Partida Rol por web

Más bajo que el Cielo, más bajo que el Universo, más bajo que la Tierra, más bajo que el Limbo, más bajo que el Infierno...

Este plano astral es donde mora lo que le sigue a la maldad, las almas al entrar aquí han desaparecido castigadas por Azidahaka, ahora son muertos vivos, cuerpos sin alma que tienen que encontrar la forma de escapar de aquí. El calor es insoportable, el ambiente opresivo, la maldad en estado puro ha creado este lugar para castigar a quienes se opusieron a ella.

Bienvenidos al plano astral más bajo de todos.

Si, aquí estáis los tres solos incomunicados del resto

Bu-bu-bu-bueno... k-k-kkee hay... ke hazer?? El goblin mira hacia los alrededores bastante acojonado

Ikkkk! lanzo un chillido de miedo y las glandulas de almizcle vuelven a dispararse. Por desgracia el familiar olor del miedo no llega a mi hocico, pues el olor a azufre y la atmósfera es tan opresiva que parece que el aire fuese más pesado que el agua...

Mi mente se ha llenado de imagenes. Imagenes sin sentido de cosas humanas haciendose daño, torturandose, de muertes y de juicios. De cadaveres andantes y fuego.

De juicios. Y actos de contricción y arrepentimiento.

Puede... sólo puede, que en este lugar lugar, nuestras cosas malas malas desaparezcan.

Conocimiento dijo la cosa hembra roja. Conocimiento...

Quiero saber saber en qué cuerpo se esconde la cosa demonio que nos está matando. Es mi petición tición. Sí sí. esa es. Dónde mora mora su alma corrupta.

Al entrar vosotros tres el vórtice se cerró, parece ser que ahora no podréis salir de aquí, al menos por el momento, así que os ponéis a buscar algo que os pueda ser de utilidad en esta eterna nada. Al principio no veis absolutamente nada, pero después de algún tiempo veis algo que brilla, os acercáis hacia allí y encontráis lo que aparentemente es una pequeña plancha de metal pero tras observarla con más detenimiento os percatáis de que en realidad es la punta de una lanza abollada y gastada sobre la que hay un pequeño texto escrito.

Si estas leyendo esto es por que yo y mis dos compañeros estamos muertos. Entramos al templo para acabar con Azidahaka, pero hay una especie de culto maligno liderado por Morrigan, algo que hasta ahora ninguno sabíamos, no nos dejan salir de este plano al que entramos por petición de esa zorra mentirosa y mucho menos investigar que esta pasando, tenemos miedo, pese a que tenemos ciertas habilidades para defendernos, yo me llamo Aulo y tengo poderes de sanación, mi compañero Feänor es todo un justiciero y Gurnik el enano se podría decir que ve auras. No creo que logremos sobrevivir. Pero si lo hacemos, esperamos que alguien le revele al mundo que aquí no se viene a luchar, sino a morir...

Si necesitáis nuestra ayuda llamadnos.

- Oh, mierda... - susurra Ursue al leer el texto.

- Aulo, tú has escrito esto... ¿estás aquí? - pregunta después en voz alta.

Una extraña bruma se materializa ante vosotros surgiendo desde el suelo y elevándose hasta la altura de un hombre, poco a poco esa bruma va tomando forma y consistencia hasta convertirse en un hombre rubio y barbudo de unos 40 años.

Llevo más tiempo solo aquí del que existe el propio mundo... ¿Que deseáis de mi?. ¿Venís a hacerme compañía? añade esperanzado

Trago saliva ante la aparición del la cosa hombre.

Venimos a liberar al mundo de la maldición de la cosa demonio aquel al que llamáis...Azikadaka...akidajaka... bueno...ese.

Nos sería de gran ayuda vuestra sabiduria y vuestras habilidades.

La habilidad de la cosa enano...Gurnik... sería estupendo tenerlo al otro lado.

Del mismo modo que antes se apareció Aulo ante vosotros se presenta Gurnik, aunque no parece estar de buen humor...

Que ostias quieres maldito hamster hormonado!!!

hmmm. Interesante. Piensa piensa pequeño Kazulu...

Puedo vengar tu muerte, cosa enano Matador. Y dejar a tu clan una muestra muestra de tu heroica muerte en combate. Sí sí sí. Eso puedo hacer... con vuestra ayuda.

Para empezar, estaría bien bien saber si alguno de los tres aquí presentes está corrupto sucio por la cosa demonio. Había decidido no pronunciar en alto su nombre nombre ya que parecía que pronunciar nombres en alto atraía a los espíritus de los caídos. 

Bien rata estúpida creo que no lo comprendes, estamos en los dominios de Azidahaka, este plano ha sido creado por el para aprisionar a incautos idiotas como vosotros y como nosotros en nuestra época. Crees que Azidahaka nos permite usar nuestros poderes aquí???

Uruse se sienta durante unos minutos a meditar.

- Bien, antes eráis tres, ahora somos seis. ¿Qué podemos hacer los seis juntos que nos permita cambiar nuestra situación? - pregunta a las apariciones.

- Feänor, por favor, acompáñanos. Seguro que estás escuchando. Vosotros lleváis más tiempo aquí. Hablad.

¿No crees amigo oriental que de haber podido hacer algo ya lo hubieramos hecho?. Para salir de aquí los héroes que entren deben de sacrificar a uno de ellos, nosotros no lo hicimos pues sabíamos que los tres eramos inocentes y preferimos quedarnos aquí por toda la eternidad a seguir el juego de Azidahaka, lo único que podemos hacer es contaros secretos sobre el templo y el culto de Azidahaka para si vosotros que aún estáis vivos conseguís salir de aquí.

Pero si vosotros no estáis seguros de la inocencia de los demás que os acompañan cuando llegue el momento deberéis sacrificarlo si queréis salir.

- Bueno, pues... empieza a contar. - dice Ursue tranquilo, mientras asiente con la cabeza. Después echa una mirada cómplice a sus compañeros. Yo creo que vosotros tres podéis ser un sacrificio tan bueno como cualquier otro... piensa.

Bien... como puedes ver esto está muy tranquilo, eso quiere decir que Azidahaka no está... ¿Donde está?, pues con vuestros amigos, o tal vez con vosotros...

Antes Azidahaka tenía un culto de adoradores del que Morrigan era la líder y ella y sus seguidores se infiltraron entre nosotros pero los vencimos, cuando nuestros compañeros lo vencieron lo encerraron aquí, ahora el escapó, no se como, vosotros deberíais saberlo... y creemos que creó un nuevo culto poseyendo algún cuerpo y está entre vosotros.

De repente los tres sois transportados a otro lugar.