Partida Rol por web

Tratando de evitar disimuladamente acercarse demasiado a los soldados - NO hemos hecho nada malo, pero nunca conviene acercarse mucho - Gunar indica la dirección de la zona comercial.

-Oh – lamento al oir el comentario de Gunar – no era mi intención ponernos a todos en un aprieto, pero parece que no hemos levantado sospechas.

Me uno con mis nuevos compañeros en el pasaje de la estación, y me fijo en el cartel de zona comercial.

-¡Tiendas! – casi lo digo en voz alta, pero me callo en el último momento.

Después de las vicisitudes pasadas, ir de compras me iría muy bien, pero me contengo de salir disparada. Aquí no estoy en casa, y no podría carretear todo lo que adquiriese.

Aun así, un vestidito no ocuparía demasiado en mi bolsa…

Pero no creo que mis compañeros aguanten mi ritmo yendo de tiendas. Son hombres… o seres masculinos… o algo así.

Supongo. Algunas razas no lo tengo muy claro…

Anzak se queda sorprendido cuando Hannah le abraza. Aun así sonríe y acepta de buen grado el abrazo hasta que Xator les saca del mismo.

- Vale, movámonos a la zona comercial- siguiendo los pasos de Gunar.

- ¿Has visto a Amaia o a Clint antes de venir?- pregunta Anzak a Hannah para iniciar la conversación y que esta no esté tensa. Además a Anzak le encantaba saber de sus antiguos socios y más de sus amigos y estos dos Lightman eran mucho más que eso.- ¿Sigue Amaia tan guapa como siempre?

le estaba preguntando eso cuando el contrabandista se dio cuenta de que la muchacha se fijaba en las tiendas de ropa.

- ¡¡No, no, no!! Es mejor que no te fijes mucho. Ya cantan suficientemente tus "maravillosas" botas como para comprarte un modelito extrafalario...Si todo sale bien, te regalo uno a la vuelta- prometió Anzak a Hannah.

Ando al lado de Anzak, ya que parece interesado en el devenir de mi familia.

-Si, pude verlos a ambos, me ayudaron a localizar nuestro contacto que me consiguió un pasaje en el transporte hasta aquí. El abuelo está muy bien, le gusta volver a estar en acción, y Amaia sigue igual de estupenda que siempre. No se lo comentes nunca, pero antes de irme me dijo que te vigilara, que tienes tendencia a meterte en lios…. ¡Oh, mira, en esta tienda tienen la última temporada… y hacen descuentos! – aunque Anzak me agarra del brazo y no deja que me acerque a la entrada del establecimiento – De acuerdo – respondo ante su oferta – y tranquilo que no tengo gustos caros, en casa aprendí austeridad y que la belleza no radica en la esplendorosidad de los ropajes. Mamá era muy dada a obras benéficas, aunque tampoco quiso que fuéramos con harapos. Se puede ser elegante sin ser pomposo, eso decía siempre.

Me quedo un poco cabizbaja, siempre me ocurre cuando hablo de mamá.

-Los echo de menos, esperaba que estarían con el abuelo, pero prefirieron disgregarse, había demasiado trajín de soldados imperiales y miembros del clan Darklight y separados tenían más oportunidad de pasar inadvertidos para el Imperio. Pero al menos sé que estaban bien, y que aún lo están, lo noto. Sabría si les hubiera ocurrido algo.

Miro a Anzak mientras seguimos andando.

-Amaia me contó de ti, y veo que no se equivoca cuando dijo que eras guapo. ¡Uy, esto no te lo tenía que decir! Me hizo jurar y perjurar que nunca te lo diría. O sea que el día que la veas no le digas nada.

Sigo andando, un poco más callada. A veces creo que hablo demasiado, y no quiero que los del grupo acaben cansados de mi nada más conocerme, me parece que alguno me mira mal y todo, aunque con Gunar es difícil saber si mira mal o bien.

-Amaia me contó de ti, y veo que no se equivoca cuando dijo que eras guapo. ¡Uy, esto no te lo tenía que decir! Me hizo jurar y perjurar que nunca te lo diría. O sea que el día que la veas no le digas nada.

- Ajajajajajaja...- rió con ganas Anzak ante secreto desvelado por la muchacha-. No te preocupes no se lo diré...aunque tiene razón- se pavoneó edónicamente bromeando mientras guiñaba el ojo.

- Aaaaay, Amaia. Un día tendré que hablar seriamente con tu prima...para que...entre a formar parte de mi...- Anzak miró al suelo durante unos segundo, como buscando la palabra exacta. Luego subió la cabeza y miró a Hannah sonriendo y terminó la frase-. ...de mi tripulación.

Gunar sigue avanzando, mientras oye ruido y griterío detrás de él

¿Se puede hablar tanto tiempo de bellezas y ropas? ¡Qué sopor! SI además todo lo que llevan es tremendamente incómodo en cuanto se te moja y tienes que nadar.

Los que buscáis información en los terminales obtenéis un poco más detallada, los que no, pues veis solo el nombre de los comercios y locales en diferentes carteles.

El área central comercial de la estación Sel Zonn es conocida como El Paseo. Repleta de tiendas de todo tipo, así como de grandes áreas abiertas para sentarse con fuentes, plantas y otros adornos, el Paseo es donde los nobles de Brentaal y otros visitantes de la estación acuden a divertirse. 

Casi todas las tiendas están localizadas en "El Paseo", aunque algunas se encuentran fuera de las zonas transitadas. Algunos de los establecimientos más populares son: 

Cantina Gundark: regentada y atendida por un Humano llamado "Gundark" Saff, la cantina de Gundark es un lugar donde gente de toda condición acuden a relajarse. 

El Credichip: un casino local, atendido por un Humano llamado Cecil Vane. Los juegos más populares de la galaxia, incluyendo el sabacc y el pazaak, pueden jugarse aquí.

Suministros médicos Delgas: con atención médica y proveedor farmacéutico, los Suministros médicos Delgas atienden a aquellos que pueden permitírselo. La jefe médico en la consulta es Byra Fenn, humana

Aliados Mecánicos: Tienda de venta y reparación de droides. Atendido por un twi’lek llamado San, vende toda clase de componentes y androides reparados. 

Existen dos fuentes principales de aplicación de la ley a bordo de la estación Sel Zonn.
El Imperio tiene una guarnición a bordo para mantener la paz y aplicar la ley imperial. 
Las fuerzas de seguridad planetaria de Brentaal mantienen una estrecha vigilancia en todo lo que suceda en la estación Sel Zonn. 

El Paseo vibra con el alboroto del ocio y el comercio. De las casas de apuestas surgen los sonidos de victoria y los gemidos de la derrota, mientras que la música de las bandas locales resuena desde las cantinas. Solo un puñado de ciudadanos recorren las áreas principales del paseo, mirando a través de los enormes ventanales que ofrecen la visión del planeta Brentaal. Los hombres de negocios venden sus mercancías a los transeúntes y unos cuantos soldados de asalto imperiales se abren paso a través de la avenida principal del Paseo en su patrulla habitual a un paso tranquilo.  

Sonrio cuando Anzak comenta su intención de enrolar en su tripulación a Amaia.

- Puedes intentarlo, pero Amaia es un espíritu libre, no le gusta sentirse atada, aunque puedes intentar persuadirla, a veces creo que le iría bien centrarse un poco…

Sigo andando por el área comercial, con el grupo. Voy siguiendo a donde vayan ellos, aunque lamento no poder entrar y echar algunas miradas en las tiendas. De refilón veo a los soldados de asalto, no me gustan nada de nada. Cabezas huecas, les llama el abuelo Clint. A veces creo que todo el Imperio me busca, pero tan solo soy una niña, no soy tan importante, o eso espero. Igualmente, ver tropas imperiales es un acontecimiento que me gustaría evitar, siempre pienso que me pararán y me harán preguntas.

Por la sagrada fuerza que cantidad de palabras podían llegar a decirse entre la jovencita y Anzak. Cada vez nos metíamos mas en la zona comercial de la estación y por lo que parecía habíamos dejado de llamar la atención a los guardias. Pero como una nota de la marca del imperio en cada una de las ciudades, incluso aquí en una estación de paso la típica patrulla de soldados de asalto imperiales hace acto de presencia. Mantengo la calma tanto como puedo y mantengo mis manos pegadas a mis costados....no tenía que llamar la atención, esa era la premisa.

-Ssssí, a eso me refería...-comentó Anzak haciendo una pausa mientras miraba al suelo pensando en algo.- Lo importante es que nos volvamos a ver, luego ya veremos dónde acabamos. 

La sonrisa pícara y atractiva de Anzak se tornó en una mueca de resignación y esperanza a partes iguales. Pero ssolo fue un instante,  al momento el contrabandista lucía su habitual sonrisa. 

Los establecimientos se siguen sucediendo sin que ninguno llame especial interés 

Cantina Gundark

- ¡Eh! ¿No había más nombres menos parecidos al de uno? En fin, no iba a entrar de cualquier manera...

-      ¡Vamos Gunar! Quizá puedas acusarlo de plagio y hacerte con unos créditos por suplantación o algo así

Vaya esa chica podía hacerle la competencia a cualquier charlatan ¡Qué manera de hablar! Juraría que no la ha visto coger aliento entre palabras. Caminaba al lado izquierdo de la parejita a una distancia corta y un poco retrasada, un grupo de tiarrones con un Gungan y un Bothan solía llamar un poco la atención en algunos puertos pero no en la estación Sel Zoo, pero una jovencita entre ellos era otra cosa. Prefería mantenerse en guardia con una guarnición de soldados imperiales cerca nunca se sabía lo que podía ocurrir. Además se podía sentir la tensión de Razi cuando estaban cerca, algo completamente normal.

Llevaban un rato caminando por la zona comercial, haciendo “sufrir” a la joven Hannah por no poder parar a hacer unas compras, pero sin un destino. El paseo era un ir y venir de nobles y visitantes en busca de un buen entretenimiento, hasta a Xator le tentaba una partidita de pazaak, muchos no tienen un propósito al ir a la estación salvo disfrutar de la áreas de descanso y quizá recrear un poco la vista. Era el momento de que Anzak le contara un poco más sobre su nueva amiguita y en que les concernía a ellos su visita.

- Perdonar que interrumpa tan amena charla pero esto de caminar sin rumbo no es lo mío, ¿algún destino en mente?

- Todo a su tiempo, Xator. En breve os diré- comentó el contrabandista  girandose hacia su amigo y sonriendole enigmaticamente.

- De momento sigamos caminando y disfrutando de la tranquilidad y el bullicio de estz estación- dijo y siguió caminando al lado de Hannah.

- Lo que tu digas Anzak - sonrío resignado guardando las manos en los bolsillos - merecera la pena la espera seguro aunque...¿podríamos refrescar un poco el gaznate? Seguro que a nuestra encantadora señorita le apetecerá tomar algo tras un viaje estelar, quizá una bebida caliente para recuperar la temperatura corporal habitual de vuestra especíe - le guiña un ojo a Hannah - ¿qué me dices Anzak? Teneos que ser caballerosos ¿no? jejeje

Anzak se encogió de hombros y miró a Xator.

- Por mi bien. Tenemos tiempo, con lo que podemos tomar algo. ¿Qué os parece?- preguntó Anzak mirando a todos los del grupo.

La verdad es que el contrabandista no tenía un plan establecido, si no que estaba dejando pasar el tiempo y tan bien era dar un paseo como tomar algo.

Seguimos andando cuando algunos del grupo dicen algo de ir a algún sitio a reponer fuerzas.

-¿Un refrigerio? Me parece una buena idea, así podremos charlar tranquilamente y decidir nuestro siguiente movimiento. Espero que donde vayamos sepan hacer algo decente, la comida en el transporte a la estación no valía para nada. Y eso que me lo comí todo, mamá siempre dice que no podemos dejar nada, que hay muchas razas que pasan hambre y que no podemos desperdiciar ningún tipo de alimento, pero es que a veces… vaya, ya me entendéis. Creo que los droides de cocina no pueden emular la delicadeza y sutileza de ciertos sabores. En casa mamá me enseñaba a cocinar, nos gustaba hacerlo nosotros mismos, y todo con productos frescos, aunque he de reconocer que tal vez no está al alcance de todos los bolsillos.

Callo un momento para mirar un escaparate. Bufff otra ganga que tengo que dejar escapar…

- Pero en fin, que me adapto a lo que haya, estando de viaje no puedes esperar tener ciertas comodidades y tienes que aceptar lo que venga, no me quejaré. Y gracias por ese detalle caballeroso…eh… Xator, no? Ya quedan pocos caballeros en la galaxia, he tenido suerte de que al menos haya dos en este grupo. Tengo curiosidad, pero… esas orejas puntiagudas, ¿van bien para oír mejor? ¿Has pensado en ponerte un pendiente más en la oreja, a juego con el que llevas? Hay unos con cadenita, uniendo a ambos, quedaría divino en tus orejas. Con alguna incrustación, o algún cristal de color… lástima no tener aquí mis abalorios, podría hacerte un conjunto que realzaría la majestuosidad de tus aparatos auditivos, se me da bien eso.

Xator respondió con una leve reverencia al agradecimiento y cumplido de su joven acompañante, que “renegara” de su vieja educación no significada olvidar las maneras y educación. Acto seguido sus orejas se irguieron al ser mencionadas y los pelillos de las puntas se erizaron, Xator la observo unos instantes alzando una ceja ante la curiosa pregunta y reprimió una pequeña risa ante el repertorio de joyería que pretendía “ofrecerle”.

- Pues vera señorita Lightman no necesariamente son para oír mejor, aunque debo decir que mi audición es excelente – antes de volver a hablar busco bien las palabras – y gracias por la sugerencia pero creo que mi imagen está bien tal como esta, look sencillo y nada ostentoso para alguien de mi clase, bueno si es que tengo jejeje

Siguió avanzando mientras pensaba que debería mantener la guardia si no quería terminar siendo el maniquí de pruebas de la joven Lightman y acabar lleno de joyas o trencitas. Además el pendiente era un recuerdo que conservaba de su padre, uno de los pocos que poseía.

Entre la multitud os llama la atención un par de hombres entre la multitud que no parecen formar parte del gentío. Parecen estar examinando de cerca a la gente, como buscando a alguien aunque no se han fijado en vosotros todavía. 

Os fijáis también en que llevan blasters de bolsillo, y sus ropas son idénticas

Te das cuenta de que parecen estar susurrando para ellos mismos.... seguramente hablando con comunicadores ocultos