Partida Rol por web

- Parece que poco a poco la suerte nos sonrie - le digo a Khossur mientras mordisqueo el nutritivo pero asqueroso cadaver - y en cuanto a lo que encontremos ahi fuera que tenga cuidado si intenta interponerse en mi busqueda de mi familia perdida -

A Khossur se le esboza una sonrisa...

Creo que Shoren ha contactado conmigo Arthor... espera un segundo.

Inmediatamente Khossur intenta poner imagenes a sus pensamientos para que Shoren capte sus ideas fácilmente.

Shoren creo que nos encontramos a unos 15 km de ustedes, según mis calculos estaremos en la carretera de Urik en una media hora, buscaremos el oasis y volveremos, dadnos 3 horas más... - Piensa el clérigo.

En media hora llegaremos a las inmediaciones de la carretera... Desde ahí buscaremos el oasis. Después volveremos no quiero tardar mas de 3 horas. Comenta dirigiendose al hambriento enano

Shoren recibió respuesta del clérigo.

De acuerdo, Khossur, volveré a contactar contigo en tres horas aproximadamente. Mucha suerte y ánimo!

El psiónico esperó unos instantes por si le contestaba y luego terminó el contacto.

Camaradas, están bien y siguen buscando el oasis. En un rato encontrarán la carretera y en unas horas nos dirán si han encontrado agua. Aguantemos un poco más, compañeros.

Shoren sonrió mientras daba la noticia a sus compañeros. Había esperanza en su corazón.

Si te contesta 2 asaltos, si no te contesta sólo 1

Bueno, siguen vivos por lo menos... No encontraron nada, pero esperemos que eso cambie. Sigo la marcha que venimos llevando, esperando que quizás nosotros corramos con más suerte.

Thais asintió despacio.

- Me alegro, espero que todo salga bien el desierto es peligro. Sólo nos queda desear lo mejor. Ojala que no tarden.

Shoren terminó el contacto y escuchó a sus compañeros.

Esperemos que así sea, Thais. Sólo nos queda esperar y avanzar.

El humano miró al horizonte. Por el calor se formaban espejismos que semejaban agua. Por un momento rechazó la idea de seguir contemplando algo que no existía, pero luego imaginó que tal vez en un tiempo muy lejano, el agua fluía por la superficie del mundo.

Debía ser un lugar hermoso.

- Me parece bien, demonos prisa entonces para llegar al oasis y tengamos precaución alli ya que donde se encuentra agua se encuentran predadores dispuestos a devorar a los mas debiles - y me pongo a pensar en todos los posibles enemigos que nos podriamos encontrar - o a esclavizarlos, si los que estan alli son humanos -

Vagando por el desierto, albergando ciertas esperanzas al conocer las noticias de vuestros compañeros, algo os sorprende repentinamente. Alief, el más alto de vosotros, asegura haber divisado una mancha de vegetación a un kilómetro de distancia. De su centro brota un parpadeante destello plateado..., el inconfundible reflejo del agua.

De forma muy inteligente, rodeáis a esa extraña malformación de la arena, dejándola atrás sin llamar su atención.

Un poco más adelante, como había previsto el hombre de la llama, encontráis una carretera pavimentada. Posiblemente la carretera que lleva hacia la ciudad de Urik. Cuando llegáis al borde de un acantilado que da a la carretera, una mujer elfa os grita:

- ¡Mantened vuestras asquerosas monturas alejadas y no hagáis ruido, o estropearéis nuestra emboscada!

Es evidente que varios elfos tratan de asaltar tres carros tirados por Inix que están cruzando la carretera.

"No puede ser cierto", pensó. Pero no perdía nada por dirigirse hacia el lugar señalado por Alief. Así que, con escepticismo, para que la realidad no lo golpeara más duramente, caminó (pues no tenía fuerzas para correr, y tampoco quería hacerlo) por la arena buscando la vegetación.

Primero pareció solo una mancha más que se veía cuando subíamos y bajábamos de las dunas, una mancha que podría ser de cualquier cosa. Pero no fue tomando cualquier forma, como la de una tienda perdida en la nada o un extraño promontorio de piedras.

Mi alegría no tenía lugar ya dentro de mi y una sonrisa afloraba en mi rostro. - Se los aseguro, es agua y mucha la que veo delante, no paremos ahora, es nuestra salvación lo que está delante. - Y trato de calcular cuanto es el tiempo que nos tomará llegar hasta allá, hacia el oasis que nos espera.

Entendía que fuera una buena noticia encontrar agua pero suspicaz como era no paraba de darle vueltas a los peligros que podían encontrar.

- Si hay agua habrán depredadores cerca, tenemos que asegurarnos de que no hay peligro.

Dijo a todos pero en especial al elfo ya que su raza era buena exploradora. 

Hacía un momento lo imaginaba y ahora lo veía. Aunque en su imaginación era mucho más exuberante, no dejaba de ser algo extraordinario: agua en la superficie. Un oasis en medio del desierto, una rareza codiciada y por tanto peligrosa. Aunque valía la pena arriesgarse.

En efecto, Thais, depredadores y los peores de todos, los seres inteligentes. Seguro que tendremos compañía, amigos. Debemos acercarnos con precaución. Si alguien se acerca con habilidad y nos dice qué ha visto, podremos planificar la entrada.

Ahora debería decirles a los demás que hemos encontrado un oasis y que regresen lo antes posible. Si no, tendremos que ir en su busca. Jejeje.

Shoren se concentró y buscó la mente del clérigo, aunque los nervios le traicionaron de nuevo y falló en el enlace mental la primera vez. Pero luego respiró profundamente y se concentró a la perfección.

Khossur, hemos encontrado un oasis, vamos a explorarlo por si hay peligro. Os necesitamos aquí lo antes posible. Regresad.

El portador del fuego elemental se sobresalta y susurra al enano.

Se que puede ser tentador ayudarles a emboscar a un grupo de viajeros. Pero yo no soy un asaltante... ¿Que opinas?

Concentrandose envia una fugaz imagen a Shoren.

Hemos encontrado la carretera, y aun grupo de asaltantes...

Intentare contactar contigo cuando resolvamos la situacion

No os metáis en líos de los que no podáis salir. Contactaré cuando estemos seguros aquí. Suerte!

Terminó Shoren la comunicación pues no quería desperdiciar poder. Sin querer, le trasmitió su preocupación pues ahora mismo estaban en peligro ambos grupos y separados.

Amigos, nuestros compañeros también han encontrado algo: una caravana que va a ser asaltada o está siendo asaltada. No sé si van a hacer algo, pero les deseo la mejor de las suertes. Ahora debemos concentrarnos en el oasis, pues estamos demasiado lejos para ayudarles, así como ellos a nosotros. Deberemos arreglárnoslas con nuestros recursos para obtener agua. Alief, puedes acercarte sin ser visto y decirnos qué nos espera?

La sonrisa de Shoren se había borrado de su rostro y estaba totalmente concentrado. Había que sobrevivir y no podían perder esta oportunidad.

Stravos continuó recto ignorando la parada de sus compañeros. "Me da igual que hayan depredadores, ¡no voy a morir de sed!", pensaba mientras seguía avanzando tan rápido como podía (que, desgraciadamente para él y quizá afortunadamente para sus compañeros, no era demasiado rápidamente).

Viendo que todos suponen de mis habilidades para aminar sigilósamente o sin ruido alguno, no se si di pistas de ellos, pero parece que ya tienen una impresión acerca de mis talentos. - Si puedo, pero frenen al pequeñito. - Señalando a Stravos. - Podría estropear todo. - Me alejo del grupo solo y buscando de esconderme de lo que tengo frente a mi, por más raro que parezca, trato de disimularme con la arena para ser menos visible.

Buscando tener el viento en el rostro para no dar un aroma que percibir a mis posibles amenazas.