Partida Rol por web

Hayato Asakura era el mandamás en lo que se refería a asuntos 'secretos' de la familia Asakura. Muy respetado por sus capacidades de estrategia, conocimiento del arte de la infiltración y por conseguir casi siempre que sus ninjas acabaran sus misiones sin ser prácticamente descubiertos.

Esta vez, Hayato había convocado a dos de sus mejores shinobis: Haruko y Yomi. No les había dicho de qué se trataba, pero ambas sabían que se trataba para una misión. Cuando llegaron al lugar acordado, en una de las viviendas que Hayato poseía, se vieron la una a la otra. Aunque cada una conocía la existencia de la otra, nunca se habían visto cara a cara. Hayato todavía no estaba allí, así que supusieron que les estaba dejando tiempo para que se conocieran la una a la otra.

Haruko vio desde su habitación el sol salir. Un nuevo día llegaba y ella debía estar preparada para cualquier cosa, por lo que se dio un baño rápido pero exhaustivo, Poseía el cabello corto por lo que no suponía un problema el tener que recogerlo. Pero era de un gris blanquecino extraño, y el único ojo que se ve es azul como el mismo cielo.

Atavióse con sus ropas de siempre, de color negro, colocando también la mascara que cubría la mitad de su rostro. Así, si era descubierta de lejos, no podrían reconocerla.

Llamaron ala puerta de su habitación, dándole la citación de su sensei. Hayato-sama. Y con un leve movimiento de cabeza asintió dando a ver que había recibido el mensaje. Pero no se giró para ver al mensajero. Su mirada se posaba en los primeros rayos de sol.

Se subió al alfeizar de su ventana, saltando al árbol de enfrente con velocidad y arrojo. Cubriéndose entre las hojas. Vio el movimiento de aquel lugar en el que vivía. Era silencioso. Le gustaba.

Saltó de árbol en árbol, rama en rama, para ir al lugar citado. Una de las casa de su sensei. No tardó demasiado, el viaje era ya bien conocido.Pero allí había alguien mas...por no decir la única, pues Hayato-sama aun no había llegado. Y bajó del árbol con simplicidad, pero sin mover ni una hoja, ni hacer ruido con sus pies.

Se acercó a la chica, la reconoció como la otra Shinobi de Hayato-sama. Su nombre Yomi Isayawa. Haruko se puso en pie tras caer, y al acercarse mostraba un cuerpo bien desarrollado y bastante alto. 

Su cabello ya seco parecía ir hacia el sol, si piel era pálida, y un tatuaje recorría su brazo derecho y junto a su ombligo poseía otro de pequeñas dimensiones. Era alta, de un metro setenta mas o menos.

Hayato Asakura-sama no había llegado, como anteriormente se había dado cuenta, seria un momento para conocerla, pero su personalidad era fría, calculadora, de poca sociabilidad. No hablaba a no ser que fuera estrictamente necesario o su Señor, o su sensei así se lo ordenaran. Eso era bien sabido de ella. 

Era fuerte, rápida, silenciosa, letal....era conocida por ello, pero como todo el mundo, tenia sus errores que había pagado tras el fracaso.

Quedóse quieta frente a la vivienda, esperando a que llegase su sensei pronto.

    Yomi no era de las muchachas que se quedasen calladas todo el tiempo, lo cual era un rasgo bastante extraño para una ninja letal. Ella se caracterizaba por una personalidad sociable e interesada; si bien no le tocaba tener compañeros en las misiones, de vez en cuando se aburría cuando no tenía nadie con quién conversar, y se había dado cuenta que su sensei propiciaba una interacción con Haruko. Yomi había escuchado hablar de las grandes destrezas de aquella mujer y no iba a dejar pasar la oportunidad para conversar un poco con ella, después de todo, un poco de calidez no venía nada mal en el mundo de los ninjas, aunque sea sólo por unos momentos.

    Entonces la joven muchacha decide acercarse a Haruko con las claras intenciones de entablar una conversación -Hola, es un bonito sol, no te parece?- empieza mientras sigue al sol al mismo tiempo que la mirada de Haruko -Ambas hemos escuchado hablar de la otra, pero puedo conocer tu cara ahora, soy Yomi Isayama- agrega al extenderle la mano a forma de saludo formal.

La ninja se limitó a mirarla de arriba a abajo, examinandola, viendo su mano extendida hacia ella. Era antisocial pero no maleducada.

-Soy Haruko

Tiende su mano estrechandola con suavidad. No sabia como seguir la conversacion la verdad le habia preguntado por el dia, por lo que algo deberia decir al respecto.

-Si, el sol vuelve a bañar con su calida mano, la tierras donde habitamos. Como siempre, hay que dar gracias a la Fortunas, por otorgarnos un dia mas para superarnos

Sonrie pocamente bajo su oscura mascara, pero el recorrido de sus labios era patente. ahora no sabia mas que decir. Pero quedó mirando a Yomi por si le hacia alguna otra pregunta, o seguia con aquella conversacion.

    Yomi movió la mano de Haruko con energía, alegre de tener una buena charla, es por eso que decidió continuar con ello hasta que el sensei llegase a darles la misión -Creo que trabajaremos juntas en lo que Hayato-sama disponga, asi que espero que nos llevemos bien- Vuelve a mirar al sol y continúa -Días así siempre son bienvenidos en esta casa- y suelta una amplia sonrisa de alegría.

 Haruko asiente ante las palabras de su compañera, pareceque estarian mucho tiempo juntas, la vida le habia hecho fria y seria, pero ahora su voz debia llevar a cabo una conversacion con alguien que conocia solo de oidas, y seguro su maestro las juntaria durante un tiempo indeterminado.

-Si, pero como suele decirse, siempre hay calma antes de la tempestad. Por lo que no debemos estar demasiado confiadas en este sentido. Pero si el maestro nos ha llamdo a nostras será por algo.

Dijo con su voz algo grave para ser de una mujer. Su ojo visible observaba su alrededor mientras hablaba por si Hayato-sama aparecia sin ser percibido. No le gustaban las sorpresas, siempre deseaba ir bien preparada, para no sobresaltarse.

   Yomi esperaba con ansiedad la llegada del sensei, pero sabía que la charla podría hacerse más amena una vez que Haruko hablase un poco, pero no por ello se descuidarían, dado que en ese preciso momento pueden encontrarse a prueba. Por otro lado, ella tomó el riesgo de continuar con la charla -Y bien...- retoma la charla sin tener demasiada idea sobre qué hablar - Qué será lo que nuestro sensei nos tendrá planeado? Ya estaba acostumbrada a las misiones en solitario, pero la compañía podría significar que se trata de algo grande - mira a los alrededores como esperando la presencia del hombre -Pero sería cuestión de ver lo que él nos encargará, no? 

 Haruko queda mirando a la joven.

-Si, es posible que sea algo importante. Yo tampoco he hecho mision en compañia, siempre he hecho bien mi trabajo, pero si el sensei nos ha reunido ala dos, puede significar dos cosas. Uno: que sea lgo grande y dos: peligroso. Siempre es bueno en una mision peligrosa tener a alguien que te guarde las espaldas, no puedes tener los ojos en todos lados, para nuestra desgracia.

Luego mira a su alrededor, su sensei se hacia esperar. Por lo que intentó sacar algun tema de conversacion, para que su nueva y parlanchina compañera no se sintiera que era ella quien sacaba todos los temas de conversacion.

-Y dime, Yomi-san, ¿Posees familia?