero yo seguiré las órdenes del plan original de Lord Septow: ir a saco a por el almacén y tratar de llegar al siguiente nucleo de población para pedir ayuda.

Me gustaría también tratar un punto importante... ¿Qué hacemos con Leiath? Hace un día Onfale hablaba de que había licántropos mezclados con los lobos. Todos vimos su espectacular regeneración. ¿Y si uno de los lobos que mordió su pierna le ha contagiado...? No es seguro dormir con ella. Podría transformarse y volverse contra nosotros.

si mi personaje sabe de las inmunidades del hombre lobo, busco algo de plata cuando nadie me vea.

Había estado ocupado asegurando el lugar y cuando me disponía a subir arriba a continuar obteniendo información la capitana responde a las peticiones del grupo y me paro a escuchar.

El comentario sobre la bruja hace que me ponga a la defensiva. Fue ella quien me quitó el visceral terror que me atrapó en el puente, la que ha mostrado una sus habilidades mágicas para curar al grupo, y todo eso a pesar de tener la voluntad doblada por las escenas que ha visto. Me niego a creer que se ha convertido en un monstruo.

- No puedo dar explicación a esa curación, pero tampoco a otros portentos que realiza Leiath. Lo que sé es que está protegida por el poder de Hala y que los lobos nos han mordido a todos - digo mirando acusativamente alrededor - por lo que cualquiera podría verse afectado. Propongo que hagamos guardias para asegurarnos de que no sucede nada raro.

-A mi no me han mordido, pero tampoco creo que le pase nada a la señorita Leiath! Con vigilarlarla un poco ya está! 

Asegura el mediano. La idea de ir cada uno por libre le hace pensar de saquear el pueblo en busca de objetos interesantes. Un pueblo entero... la de cosas que puede haber... y un mediano difícilmente será visto... En su cara se veía reflejada sus intenciones, ya que Fosco a menudo era como un libro abierto por mucho que se esforzara en esconder la verdad. En sus ojos cristalinos casi podía verse a el mismo volviendo al refugio con una corona o algo realmente rico y fuera de lo común, algo que seguramente no hubiese en el pueblo, pero que al mediano le gustaba soñar

Una chispa de culpabilidad brotó en su ser. No es que hasta el momento Leiath le preocupase mucho, aún no había establecido ningún lazo con ella. Pero era cierto que estaba ayudando al grupo y que si alguna vez cayera Flame, algo prácticamente improbable, quizá ella fuese quien la resucitase, o al menos quien la sanase las heridas.

La mujer rubia miró a la de las cicatrices, el mediano lleva razón, todos, chascó la lengua, o al menos la mayoria hemos sido mordidos por esas bestias, ella es posible que se recuperase, pero quizá cualquiera de nosotros hubiese hecho lo mismo. ¿Eso significa que todos estamos infectados? Entonces se encogió de hombros, quien sabe. Pero tendremos que confiar en ella, y si en algún momento se volviese un licántropo, yo misma me encargaría.

Confío en la curandera, ella ha hecho hasta ahora más bien que cualquiera de nosotros, y su recuperación, como bien ha dicho mis compañeros, se debe al poder de Hala, no hay duda. Además de que la licantropía requiere de un tiempo para poder desarrollarse. ¡Así que, haga el favor de no dudar de nosotros, ni tampoco nuestros compañeros!

Mientras los demás se quedan abajo, Leiath escoge una habitación. En este segundo piso las ventanas no están tapiadas, pues la primera defensa que se hizo de La Veta de Plata fue para defenderse de los lobos cuadrúpedos, antes de saber nada de licántropos. Un pequeño vistazo al exterior permite ver de vez en cuando a alguna que otra sombra que se escabulle entre las casas: los lobos están patrullando.

Leiath se sienta sobre el colchón y pega un trago a la botella que subió consigo. Después observa si sus heridas se cierran. No lo hacen. Mira la etiqueta... es añada nueva, vino Sturben, peleón y de baja calidad. Y como dijo Zlatko, ese posadero rata evitaba comprarle el vino a los Andaas, así que no hay mucho vino milagroso de ese que vigoriza el cuerpo.

Se tumba en la cama. Anoche no pegó ojo. Leiath no se sacaba de la cabeza al trol... a los lobos... a los licántropos... Aún no sabe si su curación portentosa se debió al libre albedrío de Hala o a que fue mordida y maldita por las mandíbulas de un hombre lobo. ¿Qué más da? Pronto estarían todos muertos. Y si la profecía de Yavé Kenkobek solo afectaba a los "dos piernas", quizás su forma de lobo a cuatro patas le salve la vida.

Cansada, se queda dormida...

Hay empujones... siempre hay empujones por la comida. Leiath se abre paso entre el corrillo de lobos hasta la carne.

Por un instante vuelve a las afueras de Vor Ziyden. Todos luchan contra los lobos, menos ella. Ella gatea por el suelo, asustada y frágil. Unas fauces se cierran sobre su pierna y tiran de Leiath desgarrando su carne.

Vuelve al bufé. Como en pequeños flashes que saltan de una historia a otra. La boca lupina de Leiath tira de la carne para desjarretar un bocado. La comida se rebela, se revuelve, está viva.

Lork gennha ayuatareee...-dice el trol en el incomprensible idioma de los gigantes-¡Unkelu trotth bubushudaaa...! ¡Leiath, sé tu nombre...!

Aparta horrorizada su hocico del cuerpo tumbado del trol, mientras los demás lobos siguen comiendo de él. El sueño se vuelve más vívido, más real... Está a la orilla del Strecura, y puede ver el Puente del Colgado a cuarenta pies de su posición. Trata de alejar la vista del trol... de los lobos...

- Discúlpame Fosco...- La lengua del perfumista volvía a hacer de las suyas, embadurnando con untuoso almizcle  palabras cortantes como el filo de una daga.- ...a veces dices tantas cosas y tan interesantes que es difícil quedarse con  todo..- Después escuchó con calma a la Capitana de la cara cortada.

A pesar de no tener el mapa, tenemos suerte de que Leiath se haya llevado la luz que nos permitía ver su horrible cara cortada. 

- Ejem...- Carraspeó con evidentes ganas de interrumpir a la Capitana.- "A saco" dices... esta vez no, querida. Ya nos acercamos al pueblo "a saco", como dices,  dejándonos llevar por vosotros, con la excusa de que conocíais el camino. Pero creo que deberíamos recapacitar sobre la posibilidad de tener un buen plan.- El mago tiró de la cuerdecilla que mantenía sujeta la trenza del pelo  y agitó la cabeza para liberarlo de sus ataduras. Era más un golpe de efecto para llamar la atención y ganar algo de tiempo para exponer sus ideas.- Si Leiath fue mordida, fue por habernos acercado a Von Ziyden sin ningún cuidado. Ya he olvidado  todo lo que pasó entre nosotros.- Mintió, aún resentido por el tiempo que la mujer le tuvo amenazado.- Pero no voy a dejar que nos guíes a una muerte segura, otra vez.- La Capitana, supuesta exploradora y experta en matar  lobos, no había demostrado más que su ineptitud, cosa imperdonable para el mago.-  Si nuestro objetivo es el almacén, ya seamos extranjeros u oriundos del lugar, lo más sensato sería ejecutar una maniobra de distracción para despejar el camino. Algunos de nosotros podríamos provocar una distracción en un punto determinado para que el resto pueda acercarse al almacén sin llamar demasiado la atención.- Ahora miró a Fosco con ternura, alargando la mano para revolverle el pelo. - Fosco y yo podríamos hacerlo.- Se tomó un descanso para oir quejas y lamentos por parte de la Capitana y su grupo y escuchar la opinión de sus compañeros, a lo que llamaban extranjeros.

- En cuanto al tema de Leiath...es cierto que me pareció rara su recuperación.- El tema le preocupaba más de lo que quería hacer ver en público. Si la mujer se había contagiado podía joderles su noche de descanso.- Lo mejor será ir a verla y preguntárselo directamente.  Su corazón es tan puro, que si ella misma considerase que es un peligro, estoy seguro de que se ataría ella misma si pudiese. Azaron , tú eres su guardaespaldas y en quien confía. ¿Qué opinas? ¿Podrías hablar con ella? Alice o yo mismo podemos acompañarse si quieres.- Onfale había tratado con mujeres toda su vida y no le resultaban ningún misterio. Tampoco creía que fuera para tanto dormir atado a la cama. Él había pasado mucho tiempo así al principio de su esclavitud. Pero quizá la Bruja de Hala no lo viera así, diferencias culturales.

-No, no, no--niega enérgicamente con la cabeza el enano al tiempo que hace un gesto de negación con el dedo índice a sus compañeros--Leiath se ha ido a descansar y no voy a permitir que se le moleste lo más mínimo. Podría encontrarse... indispuesta. 

-No obstante, como veo que tampoco me vais a echar mucho de menos, me postulo como voluntario para hacer guardia en la puerta de su habitación por si acaso.

Dicho esto, y sin esperar respuesta alguna de nadie, el viejo sube al piso de arriba.

Fosco asiente a las palabras de Onfale Sin duda el sabio Nikeras tenía razón. Antes de irse me dijo que te escuchase Dice mirando a Nikeras ya que poseías más sabiduría que él! Se da la vuelta y añade al discurso de Onfale Ir todos en tropel al almacén sólo servirá para que caigan otros dos o tres. Como la última vez... y poner en peligros a los que allí estén atrincherados. Hace una pausa y añade Pero dos son pocos, creo que Klasius también sería una buena compañía, comerciante! dice mirando a Klasius Es un mediano como yo y por tanto escurridizo, además de ser un gran guerrero y como todo buen mediano esconde un as bajo su manga. ¿Podrás seguir nuestro ritmo comerciante? dice Fosco con una sonrisa

- Teniendo en cuenta que con una zancada os salto a los dos creo que sí que puedo. De todas formas no digo que nos adelantemos sino que hagamos algo para llamar la atención para que los demás puedan llegar  en tropel al almacén.- Había otra forma de decirlo, pero las palabras se le quedaban en la boca: ponernos en peligro.- El que quiera es bienvenido mientras no sea muy ruidoso. Mejor si no somos muchos.

-Ahm responde con inocencia Fosco, al cabo de unos segundos entiende para lo que ha sido reclutado y mira asustado a Onfale, luego una sonrisa confiada despierta en su cara Espero tengas un buen plan y espero que tu plan no sea rociarles de perfumes! Juajua jua jua dice el mediano. 

De todas formas creo que lo mejor será preguntarle a Leiath  directamente…. aunque sea mañana También había que contar que casi todos, y que si la bruja estaba infectada era casi seguro que todos estaban infectado, incluido la maga. Puede que incluso su sabiduría o los bondad de Hala la tenga algún remedio contra la enfermedad.

Crear una distracción es un buen plan, pero la preguntas es ¿Cómo?.... se podría prender fuego a una de las casas, pero dudo mucho que eso atraiga a los lobos, mas bien, los espantaría. Otra solución seria que alguien se colgara un cartel que pusiera "comida para lobos" y saliera corriendo en dirección contraria.   La maga empezaba a irritarse con la conversación y con el cansancio. La idea de que ella también podía estar infectada la atormentaba constantemente y eso influía en su ánimo. Además pensar que podían perder a la bruja la entristecía.