Partida Rol por web

La habitación que Casita creó para los acusados era pequeña y oscura, pero no del todo desagradable. No había ventanas, sólo una puerta cerrada sin picaporte desde el lado interno, y una rendija en el techo que les permitía ver hacia el patio interno de la casa, de modo que podían escuchar lo que se hablara allá arriba. Había un par de camas, una mesa y una silla. En general, no estaba mal. Sin embargo, seguía siendo una prisión.

Junto a la puerta se encontraba Parce, enrollado como un gato, mirando con tristeza hacia arriba, seguramente extrañando a su compañero humano.

-Bienvenidas -saludó Agustín a sus dos familiares, revelando que el sótano de la Casita disponía de un guardián-. Isabela, Abuela, tomen asiento y pónganse cómodas. Aquí las rencillas de fuera ya no tienen sentido.

Todo indicaba que Isabela u otra persona había enlazado a la Abuela Alma con ella, lo que probablemente explicase el rápido cambio de postura de la abuela con respecto a Bruno.

-Lamento que haya terminado aquí, Abuela. Nos habría sido de mucha ayuda con nosotros -dijo el hombre, entristecido.

Desde el principio Bruno y Antonio han sido los culpables. Intentando engañaros con habilidades que no tienen. Me apena que no me hayáis creído, pero más me apena lo que va a pasar a partir de ahora a mis querida familia. He intentado ayudaros pero no habéis escuchado.

Es cierto que estábamos juntas y es normal que se pusiera eso en duda. Pero no había razón para mentir. Isabella podía proteger durante las noches.

Por favor, dejadme en paz hasta que esto termine. No puedo soportar seguir viendo como la familia se separa.

-Papá, la abuela y yo éramos inocentes, lo pude comprobar al llevarla a mi jardín secreto, si hubiese sido de los asesinos se hubiese creado un vínculo especial y seriamos enemigos de todos, asesinos e inocentes. Yo podía proteger durante las noches, marcaba la puerta con mis flores, si era inocente, los asesinos no podían entrar, si era asesino, las flores generarían un remolino que no lo dejaría salir, como no confiaba en Bruno, no quise decir abiertamente como se veía mi protección en caso de que los asesinos buscasen a quien no estaba protegido. SI las profecías de Bruno son ciertas, Antonio y Camilo serian mis principales sospechosos. te quiero y perdono por haberme votado, por lo menos aquí estaré segura, Abuela siento mucho haberte llevado a mi jardín y que ambas termináramos aquí.
y asi, las lagrimas de Isabella comenzaron a brotar sin control mientras se abrazaba a su abuela.

No te preocupes. Por algo eres mi nieta favorita. Tan perfecta. A ti no se te puede negar nada. La culpa es de tu tío Bruno y de tu primo Antonio. Ellos están mintiendo haciéndose pasar por investigadores mientras acusan por el día y atacan por la noche y todos les creen.

-Creo que acabo de confirmar lo de Antonio y Camilo, si provoque a Antonio con mis plantas para que si era asesino atacará a Bruno porque al parecer no es Asesino, pero es alguien peligroso para la familia, lo que la abuela noto en su investigación al estar "escondido" el ataque no se pudo producir y como estaba afectado por mis plantas no ataco a nadie más.
-Padre lo siento, te confieso si provoque ira entre Felix y tú, a ti te protegería durante la noche y Félix no podría evitar atacarte, así confirmaría si Felix era enemigo el primer día que tenía duda, me equivoque todo el tiempo fue Antonio.

Agustín escuchaba perplejo lo que decían su suegra e hija, quien le confirmó que había sido la responsable de sembrar la discordia entre él y Félix y, posteriormente, había hecho lo mismo entre Bruno y Antonio.

-¿Y qué hay de Mirabel y Luisa? -preguntó el hombre, mirando tanto a Isabela como a la Abuela para saber la opinión de cada una-. No quiero pensar que una de ellas pueda estar involucrada...

-Pues Bruno tiene a todos hipnotizados, todos cayeron rápidamente en su juego. 

Agustín se aproximó con un poco de miedo hasta el jaguar de Antonio, pasándole una mano por el lomo. A pesar de que aquel animal era inofensivo y dudaba que fuera atacar a nadie, el hombre no olvidaba que era un depredador y podía enfurecerse.

-Parce, Antonio dice que te extraña mucho -dijo Agustín, acariciándole la cabeza al jaguar-. Y también quiere que te dé un abrazo de su parte... Pronto os veréis -El hombre se agachó con cautela y le dio un rápido abrazo al jaguar. El animal más de una vez le había abrazado, aunque lo cierto es que Agustín temía a aquella mascota por su tamaño y la fuerza que debía poseer.

-Papá, sé que no confías en mí, cuando lo hagas aquí estaré para dar la información o lo que a mí me parezca, por el momento dudo un poco de ti, porque siento que no pasas bien la información que doy, es normal si es que no confías en mí, por eso esperaré a que sea requerida.
Lo de proteger lo dije desde el principio, solo que Bruno quería saber como se podía confirmar eso, cosa que no quise decir para evitar que los asesinos me evadieran, ya te explique como funciona mi protección y como también en caso de marcar la puerta de un asesino, este no podría salir durante la noche.
-te quiero y esperaré gustosa.

-Pues es toda una suerte que mis tres hijas tengan habilidades de protección -comentó Agustín, intentando sonreír, aunque se encontraba tan triste que no le salió-. Mirabel también ha dicho que puede proteger, y creo que a estas alturas todos sabemos que Luisa puede proteger. ¿Cuál de las tres es la que miente? -preguntó el hombre, subiéndose ligeramente las gafas, pues estaba convencido de que una de sus hijas lo estaba haciendo.

La Casita había designado a Agustín como su carcelero y trataría de cumplir con esa función mientras pudiera, incluso aunque ello supusiera tener que velar por la mitad de su familia.

-No respondiste a mi pregunta antes, Isabela. ¿Mirabel o Luisa? ¿Cuál está mintiendo? -dijo el hombre, pensativo. En la Casita, los sospechosos se reducían poco a poco y saber quién estaba ahora en la mira de toda sospecha le rompía el corazón.

-por el momento no tengo motivos para sospechar de alguna de ellas, Pa. El que sé que es un asesino es Antonio, por favor ten cuidado, eres muy importante, más siendo el portavoz de los que nos encontramos bajo custodia.
Isabel trataba de mantener la calma, pese a que el encierro le comenzaba a venir mal, pero sabía que podía ayudar a la familia desde ese lugar, sobre todo porque ahora no corría riesgo de ser objetivo de los asesinos.
-Pa, pienso muy bien tus palabras con los demás, porque si tengo razón y comienzo a apuntar las armas contra los asesinos, buscarán callarte y como dije antes, eres muy IMPORTANTE no solo por ser mi padre, sino también porque eres el PORTAVOZ.

Las paredes se abrieron por unos rápidos segundos, dando paso así a la nueva prisionera. Mirabel se unía a Isabela y la Abuela Alma. La habitación se amplió suficiente para dar paso a otra cama, que se colocó encima de una de las que ya estaba transformándose en litera. Al menos la Casita se preocupaba de que se encontraran cómodas.

Isabela corrió a abrazar a su hermana.
¿es en se ri o? Antonio los tiene manipulados, es el único del que estoy segura, es un asesino, no puedo creer que te hayan mandado aquí hermana, pero me alegro, ya que también estarás a salvo.

Isabella cogió con muchas ganas a Mirabel que sobresaltada por la efusivida no dudó en devolverle el abrazo a su antes odiada y ahora espontánea y divertida hermana.

Aún con el abrazo levantó una manita para saludar a la Abuela Alma

Me alegro de estar aquí con ustedes. Ya estaba cansándome de todo.

Por entrar en la habitación de Bruno en el primer día anduve dando explicaciones a día y noche durante los días siguientes. Francamente, no tenía ya más ganas de seguir así que se resuelvan ellos.

¿Qué pasó? ¿Porqué acabaron aquí las dos al mismo tiempo?

El consuelo que sentía de estar aquí abajo encerrada se esfumó cuando Mirabel entro por la puerta. No era la nieta favorita, de hecho si no fuera porque sabía de la alineación y de los intereses de los otros, sería la que peor le caía de todos ellos.

Yo vine por voluntad propia. Si no van a escuchar mi voz y van a condenar a mi querida Isabela, los de ahí arriba ya no son mi familia. Tanto Bruno como Antonio están cultivando mentiras que el resto recoge con una sonrisa pese a que os hayamos advertido. Si no actuáis pronto, terminaréis igual o peor que Mariano.

Agustín se alegró de ver allí a su hija. Lo positivo de todo es que, fuera cual fuera la intención de su pequeña, ya nadie podría hacer daño a Mirabel.

-Bienvenida, hija mía -le dijo el hombre a su hija, entristecido de que pudiera existir la posibilidad de que ella fuera de los malos-. Lamento que hayas terminado aquí. Al menos me queda el consuelo de no haberte votado. Mi voto fue para Camilo. No iba a votarte de ninguna manera. Sigues siendo mi niña.

Hazme caso y echad a Bruno y a Antonio. Sino seran mayoria.

-Esta noche atacaron a Luisa -reveló Agustín a sus familiares encerradas, en tono entristecido-. Y Camilo se llevó por la noche a Bruno detrás de las paredes. Supongo que eso debería confirmar que no es uno de ellos o algo así... -dijo el hombre, encogiéndose de hombros. No sabía qué pensar sobre su sobrino cambiaformas. En esos instantes, lo único que sabían con exactitud es que la inocencia de Luisa había sido confirmadas-. Por ahora, todas las sospechas están sobre Antonio y Pepa...

Mirabel abrazó a su padre. No conocía mejor elección por Casita para estar en aquella habitación. Asintió tendiendo la mano a Isabella para que se acercara con ella a su Pa Antonio - Sí Pa, es mejor así, ya me había cansado de repetirme.

Y hablando de repetirse.... ¿Porqué tan segura estás abuela? De que Bruno o Antonio hayan podido ser los culpables ¿Qué tú sabes?

Al igual que eché un vistazo en tu habitación, eché un vistazo en la de Bruno, quien tanto se ha esmerado en que yo esté aquí.

Él es inocente, seguro. Por lo que... Abuela.... ¿Porqué lo has hecho? - Intercambió una mirada con Isabella. ¿Pudiera ser que ambas estuvieran compinchadas? Fuera como fuera, todo iba a solucionarse y podrían salir juntas de allí.