Partida Rol por web

Q'tall, territorio Riax.

Las naves que formaban de la comitiva Terrana salieron del salto. Los motores de impulso de la nave aún enviaban alteraciones de campo mientras el trivium que los alimentaba seguía latente en el sistema. A medida que el flujo del mismo fue desapareciendo, los sistemas dejaron de ser llevados por la IA de la nave y pasaron al sistema manual.

- Estación Q´tall en pantalla señor.-Dijo Tamahura al tiempo que la imagen de la estación Q´tall, que incluso desde esta increíble distancia parecía enorme. Todos los que estaban en el puente pudieron ver el increíble complejo.

- No me imaginaba que fuera tan grande, es.. es realmente increíble –Rugió Obrian el jefe de ingeniería. – Tengo entendido que esta estación ya estaba aquí mucho antes de que llegaran los Riax, de eso hace miles y miles de años, cuentan que la crearon los mismos que crearon las puertas espaciales. – El tono de su voz y la expresión de su cara reflejaban claramente que hubiera sacrificado a gusto una de sus manos con tal de haber oído venir y ver la estación con sus propios ojos.

Pero no solo estaba la estación espacial en pantalla, si no también una veintena de naves de guerra Aurum. En ese instante muchos de los que estaban en el puente se preguntaron si se podría a llegar a firmar la paz y poner fin a las Guerras Arctúricas que llevaban durando más de 40 años, Terranos y Aurum han disputado por el grupo de estrellas y planetas conocido como Clúster Arcturico. 122 planetas habitables, 231 terraformables y la cercanía con una de las principales rutas de comercio Riax han convertido el Clúster Arcturico en una zona de expansión estratégica.

Los miembros de la delegación llegaron al puente para observar el espectáculo que ofrecían tanto la estación espacial como la flota Aurum. Para algunos como la asesora militar Guidry o el delegado Hoch no era la primera vez que visitaban la estación Q´tall, sin embargo eso no evitó que se quedaran mudos ante su magnificencia durante unos segundos.

El delegado Hoch se giró y contempló al grupo durante unos instantes.

Manfred era un hombre inteligente y conocedor de los entresijos de la Política Espacial. Su mayor interés en aquellas negociaciones era conseguir una paz que beneficie a ambos bandos. Esto había llevado a que ninguna facción dentro del Consejo Terrano le tuviera especial afecto, y quizás por ese motivo había sido el elegido para aquellas conversaciones.

- Bien damas y caballeros. Pueden considerar que habremos comenzado las negociaciones en el momento en que pongamos un pie en esa estación. Midan sus palabras incluso con los camareros o podremos dar pie a malentendidos embarazosos. - al terminar esta última frase se dio la vuelta para observar la evolución de la flota Aurum, quizá para evitar que su mirada pudiera hacer que alguien se sintiera aludido.

- ¿Qué les parece nuestro destino? - preguntó sin girarse.