Partida Rol por web

Varanus había conseguido un buen piso en la zona alta, no era céntrico pero sí amplio y con buena seguridad, el bloque se llamaba "Alma Apartments". Costear aquel piso se había llevado gran parte de sus ahorros y ahora tocaba escoger un nuevo trabajo.

Por suerte o desgracia, el trabajo para alguien de su curriculum no faltaba, pero si su intención era dejar de formar parte del exageradamente amplio club de hijos de puta que poblaba aquel miserable mundo, las ofertas de trabajo disminuían drásticamente, parecía que ganarse la vida de manera honrada era cada vez mas dificil. Tal vez un reto que Varanus estuviera dispuesto a superar por el simple hecho de demostrar que él si podía hacerlo.

Para encontrar una nueva ocupación de esa naturaleza, Varanus tenía que poner en marcha todos sus recursos, había que saber dónde buscar, con quien hablar y de quién te podías fiar. Tres cosas que pocos sabían lo verdaderamente difícil que era conseguirlas.

El piso estaba bien equipado, con una terminal de última generación al igual que varios electrodomésticos. Varanus no era un aficionado, sabía como conectarse a la red sin ser descubierto o cómo mantener una conexión "segura", de lo contrario ya habría muerto hace tiempo. Revisar los blogs de noticias y analizar flujos de datos era fundamental antes de buscar o investigar nada, la información siempre es y ha sido poder.

Tras varias horas de lectura y análisis, la conclusión mas obvia para cualquier persona lo suficientemente perspicaz, era que Nueva York era un maldito caos. El numero de casos de desaparecidos, asesinatos, avistamientos de personas o "criaturas" sin identificar se habían disparado en los últimos dos meses. Las leyendas urbanas florecían en los suburbios e incluso mucha gente hablaba de "Dioses digitales". La policía de NY y la policía electrónica no daban a basto, aquella situación se había masificado de tal forma que estaba claramente fuera de su control.

Cada artículo que leía Varanus era mas extraño e intrigante que el anterior hasta que de pronto la pantalla de su ordenador se puso en negro, ¿un apagón?. No parecía ser el caso, todo lo demas funcionaba, pero al fijarse con mas detalle, solo había un cursor de texto parpadeando en su pantalla, el cual pronto comenzó a escribir.

"Estas en peligro, viene a por ti."

Ninguno de los controles de la terminal funcionaba, alguien se había colado a pesar del firewalls.

"Sigue al conejo blanco..."

Y en tan solo un parpadeo la pantalla volvió a su estado normal y a mostrar la información que Varanus estaba buscando.

La seguridad del apartamento estaba cláramente comprometida y por la experiencia del científico mercenario, aquello no podía ser pasado por alto. La vieja pistola magnética estaba guardada en el cajón de su mesa, seguramente los planes de Varanus no incluían tener que usarla tan pronto, pero ahora era mucho mas util en su cinturón que en el cajón. Asi como un chaleco de protección ligero guardado en el armario.

Había muchas preguntas que hacer despues de esto, pero... ''¿a quien?, y ¿quien o que es el conejo blanco?'', fuese lo que fuese, debia prepararme, me acerque al armario donde guardo mis viales, 3 sedantes, 2 sangreverde y un estimulante por si las moscas, cargué uno de los sedantes en la recámara de mi brazo lista para un uso rápido y me puse el chaleco del armario.

mientras terminaba de vestirme llamé a Tlaloc, no iba a dejar a mi perro allí sin saber que era lo que me acechaba, cojí la pistola que coloqué en mi cinturón y un puñado de la comida favorita de Tlaloc, até a este la correa y me dispuse a repasar si llevaba todo lo necesario.

Mis viales, pistola, chaleco, mi cartera y al perro, en principio lo tenía todo.

Dentro de mi había una disputa entre si quien me habia alertado de que estaba en peligro era amigo o enemigo, ''¿y si era una trampa y estaban esperando que saliese de casa?'', bueno, tampoco habia muchas mas opciones que marcharme de alli, si habian entrado con esa facilidad a mi ordenador, podian entrar en mi casa, asi que de momento, buscare información al respecto en el único sitio en el que podría estar cómodo, el Heaven's Gate.

-Espero que te dejen entrar Tlaloc, portate bien y te compraré alguna chuche a la vuelta ¿vale?, vamos chico.

Apagué todas las luces, desenchufé el ordenador y demás aparatos electrónicos, y salí por la puerta en dirección a mi garito de confianza.

Mientras Varanus se preapraba para salir, alguien anónimo se puso en contacto con él, era un mensaje de voz, una voz distorsionada y grave que impedía identificación alguna.

-Doctor Hidryde, me consta su estancia actualmente en la ciudad de Nueva York, tambien dispongo de su amplio curriculum e historial. He visto que es usted un científico adelantado a su tiempo, ambicioso y con recursos, justo el perfil que estoy buscando para que trabaje para mi y por lo que tengo entendido, está buscando trabajo.

El dinero es irrelevante, dispondrá de recursos ilimitados, acceso a secretos de estado y mejoras cybernéticas muy por encima de la tecnología militar existente. Pero para mas detalles, debe aceptar una conexión directa, es una oferta que solo le voy a hacer una vez, doctor, y necesito una respuesta inmediata. Una vez conectado a nuestra red, le mostraré para quién trabajará y nuestra ambición, no se arrepentirá.

Varanus vió el aviso de solicitud de conexión directa a una red privada, es cierto que eso, hasta donde sabía, podía resultar en un intento de hackeo en el que tendrían que superar los firewalls de su cybercerebro para intentar hackear sus partes prostéticas o directamente matarle, pero eso no tenía mucho sentido, si lo que querían era contratarle, ¿por qué iban a intentar matarle?.

En cualquier caso quien le había hackeado la terminal y quién le estaba haciendo la oferta eran, a todas luces, personas diferentes, y la segunda en contactar no parecía consciente de la primera.

El instinto de mercenario y perro viejo, le decía que corría riesgos muy serios tanto si aceptaba como sino. Si era cierto que el misterioso contratista tenía tanta información sobre él, no se tomaría bien un "no" por respuesta, ninguno de los peces gordos con los que había trabajado Varanus se tomaba bien las negativas y él ya conocía algunas de las represalias.

El coche que había acompañado a Varanus por incontables países era un modelo Quadra V-tech deportivo al que ya le había cojido cierto cariño, motor de combustión del alcohol sintético que recordaba a los antiguos gasolina. Cuatrocientos caballos de potencia y un mantenimiento caro, digno de un estilo de vida alto.

Tlaloc se portaría bien, almenos por el momento, ambos debían coger el ascensor hasta el garage o usar las escaleras, una opción mas lenta dados los diez pisos que había que bajar.

Tenia que decidir ya que hacer, habia sido muy raro, dos veces habian contanctado conmigo en un corto espacio de tiempo, una para advertirme, y otra para ofrecerme trabajo, pero, ¿de quien debia fiarme?, estaba claro que la primera persona me intentaba advertir de la segunda, a que se debia esto?.

Dejando a un lado las cavilaciones de lo que acababa de pasar, decidi bajar por el ascensor, al fin y al cabo, si me querian contratar ya fueran amigos o enemigos, no me harian daño, me necesitarian en plenas facultades para aquello en lo que me necesitasen, y no creia que fuesen a hackear el ascensor para retenerme, no tendria sentido.

Tenia que llegar al garaje lo antes posible.

Mi objetivo De momento seguia siendo el mismo, debia llegar al Heaven's Gate y una vez alli buscar algun tipo de información de alguno de los parroquianos.

"Sigue al conejo blanco... ¿será alguna referencia hacia Alicia en el pais de las maravillas?no lo se,  ahora solo puedo confiar en Tlaloc, espero que todo salga bien, no me gustaría tener que ensuciarme tan pronto."

-Chico, nos vamos, si ves un conejo avisa jejeje.

-Aaarfff, Guau!

El ascensor llegó al garage sin incidente alguno, la iquietud de Varanus tambien se veía ligeramente reflejada en Tlaloc que repartía nerviosamente su atención entre los alrededores y su propio amo.

El garage estaba silencioso, no había nadie mas, Tlaloc se subió y se sentó en el asiento del copiloto. En el asiento del piloto todo parecía en orden. Varanus no era el mejor conductor del mundo, pero tampoco hacía falta ninguna pericia especial para manejar aquel coche que entre sus muchas ventajas, tenía varios sistemas de asistencia al piloto por si de pronto le entraban "las prisas".

Pero la suerte duró poco, Varanus no había contestado al mensaje y la paciencia del benefactor parecía consumirse con rapidez. Una vez en carretera y doblada la primera esquina, el coche de pronto se apagó delante de una pequeña plaza, los seguros se activaron y el coche quedó completamente sellado con Varanus y Tlaloc encerrados en el interior. A todas luces se habían hecho con el control del ordenador de a bordo, despojando de control alguno a Varanus.

-Permita que le insista, doctor, su respuesta debe ser inmediata, como puede comprobar, puedo controlarlo todo y tengo acceso ilimitado a cualquier sistema, lo mismo que tendrá usted si acepta mi oferta, de lo contrario, atengase a las consecuencias.

En la interfaz de Varanus continuaba parapdeando la solicitud de conexión directa pendiente de aceptación.

La situación había escalado rápidamente hacia la espada y la pared, no parecía ser un cualquiera quien estaba tratando de reclutarle y hackear el coche parecía la menor de sus capacidades. Varanus sabía que estaba no solo en un dilema, sino en grave peligro.

Sin embargo, Tlaloc había estado durante largos segundo en silencio y con la mirada fija en un punto de la plaza, un comportamiento anómalo dada la situación, de pronto emitió un par de ladridos casi imperceptibles destinados a llamar la atención sobre lo que estaba viendo. Al dirigir la mirada en la misma dirección, Varanus descubrió que, una de dos, o estaba siendo testigo de una tremenda coincidencia, o la literalidad del "conejo blanco" era escandalosa*.

Una joven extremadamente pálida, ropa de calle de buena calidad blanca y negra, una mochila, ojos prostéticos rasgados color lila y lo mas llamativo (dada la situación): dos orejas de liebre prostéticas en su cabeza*.

Estaba sentada en un saliente de cemento al lado de una boca de metro, tenía cascos puestos en sus orejas humanas mientras que las de su cabeza, se movían para captar diferentes sonidos, parecía pendiente de su alrededor pero ni Varanus ni su coche parecían ser su foco de atención.

De pronto aquella calle y aquella plaza parecía un tablero y las piezas se estaban moviendo, Varanus no tenía el control y sus acciones inmediatas iban a decidir muchas cosas.

Claramente estaba en un aprieto, no era la primera vez que estaba en uno, pero si de este tipo, de la forma mas disimulada que pude traté de buscar algo sospechoso en las cercanias de la plaza, sin quitarle mas de dos segundos la vista aquella coneja blanca, Tlaloc no apartaba la mirada de ella, seguramente si se mova el me avisaria como hizo antes, la cuestión ahora es, si ella trataba de ayudarme, que hago para llegar hasta ella, quizas deberia intentar llamar su atención, aunque eso puede resultar ser peligroso para mi.

Seguia viendo en mi interfaz la solicitud de conexion directa, no me atrevia a rechazarla estando en el coche encerrado con mi amigo, de forma disimulada y dando caricias a Tlaloc traté de llamar la atención de la coneja gesticulando con la cara y los ojos.

-No la qites los ojos de encima chico, y si mira hacia aquí, pon cara de perrito  bueno y a mover la colita.

Trataba de ocultar el cierto nerviosismo que teniamos ambos, pero no era capaz del todo, espero que suceda algo ya, o me vere forzado a tomar un camino que no se si quiero seguir.

Varanus no pudo ver mas detalles acerca de aquella singular joven con orejas de liebre, aunque tampoco podía evitar pensar que le sonaba de algo, dificil de decir, se había pasado tres horas leyendo información y artículos antes del hackeo de su termina. Tal vez si la viera mas de cerca terminaría por encontrar aquella conexión.

En cualquier caso, aunque la idea de intentar hacerse ver no era mala, era tan solo era un coche parado con docenas de coches alrededor yendo y viniendo, las probabilidades de que se fijara específicamente en el de Varanus eran bajas, ademas, parecía distraída o buscando algo, definitivamente miraba a su alrededor pero Varanus ni su coche parecía ser el objetivo de su búsqueda.

De pronto, como un jarro de agua fría, un vehiculo paró al lado de la ventanilla de Varanus, cortando instantánea y completamente la linea de visión posible con el "conejo blanco". Era una moto aerodeslizadora de la policía, aquella concretamente parecía de tráfico.

La mujer que la conducía dió unos toques en el cristal para llamar la atención del conductor.

-Policía- Disculpe, señor. No puede estacionar aqui...

Se agachó para mirar a través de la ventana, haciendo contacto visual con Varanus. Luego tambien se percató de que ninguno de los controles del coche estaba activo.

-Policía- ¿Tiene algun problema con el vehículo?.

Si era asi le ayudaría, aunque esperaría la confirmación del usuario.

En cualquier caso, mientras estaba detenida ahí, ni Varanus ni Tlaloc podían ver a su objetivo y por tanto, él tampoco a ellos.

No lo podía creer, estaba justo allí y no era capaz de llamar su atención, y ahora una policia, que visto de  otra manera quizas podria ayudarme, alcé un poco la voz y trate de pedir ayuda.

-disculpe agente, algo debio apagar los controles de mi vehiculo y no soy capaz de controlarlo, no se si podria ayudarme a salir o a recuperar el control, le estaría muy agradecido.

¿que mas podia hacer? espero haber hecho lo correcto al pedir su ayuda, ahora solo me quedaba esperar que aquella chica no se hubiese ido, quizas podria utilizar un pequeño truco que aprendí; Sabia reproducir bastante bien los sonidos de los animales, ¿que seria lo peor que podria pasar por intentar llamar su atención con una llamada de otro conejo?, al fin y al cabo tenia sus orejas animales escuchando lo que ocurria a su alrededor. tenia que intentarlo.

Con un gesto tranquilo la policía se comunicó con la central mientras ponía la luces para advertir a los demas conductores que tuvieran precaución.

-Policía- Vehiculo averiado, esquina de la 38-7 con la 23-1, zona de Alma Apartments. Unidad 2501 asistiendo.

Pero mientras hablaba, Varanus fue testigo directo de como la situación pasaba de ser "inusual" a ser digna de una película de ciencia ficción. Una especie de sombra se proyectó en la calzada delante del coche, de ella empezó a brotar y materializarse una sombra de aspecto subrealista.

Por supuesto era la primera vez que Varanus veía algo asi, no pudo encontrar en su memoria algo parecido o explicación alguna de cómo aquella criatura había brotado de una sombra en la calzada.

La opción de aceptar la conexión directa con el misterioso contratista desapareció, por lo visto su paciencia se había agotado, ahora solo cabía enfrentar aquellas "consecuencias".

Aquella criatura comenzó a acumular llamas entre sus manos cuando la policía tambien se percató de su presencia, ella no la había visto brotar de la calzada, pero su aspecto podía dejar congelado a cualquiera.

-Policía- Pero qué demonios...

Y sin previo aviso, una bola de fuego salió proyectada de las manos de la sombra hacia la moto de la policía, la cual al impactar estalló justo al lado de la ventanilla de Varanus. Todos los cristales del coche reventaron y tanto Varanus como Tlaloc recibieron la metralla de cristales*. La mujer policía salió despedida varios metros mas atrás y calló sobre la calzada gravemente herida o muerta. Tlaloc tambien tenía pequeños cristales clavados por su cuerpo y estaba demasiado aturdido como para chillar de dolor.

El caos se apoderó de las calles y la gente empezó a huir y a gritar en todas direcciones. Cuando Varanus logró recuperar el norte tras la deflagración, los alrededores estaban llenos de humo negro que tambien entraba en el coche, sería imposible ver nada que estuviera lejos del coche, lo único que alcanzó a ver es cómo la sombra de delante volvía a acumular fuego en sus manos y el siguiente objetivo parecía él y su coche.

Se acabó la calma, estaba claro que ya no habia marcha atrás, pero que demonios se supone que debia hacer contra aquella cosa... de momemnto lo mejor quizas sea cubrirme las espaldas, dudo que su objetivo sea otro distinto de mi, me ocupare de Tlaloc más tarde, con la mayor brevedad que me permitió la situación, salí del coche y desenfundé mi arma.

-Por favor, alguien ayude al perro del coche-

Deseaba con toda mi alma alejar a aquello del coche, ya nos veriamos las caras después.

Ojala hubiese alguien lo suficientemente loco o valiente como para escuchar mi propuesta.

-Intentare ir hacia donde estaba aquella chica, espero no quedarme en el camino; ¿Que es esa cosa y como ha llegado aqui?, si salgo de esta, debo investigar esas cosas a fondo.

Traté de correr tanto como me permitia la adrenalina del momento.

Como era de esperar, la sombra centró su atención en Varanus, él era a todas luces su objetivo, ignorando por completo el coche y al perro en su interior. Pero si bien el plan de Varanus había funcionado, ahora estaba en medio de la calle totalmente expuesto, oportunidad que la sombra no tardaría en aprovechar.

La criatura lanzó otra bola de fuego directa al cientifico, aunque gracias a los buenos reflejos del mismo, esta impactó de refilón contra uno de sus brazos prostéticos, minimizando los daños con respecto a lo que podía haber sido di el proyectil igneo le alcanzara de lleno.

Varanus apenas estaba tratando de apagar las partes incandescentes de su ropa cuando notó como una mano le agarraba del hombro y le obligó a correr hacia la boca de metro, al levantar la vista vió la joven con orejas de liebre, ahora empuñaba en su diestra una subametralladora con silenciador.

-Lamda- Lamda 01, seguridad pública, por aquí...

Le obligó a entrar en la boca de metro para romper la linea de visión con la criatura piroquinesista.

-Lamda- Pasamos a comunicación mental.

Varanus recibió el aviso de comunicación mental abierta, pudiendo acceder a una red interna de comunicaciones de las que parecían algun cuerpo de fuerzas especiales.

Fue en ese momento y con la visión de aquella joven mas de cerca, cuando Varanus recordó algunos de los mensajes de foros, sobretodo de los suburbios en los que mencionaban el avistamiento de fuerzas especiales de financiación privada que trabajaban para seguridad pública conocidas como "Lepus". Por lo visto decían que aparecían en los mismos lugares donde se producían aquellos incidentes con criaturas sin identificar.

-Lamda 01- Aqui Lamda 01, ataque de sombras, zona Alma Apartments, solicito refuerzos, agente de la policía herido. Alicia, necesito una ruta de evacuación desde el metro, detecto multiples señales de sombras hacia mi posición, llevo conmigo a un civil, parece ser el objetivo.

-Alicia- Ruta de escape actualizada, policía alertada y en camino al lugar del incidente, Tau 06 y Psi 03 estan en ruta, se reunirán con vosotros en el cuadrante 38.

-Lamda 01- Recibido, estamos en camino. Varanus, sígueme y te sacaré de aqui, por tu historial deduzco que sabes usar ese arma, úsala si es necesario, pero nuestra prioridad es escapar. La sombra que te ha atacado es piroquinesista y tiene la habilidad de moverse a través de superficies y objetos con extrema rapidez, tienen mucho potencial ofensivo pero una pobre defensa, si vuelve a aparecer... dispara. No sirve correr de ellas.

En marcha.

Comenzó a correr como Varanus nunca había visto correr a una chica de apariencia tan joven, el nombre "Lepus" no era infundado, sus piernas eran claramente prostéticas y extremadamente potentes, probablemente tecnología militar puntera. Por fortuna Varanus en este momento era perfectamente capaz de seguirle el ritmo gracias al aumento de sus propias facultades.

En el metro aun quedaban muchas personas, la carrera se relentizaría en diversos tramos, pero el hecho de ser un lugar público y con gente inocente no parecía ser un impedimento para que aquellas criaturas atacasen.

Al parecer la "suerte" estaba de mi lado, habia conseguido evitar ser calcinado al igual que esa moto, pero aun con el brazo caliente por el fuego, ahí estaba, esa chica tirando de mi hacia el metro, era extraordinariamente rápida, esos protésicos estaban hechos por alguien con una tecmologia que no se ve todos los dias.

-De donde habrá salido, hay agencias de seguridad que tienen tecnologia similar, pero... me está constando aguantarla el ritmo aún habiendo mejorado mis propias facultades, es simplemente fascinante.

Aún más desconcertante que aquella chica fue su conversación, ¿Alicia?, sigue al conejo blanco, ahora todo cobraba sentido, había elegido el buen camino, o por lo menos si conseguia salir vivo de esta claro.

No me salían palabras de la boca, tan solo la preocupacion de si iba a salir de alli, o que pasaria después me impedian hablar, hasta que recordé algo...

-Mi perro, aún sigue en el coche, por favor, envíad algien por el, os deberé un gran favor.

Como pude aproveche para limpiarme un poco las heridas y que me permitiesen aguantar un buen rato más el tipo ante la situación que podria venir, al terminar cojí el arma en la mano y asenti a la chica como señal de que podia continuar.

Varanus y Lamda avanzaron con presteza por los accesos del tunel y al llegar a la siguiente estación, la lepus hizo una señal de alto y se puso a cubierto. Parecía haber visto o seguramente oido algo.

-Lamda- Alto... atento.

De pronto ambos pudieron ver como el suelo de la estación se oscurecía en una circunferencia y de ella brotaba de nuevo la sombra hechicera. Sin perder un segundo Lamda disparó dos rafagas con su subametralladora silenciosa e hizo dos dianas. Aquella subametralladora que portaba era engañosa, tenía muchisima mas pegada de lo que aprecía. A todas luces su equipamiento, aunque disimulado, era tambien tecnología de vanguardia.

Sin embargo no fue suficiente para matar a aquella criatura, aunque sí estaba claramente desequilibrada tras la lluvia de balas de Lamda.

Los pocos civiles que había en esa estación corrieron despavoridos al ver a la sombra y los posteriores disparos.

-Lamda- Tenemos que acabar con ella o nos perseguirá donde vayamos.

-Psi- Múltiples objetivos en vuestra dirección, interceptando...

Se escuchaban mas disparos provenientes de otro de los tuneles de acceso a la estación.

Había que hacerle frente aquella sombra, no teniamos otra forma de salir de esta, asi que me dispuse a dispararle.

Quizas los nervios, quizas mi inexperiencia, quizas un cúmulo detodo... Fallé el disparo, no lo podia creer, en un momento asi, que estaba pasandome, jamás habia perdido el control de una situacion de esta manera, tenia que calmarme, mente fria, mire a Lambda con expresión de disculpa y arrepentimiento a la ves, y me prediscpuse a encajar el siguiente movimiento de la sombra.

-La próxima oportunidad que tenga no pienso fallar, acabaré con eso cueste lo que cueste.

Aunque Varanus fallara el disparo, la sombra pareció ser consciente de la superioridad de fuego de la que ahora parecía ser la guardaespaldas de su objetivo, pero en vez de retirarse, hizo algo aun mas peligroso: un ataque suicida.

Su cuerpo se introdujo a través de las sombras en el suelo e instantáneamente apareció delante de Varanus, acto seguido le propinó dos fuertes garrazos, Varanus pudo esquivar el primero, pero el segundo le alzanzó de lleno el pecho. Afortunadamente ese era precisamente el lugar que el chaleco antibalas protegía mas, asi que los cortes se limitaron a las zonas y bordes que el chaleco no cubría. La sangre comenzó a brotar bajo la ropa del científico, pero no era grave.

Por supuesto Lamda aporvechó la oportunidad para un disparo a bocajarro descargando la totalidad restante de balas del cargador de su subametralladora, cuyo cañón ahora humeaba por el uso. La sombra cayó muerta al suelo de manera instantánea y su cuerpo se hizo cenizas tras una controlada combustión, solo su máscara y partes oseas exteriores quedaron en el lugar de la muerte.

Varanus podría caer en la tentanción de relajarse tras la muerte de aquella criatura, pero en apenas segundos, los disparos provenientes de los tuneles se multiplicaron y pronto aparecieron dos jovenes mas fuertemente armadas y en plena retirada, ofreciendose fuego de cobertura la una a la otra mientras multiples sombras las perseguían.

-Psi 03- Ruta cortada, necesitamos una alternativa...

-Alicia- Coged el metro que está a punto de llegar y bajaros en la estación del ministerio de agricultura, la extracción estará allí en un minuto.

-Tau 06- Nosotras las contendremos aqui, Lamda, tu llevale hasta allí.

-Lamda 01- Entendido, en marcha.

El metro se detuvo y ambos se subieron dejando atrás el tiroteo de Psi y Tau con aquellas bestias.

-Lamda- ¡Seguridad Pública! ¡evacúan este vagón inmediatamente!.

Grito a todas las personas presentes en el vagón que rapidamente se fueron a otros. Luego instó a Varanus a que se agachara y ocultara en una de las esquinas del vagón, ella se agachó a su lado y recargó su arma.

-Alicia- Atención, contaminación de cybercerebros detectada en el trén, puedo evitar que tomen el control del transporte, pero tendreis que lidiar con las amenazas en el interior.

-Lamda- Recibido. Varanus, prepárate.

Ella hizo lo propio y apuntó hacia la puerta.

Aquella sombra se había lanzado a por mi de una manera suicida, aunque fallé ese disparo se debío dar cuenta de que estaba en inferioridad y quiso lanzar un último golpe,  gracias a Dios logre esquivar uno de sus ataques, aunque el segundo me habia dejado una marca que iba a recordar una buena temporada, sin contar la cantidad de sangre que había perdido, al menos no era grave.

Lamda acabó el  trabajo y eliminó a la sombra, asi que nos fuimos directos al metro, y tras seguir las ordenes que esa tal Alicia la habia dado, nos metimos en un vagon del metro y lo desalojamos para que no hubiese bajas civiles,me ordeno agacharme en una esquina del vagón y se puso a mi lado, ella apunto hacia la puerta sabiendo lo que venia.

No podía quedarme parado, asi que me dispuse a hacer algo que un DJ me enseño en uno de mis trabajos, con ayuda de el brazo izquierdo que él mismo me modificó podia crear, reproducir, mezlar, etc. cualquiero cosa relacionada con la música, y lo mejor de esto, es que lo podia utilizar con fines beneficiosos, como subir o bajar la moral de aquel quien la oiga, causar confusion, es una habilidad muy util, que por fin tendria el gusto de probar.

-Lamda, voy a servirte de apoyo, confia en mi, yo confio en que harás buen uso de esto.-

Elegí algo con un ritmo marcado muy fuerte, agresivo, que inspiraba valor, yo lla llamaba, Canto de Banshee...

Las sombras irrumpieron en el vagon apenas un segundo despues de que Varanus activara el reproductor de su brazo izquierdo. Por lo general, aquella música no haría mas que molestar a una persona con la extraordinaria sensibilidad auditiva de Lamda, pero no parecía ser el caso, era uno de los ases en la manga de Varanus, mediante señales acústicas ocultas en aquellas reproducciones, la capacidad de concentración y la moral de cuantos le acompañaban aumentaba. Algo especialmente útil cuando quien te acompaña es parte de las fuerzas especiales de seguridad pública.

Nada mas asomar la primera sombra, Lamda disparó dos ráfagas certeras que la fulminaron instantáneamente, mientras las que la seguían apartaban su cadaver y se avalanzaban tanto sobre Lamda como sobre Varanus en un infierno de golpes y desgarros.

Lamda tenía que lidiar con dos, pero su equipación no era adecuada para el combate, de hecho parecía mas entrenada para infiltración o exploración que para combate directo. Logró esquivar los golpes de la primera pero no los de la segunda, haciendo brotar sangre de su impoluta y blanquecina piel.

-Lamda- Tsk*... -Chasqueó la lengua de frustración.

Mientras la cuarta sombra atacó a Varanus, logrando que una de sus garras alcanzara su objetivo y provocando nuevos cortes en el torso de Varanus, de nuevo el chaleco estaba evitando daños en puntos vitales, pero a ese paso terminaría por desangrarse por un montón de heridas pequeñas.

Tras aguantar el embate, Lamda no perdonó, puede que no fuera equipada para el combate, pero tenía una puntería endiablada y la música de Varanus parecía estar surtiendo el efecto deseado, puso su subametralladora en la cara de la segunda sombra y disparó otras dos ráfagas que la dejaron sin cabeza, desplomandose inherte.

Varanus solo debía aguantar, su escolta parecía muy capaz, pero estaba avasallada en ese momento. El científico tampoco iba bien equipado para aquellas circustancias y las heridas empezaban a doler mas de lo normal.

Apenas esas sombras entraron, Lamda fulminó a la primera en entrar, parecia que mi música estaba haciendo su efecto, al princio me preocupaba que alguien de sus... caracteristicas sintiese molestias debido a la fuerza de la melodia, pero parece que hice bien en confiar.

No tuve tiempo de alegrarme por eso ya que las otras tres sombras se lanzaron directas a por nosotros, de nuevo me volvieron a lanzar ataques al pecho, de no ser por le chaleco ya estaria muerto, aunque si esto sigue asi, no tardare en desangrarme.

Lamda parecia poder acabar con las sombras ella sola si mantenia el ritmo de la melodia, asi pues, decidi tratar mis heridas con una inyección que solia llevar encima.

Parecia haber funcionado bastante bien, me sentia con fuerzas para aguantar un rato más, asi que decidi darle un nuevo empuje a mi compañera.

-Sigue asi y acabaremos con ellos rápido, ¡sigue el ritmo Lamda!.-

A pesar de los golpes y arañazos de la sombra, Varanus logró inyectarse una dosis de medigel que le ayudaría a detener las hemorragias y aplacaría el dolor. Pero la lluvia de golpes no se detendría, la sombra continuó castigando al científico con una brutalidad insana, realmente parecían decididas a matarle, Varanus nunca se había sentido objeto de semejante agresividad y ansia asesina, por supuesto mucha gente le había odiado antes, pero aquellas grimosas criaturas humanoides no tenían el menor aprecio por su vida, lo que las hacía el doble de peligrosas.

Aquellas jóvenes de las fuerzas especiales parecían ya habituadas a luchar contra aquella amenaza, resultaba increible que lograran mantener la cordura (o la vida) si lidiaban con eso diariamente. Aunque probablemente, ya hubieran tenido bajas, aquello era una guerra encubierta y los soldados mueren en todas las guerras, ellas no eran la excepción.

Lamda logró matar de nuevo a base de rafagas de su subametralladora a la tercera sombra, dejandola libre para ayudar a Varanus en cuanto le fuera posible.

-Lamda- Aguanta, ahora te la quito de encima...

La lepus tambien tenía cortes y manchas de sangre por todo su cuerpo, pero sus heridas eran mucho mas leves que las de Varanus.