Partida Rol por web

¿Viste el libro, Mike, lo trajiste contigo? - pregunta sorprendido el doctor Butler.

Mientras espera la respuesta de su amigo, prosigue:

Veamos, son muchas preguntas. Como ya os dije Joseph, sobre mi familia circulan muchas historias por la zona, ninguna de ellas agradable. En todas de les acusa de brujos, hechiceros - suspira profundamente - y por lo que me contáis de mi prima, parece que tienen razón. Os conté también que soñé con mi tío, como me hacía dar una vuelta por el pantano, prometiendo que en breve se me revelarían grandes secretos. Lo que no os dije es que al despertar de ese sueño... ¡mis zapatos estaban manchados con barro!.

Mike, sobre mi prima no sabía prácticamente nada, salvo su existencia. Respecto a si se comportaba de manera rara, deberías se más específico.

¡Por fin! Por fin las cosas empezaban a tener algún sentido.

¡Eso es! –Exclamó Nathan- Si esa historia fuera cierta ¡lo explicaría todo!

Isaac, ese sueño que tuviste con tu tío no era solo un sueño. ¡Fue real! Te llevó por vuestras tierras para prepararte para la revelación de vuestro secreto familiar.

Tu tío estaba vivo, al igual que el resto de los varones Butler. Todos estaban vivos a su manera. ¡Yo los vi con mis propios ojos! ¡Y también Mike!

Un escalofrío recorre la espalda del parapsicólogo –Solo hay una cosa que no termino de entender… ¿Qué quiere decir que su semilla fructificó? ¿Quiere decir que Alexandra era hija de… un demonio? Desde luego que su hechicería no estaba hecha para los mortales…

Nathan se miraba con tristeza a la mujer de Isaac. Su destino podría de haber sido terrible si su marido no hubiese reaccionado a tiempo.

En silencio, Joseph se tomó la cabeza. Ya no quería seguir escuchando todas esas idioteces. Si no fuera por el cadáver de Emily, se habría levantado de allí para no volver a ver a ninguna de esas personas.

El profesor negó con la cabeza apesadumbrado - No, estaba nervioso esperando a Joseph. Únicamente pude ojearlo y devolverlo a la estantería. Para leerlo en profundidad hubiera necesitado mucho tiempo y en aquel momento no disponía de él, como es obvio. -

Apoyó su mano, en su frente mientras negaba. Quizás debió haber cogido el libro, pero no era un ladrón y tampoco pensó que aquello fuera realmente importante.

- ¿Esas cosas eran su familia? Tenían pinta de estar... muertos... - Claro que lo había visto, pero aún así le costaba creerlo, parecía una broma.

El profesor no supo como ser más claro con su amigo respecto al tema de su prima y dijo - Bueno, eso que si.. realizaba brujería o... no sé como llamarlo.

Bueno, en el panteón están enterrados los varones de la famila, de manera que supongo que eran ellos los que decís que levantó mi prima.

Una profunda inspiración mientras medita la siguiente respuesta: Se me hace muy dificil imaginar a mi prima como una hija del demonio. Tampoco sabría decirlo. Si puede que continuase la "tradición" familiar de la hechicería, no sé...

Su voz se apaga poco a poco. Parece que al doctor aún le cuesta asumir todo lo que ha pasado.
 

Eran increíbles las tonterías que podía llegar a decir la gente cuando simplemente no entendía algo. Y la insensibilidad. Contaban historias de familias y de muertes, y sin siquiera recordar que ellos tenían un problema inmenso que encima involucraba a una amiga.

_¿Qué haremos con lo del baúl del coche?

No quería decir qué era en voz alta, aunque lo ya dicho no era poco. Posiblemente ese fuera el motivo por el que Joseph seguía conteniéndose y no explotaba.

Sinclair devolvió a los presentes de golpe a la realidad. A la realidad palpable, no a esa otra que se encontraba aislada y a muchas millas de distancia.

Nathan no tenía ganas de volver a esta realidad. Por primera desde que empezó todo este asunto se encontraba medianamente cómodo, elucubrando sobre lo acontecido, intentando hilar un relato coherente que uniese todos esos sucesos sobrenaturales… pero por desgracia Nathan también sabía que no tenían la información necesaria para entender lo que había sucedido.

¡Si tan siquiera todo hubiera sucedido un poco más despacio!

Si hubiesen tenido al menos un día entero para hablar con la familia y husmear, quizás él habría podido aprender mucho más sobre esos demonios que habitaban en la finca Butler. Pero ahora ya no servía de nada lamentarse. La ocasión había pasado y al menos él estaba vivo para contarlo. Volver allí no era una opción… de momento.

No se me ocurre nada más que ir hasta la comisaría de policía más cercana y comunicar la muerte de Emily. Tendrá una familia que tiene que ser avisada. Admito que antes deberíamos de consensuar una historia más creíble entre todos –reconoce con cierta tristeza.

Joseph sintió cierto alivio al escuchar la respuesta de Nathan. Temía que quisieran seguir haciendo locuras como esconder el cuerpo, quemarlo, o incluso intentar resucitarlo, pero nada de eso ocurrió. La respuesta fue razonable, y como sabía que eso era lo más razonable a lo que se podía aspirar de ese grupo, no tardó en asentir con la cabeza para no dar lugar a que otro disparara alguna idea disparatada.

_Por la familia de Emily no debe usted preocuparse, Sr. Rush, yo me encargaré de eso. Respecto a lo otro que dijo, estoy completamente de acuerdo. No iba a ser yo quiera se parara frente a la policía a decir que la había asesinado un muerto resucitado. Hay una parte de la historia sobre la cual no veo motivos para mentir: Mike llegó a la casa avisando que él, el Sr. Rush, Emily y los detectives habían sido atacados, por lo que fuimos a ver qué era lo que ocurría cuando encontramos el cuerpo de Emily. En ese momento decidimos huir de la casa, de modo que buscamos los coches y ya sabemos lo que ocurrió luego. El tema es lo que ocurrió antes, desde el momento en que decidieron en una noche como esa salir a recorrer una plantación desconocida para ustedes.

Tenían que mentir a los agentes de la ley, mentir para poder dar veracidad a los hechos, aquellos parecía contradictorio, pero era lo que tocaba.

- La familia no será el problema, Emily únicamente tenía relación cercana con algunos amigos, cercanos, como Joseph, Isaac o yo mismo. - Avisó de aquello descartando cualquier posible problema para los presentes y tras eso se puso a abordar el problema central.

- Deberíamos ser claros en no dar detalles aunque suene contradictorio. Salimos a pasear por la finca y en el mausoleo nos asaltaron, era de noche y no los pudimos ver bien. Yo me marché a por ayuda y el resto queda claro. Posiblemente ladrones, la mansión era un lugar importante e Isaac no cae demasiado bien a la gente del pueblo. Hay motivo y posibles culpables, debería valer. -

_Pasear por la finca a mitad de la noche luego de días de interminable viaje, con el lodo hasta las rodillas y la lluvia que no cesaba. ¿No lo encuentras medio sospechoso, Mike? -preguntó Joseph, con gesto aburrido-.

En ese punto de la conversación, el doctor Butler se animó a intervenir:

Bueno, tampoco hay que dar muchas explicaciones a la policia de por qué decidieron pasear, seguimos siendo un pais libre. Podéis decir que tras tantos días de coche os apetecía estirar las piernas. Lo que si habría que ser más cuidadoso es sobre quién fue quien os atacó. No podemos decir que son muertos revividos o acabaremos todos en el manicomio o en la carcel.
 

- Era de noche, en mitad de una tormenta y estábamos asustados. No vimos con claridad a los atacantes, los testigos suelen olvidar los detalles de acciones violentas. Podemos sugerir suavemente que fue alguien del pueblo o decirles que rastreen el mausoleo. Pero estoy de acuerdo en que esa parte de la historia real, debe ser acondicionada. -

Era lo único que se le ocurría en aquel momento, no creía que fuera necesario entrar en muchos detalles, ellos eran todos hombres respetables y con un trabajo igualmente respetable. No creía que la policía se arriesgara a culparles pudiendo investigar a algún molesto aldeano.

_Bien. ¿Y alguna explicación si nos preguntan por qué no fuimos inmediatamente a la policía, y en lugar de eso pasamos una noche de hotel y almorzamos tranquilamente teniendo un cuerpo en el baul?

Bueno, aquí no hará falta ni mentir ni una pizca. Estábamos asustados y conducimos lejos de allí hasta que se nos terminaron las fuerzas y la gasolina. Tampoco conocemos el lugar y no creo que haya ninguna comisaria cerca de la finca Butler.

Por mi podemos acudir a la policia cuanto antes mejor. Ahora mismo si quieren.

La asunción de responsabilidades nunca había sido el fuerte de Nathan, pero como huir de la ley no entraba en sus planes, pues cuanto antes se entomara el asunto, antes se terminaría todo.

Por mi parte, podemos ir a la policía ya. Cuanto antes acabemos con este asunto y podamos olvidarlo mejor. Después pediremos permiso para trasladar el cuerpo de Emily a Arkham y darle un entierro como es debido.

- Sea pues, vayamos cuanto antes a la policía y que ellos se encarguen de todo. - Dijo resoplando de alivio, quería alejar todo ese problema cuanto antes. Habían conseguido sacar a su amigo Isaac de allí, pero lo habían hecho pagando un precio realmente alto.

_Vámonos de aquí...

Como cabía esperar, la denuncia de los hechos ante la policía fue incómoda y larga, pero en ningún momento nadie del grupo corrió el peligro de ser acusado de asesinato.

Mike, Isaac y Sinclair eran ciudadanos totalmente respetables, y aunque Nathan no tuviera una profesión “como Dios manda”, sus heridas fueron suficientes para convencer a la policía de que él también había corrido peligro.

Los negros que aun malvivían en otras fincas cercanas a la mansión Butler tenían muchas posibilidades de llevarse la culpa, aunque lo más probable era que ese caso quedara finalmente sin resolver. Quizás eso fuera lo mejor para todos.

El viaje de vuelta fue menos tenso que el de ida pero todos tenían muchas ganas de llegar a sus respectivos hogares, al menos esa fue la sensación que se llevó el parapsicólogo.

Nathan observó desde el asiento del acompañante como el vehículo entraba en Arkham y la visión de esas calles conocidas lo invadió de nostalgia. Mientras el parabrisas del coche iba sacudiendo la insistente lluvia que caía del cielo, todos pudieron contemplar de nuevo los edificios coloniales, el barrio irlandés o el puente sobre el rio Miskatonic. “Por fin estoy en casa”-pensó Nathan con un cansado suspiro.

Nunca había llamado “casa” a su planta baja de alquiler, pero estaba claro que se moría de ganas de de descansar largamente en su sofá y de perder la noción del tiempo zambullido en su bizarra biblioteca personal. El coche paró en el centro de la ciudad así que había llegado el momento de la despedida.

Señores… -dijo desde el otro lado de la ventanilla y con la maleta a cuestas- no sé si volveremos a vernos jamás, pero me alegro de que entre todos hayamos podido salir vivos de este viaje.

Parecía dubitativo, como si a pesar de la lluvia le costara despedirse.

Siento mucho la pérdida de los demás, sé que estaban más unidos a ellos que yo. Ehhh…yo apenas conocía a Richard y a Emily.

Bueno… si necesitan algo de mí pueden preguntar en el Amazing Sciences Magazine, allí les dirán como localizarme. Bueno… ahora creo que sí. A más ver, señores –dijo con un leve tocado de su nuevo sombrero.

Durante las siguientes semanas Nathan recopiló toda la información que pudo sobre los hechos de la Finca Butler. Investigó los nombres que había nombrado Mike en ese libro demoníaco y en general intentó recomponer lo máximo que pudo de esa apasionante –ahora ya la recordaba así- historia. Los siguientes artículos que escribió para el magazine tuvieron muy buena acogida y en general todo eso hizo que el joven abandonara poco a poco el estudio del espiritismo y la parapsicología para centrarse más en la investigación de la magia negra, la nigromancia y el vudú.

Su escaso entorno social terminó de abandonarlo, pero eso no pareció importarle. Ardía de deseos de volver a experimentar lo sobrenatural todas las veces que fuera posible, hasta el final.