Partida Rol por web

Es bastante normal en ella llegar tarde a los sitios, o se queda dormida o se entretiene en lo que no debe. Llega corriendo a donde están haciendo el examen y allí ve al profesor. Antes de acercarse  a él saluda al resto de sus compañeros con la mano ya que no le sale ni una palabra de la boca del esfuerzo que ha hecho en correr.

- Lo siento sensei.. - se inclina repetidas veces pidiendole disculpas - ¿Es mi turno??

Egwene se acerca a Ichiru para darle ánimos:

- No creas que por fallar una simple prueba no vales para esto. Cuando pierdas la ilusión por superarte a ti mismo y no admitas tus derrotas, pensando que nadie puede superarte será cuando dejes de ver el valor de ser ninja. Estamos aquí para entrenarnos, para alcanzar el sueño de ser ninjas (con ciertas variaciones, claro, cada uno tiene su sueño) y mientras no abandonemos podremos conseguirlo. Además, tendrías que verme a mí tranformándome, esa prueba si que me da grima.

Egwe vuelve a su sitio con una sonrisa, convencida de que Ichiru lo conseguirá.

-Puedes lanzar cuando quieras-. Al decir esto, sonríe y se aparta para dejarle lanzar.

Miro a Lambo fijamente cuando alenta a Ichiru, ¿porque hacia algo que ya estaba haciendo yo? le mire fijamente, era un chico del que habia oido maravillas pero no iba a comprobar por mi misma lo genial que era. Entonces, la chica de la mascara se acerco y yo volvi a alejarme del grupo de alumnos, dejando a todos delante de mi, si algo no soportaba, era tener a alguien detras mia, siempre me cubria las espaldas asi que apoye mi cuerpo contra un arbol y me cruce de brazos volviendo a mi silencio y a mi soledad ... la soledad no era tan mala, despues de todo era la unica cosa que siempre habia tenido como compañera de juegos.

Respiró profundamente cuando se puso en su posición, ahora le tocaba a ella..no podia fallar. Cogió los shurikens, se puso en posición y los tiró contra la diana, lo mejor que pudo. Su gesto se torció al ver que nada más habia acertado uno.

Lambo sonrie, pareciera que si Ichiru no logra ser ninja luego de todo el apoyo que le daban, seria realmente que su destino no queria que pasara el exame ese año. Aun asi se retira unos pasos acunclillandose para tomar una posicion mas "comoda" de espera como soliahacer en todas las clases practicas luego de realizar alguna tarea.

Aunque pareciera que seguia prestando atencion hacia sus compañeros que estaban por lanzar los shuriken, no deja de mirar de vez en cuando a Ceara, era una persona que nunca antes se habia fijado debido tanto a ese comportamiento tan marginal, pero parecia ser alguien con un gran ideal, algo que el aun no conseguia fijar bien aun.

Iruka Sensei tenemos que pasar las tres partes para aprobar?

Pregunta de pronto notando que Ichiru no era el unico en problemas con esa parte del examen.

Ichiru

Las conversaciones no eran el topico de Hibari, ademas, ya todos habian dicho lo que tenian que decir y un sueño era lo que deseaba. olfateo a sus compañeros, peor ninguno, por el momento le parecio interesante. Hibari cerro los ojos entre los murmullos de todos y durmio.

A Hibari le trono una burbuja en su nariz; El sueño le habia ganado plenamente y de nuevo aquellas terneras comenzaban a saber deliciosamente exquisitas en sus sueños.  De pronto, el olor de las terneras se fue fluyendo hasta convertirse en uno mas "adorable y extraño" era una amalgama del olor de los nardos  y el de la carne recien preparada.

Su cuerpo camino inconscientemente y se acerco a la extraña chica enmascarada. La olfateo por alrrededor y solo atino a exclamar.

- Tienes un bonito olor -dijo mientras esbozaba una sonrisa y se convertia en un gran bostezo-.

Me encontraba encima del árbol contra el que se había apoyado Ceara

-¿Duele no?-

Baje de un salto, cayendo delante de ella

-Ser tan distinto y tener que estar siempre a la defensiva-

Miré hacia los demás.

En el examen, hablando con Raika

¿Por dios que me pasaba? tan rara estaba como para ni si quiera darme cuenta de que tenía a alguien sobre mi, no podia permitirme tales fallos ... - Yo si se lo que es el dolor y que la gente me rechace o me tema ya no es doloroso - le miro fijamente a los ojos y luego a sus cicatrices - siempre hay que estar a la defensiva, quien menos te lo esperas intentara matarte, incluso tu mejor amigo, tu hermano o tu padre - mis ojos volvieron a sus ojos - la gente confia demasiado -mi mirada se enfria

* Dolor ... y dolor y la soledad es mi pan de cada dia, ¿como puede ser cierto que me duela algo asi? no es un dolor como los demas, es como una mosca que no deja de atosigarte ... pero no puedo desear estar rodeada de "amigos" eso nunca funcionaria *

Al ver que Hibari se acerca a ella, Egwene se gira para observarlo, curiosa por el acercamiento de éste, ya que no habían hablado mucho antes.

Cuando le dice lo del olor, no puede contener una sonrisa, pero cuando la sonrisa de él pasa a bostezo, ésta se convierte en una carcajada.

- Jaja. Eres muy gracioso, ¿sabes? Me han dicho que en vuestro clan los perros se parecen a los amos, espero ver pronto el tuyo para comprobar si es verdad.- Le dice, al mismo tiempo que recuerda que desde que lo conoce, Hibari siempre ha tenido ese aspecto relajado.

Creo que esa tranquilidad suya le debe de venir muy bien en los momentos de estrés.

Asentí a Ceara

-La gente confía mucho sin conocer, pero yo sólo confio cuando conozco-

Me fijé en que miraba mis cicatrices

-¿Pasa algo con ellas?¿Te llaman la curiosidad?-

Dije llevándome la mano derecha a ellas y recorriéndolas con el dedo índice.

Lambo suspira incorporandose de su extraña pocicion mirando si faltaba alguien para realizar la prueba de los shurikens, se sentia ansioso por seguir de una vez sintiendo que el siguiente examen por alguna razon le iria mucho mejor que en este. Tal vez su instinto tenia una premonicion empesando a caminar d eun lado a otro para mantenerse en calma durante la espera.

Eichizen dio un nuevo salto, pero de felicidad. Se pasó el dedo indice bajo la nariz, acariciándose esa zona, mientras sonreía abiertamente.

-Jejeje...¡¡Siempre mejorando!! ese es mi lema.

Dijo levantando el dedo pulgar finalmente hacia la nada...ya que no conversaba con nadie. Miró a su alrededor, había un grupillos que dialogaba juntos, el chico de la nube no se metió. Dio dos pasos largos hacia atras, mientras se colocaba ambas manos en la nuca, cual almohada.

Ichiru

-Mmm.. Veo que el genin que tenía que venir aún no esta aquí, así que pasaremos a la prueba de la transformación. Quiero que os transforméis en mí, y según el acierto puntuaré una nota u otra. Voy a haceros una demostración, pero como no me voy a transformar en mí mismo - al decir esto sonríe- me transformaré en el Hokage, a quien todos conocéis. Atentos ahora-. Iruka cierra los ojos y se concentra, acumula chakra y lo aplica en cambiar la forma de su cuerpo.

La transformación es instantánea. Ante vosotros, aparece el Hokage, vestido con su ropa roja. Bajo la túnica, podéis ver que sigue llevando los zapatos de Iruka. Por lo visto, la transformación no ha sido perfecta, pues un par de detalles están mal. Aun así, es completa.

-Como podéis ver, me he transformado en el Hokage, aunque he omitido un par de cosas. Ahora es vuestro turno. Para transformaros, sólo tenéis que acumular chakra e invertirlo en cambiar vuestra forma. Intentad que no se os olvide ningún detalle. Como estoy delante, os resultará más fácil no olvidarse de nada. Ahora, empezad.

LAmbo ansioso y algo decepcionado porque no aparecia el genin con el que tenian que luchar, da un paso rapido hacia adelante mostrandose ante Iruka Sensei muy dispuesto a probar suerte con su jutsu. Flexionando las piernas y cerrando sus ojos el se concentra haciendo las señas de manos pensando en como era su sensei, de pronto abre los ojos y ejecuta la transformacions desapareciendo en una nube de humo.

Por desgracia para Lambo cuando el se transformo en Iruka sensei se habia olvidado modificar el tamaño como las vestimentas, aun asi mantenia muy bien los detallles de su rostro. Cuando volvia a transformarse en su forma original suspira decepccionado por su fallo volviendo a ponerse entre sus compañeros.

Notando la frustacion de su dueño Hiru, el cachorro de Lambo, sale de su escondite entre las vestimentas del joven shinobi para lamerle la mejilla.

Ichiru