Partida Rol por web

John tomó su escafandra y alcanzó la suya a Tristán.

- Bueno, ¿nos metemos de nuevo en la ratonera?

Las opciones eran pocas. O se quedaban ahí y trataban de hacer algo desde los controles de ingeniería, se la jugaban para volver a salir cerca de la esculsa o se metían ahí dentro.

Cuando llegaron al comedor y cerraron las puertas el Doc se tomó un momento de respiro. No estaba acostumbrado a tanto ejercicio físico y le faltaba el aire.

Cuéntame todo lo que ha pasado desde que llegasteis y lo que habéis descubierto.- Le pide al soldado, cansado de correr como pollo sin cabeza por aquella nave. Mientras buscaba en aquella sala, un comunicador, una trampilla o simplémente algo que les ayudara a sobrevivir unos minutos más.

- ¿Que hemos descubierto? - Le preguntó a Harry. - La nave tenía energía. Pudimos reestablecer los sistemas y estuvimos explorando. Esa zorra asesino estaba en una cámara de criogenización y la despertamos pensando que era una humana y que podría resolver algunos problemas. Controla a esas criaturas hambrientas y poco más. - Desveló. - Eso y que estamos jodidos. Poco más...

Rook salió del conducto detrás de Stamets y al igual que él se sorprendió por la ausencia de sus compañeros.«¿Dónde estaban todos? Se suponía que la enfermería era el punto de reunión, el lugar donde iban a estar seguros.»

A regañadientes y lo más rápidamente que pudo asomó la cabeza por la puerta que daba al pasillo. Si tenía que morir a manos de aquellos seres cuanto antes mejor. No protestó. Solo se limitó a hacer lo que dijo el ingeniero, no quería llamar la atención de aquellos malditos bichos, ni de la mujer que los controlaba.

Tomé la escafandra que me tendía el capitán mientras asentía con resignación.

- Parece que no tenemos otra alternativa... - respondí mientras comprobaba que todos los cierres del traje estuvieran en buen estado. Después de todo, una descompresión sería el broche de oro a esta mierda de día...

Pues ya que estamos pediría una rayo descomponedor de partículas con el que poder descomponer a la mujer y convertirla en átomos, pero como eso no parece muy fácil me conformo con un mapa de los conductos de ventilación y pasarelas de mantenimiento de la nave con el que poder trazar una ruta hasta la exclusa de salida.

Mientras hablabais, empezasteis a registrarlo todo desesperadamente, la mesa, las pequeñas estancias en donde descansaba la tripulación, la cafetera... y por supuesto, cualquier anotación que pudiera haber por allí. Gracias a eso, Harry encontró un dispositivo electrónico en donde aparecía un mapa de toda la nave... y también de los conductos de ventilación.

A partir de las rejillas podíais llegar a cualquier zona de la nave, incluida la esclusa, es decir, el punto de entrada. También el puente, la sala de ingeniería o cualquier otro lugar. Todo estaba detallado allí.

Con los trajes puestos y perfectamente herméticos, os dirigisteis a través del corredor desde la sala de ingeniería hasta la zona que estaba justo debajo de la esclusa. Cuando llegasteis, la compuerta que teníais sobre vuestras cabezas de nuevo apareció como una amenaza ante lo que podía haber allí arriba. Además del cuerpo de Clark, podían estar todos aquellos bichos y la madre de los mismos. No era muy halagüeño. Pero para salir, solo parecía haber un camino.

Rook se asomó a regañadientes, casi cerrando los ojos y esperando a que alguien, aquella chica-monstruo, le diese un mordisco o algo parecido, pero no sucedió nada. El corredor parecía estar vacío y en silencio y no había ni rastro de nadie ni de nada, ni de los bichos, ni tampoco de aquel extraño ser.

- ¡Bien hecho! - Exclamó. - ¡Al menos ya no iremos a ciegas!

Agarrón aquel aparato y consultó el camino más rápido en dirección a la esclusa. Podían hacerlo y podían hacerlo rápido, en unos pocos segundos estarían allí, pero ¿era la solución?

¿Vamos a la esclusa? - Le preguntó Roger a Harry. No le quedaban más ideas. Igual no servía para nada, pero la esclusa era la forma que tenían de salir de ahí, aunque puede que ya no hubiera ni un solo transporte para escapar de aquella cárcel. - No perdemos nada, supongo...

Al ver que no había rastros nuevos, deducí que nadie había llegado hasta aquí. Hate no había dado la alarma, así que en el pasillo no había peligro por ahora. Fui a un puesto de acceso y me metí en el sistema. Quería activar los sensores de calor de la nave, eso me diría dónde estaban los demás. También activar los sensores de movimiento, para ver por dónde se movían las criaturas, ya que puede que no fueran criaturas que desprendieran calor.

-"Hate, asegure la sala y cierre la puerta, voy a intentar averiguar dónde están todos. ¡Ay, mi pobre Tristán! Seguro que anda solo y desorientado. Espero que esté bien."

Por fin algo salía bien. De repente, la pantalla se llenó de menús por los que circulaste a gran velocidad y con habilidad, hasta conseguir activar los sensores de calor. Eso te permitió detectar exactamente cuáles eran las posiciones de todos vosotros. Quizás eso no solucionara vuestros problemas... pero era un comienzo.

Encontrar aquel mapa electrónico era un golpe de suerte, el primero desde que había comenzado el día. Bueno, el segundo si tenías en cuenta el rescate in extremis de Clark y su equipo.

Sí, vamos a la exclusa, esperemos que la Aktur siga acoplada y no se haya ido.- El médico dudaba que la nave aún siguiera allí, pero era la única opción realista que parecía quedarles.

Rook cerró la puerta, y se dirigió a Stamets —Nadie en el pasillo!! no tengo claro que eso esa bueno. — Después se dispuso a revisar toda la enfermería, el ingeniero estaba distraídos con las datos que le daban las pantallas y no quería sorpresas. —Esos malditos bichos aparecen siempre de la nada — dijo mientras cerraba la rejilla y registraba todos los recovecos que veía.

De nuevo os arrastrasteis a través de los conductos, avanzando esta vez por el camino correcto, hasta llegar a una rejilla a través de la cual pudisteis ver la entrada a la nave. En el suelo había una mancha de sangre, pero nada más, ni el cuerpo de Clark, ni nada, salvo Gemma, que permanecía quieta, con el brazo arrancado en el suelo y todavía completamente quieta.

Era como si se hubiese cortocircuitado o algo parecido.

Al menos no había ningún rastro ni de la chica ni de los malditos bichos.

Roger miró a Harry. Allí estaba Gemma, aunque parecía estar desconectada. McFadden no sabía mucho de máquinas y robots, pero si sabía una cosa. Aquea androide parecía ser su única opción de salir de ahí con vida. 

- Tenemos que ponerla en funcionamiento... - Le dijo al Doc. 

Entonces corrió hasta donde estaba Gemma y la examinó. Le faltaba un brazo, eso no quería decir que fuera inabilitante para uno de los de su tipo. Tan solo tenía que toquetear en sus cables y ver si lograba conectarla de nuevo. 

- ¡Vals Gemma, reacciona! - Le dijo mientras trataba de encenderla. - ¡Te necesitamos!