Partida Rol por web

Coñón se anima, alguien más opta por ripear en ese momento como a él le gusta:

- Muere, cerradura,
censura, captura,
tortura, locura,
y no te alborotes
si los sacerdotes
que moliste a azotes
te niengan la oscura
sagrada hendidura
de la sepultura.

Maldicion.. otra vez.. acaso estos magos no se dan cuenta que los efectos se repiten...pero.. la ocasion hace al maestro decia mientras preparaba sus ancas para saltar al centro comercial, aprovechando asi su habilidad busca llegar mas rapidamente al edificio

No se porque... me estan dando ganas.. de.. moscas... pensaba medas mientras depositaba su salto sobre el lugar

Alfred intenta hacer una espectacular parada, pero está acostumbrado a su arma. El ataque de Coñón rompe su defensa, abriendo un corte en su muslo.

¡Aaaagh!¡Eso ha sido suerte!

Mientras, los mercenarios que corren están alcanzando la posición donde tiene lugar el combate. Los más avanzados casi casi estan a tocar de los que no corrieron adentro de la empalizada.

Onish blande la espada robada de un lado a otro esperando algún soldado de los que llegan

NO os acerquéis! no os acerquéis! solo para hacer apuestas! 3 a 1 3 a 1!!

Tanto ajetreo me va poniendo de mal humor. Entre el dolor de cabeza... el lumbago... la desagradable sensación de haber traicionado todos mis principios al volver a usar la Magia...

"Ñem... insensatos... mequetrefes... descerebrados..."

Miro a los jóvenes a mi alrededor armando gresca.

"Si es que es ver una pelea y... ¡hala, todos a la bulla! ¡Esto no tiene nombre!"

Por no hablar de lo irritable que me ponen siempre las situaciones de peligro inminente. Vamos, que estoy de mala leche.

Clavo mi bastón en el suelo y le grito a todos...

- ¡QUIEETOOOOOO TODOOOOOO EL MUUUNDOOOO!

Todo el mundo se detiene en su posición y mira al mago. Incluso Alfred y Coñón dejan de darse tortas por un momento para atender a Vincent, que es ahora el centro de atención de una multitud de miradas expectantes a lo que tiene que decir el tipo de rojo.
Sin embargo el propio Vincent se puede dar cuenta de que la sorpresa inicial se va disipando rápidamente. Sea para lo que sea que puede aprovecharse esta pausa, tiene que hacerse rápido.

- Eeeuhm...

Me paseo dubitativamente por entre los guardias.

- ¡Parece mentira! Esto es el... el... ¡el acabose! Unos hombres hechos y derechos... ¡qué vergüenza! Como... como... como... como vulgares... soldados. ¿Qué os parece?

Señalo acusadoramente a un soldado cualquiera.

- ¡Tú! Qué bonito, ¿no? Con esa espada y esa cara de... de... de... ¿Qué diría tu madre? Tu anciana madre... criando niños... y uno, y otro, y otro... quitándose el alimento de la boca para... que salga alguien de provecho... y.. ¡hala! a jugarse el pescuezo así como así. Con una espada como... quita, quita.

Le doy un golpecito en la mano de la espada y me encaro con otro.

- Y tú... oh, por los dioses. ¿Qué hay de tu... tu... talento musical? ¡Anulado! ¡Aniquilado! ¡Anrstff... ado! Todo por el dinero rápido, los impulsos más bajos... puaf... qué asco. Siempre enfrentándose a... a... - me señalo a mí y a mi grupo -... a gente... que... gente disfrazada y... ¡sapos!

Hablo a todos en general.

- ¿Es esta la vida que... ahm... queréis? Es que... - señalo al guardia muerto - ¿no hemos derramado ya mucha sangre? ¿No hemos derramado ya mucha... - señalo a la letrina con el guardia con el vientre suelto dentro - mucha... mucha... eeegsk... mucha desesperación? ¡Pensad! ¡Recapacitad! ¡Pensad en vuestra anciana, anciana madre!

Finalmente me acerco a Alfred, pero permanezco tras Coñón...

- Y Alfred... oh, Alfred, Alfred... de los Munchkin de toda la vida. Toda una... una estirpe... pero cada uno ha de trazarse su camino, ¿no? ¿Qué es de tus sueños? Ahm... de tus sueños de... de...

Le hago un gesto con la mano para que continúe él la frase... y trago saliva.

Alfred parece tomado por sorpresa.

Sí, mis sueños... bien... toda mi vida he soñado con ser... eh... una mujer, y...
poder llevar faldas sin que me tomen por un bárbaro nórdico que... eh...

La duda y el desconcierto parecen cundir entre los presentes.

Sin otro interés que alzar la piedra que en su mano yace, se vuelve para escuchar a Vincent.

Escucha todo lo que dice, señala, y añade... Afirma y asiente en algunas cosas, y difiere en otras opiniones, pero logra mantenerse callado hasta que habla de los sueños, y, entonces, le es imposible reprimir un "improvisado" final para su frase...:

-Oro...? Ejem.. Perdón...-Carraspea levemente..-... Aunque el sueño de todo hombre igual es la solución de la problemática ecuación de la riqueza incomprendida e "inabsoluta"...-Murmura ya más para sí mismo...

Vosotros dos os adentráis en el centro comercial. Podéis ver lo qué pasa más allá de las puertas, pero por su parte la multitud parece más centrada en Vincent que en vosotros (Vamos, que desmarquéis al resto del grupo).
El centro comercial parece aún a medio terminar. Una plaza central con una fuente sin agua está rodeada por rudimentarios tenderetes y, construidos contra el muro de madera, estancias más permanentes probablemente para ocupar tiendas a las que les faltan el techo o parte de las paredes. Los únicos edificios terminados llevan un cartel en la puerta que pone "OFICINAS" y "JEFE DE SEGURIDAD". El único ser vivo que hay aquí dentro parece ser un tipo que atornilla la puerta de las oficinas. Con un sobresalto pensáis que es el señor Pímer, que ha vuelto de entre los muertos, pero no, pese al evidente parecido éste parece más joven.

Disculpe caballero soy un nuevo empleado y el jefe me a pedido que le traiga el octaprisma por donde para? es que no quiero que me despidan el primer día

Medas al ver al empleado se detiene en su salto Veamos...como hacian las ranas...si.. debo tratar de pasar por una de ellas....Miau..no...guarap... eso... piensa mientras se concentra en la conversacion Guorap...Guorap...Guorap...Guarap... Guarapata... quedandose al lado de Blue Bettle

¿Octaprisma? Si es valioso estará en la caja fuerte. Mi hermano está ahí dentro instalándola.

Baja el tono, hablando confidencialmente.

Es un diseño de nuestro difunto padre. Él era un auténtico experto en puertas y cerraduras.

ranita al bolsillo
piensa blue mientras esconde a medas en un bolsillo comodo y seguro.
gracias ire a dialogar con su hermano...... por aqui no? gracias

Sí, ahí mismo.

En el interior del edificio hay un despacho a medio amueblar. Un escritorio de madera y un biombo separan la sala en dos estancias. Al fondo, contra la pared de madera y piedra hay una gran caja fuerte. Un hombre que parece la fotocopia del anterior está engrasando las bisagras.

¿Si? Oh. Perdone, veo que es usted de seguridad. Por un momento he pensado que venía a apoderarse ilícitamente del artefacto que hay guardado ahí dentro con gran celo. ¿Qué cosas, eh? En fin, le puede decir a Manellon que la puerta ya no chirría.

Medas siente como lo toma una mano, despues entra a un espacio oscuro...commenzando a Gritar Oye.. aca no hay moscas.. sacame del Bolsillo... comenzando a moverse y saltar para llamar la atencion

Ignorando a Antimonio, que ha conseguido hacer rebrotar un antiguo tick en mi ojo derecho...

- ¡Una mujer! Aahm... ¡una mujer! ¿es que no puede un hombre soñar con ser una mujer? ¡Qué mundo éste! De... de convencionalismos y de... ismos, ismos, ismos... pues yo te digo... ¡eres un tarad...! Digo... ¡toda la vida es sueño y los sueños, sueños son! Eeehm...

Doy varias vueltas sobre mí mismo buscando cómo seguir con la parida.

- Aaahm... euhm... ¡soldados! ¡Tenemos una misión! Aaah... ¡hay que... hay que cumplir el sueño de... de Alfred! Yo... yo... os digo... ¡podemos hacerlo! Ahm... por el momento renunciaremos a las amputaciones genitales y nos conformaremos con... con vestirle como él quiere. Aaahm... vamos, hace falta gente... gente voluntariosa... aahm... ¿alguno sabe coser?

¡Yo!

Coñon miraba a una y otra parte, sin saber muy bien que hacer, el color natural volvía a su piel.

- Yo no zé cozez...