Partida Rol por web

      No parece un elfo del Reino del Bosque pero...sigue oliendo como un elfo y eso nunca es bueno gruñó Gloin saliendo de su lado de la mesa y acercándose a Therusia para hacer frente común ante el recién llegado. Murmuró algo en su lengua secreta que hizo reir a Therusia y se cruzó de brazos mostrando su clara disconformidad ante la situación y las dudas que genereba la presencia de un elfo en la sala.

Estaba claro que al menos el elfo había conseguido que todo el malestar y la tensión generada entre los presentes se trasladara al último en llegar.

Advirtiendo un recibimiento frío, aunque sin mayores signos de hostilidad que los habituales de parte de los naugrim, el enviado obvió lo que éstos habían dicho y terminó de aproximarse hasta el borde de la mesa al tiempo que descolgaba su mochila y observaba el mapa desplegado.

—Ahem, permiso.

Tras posar el equipo encima de la tabla, deshizo el petate y extrajo del mismo un par de bolsas. Una mayor que otra, ambas repletas de compacto contenido. Alrededor de las mismas se encontraban atados sendos ejemplares de frescos vegetales que hacían de muestrario para identificar la materia prima con la que obtener el mismo producto que contenía cada bolsa. Con parsimonia el elfo deslizó los sacos hasta las piedras al este del plano, esas que representaban Ciudad del Lago. Luego comenzó a describir el contenido de dichos envoltorios de corrido, con su mirada fija en los hombres de ropas mas engalanadas.

—Curunis-salab, hierba bruja, para aliviar las penurias de la mente —dijo mientras señalaba el primer saquito, de donde colgaban un par de ejemplares de plantas acuáticas con múltiples y diminutas hojas verdes, coronadas por un par de bellas flores de color escarlata—. Se encuentran en pantanos de baja profundidad, charcas y cenagales. Algunos lugares donde ha sido vista son Loeg Ningloro... Disculpen, los campos gladios, la ciénaga de los muertos o las ciénagas largas al sur de Esgaroth. Hervir dos veces y tomar como infusión. Un par de sorbos cada día, no mas. No consumir sus flores.

Después de hacer una pausa para recordar lo que venía a posterior señaló el otro saco, mas grande que el anterior. De él pendían también otro par de plantas, totalmente distintas a las presentadas previamente. En este caso tenían bellas flores blancas y grandes hojas ovaladas.

—Aelfinloth, nenúfar blanco, para fortalecer el cuerpo. Lagos y arroyos de lenta corriente como algunos al sur de las Montañas Grises, o donde el Celduin y el río del bosque confluyen en meandros enroscados de suave flujo. Machacar hojas y flores secas. Tomar como bebida hervida o inhalando sus polvos. Lamento no disponer de mas información al respecto, pues no es éste uno de mis campos de estudio.

Guardó silencio Ithildir una vez mas, mientras sus esmeraldas saltaban de uno a otro de los reunidos para tratar de escrutar la reacción de sus rostros.

Parecía que estaba todo dicho, pero Ingolt insistía en viajar hasta su tierra. Supongo que tendría allí familiares y no quería perderlos. Pero por eso mismo yo no quería ir a unas tierras alejadas del Salón de la Montaña, ya que me alejaría de mi amado. Además, ir hasta allí supondría muchas jornadas de viaje, y no comprendía por qué debíamos ir nosotros, que estábamos tan alejados de todo. Sin embargo, sí estábamos más cerca de las montañas...

La entrada del elfo causó gran revuelo y sorpresa. Cuando depositó varias plantas, sin venir a cuento, encima de la mesa, todos nos asomamos para ver de qué se trataba. Escuché lo que decía y supe que el tipo parecía tener la solución para la enfermedad de Ciudad del Lago. Lo que me extrañaba es por qué había venido aquí para enseñárnosla, en vez de haber ido él hasta allí directamente...

Hacía ya tiempo que Therry no oía su propio lenguaje, y ciertamente el chiste de Gloin había sido bueno, aunque seguramente no le hiciese la misma gracia al recién llegado. La mirada de escepticismo inicial, brevemente relajada por la broma, se tornó incluso más pronunciada que al principio, especialmente cuando pronunció el nombre de aquel lugar de pesadillas e historias: La Ciénaga de los Muertos. Al contrario que Amaltea, Therusia no tenía pelos en la lengua, por lo que no pudo evitar expresarlo

—Es en Ciudad del Lago donde necesitan ese remedio ¿Cómo es que viene aquí a contárnoslo y no allí a sanarlos?— a pesar de la tosquedad de su tono, la mirada de la enana denotaba curiosidad, pues era evidente que aquello tendría una explicación— ¿O llevabas las hierbas por casualidad y no era el motivo de la visita?

Elfos... son tan claros como el orín de un troll

     Cuando oís los nombres de las plantas no caeís en cuales son pero al verlas sobre la mesa y sobre todo cuando el elfo empieza a hablar de dónde se pueden conseguir y sus posibles usos os dais cuenta que tal y como lo explica tiene razón en que puede curar enfermedades de la mente y del cuerpo. Vosotras habéis usado, o visto usar, otras partes de esas mismas plantas pero dolencias similares pero trabajadas de otra manera (en infusión habitualmente). Pero lo que dice puede ser claramente la solución rápida con productos de la misma zona para dolencias que quizá esté provocando algo de las mismas aguas, es bien sabido que muchas plantas medicinales nacen allí donde son necesarias.

Las cejas del elfo se elevaron con sorpresa al centrar la vista en el enano que le estaba concediendo tanta oposición.

Min nogoth-dess? Hmm, curioso e inquietante a la par, pensó al tiempo que esbozaba una casi imperceptible sonrisa.

—Permítame hacerle un par correcciones, mi buena señora gonnhir. Tres, para ser mas exactos. Primero, el presente de mi señora no es más que un remedio temporal, con el que poder recuperar a los enfermos y contener el mal que por allí campa. Pero no me entiendan mal, mis señores, pues lo de allá no se trata de una simple plaga. En segundo lugar, evidentemente que es allí donde se requiere. Pero en estos momentos... lastimosamente no dispone nuestro pueblo de efectivos para poder llevar a cabo tal empresa, no como aquí. Aquí, donde además y gracias a los conocimientos adquiridos a través del Pardo hay hombres y mujeres tan capaces como para poder recolectar más ejemplares, reproducir más y mejor los bebedizos, y dosificar los mismos con maestría mientras se investiga y se pone remedio a la fuente de esa corrupción. 

Haciendo una pausa dramática, Ithildir movió su mano hasta llegar al otro lado, tomando la figura que representaba las montañas nubladas.

—Y tercero, porque mis pasos no me llevan a Lago, si no aquí —comentó al tiempo que con la figura golpeaba ligeramente el plano—. A cambio de la información y de los remedios herbáceos, ruego la ayuda de los presentes para poder investigar lo ocurrido a una familia enana, perdida tiempo ha en el interior de un angosto valle de las hithaeglir. Una sombra ronda el lugar. Una que puede terminar afectando a todo el valle del Anduin. 

Ingolt echando un paso hacia adelante dijo: - Gracias señor elfo por sus conocimientos herbáceos, sin lugar a duda ha prestado un digno servicio a valle para que realicen dichos ungüentos. Si ha recorrido tantas millas para la desaparición de la expedición siendo vos un elfo es que entonces la misión así lo requiere. Partamos entonces para dicha expedición que parece ser lo más acuciante y dejemos las otras tareas para los emisarios. Comentó con una sonrisa amigable a los presentes y señalando a los demás emisarios que iban a hacer las otras misiones pertinentes.

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   Espero a que termine el recién llegado élfico de hablar y tomo la palabra yo, que otra cosa no, pero largos años he estado monte arriba, ciénaga abajo, reuniendo flores, raíces y demás hierbas.

   - La hierba bruja... aquellos que no hablan la antigua lengua de los primeros nacidos la conocerán mejor como Retama Negra. - Me levanto y me adelanto unos pocos pasos. - Es una planta flotante peligrosa de recoger, crece en lagunas de agua estancada, engaña a la vista ya que sus diminutas hojas verdes forman una alfombra engañosa que puede parecer terreno firme.

   Tiene otro peligro, si creen en las leyendas. Ya que el nombre de hierba bruja no se le da a la ligera, brujas del pantano y trolls de río acechan bajo su superficie a la espera del incauto viajero se aproxime. -

   Luego confirmo. - Si bien es cierto que con las hojas, se puede hacer una bebida que permite superar las penurias del espíritu, pese a los peligros que conlleva recolectarla. -

   Sugiero, pero esto ya lo saben los curanderos del Bosque Negro, recoger Espino de Sombra, un liquen negro que crece en pequeños terrones sobre los árboles de las profundidades, al menos en El Bosque Negro y El Bosque de Fangorn, tras reducirlo a polvo fino puede usarse para hacer una poción capaz de neutralizar muchos venenos y toxinas, pero este conocimiento lo tiene cualquier mujer sabia o curandero de los Hombres del Bosque Negro. -

   Por último hago una aclaración con el nenúfar.

   - Si bien una bebida hecha con pétalos y flores de nenúfares blancos fortifica el cuerpo, no confundir con el nenúfar rojo, que provoca una furia berserker. -

   Me encojo de hombros.

   - Cualquier sanador lo sabrá también. Si las hierbas no detienen los males, cuando volvamos de las montañas podemos ir a echar una mano. -

   Luego pienso en caléndula acuática o hierba de espadaña, pero no veo que puedan ser útiles en enfermedades... caléndula acuática quizás para ahuyentar el peligro, pero una vez el mal puesto... no, no serviría... pero la Flor de la Cueva... es casi un milagro encontrarlas pero por mencionarlo...

   Carraspeo.

  - Si vamos a las cuevas de los enanos, igual encontramos "La Flor de La Cueva"... era... Lothfelag creo, en la antigua lengua. Son plantas subterráneas, hasta los 18 centímetros, con pétalos de unos siete centímetros. Florecen una vez al año. Tienen grandes propiedades curativas una vez limpiada la resina que las cubre. Los enanos las llaman las Lágrimas de Durin, son escasas pero dicen la leyenda que pueden curar cualquier cosa, hasta la vida si se administran inmediatamente después del deceso. -

   Tras terminar, doy un par de pasos hacia atrás.

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El debate había pasado de ver a donde íbamos a hablar de hierbas y remedios naturales. Las clases y nombres antiguos estaban bien, pero en este momento no le vi sentido. Mi amado estaba en algún punto de las montañas y había una expedición que iba a ir en aquella dirección: nosotros. Pero Yedra y el recién llegado se ponían a hablar de lo bonitas y coloridas que eran las flores en primavera. Ingolt persistía en ir a ayudar a la Ciudad del Lago, aunque a lo último parece que dio su brazo a torcer y estaba dispuesto a acompañarnos. Solamente Therusia parecía volcada en ir a las montañas, cosa que agradecía.

-"Bien, si ya han terminado de demostrar su sabiduría, creo que deberíamos de zanjar este asunto de inmediato y ponernos manos a la obra. Hay que preparar cosas para el viaje y el tiempo apremia..." Dije en alto, algo ofuscada.

El sinda asintió con la cabeza como gesto de agradecimiento al bárdido sus palabras. Luego su semblante tornó sorprendido y con renovada curiosidad por las plantas al escuchar las precisiones de la mujer del bosque.

Tan joven y con tal envidiable conocimiento, pensó. Desde luego es cierto lo que dicen de estos duros pueblos a ambos márgenes del Anduin. Unos pocos de ellos bien instruidos en el saber de los vegetales podrá contener esa plaga hasta que la causa sea hallada.

Las últimas y ásperas palabras de la otra muchacha lo sacaron de sus pensamientos. Parecía que todos ellos iban a venir con él, y eso era más de lo que podría haber esperado en un comienzo. Esperaba que alguno de los enanos presentes estuviera también dispuesto a marchar, aunque preferiría que no fuera ninguno de aquellos dos insolentes. Satisfecho en cualquier caso, Ithildir rehizo el petate para colgarlo nuevamente en la mochila antes de echarse la misma al hombro.

Bienvenido al Salón de la Montaña Ithildir enviado por la Dama del Bosque. Traéis solución a nuestros problemas y parece que también claridad en las decisiones que hemos de tomar.

A los hombres de Beorn les acompañará el grupo de Leaf, versados exploradores que llevan tiempo recorriendo los márgenes del Anduin y sabrán acercarse hasta la Carroca sin ser vistos y allí servirse de sus capacidades para llevar la información hasta Beorn y que tome las decisiones que estime adecuadas

A los hombres de Bardo les acompañarán Wella junto a varios sanadores y dos de nuestros guerreros. Si tal y como ha avisado Yedra hay peligro en caso de necesitar recolectar más hierbas ellos sabrán poner la fuerza necesaria para proteger a los nuestros. Espero que puedan pasar por el Salón del Bosque y allí conseguir todo lo necesario. Tal vez también podamos enviar un emisario hasta Rhosgobel y pedir consejo y ayuda.

Quedáis vosotros, Yedra, Amaltea, Therusia e Ingolt. Iréis en la compañia de Ithildir que parece saber más de lo que dicen sus labios y en vuestra misión todo conocimiento será necesario. Tomaros dos días para preparar todo, tendremos los hornos trabajando para que todos los viajeros lleven pan del camino y si los batidores vuelven con buenas noticias es posible que el camino esté despejado a uno o dos días de distancia de las murallas.

El ambiente parecía relajado y cada grupo empezó a buscar con quién iba a partir y a su vez los enviados buscaban a quienes les iban a acompañar y ayudar en sus momentos de necesidad. Se llenó el ambiente de llamadas, presentaciones y comentarios sobre los próximos días y las diferentes preparaciones que iban a ser necesarias.

Los ancianos rápidamente llamaron a mensajeros que partieron a informar a los grupos que habían partido ese mismo día y a los puestos de vigías.

Glóin os miraba con una ceja levantada y parecía murmurar algo para si mismo desviando sus ojos hacia Ithildir. Dos días tenemos para organizar todo... dos días!!! y Balin sin poder hacer nada más que quejarse y además dando gracias de poder hacerlo. Dos días... y tanto por preparar... hmm... 

Tenéis dos días para hacer los preparativos y decidir por dónde vais a hacer el viaje. Ithildir os dice, y Gloin confirma con gesto muy malhumorado, que la entrada hacia el hogar del Clan enano debería estar por encima del paso del Cuerno Rojo, a unos días de la peligrosa zona de Moria y por encima también del Valle Sombrío. 

Podéis ir por el Rio Gladio, llegar al rio principal y después ir hacia las montañas o seguir por las faldas de las montañas en dirección sur caminando entre montes y colinas.

Dos días para preparar el viaje. Dos días ansiosa por partir. Hablando con los demás sobre la dirección a elegir, expuse mi opinión al respecto. Mis habilidades hacían que fuera la mejor exploradora del grupo o eso creía yo.

-"Creo que la ruta más rápida y segura pasa por ir por el río, descendiendo primero el río Gladio y después el Anduin. No nos preocuparíamos por el peso de las provisiones y estaríamos más descansados para retomar después el ascenso a las montañas. Otra ruta sería ir hacia el sur, por las estribaciones de las montañas e ir verificando que no nos pasamos la entrada al complejo o camino que lleva al asentamiento de los enanos. Esa puede ser más larga y peligrosa, si están infestadas las montañas de trasgos y trolls." Les comenté.

Durante los dos días no estuve ociosa y me preparé a conciencia para el viaje: flechas, comida, equipo...

La nariz del elfo se arrugó cuando el anciano señaló a la enana como una de sus nuevos compañeros, aunque nadie podría decir si por disgusto o curiosidad. Pronto se acercó al corrillo que formaron y asintió con la cabeza conforme se iban identificando.

—Coincido con su interpretación. Quizá no la más rápida, pero sí la forma más segura debería ser siguiendo el cauce del Anduin, y es por la que yo me decantaría. Urge atajar la situación lo antes posible, sí, más en mejores condiciones, mayores garantías hay de que lo podamos realizar sin problemas.

Therusia lanzó una mirada torva al elfo cuando vio el gesto que hizo, pero por algún motivo no dijo nada al respecto. La mujer enana era orgullosa, más sabía comportarse. Y además, por mucho que no le gustase, estaba de acuerdo con él en que había que atajarlo todo con rapidez

—Cuanto antes lleguemos antes podremos resolverlo— dijo cruzando los brazos— Elijamos pues la ruta más rápida. Todos, creo, somos capaces de movernos en silencio y no alertaremos al enemigo. Además, Yncryf puede explorar los alrededores para asegurarse de que caminemos por zonas seguras.

La enana miró a la puerta. El cuervo que la acompañaba desde hacía pocos meses estaría volando por el pueblo, buscando algo de comida o simplemente disfrutando del placer de volar. Therri había hecho buenas migas con el animal, que era un tanto particular en su carácter, y que estaba fascinado por las brillantes piedras que en ocasiones, la enana llevaba.

Una vez terminó la reunión, la enana comenzó a preparar las cosas para el viaje. Aquellos dos días aprovechó para hablar con Gloin, tratando de ganarse su confianza. Era agradable oír su propia lengua después de tanto tiempo. No estaba nada convencida de tener que partir con el elfo, y desde luego prefería la compañía de sus hermanos de raza, pero era lo que tocaba. Además, sentía curiosidad por los motivos que empujaban al orejas picudas para interesarse por los enanos desaparecidos. 

No te he quitado el punto de esperanza porque aunque lo gastaras no convertirías el Fracaso en Exito (siento habilidad favorita es +7 pero te pondrías en 10 y sería fallo igualmente).

     El Amanecer del segundo día de preparativos trajo muchas novedades al Salón de la Montaña. El grupo que se dirigía hacia la Ciudad del Lago partió entre gritos, y alguna lágrima, de ánimo y deseos de buena suerte. Ingolt habla con los hombres de Bardo que le agradecen enormemente su defensa para ir a ayudar a los suyos, le prometen que la primera ronda de vino en la ciudad corre de su cuenta cuando vuelvan a verse. Varios exploradores vuelven y os aseguran que el camino está libre al menos a dos días de distancia de cualquier presencia de trasgos u otros animales.

     Vosotros ya teníais prácticamente todo empaquetado, os tocaba hacer equilibrio entre qué llevar y qué dejar porque a un día de camino, tal vez dos, podrías coger las barcas que os cedían en el Salón pero después vuestro viaje hacia las montañas tras dejar el rio lo haríais a pie y eso implicaba ir ligeros de equipaje pero sin olvidar que volveríais al frio de las alturas.

     Therusia pasa largos ratos junto a Gloin y Balin que sigue convaleciente y se pasa la práctica totalidad del día durmiendo recuperándose de sus heridas. Qué se habla en esas reuniones es un misterio para todos pues Therusia es una digna representante de su pueblo y no es dada a comentar nada de lo que se habla.

     Amaltea es quien más veces ha recorrido el camino hacia el embarcadero, varias veces con su prometido cuando todavía iba y venía hacia el Salón del Bosque y varias veces sola cuando iba a buscar noticias sobre él a los viajeros que hacían ese camino. De nuevo se pone en camino con la esperanza de verle y parece que Caín siente esos mismos nervios estando más activo de lo que es habitual en él. Claramente tiene ganas de viajar.

     Yedra ha estado sobre todo con el grupo que se iba a dirigir a la Ciudad del Lago, han estado hablando sobre las hierbas que trajo Ithildir y a ese gran regalo de la Dama del Bosque han incorporado sus propios conocimientos haciendo que el camino hasta allí vaya a ser muy útil al pasar por varias zonas donde conseguir más hierbas que ayudarán a los posibles males. También han incorporado el uso de algunas partes de las plantas que habitualmente desechaban y ese conocimiento podrá transmitirse a través de los viajes y reuniones de los salones. 

     El elfo se ha reunido varias veces con los Ancianos y con los Guías de las expediciones para contarles lo que ha visto en su viaje. Poco puede ayudar al grupo que irá a la Carroca pues venía desde el Sur pero si sabe que las noticias sobre los Trolls están llegando a muchas regiones y que es un movimiento de un gran número de ellos. A veces es complicado el entendimiento pues las palabras no siempre son comunes y se nota que hablando un mismo idioma hace mucho tiempo que se dividió en formas y dialectos, pero nada que la paciencia de los hombres y la calma de un elfo no puedan solucionar.

Al día siguiente será el día de la partida y el grupo todavía no tiene claro cómo organizarse. Para ninguno es ni mucho menos su primer viaje pero el hecho de que en el fondo apenas se conocen dificulta el reparto de tareas.