Partida Rol por web

El terrorista estaba preparado, y esquivo tu ataque con facilidad, es más, caíste al suelo. Ahora estabas a su merced.

El gasto unos preciosos segundos para abrir la boca. La mujer, estaba con la cabeza debajo de los brazos. No sabía cómo, aquel hombre había matado al guardia.

Ahora tú eras su víctima. Y sin embargo, no llego ese chorro de sonido hiperconcentrado. Todo lo contrario.

Aquella bestia asesina, se rio a mandíbula batiente. Ahora te tenía a su merced. No podías moverte lo
suficientemente rápido para escapar de su voz. Y aunque pudieras, no podías dejar a la víctima, a la joven y guapa técnico de laboratorio allí, a su merced, ya había muerto aquel guardia regordete.

Estabas a su merced, eras un rehén, en tu propio plan.

El tipo miro serio. Y luego hablo. Y cada vez que abría la boca, se te revolvía el estomago, porque podía ser el momento final para tu vida, y la de los demás.

Dile a tu gente, que dejen a mi compañero. Tenemos una misión que llevar a cabo. Si lo haces, puede que os dejemos vivir.

¡Zorra!

Y con aquella sola palabra, tembló todo el suelo de la habitación. La voz llego esta vez desprovista de calor, era metálica, como rasgar un acorde insoportable, y esta vez solo duro unos breves segundos.

Dame la contraseña para entrar en el laboratorio.  O morirás ahora mismo. Y no juegues conmigo. Mi amigo puede tumbar esa puerta. Pero la clave será más rápida.

La mujer sollozaba he hipaba mientras el terrorista la amenazaba, y no era precisamente agradable estar allí, perdido entre los sonidos de la desesperación, y las bravatas realistas de un terrorista.

Su mirada cayó sobre ti. Una vez más, Esa boca mortal se dirigió a tu persona. Con un tono neutro, calmado.
Propio de vendedores de biblias.

Tu gente que se quede delante de una cámara. O ella muere. Vamos da las instrucciones. Habla.

Y justo cuando ibas a hablar, la mujer se tira al suelo gritando. Llorando como una descosida, y le dice lo que quiere saber.  Eran siete números y una letra. Ahora los malos tenían acceso al laboratorio. Que podría salir aun más mal.

Lilith. Aun no había salido del laboratorio. Y la bestia se dirigía hacia allí. De manera inexorable.

No sabías que pasaba fuera. Fatboy se había marchado, pero no se escuchaban mas disparos. La bestia venia hacia el laboratorio, nadie se lo impedía. Pero venia muy lento. No podrías escapar de allí. O si.

Ahora, en el suelo de aquel laboratorio había un millón de sustancias toxicas liberadas, los viales en el suelo. Incluso alguno, rezumo humillo al explotar el cristal contra el suelo.

Sería sensato siquiera quedarse allí. Podías estar segura de que lo que habías venido a cambiar, era justamente lo que aquella bestia necesitaba. Pues cualquier virus, hasta una maldita gripe mutante podía servir a los planes de aquellos asesinos.

No podías ver a ninguno de tus compañeros, y estabas sola. Atenazada por un frio que no surgía del tiempo, sino de tu propio corazón.

Tu mente te jugaba malas pasadas. Empiezas a valorar toda tu vida en otro términos. Tenias que salir de allí.

Mientras caigo de bruces empiezo a ser consciente de la situación, de como se ha torcido completamente para acabar colocándome de rehén y dándole el timón al terrorista esposado. Pero no era la primera vez, otra vez he sido victima del exceso de confianza. Ahora estoy totalmente a su merced y mi velocidad no es suficiente como para quitarme de en medio antes de que reaccione con uno de sus gritos. No quiero ser el próximo en decorar la pared... 

- Joder... - al volver mi pensamiento al segurata no puedo evitar mirar hacia su estado descompuesto. La visión es espeluznante, grotesca y asquerosa. Me doblo hacia un lado, sufriendo varias arcadas, sin conseguir aguantar la cena que sale disparada contra el suelo a medio digerir. - Jo... der... - consigo articular con dificultad, mientras las ultimas arcadas sacuden mi cuerpo.

Mi mente aprovecha el tiempo para buscar una solución. Empieza a pedirme que rinda a mi equipo pero... ¿es mi equipo? ¿cuando me hice líder?... Que me hayan hecho caso antes no significa que lo vayan a hacer ahora, no me conocen de nada, no hay apenas ningún vinculo... Excepto con Lilith... creo...

Esta demasiado lejos para atacarle, ni siquiera estirándome llegaría a tocarle. Pero tiene las esposas, no tiene tanta ventaja como yo tenia antes... Necesito tiempo, tiempo y que baje la guardia. La necesidad me hizo recordar una situación parecida. Nosotros teníamos a un soplón, querían sonsacarle algo de información antes de matarlo e hicieron sus preguntas. Pero este, en vez de responder, se puso nerviosisimo y empezó a hablar sin parar, pero no de lo que le pedían. Lloraba, se quejaba, contaba su vida o a saber la de quien... pero al final la policía apareció antes de que se lo cargaran y se salvo. Lo que es peor, casi me cazan por la tontería. Pero de los errores es de lo que mas se aprende.

- Joder, joder, joder... Yo no quería... ¿Pedí yo esto? ¿pedí yo esto?. Y ahora voy a morir. Se lo dije, se lo dije, no valgo para esto, que no valgo. Pero nada, que aquí no hay elección, que no la hay y pa dentro. ¿Por que joder? ¿por que?. Yo lo tenia todo. ¡¡TODO!!. Tenia fama, dinero, mujeres, éxito, drogas, coches, yates... ¡¿lo oyes?! ¡TODO!. Me matan, y de la noche a la mañana no tengo nada. No me dan mas dinero del necesario para sobrevivir y me hacen esperar, ¿a que? ¿a esto? ¿a que me maten?. Me embarcan en esta mierda de misión ¿a detener a quien? ¿que buscáis? ¿un virus para venderlo? ¿para matar a millones de personas? ¿que tipo de persona busca eso?. No lo entendía, y tampoco lo entiendo ahora. - hablo sin parar. Moviéndome nervioso, mirando a todos lados, como si no me controlara. - ¿Que hace ese virus? ¿por que investigan con el? Yo solo quería iniciar una gira, seguir tocando, follarme a unas cuantas fans, hacer unas cuantas de mis legendarias fiestas, volar... Volar... No sabéis hace cuanto no vuelo... - Recuerdo la droga de mi bolsillo, pero el miedo es aun mas fuerte que cualquiera de esas drogas- Me metía esa mierda y huías de esta mierda, de toda esta mierda. Un mundo nuevo donde no hay tristeza, ni pena, ni muerte. Donde ves lo que se esconde detrás de todo o... eso te parece mientras dura el efecto. - No evito una ligera sonrisa - Despiertas y encuentras tu casa hecha un destrozo. Personas tiradas por todas las esquinas, por todas las habitaciones, en medio de los pasillos... Un desmadre, así eran mis fiestas. No solía recordar mucho, pero ya se ocupaban el resto de contarme lo que había hecho, las locuras que había hecho... Eran buenos tiempos, ¿y todos arrancados por que? ¿por algo que no escogí?. ¡¡No es justo!! ¡¡NO ES JUSTO!!. Mi madre, ¿que diría mi madre? ¿estaría orgullosa de mi? ¿sabría como se sentiría conmigo de haberla conocido? ¿y mi padre? ¿por que me abandonaron?. Yo ya viví la mala vida, el esfuerzo, el ganarme algo mejor... ¿Y para que? ¿para que me lo arrebaten con esta facilidad?...- 

MERDE!!!!!!!!!! Ante el vuelco de la situación y el cansancio que lo consume el corso casi se desmaya, pero toma la determinación más drástica, va a matar al terrorista, antes de que este también se reponga.

Intentando mantener la concentración para que no deje de cerrarse la nieve alrededor del brutal mutante, se encamina hacia él, una vez a la intemperie se sitúa cerca de su cabeza, posando las dos manos sobre su rostro empieza a introducir toda el agua de su alrededor a través de las orejas, nariz y boca... ahogado o congelado le daba igual, pero ese hombre tenía que morir si querían salir vivos de allí...

Pero ellos desconocen la situación que hay en la sala de seguridad, no les comunique nada de momento... (arriesgándome un poco para ganar tiempo)

La situación estaba comprometida. Lilith seguía dentro del laboratorio químico, con un sinfín de productos potencialmente peligroso a sus pies, cubriendo todo a su alrededor. Y el tiempo parecía ir más despacio, y no tenía nada que ver con sus poderes.

Mientras el gigante que parecía imbatible se acercaba poco a poco Fatboy salió del laboratorio a la carrera. Aquel hombre no hizo siquiera ademan de perseguirlo. Tenía un objetivo.

Mientras tanto, una pistola iba de la cabeza de Plectrum a la cabeza de la joven técnico que había cometido el error de no irse de puente como todos sus compañeros , y ahora vivía una pesadilla.

Le carp a la desesperada se dirigió por la espalda a por el grandullón. Pero no llego hasta el. Fatboy lo detuvo. A tiempo, porque en un movimiento increíblemente rápido para alguien de aquel tamaño, Scar, el terrorista de Invierno Rojo, se había posicionado para atraparlo con sus enormes manos y acabar con su vida.

Fue un momento tenso. Era como si aquella bestia pudiera reaccionar más rápido que el pensamiento. Era imposible. Como todo lo demás.

Scream no tuvo miramientos, monto el arma y apunto a Plectrum a la cabeza.

O le dices a tus amigos que se estén quietos, o tu vida y la de la joven acaba en este punto. NO lo diré mas.

La situación pintaba complicada.

Fatboy te parar en seco, agarrándote por detrás. Notas que está completamente helado. Es más, puede que esté en medio de una hipotermia grave, y no ha dicho una sola palabra.

Lo único que estás seguro es que tu estas completamente cansado. Usar tus poderes para paralizarlo había sido muy duro, aun no te habías recuperado.

Y de alguna forma aquel hijo de puta estaba esperándote como había esperado a Apollo.

Es más que probable que hubieras muerto. Pero sabias que si conseguías acercarte a él lo suficiente podrías ahogarlo en liquido. Y acabar con aquella amenaza.

Hablaba sin parar buscando que me subestimara y bajara la guardia, esperaba que un instante fuera suficiente. Las situación no hace mas que complicarse, el gigante va hacia Lilith y Le Carp y Fatboy no consiguen detenerlo, incluso casi son ellos los reducidos... Me necesitan, y creo detectar un segundo en el que mi captor pierde su atención sobre mi. Debo aprovecharlo. Había estudiado mis opciones y cada una era tan mala y arriesgada como la anterior. Pero tenía que recurrir a una de ellas.

En cuanto se distrae hago uso de mi velocidad sobrenatural para lanzarme contra el terrorista, intentando derribarlo para después apresar su cuello. Si consigo hacerme con su cuello podré hacer uso de mi otro poder sobre él para acabar con sus cuerdas vocales, al menos en parte.

Tu jugada pilla por sorpresa de nuevo al terrorista, no sabía que podías moverte tan rápido, y lo tiras al suelo.

Os enzarzáis en un baile extraño, rodando los dos por el suelo. Forcejeando por el arma uno, y por el cuello el otro.

Un par de gritos, o mejor dicho, sonidos guturales, hacen que prácticamente no puedas oír ni tu propia respiración. Tu mundo se queda en silencio, pero aun así, no te ha noqueado. Sigues forcejeando.

Es tu oportunidad, tu única oportunidad. O lo reduces, o mueres.

Quisieras oír, pero no puedes, el mundo se ha vuelto de silencio, como si fuera una película mala. No oyes como respiras, casi ni como piensas, y solo tienes una idea en mente. 

Estas muerto. 

Scream se alza frente a ti. Después de darte dos mamporros en la cara, que no dejas de sentir, notando como se inflama la zona, se pone de pie, y te mira con ojos sádicos. 

No tienes escapatoria, esta a punto de abrir la boca, y eso es justamente lo que hace, abre la boca y el tiempo se desliza muy despacio para ti, consciente de que tu muerte, sera tan poco agradable como la del guardia de seguridad. Que acabo echo una verdadera papilla contra la pared. 

El tiempo se relentiza, y te da tiempo de pensar, en tu vida, en tus vicios, y en tu nueva amiga, en esa chica que ha tocado una parte de tu alma. Y que no tendrás tiempo de poder siquiera responder a la pregunta sobre si te gusta o no. 

Y en ese momento, mientras tus ojos están centrados en la boca de tu enemigo, mortal, asesino, es cuando te desconcierta como de repente la cabeza del mismo se mueve hacia atrás de manera violenta, como la sangre explota a través del la parte trasera del cráneo. La sangre lo salpica todo a la espalda del terrorista al mismo tiempo que cae como un peso muerto hacia atrás. 

Parpadeas, cuando cae a tus pies, y tu no sabes que ha pasado. 
Lentamente te giras, consciente de que a tu espalda a tenido que pasar algo. Y allí la ves, la técnico de laboratorio, pistola en mano. 

El cañón del arma se mueve lentamente, mientras observas la cara desencajada de la mujer, que tienen el rostro descompuesto. Pegotes de rimel, churretes de lagrimas, el pelo caído sin orden ninguno, parecía el espectro de aquellas películas orientales de terror que tanto estaban de miedo. 

Y sus ojos, sus ojos rojos de llorar, te miraban, y tu los mirabas con la boca abierta, hasta que el cañón del arma busco tu pecho. Entonces en tu cara se dibujo una pregunta muda. 

El sonido volvió poco a poco a tu cabeza, des centrándote. Eras consciente del dolor, mas que nunca, te ardía la cara, el labio, del cuerpo echo papilla, de la sangre que teñía tus nudillos. Pero nada te ayudaba a entender porque el arma, que con tanta fortuna te había ayudado a salvar la vida, ahora apuntaba a tu persona, como una muda amenaza de tu vida. 

Ella murmuraba algo, algo que aun no podías oír, pero de algún modo, tenias claro que pretendía. Quería que te fueras. Que desaparecieras. 

Te pusiste en pie, dolorido, pero consciente de que un movimiento en falso, y acabarías como el terrorista. 
Saliste de la sala de seguridad, ahora, que hacer ahora. 

Los demás, ¡los demás podían seguir en peligro!. La misión estaba siendo un triste fracaso. 

Me apoyo en la pared con una mano nada mas salir de la sala de seguridad, estoy deshecho. ¿Podría haberla convencido de algo? ¿nos perjudicara ahora en la misión?... ¿acaso importa? ¿no esta bastante echada por tierra?...

Respiro con lentitud intentando recomponerme totalmente. Intentando recobrar el aliento, intentando recuperar del todo la audición... Sino lo hubiera hecho prisionero... Pero debía parecer el bueno, el héroe, y no matar a un detenido delante de testigos.

Mi mente vuela rápidamente con el resto, ellos aun pueden estar en peligro. ¿Cuanto tiempo llevan peleando contra la mole?. No escucho nada por el comunicador, aun no oigo. Quizás... quizás pueda hacer algo. Concentro las pocas fuerzas que tengo para hacer uso de uno de mis dones, buscando recuperar la audición, al menos en un porcentaje aceptable que me permita comunicarme con el resto del grupo.

Aguantar, ya voy, aguantar. Aguanta Lilith. Poco a poco avanzo hacia la última posición que conozco sobre ellos, apoyado torpemente sobre la pared.

La situación es tensa. Fatboy se encuentra tirado en el suelo, sangra profusamente por la cabeza, no atinas a saber que le ha golpeado.

Le Carp, esta tendido a su lado, con la vista fija en la puerta del laboratorio, pero parece incapaz de moverse, y sangre se agolpa bajo su nariz y en sus labios.

Te suena ese tipo de hemorragia. Al momento la catalogas, como si de un yonki esnifador se tratara, aunque dudas de que haya sido por eso.

Lo que te inquieta es que no sabes donde esta Lilith. Sin duda esta aun dentro del laboratorio.

A tu oído, vuelven sonidos, pero están completamente distorsionados, Le Carp te dice algo. Sus ojos te instan a algo.

Tu compañera debe de seguir dentro. Ahora vuestra prioridad esa salir de ahí cuanto antes, la misión sin duda se ha ido al traste.

Aunque tu mente te dibuja la idea de que puede que los terroristas sean la mejor manera de tapar vuestros pasos en el lugar. Pero ahora eso carece de importancia.

Observo a mis compañeros en muy mal estado y avanzo a trompicones hacia ellos con la esperanza de poder ayudarlos. Ceso de usar el poder sobre mi, para no agotarme demasiado, y me reservo para cuando los alcance.

¿Y Lilith? ¿estará bien? ¿estará luchando contra la mole? ¿estará escondida? - Mil preguntas asaltan mi mente, pero primero debo ayudar a Le Carp y Fatboy.

Cuando llego a la altura del primero de mis compañeros poso mi mano en él, intentando descubrir cual es su estado y buscando una forma de repararlo, aunque sea levemente. Tampoco soy capaz de hacer grandes cosas. Una vez acabe con él, e intentando darme la mayor prisa posible, avanzo hasta el otro miembro del grupo para realizar la misma operación.

- Necesitamos evacuar - les comunico, posiblemente en voz demasiado alta ya que no consigo percibir con precisión ni mi propia voz. - No escucho. - hago señas hacia mis oídos.

Una vez acabo de atenderles con mis limitadas capacidades busco un arma para dirigirme hacia el laboratorio.

- Lilith, debemos salir de aquí. - hablo por el intercomunicador, esperando que me escuche y que no este luchando contra el terrorista. - Mejor si no te ven las cámaras. - Avanzo un paso. - Voy a ayudarte, voy a por ti. - Le prometí que la protegería.

Tus compañeros asienten, aunque no estás seguro de a qué. Le Carp te contesta. Pero no sabes que dice.

Luego hablas, esperas que Lilith te diga algo, pero tampoco sabes exactamente que hace.

Corres, tienes frete a ti un buen número de metros, casi una treintena antes de la puerta de seguridad del
laboratorio que permanece abierta. Y estas convencido de que tanto Lilith como aquella bestia están los dos allí.

Sin embargo, cuando te faltan menos de diez metros, como por arte de magia aparece, salida de la nada. Tiene la cara desencajada. Y al notar que corres hacia ella, te hace una seña con los brazos para que pares. O quizás para que corras hacia el otro lado.

Antes de que te de tiempo de parar, ella escupe sangre, escuchas un ruido fuerte. Debe de serlo, para que puedas percibirlo, y la mola sale del laboratorio.

Ella, nuevamente desaparece a tu vista. Que esta pasando.

Ahora quedas delante de una mole gigante de pura furia. Que puedes hacer.

Me preocupa que Lilith escupa sangra pero esta viva. Desaparece de mi vista, pero eso solo puede significar una cosa, esta a salvo. Podría estar incluso fuera del complejo gracias a su poder. No entendí muy bien que quería indicarme con sus gestos pero me quede quieto. Ahora ya no necesitaba entrar en el laboratorio, la misión es un desastre...

Cuando la mole aparece ante mi una parálisis producida por el miedo intenta adueñarse de mi cuerpo. No puedo luchar contra él, ha matado a Apollo y ha conseguido derrotar a todos mis compañeros. Ademas no necesito flanquearlo para nada. Supero con esfuerzo el terror que me atenaza contra el suelo y echo a correr. No pienso en disparar a no ser que intente darme caza, pero la prioridad es salir de allí con vida. Los disparos los daré sin apuntar rezando porque persuadan a la mole para cesar la persecución.

- ¡CORRER! ¡RETIRADA! ¡VAMONOS! -

Realmente esperaba que al girarme mis compañeros ya no estuvieran allí. Antes quería indicarles que fueran preparando la evacuación. Tendremos que salir como podamos.

Lilith esta bien ¿pero la técnico de laboratorio? ¿se habrá marchado ya? ¿habrá dado la alarma y se quedara esperando?. Es peligroso si la mole sigue por aquí... Pero no tengo tiempo y ya no se muestra muy colaboradora.

Corres sobre tus pasos, tus compañeros parecen oírte, pero no pueden moverse, Fatboy no puede ser levantado por el cansado Le Carp.

Lilith aparece donde ellos, y cae derrotada al suelo, escupiendo sangre. Como si tuviera algún tipo de daño interno.

Tu llegas junto a ellos al tiempo que te lanzas para abrazar a Lilith, que te sonríe con la boca llena de sangre para después, toser más sangre.

Oyes algo, no sabes que es, pero al girar la vista, ves como aquella bestia viene hacia vosotros. Aunque lo  hace de una manera extraña. No sabes exactamente qué le pasa.

Sera porque esta regenerando muchas heridas al mismo tiempo. No estás seguro, y poco importa. Porque estáis los cuatro sin salida.

Dos de vuestros compañeros están sin poder moverse. Y Le Carp, quizás el pueda huir él solo. Pero por como agarra a Fatboy, dudas que lo haga.

Abrazo a Lilith con una necesidad desconocida para mi. Esta bien, la protegeré, todo saldrá bien. Aunque el avance de la mole me hace dudar sobre mi éxito. Los músculos se me paralizan mientras mi cabeza intenta decidir. El instinto de supervivencia me urge a huir, pero otra parte de mi se siente ligada al grupo, a Lilith. No la puedo abandonar,y tampoco al resto. Cuentan conmigo.

Me alzo ante la mole dispuesto a defender al resto del grupo poniendo en riesgo mi propia seguridad. Eso hacen los héroes, los superhéroes. Aquello era lo que me había dado fuerzas para seguir la nueva vida que me habían obligado a llevar, lo que me había permitido olvidar la antigua para dejar paso a lo novedoso. Nuevas sensaciones, nuevos ambientes, nuevas amistades, nuevos amores...

- ¡Detente! - ordeno a la mole, elevando el arma hasta apuntarle. En este combate necesitare distancia, si me coge me destrozara. Si avanza no dudare en empezar a disparar, usando mi velocidad sobrehumana para intentar mantenerme fuera de su alcance.

Parece que te escucho. Es más, durante un segundo la mole titubea, como impresionado con que con una sola palabra hayas conseguido frenar su avance.

Esta fuera de sí, contrariado, pero sin embargo, no es capaz de dar el siguiente paso. Tú, y tu arma os quedáis mudos.

Quizás tengas un poder que no habían detectado. Quizás, quizás, puedas ordenar a voluntad, total, ya eres una amalgama de poderes dispares unidos vete tú a saber por qué.

Quizás, por el contrario, es que tú fuerza moral a detenido a aquel asesino despiadado. O puede que sea otra cosa.

Pero pronto sales de dudas, un escupitajo amarillo, y sanguinolento sale de la boca del hombre para caer al suelo.

Notas como detrás de ti Lilith tira de  ti. Dice algo, aunque no sabes que es, intuyes que tiene que ver con lo que ves.

Aun así, no bajas el arma, no sabes lo que puede hacer aquel hombre, e intuyes de nuevo, que de marcharte de allí, quizás os siga para mataros.

Pero no. Cae de rodillas al suelo. Parece que se descompone por dentro. Un nuevo tirón de la chica. Al final te giras hacia ella. Notas como sus labios te dicen algo importante. Casi puedes entenderla.

Ve

Ne

No.

Veneno, veneno, que veneno. Luego caes de golpe, volviendo a la fría y dolorosa realidad, y te asusta, pues si con aquella mole, puede acabar que no hará con el frágil cuerpo de Lilith.

Las toxinas mortales que estaban guardadas en el laboratorio, el terrorista se ha expuesto a ellas. Se está muriendo, su poder de curación no da abasto con las heridas de las armas, y las toxinas en su cuerpo.

Pero quizás, quizás sea más seguro ayudar a las toxinas, hacer algo para que termine de morir de una vez por todas.

Porque ahí está, luchando contra el veneno que recorre sus entrañas, buscando una manera de burlar a la muerte, y después, después seguramente mataros a todos.