Partida Rol por web

Al ver la mano, Klasius se deja llevar por el pánico y corre hacia una de las dos puertas para cometer el poco juicioso acto de ir en solitario... si nadie le detiene antes. Rufus, quizás confundiéndolo con otro mediano, le coge en colo.

Leiath suspiró aliviada al ver al mediano salir vivo de las fauces del cofre. Al parecer otros no habian corrido la misma suerte, pensó al vislumbrar el cadaver que emergia de la criatura muerta.

Acercaté Fosco- le dijo una vez le vio más tranquilo y sin los mocos que habia dejado pegados a las ropas del pulcro mago.

Sacó un pergamino y leyó su contenido. No parecia tener mucho efecto, pero por ahora bastaría.

Por favor - alzó un poco la voz para que todos pudiesen oirla - debemos terminar nuestra misión antes de emprender cualquier otra acción. Ya buscaremos tesoros - dijo mirando al enano, que sabia ansioso por coger el pico y empezar a golpear la pared del sótano, y a Fosco, que no había ni tardado un momento en volver a dirigirse a otro cofre.

Estamos mal de salud y magia- continuó- no nos podemos permitir perder mucho tiempo. Y si el geas nos vuelve a hacer efecto... bueno... - calló, el resto estaba implícito.

La maga miro horrorizada la mano que asomaba desde el interior del cofre, en otro momento esa imagen no le hubiera afectado pero con el malestar presente por culpa de la adivina, parte de la voluntad de Alice se había quebrado. Se apartó hacia un lado para poder vomitar lo poco que había podido comer ese día.

Un miedo extraño se apodera del guerrero sin poder evitarlo... solo puedo pensar una cosa: huir de aquel lugar.

La pregunta de Flame dio en la diana. 

-Ah..yo...bueno...pensé que quizá esa cosa... -El mago parecía incómodo con la situación.  Al plantearle la pregunta, le había puesto delante de sus narices un razonamiento tan aplastante que no sabía cómo rebatirlo. Se pasó la mano por la suave barbilla esforzándose por pensar.- ...puede que se tragara al pobre desdichado con algo interesante consigo...una llave o algo.

Onfale utiliza su daga para agrandar la herida en el cofre. Tira del brazo para sacar el cuerpo, pero el perfumista no está acostumbrado a los trabajos físicos, y le cuesta mucho esfuerzo. Ya asoma hasta el codo, mientras una espesa sangre roja fluye hasta el suelo de piedra. Demasiado vomitivo para presenciarlo. Alice, como hicieran Fosco y Peersan en el Puente del Colgado, o Klasius justo hace un momento, siente el impulso de salir de ahí. Se ahoga en este depresivo ambiente.

¡Coged a Alice! ¡No dejéis que se vaya sola!-dice Hollín, viendo la intención de su dueña.

Rufus no puede ayudarla, ya está sujetando a Klasius. Onfale parece muy preocupado con el cadáver, aunque un antiguo pacto con la pelirroja le hace dividir su atención. Fosco está todo entretenido abriendo la cerradura del otro cofre mientras sus heridas empiezan a sanar poco a poco. Lo está haciendo muy bien, y pronto verá su interior y los tesoros que contiene. Azaron... cuando Azaron hace el amago de detenerla, un intenso dolor en el brazo izquierdo le paraliza. El pecho le empieza a doler... Azaron simplemente no estaba preparado para descubrir los secretos del cofre.

Viendo que la irracional histeria volvía a cernirse sobre ellos, el enano de barbas blancas ayudó a mantener la cohesión del grupo poniéndole la zancadilla a Alice para que ésta cayera de bruces al suelo y no pudiera escapar como alma que lleva el diablo. Luego el fornido guerrero se sentó con celeridad sobre la espalda de la maga y se mantuvo en semejante trono improvisado hasta que la joven pelirroja pareció calmar el horror que le surcaba el rostro.

-Siento que las cosas hayan sucedido de este modo, cariño.

El pavor me empuja a salir corriendo de este lugar, temiendo que el cofre se ponga a moverse de nuevo y me coma como a ese pobre infeliz. Afortunadamente mi precipitada huída es interceptada por Rufus que me agarra con maña y me levanta del suelo haciendo inútiles mis pateleos y balbueceos para poder salir de allí.

Flame asiente al comprobar que Onfale la ha obedecido y ha decidido dejar de sacar el cadaver de allí. ¿Llaves? ¡Dejate de sandeces y vayamos a por lo que hemos venidos! Los tres colmilos. ¿A qué estamos esperando? Dijo Flame al comprobar que el apestoso enano se había sentado sobre la mujer que no había sido capaz de soportar la escena y había salido corriendo.

Se compadeció de ella, y por unos instantes la mujer se llevó las manos a su espadón para defenderla de ese repugnante ser. No podía imaginarse la cara que pondría, si ahora decidía airear sus ventosidades como ya había hecho en determinado momento junto a ella. Flame negó con la cabeza y soltó su espadón, no merecía la pena que lo decapitara en aquel momento. Aún podía ser útil para el grupo, y había ayudado a que la maga no saliera huyendo. Aquello le hizo recordad que tenía un pacto con ella, pero que ella a su vez lo tenía consigo. Por cierto, Alice. Dice acercándose al enano y mirándola con cara de lástima. Cuando estés mejor, ¿te importaría seguir arreglándome a Ayash? Poco a poco se va sanando, pero sigo necesitando de tu magia para arreglarlo. ¿Te importaría?

Por qué se asustaban todos tan fácilmente? Es que nunca se acostumbrarían a todo el horror que veían a diario?

Gracias a Hala, el sabueso de Fosco y el anciano Enano habían tenido los reflejos suficientes para detener a los que corrían. Pero Azaron. Leiath le miró a los ojos y vió como una sombra los cubría, su gestó había cambiado, sus ojos estaban apagados.

Se acercó al valiente guerrero para otogarle algo de consuelo.

Azaron, os encontrais bien? -le cogió de la mano y notó como el otrora inamovible guardaspaldas, temblaba- no os preocupeis, saldremos vivos de esto- dijo totalmente convencida.

Escuchando las palabras de Flame recordó que ella misma también podia reparar sus melladas armas. Quizás así animase en algo a Azaron.

-Permitidme de nuevo vuestra arma y dejadme que arregle en algo sus desperfectos.

- No es ninguna sandez lo que digo, Flame.-Miró a los demás que parecían en bastante mal estado.- ¿Vamos a descansar antes de seguir o seguimos del tirón?. - Volvió a mirar a la desagradable escena a sus pies, moviéndose de forma que el charco de sangre no le manchara los pies.- De verdad pienso que puede haber algo útil en el interior, pero si no estáis de acuerdo, yo paro.- Echó una mirada suspicaz a Flame que parecía sólo estar interesada en reparar su espadón.-¡Bien hecho Rufus, buen chico!- Estaba claro que el perro había cogido un gran aprecio a Klasius.- Y gracias Sr. Ulmo por su rápida reacción. Ahora bien, ¿podemos considerar a esta bestia una de las que guardan los colmillos? O aún nos enfrentamos a tres aún peores.- Si esta era una de las bestias, puede que en su interior, por desagradable que fuera, estuviera uno de los colmillos. 

Fosco aún intentando abrir la cerradura del otro cofre (...)* dice a Onfale Eunuco Mago, si crees que hay algo en el cofre, busca! Pero no te coartes por lo que te diga nadie... quien sabe igual tienes razón dice el mediano intentando dar con la clave del cofre.

Azaron se encontraba ensimismado en sus pensamientos... de alguna manera extraña le afectó profundamente ver aquella mano. Quien lo diría: a un guerrero que había visto muchas escenas no podía sobreponerse de una simple mano. 

Las palabras de Leiath fueron un intento de consuelo. 

Gracias- dijo, sin cambiar su estado de pesadumbre. 

El cofre de los pies de la cama logra abrirse, pero su tapa sigue cerrada. En ese momento en el que el click desconcentra a Ulmo, Alice aprovecha para escurrirse de debajo de su culo y alcanzar una de las puertas.

Azaron, a pesar de su pesimismo no duda en moverse con rapidez hacia Alice en un intento de frenar su huida...

El pequeño Fosco después de luchar con el cofre se da la vuelta y ve como su grupo se ha vuelto loco. Onfale y Klasius realizando placajes... Azaron y Alice estaba locos perdíos... que diantres... piensa el mediano. Se aleja del terrorífico cofre, espera que dejen de jugar y dice Voilá, el cofre está abierto. Por supuesto no miraré dentro... Si hay algo para un mediano... dice al final apesadumbrado.