Partida Rol por web

Alief, el elfo de movimientos equilibrados y habilidosos, acepta moverse en vanguardia para explorar. Pero Stravos se adelanta.

Stravos, amigo, descansa con nosotros un poco. No hay prisa!

Shoren no entendía porqué ese ímpetu, pero ya lo había visto más veces. El sol en la cabeza hacía estragos en los impulsos de las gentes. El ansia que abrasaba los corazones era comparable a la sensación de calor y sofoco. Le habría afectado el sol en su raciocinio? O sería que había visto algo y no tenía palabras? Shoren se sentía algo impotente, pero esperaba que entrara en razón o tendría que usar sus poderes.

- Puede que tu resistas mejor el calor que yo, pero sí que tengo prisa por beber -contestó escuetamente a Shoren mientras continuaba su marcha hacia el oasis.

Pues toma agua, hombre!

Contestó sorprendido el psiónico, ofreciendo algo del agua que aún tenían. No le parecía muy racional, pero estaba claro que no era algo racional. Le veía alejarse y temía que podía ser el fin el mago.

Mierda, por un trago de agua, hay que ser cabezota!

Le siguió a cierta distancia, preparado para actuar en el momento que le atacaran.

- Sera mejor no meternos en mas problemas hasta no completar nuestro cometido y volver con nuestros compañeros. Ademas no me fio demasiado de los elfos, en caunto te descuides te quitaran hasta la ropa que lleves puesta - le respondo tambien entre susurros a Khossur.

- Esta bien, no queremos problemas solo buscamos agua para rellenar estas cantimploras - les digo a los elfos mientras los miro con algo de supicacia.

Paró en seco al escuchar a Shoren:

- ... ¿Pero es que aún nos queda agua? -estaba sorprendido, ya que él no lo sabía y llevaba varias horas deshidratado. Aunque en ese momento prefirió no pensar mal de sus compañeros: "La estarían reservando para cuando fuera totalmente necesaria...", pensó mientras cogía la cantimplora y pegaba un trago. Después de saborear el poco agua que bebió para calmar la sed, pues no era momento para dejar a los demás sin agua, se siente más relajado.

- Entonces, ¿cual decís que es el plan? -dijo mirando a sus tres compañeros mientras sacaba el libro de hechizos, por si fuera necesario utilizarlo.

Ves como la maleza crece muy densa sobre la charca de agua que tiene unos 30 metros de diámetro.

Observáis como el elfo avanza hacia la charca, que parece estar rodeada de una muy densa vegetación.

- Parecéis esclavos, como nosotros. - dice la elfa - No andamos sobrados de agua pero si nos ayudáis a asaltar esta caravana os dejaremos llevaros el agua que porten. Siempre que el botín sea repartido equitativamente, 50% para vosotros y 50% para nosotros. ¿Qué sabéis hacer?

La elfa se muestra amistosa y parece confiar en vosotros. Es evidente que necesitan ayuda contra lo que puedan encontrarse en las caravanas.

Tratando de no llamar la atención a lo que pueda haber cerca mío, trato de escabullirme por donde pueda y hago mi mejor intento por no hacer ruido para poder escuchar todo a mi alrededor. Vamos Alief, tu si sabes hacer esto, este es tu juego, hazlo bien. Mientras trato de divisar alguna huella notoriamente grande o similar en sus márgenes (se que no tengo rastreo, pero si hay huellas del tamaño del pie de un elefante o un rinoceronte, creería que con una buena tirada puedo verla, eso si, no sabría que es, hace cuanto se hizo, cuantos son, nada, solo que hay algo grande que en algún momento de su vida pisó acá; si no es así, bueno, queda como una descripción de lo que intento hacer) esperando no encontrar nada, dado que tanta agua junta es un imán para gente desesperada como nosotros y quizás eso sea todo lo que haga falta para caer en la perdición.

Shoren, que tenía una gran disciplina con el agua, no entendía mucho esos arrebatos, pero ante la pregunta de que aún nos quedaba agua, no pudo más que aclarar la duda del mago.

En efecto, algunos hemos aguantado con menos agua por tener entrenamiento o por ser capaces de obtener una poca de lugares insospechados. No me importa compartirla, Stravos, y más si logramos hacernos con más del oasis. Ese el plan, obtenerla sin que nos cueste la vida. Así que Alief se adelantará y nos informará de cómo está la situación, luego veremos cómo entramos si hay peligros. Descansemos un poco y observemos a Alief por si necesitase nuestra ayuda.

Hizo un gesto de afirmación con la cabeza ante la explicación dada por Shoren y se preparó por si tenía que entrar en acción.

Ella asintió.

- Esperemos sí, es el momento de que Alief demuestre el legendario sigilo de los elfos que tantas malas noches nos han hecho pasar cuando hacía guardias en la caravana donde trabajaba... quién me iba a decir que un día iba a estar de parte de un incursor elfo.

Cuando decía "donde trabajaba" seguramente se refería a donde la obligaban a trabajar, pues como mul no había tenido nunca opciones donde elegir. 

 Esto no es lo que buscamos... No quiero robar a nadie. Dicer Khossur de forma simulada

Aunque te ayudaré si opinas que es buena idea Arthor. Creo que sería una perdida de tiempo en la que podemos salir heridos.

Khossur duda de la accion a seguir, por una parte su lealtad para con sus compañeros y por otra la posibilidad de fracasar en la mision. Si al menos ayudara a esos individuos no volvería con las manos vaacios.

- No me gustaria hacer daño a quien no se lo merezca pero tampoco quiero morir deshidratado. ¿A quien pertenece esa caravana que quereis asaltar? ¿Os han hecho algun mal o se merecen vuestra venganza? - les pregunto a los elfos mientras muevo mi hacha con soltura para dejar claro cuales son mis habilidades.

Con cautela te aproximas un poco más hacia la charca, con cuidado de no penetrar demasiado en la maleza. Tu gran capacidad de sigilo te ayuda a acechar debidamente este "oasis".  Parece que pocos pueden observarte desde tu posición actual.

Por otro lado, no oyes nada y no ves ninguna señal de que alguien haya estado aquí con anterioridad. La maleza en sí muestra un tinte entre parduzco y gris rosado.

Observáis como Alief avanza cauteloso hacia la maleza pero sin entrar en ella. Su sigilo es tal, que parece que nada ni nadie se halle más allá de lo que vuestra vista alcanza.

Al parecer el elfo se ha ocultado entre las sombras que proporcionan las dunas y la propia maleza. Ya no es visible para vosotros.

Derspués de un buen momento de estar estudiando el terreno, me pongo a meditar sobre la posibilidad de que algún animal esté haciendo lo mismo que yo, esperando el momento oportuno para atacar. Pero no tengo tiempo para hacer eso, será un peligro que tendremos que afrontar si queremos vivir un día más.

Después de un tiempo, desando mis pasos hasta llegar con mis compañeros y así poder contarles lo que he visto.

-¡SSHHHHH! No alces la voz enano o todo se irá al garete. Parece que van a acampar aquí, cuando oscurezca será un momento idóneo para saquearles causando el menor daño, no es nuestra intención matar a nadie, a menos que sea necesario... No sabemos a quién pertenece la caravana, pero seguro que son esclavistas, son los únicos que pueden permitirse vagar por el desierto con esos carros.

La elfa denota cierta sed de venganza en sus palabras, a todas luces, el grupo con el que os habéis topado está formado por bribones y no asesinos.

Vuestras preocupaciones momentáneas desaparecen al observar de nuevo a Alief, parece que se dirige sano y salvo hacia vosotros.