Partida Rol por web

-E-entiendo l-lo que dice señorita Anya p-pero... - fue a taparse la boca imaginandose con tener que restregarse aquello. Desde luego y a diferencia de la princesa, el principe no era alguien curtido en mil aventuras.

Maxine por su lado se incorporó y fue caminando hacia donde estaban los demás mientras que Tea y Tiki se colocaban en el asiento del trono probando cosas para ver si averiguaban algo más de el. - Por mucho que me cueste admitirlo... Es mejor oler mal durante unos minutos, que perder la vida. Max, debes hacerlo tu también si quieres venir con nosotros hasta el final de la cueva - pudiendo haber parecido un ultimatun, no iba más lejos de ello, pues por una vez la princesa estaba buscando enseñarle a su hermano cosas nuevas.

Acto seguido y con la lanza, empezó a despellejar otro Dracon menor como Anya y Senca, mientras que por otro lado respondía a Senca - Me agrada que pienses tan bien de mi, Helga. Para empezar no es que tengamos muchos enemigos, sobre todo bestias y delementales que logran librarse de Niero.

-Por desgracia no, no he viajado todo lo que me gustaría, no he salido del continente y realmente nunca he visitado Maxener ni la tundra del norte. Pero ruinas solo he visto un par de ellas, una es esta y solo vine porque mi padre no podía venir... La otra era una pequeña cueva con grabados Mimali en las paredes. Caí en ella por casualidad cuando estaba por el bosque de Laforana entrenando. Siento no poder serte de más ayuda.

Max, quien por su lado estaba concentrado intentando aguantar, al final se hizo con fuerzas de valor y dijo - E-esta bien... N-no quiero s-ser un estorbo. M-me empaparé con el olor de uno d-de esos c-cadaveres. - Y a diferencia de los tres que recolectaban las pieles, Max no hizo mucho más ya que no sabía tratarlo.

— Claro — Tea respondió con una sonrisa a Tiki sin moverse de su lugar, pues supuso que la Mimali quería intentar algo específico que quizás ella no pudo ver. No mucho después asintió a su otra petición, una que de paso correspondía con lo que le susurró antes la espadachina de fuego — ¿Así? — inclusive preguntó la chamán cuando sintió algo extraño viniendo desde la pequeña rubia, era tranquilo y agradable, pero también peculiar…

La plática más allá no le pasó del todo desapercibida pero dado que ella poco tenía qué aportar y que encima debía estar concentrada en lo del trono, la Cobb terminó por cerrar los ojos y dejar que la magia no elemental de su compañera fluyese como al parecer Tiki intentaba, aunque al ser la primera vez que hacía algo así la humana no estaba segura de sí funcionaría para empezar. Más pronto que tarde la chamán logró sentir que los brazos del trono se movían, pero con su limitada experiencia en la utilización de ese tipo de magia le fue complicado dar con más detalles…

Fue entonces que con un movimiento natural de sus propios brazos, Tea logró por fin abrir los del trono, aunque eso no hubiera sido posible de no ser por la ayuda de la Mimali y el consejo de Anya. — Oh vaya… —  dijo después ya que al unísono descubrió seis estatuillas, cada una con el respectivo símbolo de uno de los elementos que ellos representaban, siendo que en su caso creyó reconocer la forma de Helios en uno, ¿acaso aquello era para de lo que necesitaban de esas ruinas?

— “Dalia”, ¿reconoces a Marine? — aprovechando la cercanía murmuró a la pequeña rubia en su hombro, esto tras mirar a la estatuilla en su brazo izquierdo que presentaba el símbolo del agua. Junto a esta estaban las correspondientes a la tierra y al hielo. Del lado derecho se encontraba la del aire que fue la que se le asemejó a Helios, así como las que por su respectivo símbolo pertenecían al rayo y al fuego.

Dado que los otros parecían ocupados, Tea intentó averiguar en lo posible si había en las figuras algo peligroso o que no fuera buena idea enseñar a los ajenos al grupo de seis, para ello cooperando con Tiki y Gauche si es que los disfrazados de religiosos mostraban el mismo interés que ella…

Con una sonrisa traviesa, la espadachina le dice a Max:

- Verás cuando crezcas un poco más y les digas a las chicas que tuviste que empaparte del olor de una peligrosa criatura para explorar unas ruinas olvidadas... Las tendrás comiendo de tu mano. -le suelta con cierta diversión.

A fin de cuentas, el principito pronto tendría edad de fijarse en las muchachas e ir engendrando pequeños bastardos por ahí*. Posiblemente a Maxine no le hiciese gracia que azuzase un poco la curiosidad de Max en ese ámbito, pero ahora mismo es lo que le sale de dentro.

Una vez terminada de apañar, con trozos completos de la piel del bicho en algunas zonas y haciendo un buen esfuerzo para no echar el desayuno, se mantiene callada unos instantes para asimilar el olor y mientras limpia su espada y su cuchillo, tratando de distraerse. Cuando se asienta un poco, mira hacia el trono y ve que Tea trastea con algo, así que mira a los príncipes y les comenta:

- Iré avanzando un poco por delante del grupo para intentar evitar combates. Recemos a nuestros Dioses para no toparnos con muchos problemas. -indica, aunque hay algo en su voz difícil de identificar, una parte que quiere que eso sea falso y seguir manchando su espada.

-Iughh... N-no se si me g-gustaría ser v-visto de esa manera... - reconoció el pequeño principe ante las palabras de Anya - Y-yo soy m-mas de libros... de palabras... Hechizos incluso hasta me se algunos bonitos - y en el momento en el que empezó a hablar de magia pareció relajarse - Podría hacer flores etereas incluso.... ¿No se supone que es así con lo bonito como se deba conquistar a una dama? - Malas preguntas hechas por un niño hacia un grupo de adultos...

No obstante, el principe estaba demasiado distraido como para ver que su hermana por encima ya le iba impregnando con el olor de aquellos seres a los cuales les tenía pánico viendolos muertos. - Eso ya no importa tanto... Faltais el resto - dijo entonces Maxine alzando una cabeza por encima de los reunidos allí y mirando a Tea, Tiki, Gauche y Helga, ya que Muerte estaba cubriendose ya del dichoso olor.

Por su lado Tea pudo comprobar al examinarlas un poco mejor, que aquellas estatuillas que sostenía en su mano no eran tan diferentes a los distintos idolos y objetos de adoración que adoraban en los templos, mismos que ella ya vió en su momento en libros, y cada uno hacía referencia al dios en concreto que señalaba cada simbolo.

Por otro lado Anya se empeño a avanzar poco a poco, siendo que Maxine la miró - No te alejes mucho, las ruinas son un laberinto y podrías perderte con facilidad si no vas con cuidado. - Y tras aquella mención continuó despellejando a otro ser.

No solo eran idolillos normales como los que salían en tus libros, sino que además estos portaban grabados muy extraños que incluso a ti te costaba comprender. Salvo en uno de los idolos, donde las letras verdes se inscribían en tu cerebro haciendote leerlas, o más bien oirlas: 

-----------orm---------reu---

Parecía un texto incompleto, como si algo le faltase de más.

Por otro lado al ver como Anya se iba desde aquel trono, algo en tu mente comenzó a vislumbrar a los seis dioses caminando al interior de las ruinas, marcando el camino que Anya tomaba como el bueno y recordandote la frase que leiste antes de las escrituras arcanas 

Desde su trono el rey pudo ver como sus descendientes volvieron a caer.

De ellos, sus seis hijos le dieron la espalda al rey

En seis direcciones separadas hayaron su respuesta y de forma criptica, su lugar sellaron.

No era como si estuviese ignorando la plática de más de allá, sin embargo Tea se vio tan atraída por las estatuillas en sus manos que por un momento se abstrajo de lo que había a su alrededor.

Presurosos sus ojos analizaron los mentados objetos hasta dar con un texto extraño en uno de los ídolos, sin embargo este debía estar escrito en una forma de arcano demasiado avanzada para ella, o bien deteriorada por el paso inclemente de los años, pues fuera de letras difíciles de conectar, para su mala suerte  la Cobb fue incapaz de distinguir nada.

Fue entonces, sin embargo, que la partida de la espadachina y su aviso la sacaron de su abstracción. Mientras Maxine agregaba lo suyo la chamán fue capaz de “ver” o al menos imaginar en base a lo que había leído a lo largo del camino a seis figuras arcaicas, divinos sujetos andando por el sendero a lo desconocido. Sentada en el trono la chica también pudo recordar cierto pasaje, mismo que en el momento la instó a tomar tanto aire como fuera posible y así gritar:

— ¡ESPERA ANYA! ¡VUELVE! —

No falta de misterio, por supuesto, dado que su acción resultaría por demás inesperada y aleatoria para quienes estaban en sus propios asuntos. Acto seguido la chica de melena castaña se levantó del asiento real, y llevando los ídolos entre sus brazos buscó con la mirada al resto mientras esperaba que sus palabras hubiesen llegado a la usuaria de fuego.

— Debemos… debemos llevar estas — enseguida dijo tratando de hacerlo parecer casual, sin embargo fue dando a cada miembro del grupo original la estatuilla del ídolo correspondiente a “su elemento”. Rayo para Helga, agua para Tiki, tierra para Muerte, hielo para Senca y viento para ella, que de paso se quedó con la de fuego esperando a ver si Anya volvía. — E-es una corazonada… — explicó luego, pues no podía simplemente decir la verdad ante los ajenos y esperaba que así lo entendieran sus compañeros de encomienda…

Helga empezó a cubrirse ella misma y a Vaporum cuando escucha las palabras de Max sobre conquistar a una chica, ella moviendo la cola dice:

Todo depende de los gustos… a mi eso no me gusta, yo preferiría que me regalaras una herramienta exótica, o cosas así la verdad.

Estaba tranquilamente cubriéndose con ese olor cuando ve los actos de Tea y como le da la estatuilla, se queda unos momentos mirándola, mas por comprobar como estaba hecha que por otra cosa mas. Finalmente la guarda colgada en su cinto y dice:

Nunca es malo prevenir… a lo mejor hay alguna clase de… acertijo que las necesitamos

Ante la idea de Max, ella se echa a reír ligeramente y responde:

- Bueno, eso depende de la chica, pero contar cosas interesantes, y no solo porque las has leído, es un buen punto.

Tras eso, la espadachina hablaba sobre ir a explorar primero, y aunque echó un vistazo al túnel aún desde la sala, el grito de la chamán la hace sobresaltarse ligeramente, agarrando su espada mientras gira y volviéndose a un lado y a otro, tratando de detectar la amenaza que le hubiese pasado inadvertida hasta ahora, pero al no encontrarla, echa a andar hacia Tea, y le da un capón con el puño, no muy fuerte, pero dejando claro lo que piensa de los gritos en estas situaciones.

- Quizás quieras un tambor para irlo tocando mientras avanzamos, así si algún enemigo no se ha enterado de que estamos aquí con el grito, atraes su atención. -regaña a la muchacha, que pese a caerle bien, ahí ha cometido un desliz que puede traer malas consecuencias.

En cualquier caso, tras eso suspira y toma la estatuilla de Pyros, observándola en detalle.

- Vale, me fío de tu instinto. -concluye, viendo* si hay algo destacable antes de guardarla.

Una vez restregado con la sangre, y viendo que el resto hacía lo mismo escuché la muy interesante conversación de Anya con el príncipe, No parecía una de esas chicas que se preocuparan por esas cosas, aunque quién sabía. Quizá al final buscara simplemente alguien con quien acabar sus días.

El príncipe habló de flores etéreas mientras que Helga aportó sus gustos sobre herramientas extrañas, ¿Sería el amor tan complicado como el comercio?, o simplemente diferente. No creía que pudiera descubrirlo nunca, pues en mi expereriencia solo había recibido "cariños" de mujeres inexistentes, o algo así.

Una vez acabó la conversación, y todos o casi todos estábamos empapados de aquello, dispuse los restos de los cuerpos por donde había visto alguna señal de paso de animales. Ya que habíamos faltado al respeto a la cueva, quizá lo que para nosotros era inservible pudiera valer de algo en el futuro cuando nos fuéramos.

Tea por su parte, había descubierto algo, Oh, Miré la estatuílla, La guardaré entonces. Dije mirándola un momento antes de introducirla en la bolsa que colgaba a la altura de la cintura. Intentando encontrarla un sitio donde no se rompiera.

Cuando esteis listos partimos, si Anya va por delante, yo puedo ir al final y su majestad cubrir el medio del grupo donde está su otra majestad. ¿Se diría así?, quizá sus majestades, quizá sea mejor decir mis majestades. Qué clase de estudioso se preocupó en su día por cómo llamar a esta gente.

Max empezó a enrojecerse lo suficiente cuando dos de las chicas allí presentes comenzaron a darle consejos sobre como cortejar a una dama, enfocandose principalmente en los gustos que esta pudiera tener, siendo que comprobó que cada mujer era un mundo completamente distinto y para nada similar pues no conseguía ver un punto común más allá del genero.

Al final con todos los que estabais ya cubierto de aquel olor de los cadaveres, Maxine se levantó para embadurnar a los que restaban, vease: Gauche, Tiki y Tea, obviamente. No obstante esta última realizó un hallazgo del cual Gauche se sintió decepcionado al acercarse a la Mimali y ver su estatuilla, la cual el ladrón tuvo que llevar ya que tras cualquier tipo de intento que hiciera la pequeña por empequeñecerlo, todo sería en vano.

Hicisteis bien en mirarlas mejor pues según investigasteis más en profundidad esas estatuillas, por su espalda había unos grabados en letras que solo cada uno entendería de su propio elemento heredado.

Al mirar tu estatuilla con curiosidad, empezaste a ver esos simbolos extraños que ya viste en tu mente y en tu piel en el pasado

------ond-------ego-----------

Por desgracia, parecía estar incompleto 

Al mirar tu estatuilla con curiosidad, empezaste a ver esos simbolos extraños que ya viste en tu mente y en tu piel en el pasado

-----------orm----------eun--

Por desgracia, parecía estar incompleto 

Al mirar tu estatuilla con curiosidad, empezaste a ver esos simbolos extraños que ya viste en tu mente y en tu piel en el pasado

---------tem-----ura------------

Por desgracia, parecía estar incompleto 

Al mirar tu estatuilla con curiosidad, empezaste a ver esos simbolos extraños que ya viste en tu mente y en tu piel en el pasado

-------rof---------------agu--

Por desgracia, parecía estar incompleto 

-En serio eso puede pertenecer a un puzzle - Preguntó por su lado Max mirando por encima a Helga y su estatuilla. - No parece ninguna escritura que conozca pero... Es una estatuilla pequeña, igual es algo más complejo... ¿Pero que tipo de rompecabezas puede suponer unas estatuillas de los dioses elementales? - más bien pensando en voz alta que otra cosa, el pequeño principe preguntó intentando hallar una respuesta.

Por otro lado, la princesa aprovechó para embadurnar de aquel olor a los tres faltantes - Anya tiene razón Tea... Más bien a partir de ahora cuidar el tono de voz, incluso diría que más profundo en las cuevas dejaramos de hablar, en especifico si escuchais algo extraño. - advirtió al final mirando a todos los demás.

Ya todos estabais listos y allí no quedaba nada más. La sensación mágica había desaparecido y la "recompensa" recogida... Ahora solo quedaba un gran camino hacia el interior de la cueva.

Daba igual si empezasteis a parar a cada momento que veiais algo interesante, como a ver las escrituras en las paredes. Según avanzabais los caminos eran más lineales y más naturales en cuanto a caverna se refiere y las escrituras tan solo hablaban una y otra vez de lo mismo, aquella guerra contra los dioses, los poderes que se sellaron, la magia por las cuales los portadores de los sellos murieron para confinar permanentemente a los dioses y finalmente la construcción de su torre así como la creación de la barrera elemental cuando todo acabó, incluyendo la vida de aquellos heroes de antaño.

Max habló de todo aquello como si fuera el que más sabía de todas aquellas historias, y es que en parte... era el que más había leido de todos los que estabais allí de aquella guerra, por ello sabía tantos detalles que ni siquiera estaban escritos en las paredes, como por ejemplo que los heroes se sacrificaron para que la barrera existiera, mostrando así que el faro no era solo un simbolo de paz, sino también una posibilidad de romper los sellos de los dioses... O eso dicen las escrituras.

Sin más tesoros y cada vez con más suciedades y escombros, llegasteis poco a poco a una bifurcación ante la cual la princesa os detuvo a todos y con un gesto os "ordenó" silencio. Max se calló con ambas manos en la boca ya que era el que más tiempo pudo estar hablando... Y en ese momento en el que se hizo el silencio entre todos vosotros, escuchasteis en el camino de la derecha, pequeños gruñidos de seres en su interior.

-Decidid... Aquí no sé a donde ir... Pero... - miró a donde venían los gruñidos y os miró - No creo que sea buena idea seguir los gruñidos

— ¡Auch! — irónicamente Tea volvió a levantar la voz al recibir aquella reprimenda por parte de la espadachina, pues por duros que fueran los puños de la chamán, gracias a cierto par de tutores su personalidad era muy susceptible a ese tipo de castigos. Encima no tardó en sumarse Maxine, lo que hizo ver a la Cobb su error — V-vale, lo siento… pero es que pensé que se alejaría sin más y creo que las estatuillas podrían ser importantes, al fin y al cabo estaban protegidas así por algo — sin embargo también trató de explicar su curiosa elección de acciones, pues por lo que sintió en el trono la necesidad de que portaran esos peculiares objetos era tan o hasta más urgente que tener cuidado allí… lo malo que no lo podía decir abiertamente.

— Es como dices, Max, puede que pertenezcan a un puzzle o que tengan un valor que no podemos ver ahora mismo, y no me refiero a lo monetario; por eso está bien llevarlas, y mejor si puede ser por separado para cuidarlas con más dedicación — luego aprovechó para explicar al príncipe y de paso justificar un poco su modo de repartirlas, pues al fin y al cabo bien podría habérselas llevado todas ella, pero ese no era el caso.

De cualquier forma la castaña tuvo que contener la respiración y cerrar los ojos cuando tocó su turno de ser embadurnada; como había dicho antes la idea no le agradaba en lo más mínimo, pero a la vez la comprendía desde el punto de vista estratégico… al menos hasta cierto punto. Básicamente Tea recordó cierto libro donde un cazador de trolls y unos investigadores hacían lo mismo para así poder adentrarse con la mayor seguridad posible dentro del nido de estas criaturas, que en la historia tenían como mejor sentido el del olfato.

*****

Durante el camino Tea aprovechó para ver si encontraba escrito algo más que pudiera aclarar la utilidad de las estatuillas o bien completar la frase extraña de antes, esto disimulándolo como una investigación normal, claro, pero no logró nada relevante. En paralelo escuchar al príncipe resultó interesante desde la perspectiva de alguien deseando aprender, pues sí, ella leyó bastantes libros dentro del faro pero eso no significaba ni de cerca que lo supiera todo; todo dato nuevo sería agradecido por la joven chamán.

*****

Llegados a la bifurcación ella se acercó lo más posible al príncipe que era a quien estaba encargada de acompañar; seria tragó saliva al tiempo que trataba de nivelar su respiración para calmarse, ello debido a que, aunque tuviera tanta incertidumbre como la princesa, basada en las experiencias anteriores intentó figurarse lo que podría haber más allá. También en su caso Tea miró a la estatuilla que llevaba y por un momento hasta cerró los ojos para ver si podía sentir algo en el aire, al fin y al cabo era la portadora del sello de Helios, ¿no?

Al escuchar a Max Helga que en esos momentos estaba mirando la estatuilla alza los hombros y dice:

Nunca se sabe, quizás un puzle de colocar las estatuillas en algún lado… mejor prevenir que curar ¿no?

Mientras caminaban ella escuchaba a Max, ya sabia que el príncipe era prácticamente un erudito y eso era algo que estaba bien, especialmente porque así tendrían a alguien que les iría informando y en cierta forma aunque conocían la historia de lo sucedido, nunca venia mal escuchar a alguien con esos conocimientos que les contara todos los detalles.

En cierto punto escuchan unos sonidos, no sabia que era lo que podía ser, pero no tenia pinta de ser nada bueno, seguramente serian mas de esas criaturas, con una leve sonrisa indica el camino del que no provenían los sonidos mientras con su ojo no dejaba de mirar hacia el lugar en donde aquellas criaturas emitían sonidos.

Anya suspira ligeramente y niega con la cabeza levemente, diciendo:

- Bueno, ya hay poco que hacer. Sigamos. -concluye simplemente, agarrando su espada en llamas y avanzando hacia el túnel. La idea era que avanzase en vanguardia, y así lo hace, sin escuchar por desgracia para ella los relatos de Max, pero atenta a cualquier movimiento.

Una vez llegada a la bifurcación, recuerda que la princesa había dicho que no había llegado más lejos, por lo que, con cuidado, comienza a avanzar por el de la izquierda. En principio es mala idea con algo que emita luz, pero posiblemente a lo que haya aquí abajo o le ciegue o le de igual, y probablemente se guíen por otros sentidos, por lo que sería una considerable desventaja para ella.