Partida Rol por web

-Chicos! Disculpen las demoras, mi madre no quería que partiera tan pronto jeje- Totodile venía caminando a su lado jugando con una pequeña mariposa que lo mantenía entretenido. -He escuchado ruidos de combate en aquella arboleda!- Dice mientras señala hacía adelante.

Dorian observa a Issei con su Totodile que llegan tranquilamente...tranquilos.

Tras acabar de escribir cierra su cuaderno y lo guarda en la bolsa, sacando la Pokéball que acababa de marcar:

-Buenas Issei, no te preocupes, el tiempo de espera ha sido productivo. Por los ruidos de combate, si te refieres a unos que has escuchado hace unos 2 minutos, habrán sido causados posiblemente por un pequeño encuentro que he tenido, y que me ha demostrado que no solamente hay Pidgeys por la zona.

Tras esto se pone a buscar en el banco de datos de su Pokédex, a la cuál también coloca su marca.

Aparece un muchacho que viene desde el pueblo. Al acercarse notáis que se trata del hermano de Issei que viene corriendo. Llega junto a vosotros exhausto llevando consigo una bolsa.

-Issei...Te olvidabas de los bocadillos, el botiquín de primeros auxilios...-Toma algo de aire-...y la cantimplora-Tiende la bolsa para que Issei la recoja-¡Y ya te podías haber despedido, sabías que estaba trabajando!

Dorian sonríe levemente, le hacía gracia la situación, la cual observaba cuidadosamente:

-Buenas caballero, ¿usted es también entrenador Pokémon?

Mientras hablaba guarda la Pokéball y la Pokédex que tenía en la mano.

-Bueno, lo fui...-Se acaricia la cabeza vergonzosamente-Pero la experiencia no me fue nada bien ¿sabes? No supe entrenar bien a mis pokemon con lo que perdí la mayoría de mis combates. Un desastre, vamos.

Miro asombrado a Dorian cuando cuenta lo que le acaba de pasar. - ¿Ya has combatido? ¿Cómo ha sido? ¿Has ganado? ¿Esa es la pokéball de tu Shinx o es otra? ¿Ya tienes otro pokémon? - me doy cuenta de que estoy hablando muy rápido y paro, mientras sonrío.

Luego respondo al hermano de Issei. - No lo veas de ese modo. Si hubieras ganado la mayoría de tus combates serías un genio, y no hace falta serlo para convertirse en entrenador. Si hiciera falta ser un genio no sé que hago yo aquí. - digo mientras me encojo de hombros manteniendo la sonrisa - Si antes de empezar tu viaje de entrenador ya ganas todos tus combates, será porque ya sabes casi todo sobre entrenar pokemon. Y si ya lo sabes todo, ¿para qué viajas? Resumiendo, si yo fuera tú, no me desanimaría y continuaría entrenando. Aunque eso es solo mi opinión de novato.

-El error sólo es un modo de probar cómo no hacer las cosas, y es de ésta manera con lo que se consigue acercarse uno al resultado deseado. Si lo consigues a la primera, no aprendes nada, y en mi experiencia no como entrenador Pokémon pero si como científico amateur he podido comprobar que es tras los momentos de fallos desastrosos cuando aparecen las revelaciones-dijo Dorian de modo solemne mientras se ajustaba las gafas, tras lo cuál se giró hacia Cody:

-Pues sí Cody, mientras estaba aquí esperándoos hice un buen adelanto en mi investigación comprobando que hay una pequeña aunque plausible posibilidad de encontrarse a un Venonat cerca de Pueblo Paleta de día. Lo encontré acostado pero rápidamete despertó y, tras un rápido combate que me ha hecho comprobar el veloz ritmo de mi querida Galvanyan, he conseguido capturarlo en una de las Pokéball que nos dio el profesor-hizo una pequeña pausa para acariciar a su Shinx-Galvanyan ha quedado un poco cansada pero aparte de eso el Venonat apenas pudo asestarle un leve placaje-A continuación sacó la Pokéball del Venonat y se la enseñó-Ahora mismo mi nuevo Venonat al cuál he llamado Arsenick está muy debilitado dentro del Pokéball, así que por eso pretendía partir cuanto antes, tanto para poder llevar a Arsenick al centro Pokémon de Ciudad Verde como para que juntos busquemos todas las especies de Pokémon posibles y atrapemos y entrenemos cuanto podamos, para estar preparados.

Dorian guardó tranquilamente de nuevo el Pokéball y se colocó bien su bolsa, dispuesto a partir cuanto antes.

Mi cara es el vivo ejemplo de la admiración cuando Dorian me cuenta su hazaña. No hace ni media hora que tiene su primer pokemon y ya ha capturado otro con éxito. - Enhorabuena Dorian. Partamos entonces hacia Ciudad Verde.

-Bien, entonces os dejo marcharos-Se acerca a su hermano-Serás un gran entrenador, lo llevas en la sangre...Quizás yo no fui el mejor ejemplo, y como bien dice tu amigo, si hubiese seguido insistiendo quizás hubiese conseguido mi objetivo. Los errores nos tienen que ayudar a crecer, a formarnos, nunca desanimarnos. Sé que puedes hacerlo Issei, ¡Ánimo!-Le da un fuerte abrazo, seguramente lo vaya a echar de menos-¡Adiós a todos y suerte de nuevo!

Tras esto se marcha sonriente a sabiendas de vuestro gran futuro. Entrenadores inteligentes y con una gran disposición. Tras esto, Cody que se había alejado un poco del grupo al escuchar algunos sonidos, se topa con otro Venonat. Quizás fuese algún pariente del que acababa de capturar Dorian. Se muestra particularmente curioso por Cody.

- ¿Qué es eso? - pienso al escuchar unos ruidos entre la maleza. Voy a echar un vistazo junto con Cyndaquil, y un pokemon sale a nuestro encuentro. Al principio no sé cuál es, pero su característico gruñido primero y mi Pokedex después me lo confirman. Un Venonat. Llegó la hora, pues.

- Cyndaquil, ¡te elijo a ti! - le digo a mi pokémon, no sin antes pensar en lo raro que resulta que recalque que lo elijo a él, puesto que es el único que tengo.

El pequeño pokemon bicho se pone alerta al ver a Cyndaquil salir de la pokeball. Parece que se asusta y retrocede unos pasos, pero siempre se mantiene a la defensiva esperando el movimiento del oponente. Sus enormes ojos rojos no dejan de prestar atención al pokemon de Cody.

Mi primer combate. Espero que todo salga bien. Respiro hondo y pronuncio con voz firme - Cyndaquil, ¡usa ataque Placaje!

El pequeño pokemon bicho empieza a mover sus antenas rítmicamente. Hacia un lado y hacia otro. Recibe el golpe de tu Cyndaquil al ser más rápido. Justo después lanza su pequeño ataque contra el pokemon de Cody, que se siente unos segundos aturdido, olvidando al parecer uno de sus ataques.

Dorian, al principio sorprendido por observar a otro Venonat, observaba el combate con gran interés, captando cada movimiento y observando las tácticas de su compañero Cody en combate a la vez que los movimientos del Cyndaquil, además de procurar que Galvanyan también estuviera atenta:

Hmmm, esa anulación del Venonat podría haber hecho una buena faena al Cindaquil

- ¡Muy bien Cyndaquil! - exclamo al ver como Cyndaquil impacta con asombrosa velocidad en el cuerpo del Venonat, que sólo parece mover sus antenas como respuesta.

- Qué raro...Y Cyndaquil también parece estar extraño...

- Si no quieres atacar no seré yo el que te obligue, Venonat. ¡Continúa con Placaje! - grito sin saber verdaderamente lo que ha pasado.

Cyndaquil obedece las órdenes de Cody a la perfección y carga nuevamente con el pokemon bicho que cada vez parece más debilitado y sin ganas de luchar. Venonat saca fuerzas para copiar el ataque de Cyndaquil y placarle con una potencia inusual. Cyndaquil sale despedido después de semejante golpe pero se mantiene en pie.

- ¡Aguanta Cyndaquil! - es todo lo que puedo decir cuando veo al Venonat castigar duramente a mi pokemon. Pero una mezcla de orgullo y alegría me invade cuando veo a Cyndaquil resistir. - Eres genial, amigo mío. ¡Una vez más, ataque Placaje!