-Bien, iremos primero a por Emily y luego nos marcharemos de aquí. -Dijo repitiendo las palabras de Joseph en alto para autoconvencerse. Realmente lo que quería era salir corriendo y alejarse de una vez de allí. Se odió por sentir eso, si fuera por él no iría a por el cuerpo de Emily, el miedo le impedía querer hacer eso pero sabía que era lo que tenía que hacer, que se lo debía a su amiga y que no podía dejarla allí tirada.
Sin más el profesor introdujo las llaves en el vehículo y comenzó a arrancar el coche con los cuatro pasajeros subidos, en dirección al lugar donde recordaba haber visto el cuerpo de Emily por última vez. Intentó mantener la mente en blanco en ese tiempo, no quería, ni debía pensar en lo que había pasado esa noche, ni en sus compañeros desaparecidos. Mike respiró profundamente y únicamente se lamentó de haber salido de la casa a pasear por la finca en aquella maldita noche.
Saliendo brevemente del estupor en el que se encuentra sumida, la investigadora interviene en la conversación, aunque sea de manera balbuceante: Richard no puede ser ayudado - dice tristemente - ya no. Volver allí sería enfrentarnos de nuevo al horror y no creo estar pretarada para eso. Vayámonos de aquí cuanto antes.
PNJotizada por el Guardián.
Joseph hizo unas señas a Isaac para que los siga.
_Muy bien, Mike, arranca. ¿Alguien tiene un encendedor? Necesito luz para ver las heridas del Sr. Rush.
Bueno, creo que ya está, solo queda arrancar.
Sumidos en un absoluto mutismo, sin duda debido a los abrumadores acontecimientos de esta noche, arrancais con el coche hasta un punto en el que podéis recoger el cadaver de Emily.
Tanto el matrimonio Butler como Isabella se mantienen al margen de todas estas operaciones y vosotros podéis recoger los restos de vuestra compañera, envolverlos en una manta e introducirlos en el maletero. Una vez hecho esto, volvéis a poneros en marcha, camino del puente que cruzásteis para entrar en la plantación. Con muchas precauciones, atravesais ese frágil nexo con el mundo exterior y una vez cruzado, un ruido hace que volváis las cabezas: el puente se ha hundido, dejando aislada la finca Butler, con todos los horrores, del mundo exterior.
Bueno chicos, esto va tocando a su fin, salvo que me digáis que queréis intentar volver,...
Joseph revisó las heridas del Sr. Rush y luego a la detective en silencio. No deseaba decir nada ni quería escuchar a nadie. Sheila había muerto, estaba en el maletero, y él no podía entender el motivo. No quería saber nada de zombies ni las evitaciones de Isaac. Lo lógico era ir a la policía para hacer la denuncia de al menos un asesinato, pero no podían quedarse en ese lugar, era peligroso. Por primera vez en mucho tiempo sentía que no tenía la menor idea de qué hacer. Alguien iba a pagar por todo eso.
Si es necesaria una tirada de medicina o algo avisa, aunque no sé si tiene sentido ya.
Bueno, si vais a seguir alguna acción, si estaría bien una tirada de medicina para curar. Si no hacéis nada, pues lo que no cures tú lo hará el tiempo.
El coche había arrancado, habían podido recoger a Emily o al menos el cuerpo sin vida de esta. Le era muy extraño todo aquello en su mente ¿muerta? ¿Así sin más? Aquella noche era un infierno y el profesor no sabía hasta que punto él permanecía cuerdo del todo, había visto cosas que ni hubiera podido soñar en sus peores pesadillas, se había enfrentado a hechos que a buen seguro que cambiarían su vida para siempre y no de forma positiva.
No había tenido tiempo para reflexionar sobre lo que había ocurrido y tampoco sabía si quería hacerlo, lo que tenía claro es que cuando llegara a casa pediría unos días de descanso en la universidad o quizás un período más largo, no lo tenía claro. Siguió conduciendo en silencio, casi sin abrir la boca, durante los primeros compases se podía apreciar un temblor en sus brazos cuando sujetaba el volante, sin embargo cuando salieron de la finca el temblor disminuyó algo aunque no desapareció.
Resopló echando aire como quien descarga una pesada carga de su cuerpo. Comenzaban a alejarse y salvo repentina y nueva orden Mike no pensaba parar el coche hasta que estuvieran muy lejos de allí.
Mike y Sinclair habían hablado de “recoger” a Emily, y de “ayudarla mejor más tarde” así que Nathan no se esperaba encontrar el cadáver de la anticuaria en el barro.
El pseudoperiodista miraba totalmente absorto como los otros dos hombres subían el cuerpo de la mujer y lo dejaban con cuidado en el maletero del coche.
¿¡Pero qué ha ocurrido aquí fuera!? –les preguntó una vez volvieron a entrar en el vehículo- ¿Acaso se escapó uno de esos monstruos del mausoleo? ¡Esto es una maldita locura!
Sin girarse a mirar a Nathan, por temor a perder el control del volante o quizás a enfrentarse a una mirada que acompañara una serie de respuestas que él ignoraba, respondió. - Cuando salí del mausoleo en busca de ayuda, en busca de John y los demás, vi algo fuero. No... no, puedo describirlo de forma correcta, era extraño, no tenía un aspecto uniforme pero era peligroso, sin duda. Me persiguió, pero corriendo pude dejarlo atrás cuando entré a la casa. No sé si había más cosas como esa rondando por el lugar, no sé si era la única, la verdad no sé nada. Pero si Emily salió sola y desarmada del mausoleo algo debió acabar con ella... -
Respiró profundamente y de forma trabajosa tras decir aquello, todo era de locos, pero verbalizarlo ayudaba a situarlo, parecía hacerlo más real. - Espero despertarme mañana y que todo sea un mal sueño... -
Cuando el puente de la finca Butler se derrumbó, Nathan sintió un gran alivio.
Un gran alivio para la gente de este lugar, y evidentemente un gran alivio por sí mismo, que ya se sentía más seguro.
Mike conducía en silencio siguiendo a la familia Butler, que no parecía que tuviera ninguna intención de detenerse. Su viejo profesor de medicina actuaba de una forma muy taciturna y sospechosa, pero estaba claro que ese hombre había sufrido mucho los últimos tiempos.
El mero hecho de que los hubiera llamado a ellos, que en su mayoría solo eran un lejano grupo de profesionales inconexos, indicaba que la situación debía de ser crítica para tomar una resolución tan desesperada. Al final, y como no podía ser de otra manera todo había terminado de forma desastrosa.
Nathan sentía que debían detenerse en Champillon para avisar a la policía, que no debían de conducir ni una milla más de lo obligatorio con el cadáver de Emily en el maletero, que debían…
Pero quién tenga sentido del deber, quién esté dispuesto a hacer siempre “lo correcto” también tiene que ser un hombre valiente y Nathan no lo era. Solo era un pseudo-Gran Hombre.
Así que su experiencia cercana a la muerte fue una buena excusa para acallar los remordimientos y callar él también durante todo el viaje. Al menos intentaría sacar tajada de esa vivencia y si tenía suerte con sus publicaciones igual podría pasar unos meses sin padecer por pagar el alquiler del piso.
Bueno gente, yo como jugador sí que tengo curiosidad por volver, pero considero que Nathan no lo haría, así que nada.
Rompiendo al fin su mutismo, el doctor Butler se decide a hablar:
Quizás deberíamos buscar un motel en el que pasar la noche y mañana por la mañana hablar de lo que ha sucedido aquí.
Estoy de acuerdo profesor Butler. El viaje hasta el norte es demasiado largo y tenemos que descansar después de todo lo sucedido.
Entendiendo el mensaje de sus compañeros el profesor, que en aquel momento iba al volante dijo - Bien, cuando nos alejemos un poco, pararemos en el primer lugar para poder pasar la noche que veamos... -
_Aguarden. ¿Están seguros? Es decir, ¿estamos seguros aquí? No hemos sido tratados de la mejor manera cuando llegamos, y por lo que entiendo tampoco te han visto con buenos ojos a ti, Isaac. ¿No será la misma gente del pueblo la responsable de lo ocurrido esta noche?
- Puedo conducir hasta alejarnos lo suficiente de esta zona y en un lugar más seguro detenernos y pasar la noche, creo que podría conducir un día entero si se trata de alejarnos de aquí. Por mi parte no hay problema en eso. - Había tratado de reunir todo el aplomo del que disponía para hablar. No deseaba pararse allí cerca, quería alejarse de esa mansión maldita y todos sus terrenos lo más posible. Era algo que tenía totalmente claro.
- Cuando hayamos dejado lejos esto, pararemos y hablaremos si queréis. Pero estoy con Joseph, lo mejor es que no sea aquí inmediatamente. No es un buen lugar, eso lo tenemos todos claro. - Tras dejar clara su postura continuó conduciendo, sin hacer altos en su camino.
A pesar del agotamiento que sentís, decidís continuar hasta las afueras de Nueva Orleans, donde llegáis casi al alba.
En unos de los accesos a la ciudad, encontráis un motel con habitaciones libres y tomáis alojamiento para descansar allí y reponeros. Todos caéis profúndamente dormidos, agotados tras el viaje del día anterior y la agitada noche.
Seguimos (y acabamos) en la escena 7.