Partida Rol por web

Eryn Lasgalen, El bosque de de las Hojas Verdes

Cap. 2: Tal vez un agradable viaje

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21/12/2015, 20:53
Director

RESOLUCION TURNO 200

La noche paso rápidamente, nadie se molesto en avivar el fuego que había en mitad de la tienda por lo que el calor acumulado se fue perdiendo poco a poco hasta que las brasas se extinguieron. Acurrucados en las mantas pasaron la noche en un duermevela provocado por el frio. Aun no había amanecido, cuando uno de los sirvientes de Faelginor fue a despertarlos. No hizo demasiado esfuerzo para lograrlo, dentro de la tienda hacia casi el mismo frio que fuera. En adelante no tendrían esas comodidades, un mullido colchón, gruesas mantas, un fuego para calentarse, y un techo en el que mantenerse secos, pero habían desaprovechado la parte de dormir calientes.

Recogieron sus cosas poco a poco. Se pertrecharon y se dispusieron a salir. Al hacerlo vieron que al menos no llovía ya, aunque el suelo estaba encharcadísimo y el aire aun soplaba frio y con fuerza, creando pequeñas olas en los enormes charcos del suelo. Los fuegos se mantenían encendidos gracias al trabajo de los soldados que estaban de guardia, cuya misión, aparte de la obvia, era mantener alumbrado el campamento. Comenzaba a clarear el cielo, o lo haría si las plomizas nubes dejasen admirarlo. El frio caló hondo.

Una vez fuera todos siguieron al cansado sirviente, que al parecer había estado toda la noche despierto. Tenía los pantalones mojados y su cara mostraba una seriedad extrema, solo pensaba en marcharse a la cama.

No tardaron demasiado en llegar al lugar del que partirían, en el extremo noroccidental del campamento. Allí, donde ya se terminaban las infinitas hileras de tiendas, esperaban Leanoth y Faelginor junto a seis buenos animales. Había dos caballos grandes de fuerte cuello y cuartos traseros; uno algo más pequeño pero de poderosa musculatura y que Temudyin reconoció como el mismo con el que había presentado batalla a los orientales; dos ponis que a pesar de su tamaño se mostraban fuertes; y una mula no muy joven  y de recio aspecto que estaba cargada con grandes alforjas repletas de fardos. Algo mas apartado, estaba Ulfer el majestuoso y grácil caballo de Freagulf, que aunque era del mismo tamaño que el que ya montó Temudyin, se le veía vigoroso y mas despierto que el mismo. Casi se podia decir que incluso el equino se alegro al ver al ailgratha.

 

Notas de juego

►Anota el próximo turno como “Turno 201”

►Nuevo capitulo, esta amaneciendo, es la hora de partir

► Resolución del próximo turno: LUNES 28-12-15

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23/12/2015, 14:29
Leanoth (Señor de Burh Waldlaes)

Turno 201

 

 

- Buenos días amigos - dijo el etheod en cuanto vio al grupo - Acercaos, tenemos preparadas la monturas - tendio la mano invitándolos a acercarse a los equinos.

- Freagulf, hemos preparado a Ulfer, esta listo para partir - comenzó diciendo al ailgratha mientras señalaba a Ulfer. El portentoso caballo mostraba ser mas de lo que parecía - Para ti Temudyin, hemos preparado a Ataloth, ya lo conoces, te llevo a la victoria - dijo orgulloso.

Después se dirigió a Haelembor - Para ti, tengo a Gilmor, es un buen ejemplar, podrá contigo por grande que seas - le dijo agarrando las riendas de un caballo mas grande que los dos primeros. - Kolli, Tulak, a vosotros creo que os vendrán mejor estos ponis. Se llaman Zanahoria y Malgeth - dijo sonriendo, siempre le gusto el nombre de zanahoria. Era un poni algo mas pequeño que Malgeth, pero ambos parecían sanos y fuertes.

- Para ti, Erikfrost, hemos ensillado a Helmund - le dijo acercándose a otro enorme caballo - Quizás sea demasiado grande para ti, pero eres un enano recio, y de haber elegido uno mas acorde a un enano, no podría llevarte. - solo esperaba que el guerrero no cayese desde lo alto y se abriese el cráneo, pero era un enano demasiado grande para un poni, y demasiado pesado para un caballo ligero.

- En la mula esta casi todo cuanto pedisteis, cargado y asegurado en las alforjas. - dijo por ultimo el señor de Burh Waldlaes dejando la palabra a Faelginor

 

Notas de juego

a efectos:

- Freagulf con Ulfer, caballo ligero (especial)
- Temudyin con Alatoth, caballo ligero
- Erikfrost con Helmund, caballo normal
- Haelembor con Gilmor, caballo normal
- Kolli y Tulak con Zanahoria y Malgeth (que ellos decidan cual es para cada uno), ponis

- (x2) Caballo normal: movimiento de 48m/a y 150kg de capacidad de carga
- (x2) Caballo ligero: movimiento de 60m/a y 100kg de capacidad de carga
- (x2) Poni: movimiento de 42m/a y 90kg de capacidad de carga
- (x1) Mula: movimiento de 36m/a y 125kg de capacidad de carga

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23/12/2015, 19:07
Tülak

Turno 201

Las habituales pesadillas que pueblan mis sueños, con Telagón siempre presente, de alguna u otra forma (Te hecho de menos, amigo...), junto a la sinfonía asíncrónica de las seis gargantas roncando, potenciadas con el alcohol ingerido durante la cena, hicieron que las tres horas que necesitaba habitualmente dormir para recuperarme, se acercaran mas a cuatro. Cuando ya me despierto del todo, y me acerco a la jofaina llena de agua a meter la cabeza para acabar de despejarme, me doy cuenta de que, lo que yo dejé de hacer por estar mas que saturado de tanta conversación durante la cena: pedir mas madera para avivar el fuego, los demás olvidaron hacerlo, así que, para sus pieles sureñas, enseguida la temperatura se hizo mas baja de lo que desearían. Por supuesto, no era mi caso, pues el "frio" al que se referían en este campamento era incluso "calor" para lo que una jornada de invierno en Forodwaith suponía.

Tras refrescarme un poco, me acerco a la extinta fogata, pensando en reavivarla, para que mis compañeros no sufran hasta la mañana (- No nos conviene que nadie enferme, para lo que nos espera por delante...), pero, lamentablemente, las brasas se han apagado, y además están agotadas, así que, simplemente, doy una vuelta por la tienda, recolocando las mantas allá donde no realizan su función.

Después, con la metodología herencia de mi sangre enana, vuelvo a confirmar que todo en mi petate está en orden, empezando por la armadura de mallas que, si bien no me gusta llevar, pues dificulta mi movimiento por los bosques, y no me permite usar mi "fuerza interior", he de reconocerle que me ha salvado en múltiples ocasiones de las heridas de mis enemigos. Tras ella, confirmo que mi martillo de guerra, mi fiel compañero de camino, está impecable, aceitando las zonas en las que el metal parece estar algo mellado. Para acabar, la lanza, que uso muchas veces mas como bastón que como arma, pero con la que pesco mucho de lo que como, en la época de desove, y el escudo, que también se pasa la mayor parte del tiempo colgando del petate. Y ya por ultimo, todo el material que llevo que, si todo va como se supone, se verá complementado con lo solicitado al señor de Burh Waldlaes.

Poco antes del amanecer, salgo fuera de la tienda, a renovar el aire de mis pulmones, con aquel, limpio y puro, que viene del bosque, aunque allí, en mitad del campamento, viene aderezado del olor del humo, el estiercol y la comida. Al mirar al cielo, se agradece que haya dejado de llover, aunque el saturado suelo se encuentra abonado de grandes charcos, por los que el reflejo de las bajas nubes, que se desplazan veloces, distorsionadas por el rielar que el viento provoca en la superficie de los mismos.

Agradezco a Mahal, como todas las mañanas el don que me permite sintonizar con el bosque, pues tengo claro que, en breve, volveré a necesitarlo, mientras miro hacia el norte, dondel el milenario bosque, ahora conocido como Eryn Lasgalen, el Bosque de las Hojas Verdes, nos espera.

Un ruido dentro de la tienda me dice que el mas madrugador de mis compañeros empieza a desperezarse, a la vez que un demacrado sirviente de Faelginor, sobre todo por la falta de sueño, se dirige a despertarnos, así que, sacudiendo la cabeza varias veces, para eliminar las gotas de agua que aun perlan mi barba, vuelvo a entrar en la misma, antes de que el sirviente llegue a la puerta:

- Buenos dias, compañeros!! Creo que nos reclaman..., digo, como siempre, parco en palabras. En efecto, el sirviente entras y nos informa de que su Comandante, y el Gobernador nos esperan.

Cuando llegamos al noroeste del campamento, respondo al saludo de Faelginor y Leanoth, que allí nos esperan, junto a lo que parecen nuestras monturas. Enseguida me fijo en un poni que tiene un color de pelo parecido al mio propio, y cuando Leanoth las reparte entre nosotros, me acerco decidido a Zanahoria, como la ha llamado el éothéod, poniendo una mano enguantada en su fuerte cuello, mientras digo: - Espero que estes conforme con Malgeth, Kolli..., por toda explicación.

Colocando mi mochila en uno de los ganchos de la silla, pongo un pie en el estribo, tranquilo porque se que, si la montura no percibe nervios, no responderá con ellos, y me subo a la silla. Después me giro hacia los señores, por si han de decirnos algo mas, echando miradas al excentrico Erikfrost que, a buen seguro, tendrá algo mas decir antes de salir, mientras aseguro mi capa, calandome la caperuza de color verde oscuro.

Estaba mas que claro que, por lo menos para mi, ya estaba todo dicho, y estaba mas que preparado para partir. Con mirada preocupada, veo que Zanahoria se inquieta ligeramente, algo incómoda ante el peso que representa para ella mi peso, sumado al de mi equipo.

Notas de juego

Nagredog, donde podemos apuntar la montura?? En la hoja de equipo no he encontrado donde hacerlo... X_X

Por cierto, la pobre Zanahoria se va a cagar en mis muelas, pues, entre mi peso (72kg), y el de mi equipo (29,45kg) supero en mas de 10kg su capacidad de carga!! :(

Quedará sitio en las alforjas de la mula para meter algo de lo mio, y llegar a esos 90kg que soporta el poni?? xDD

Poni: movimiento de 42m/a y 90kg de capacidad de carga

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27/12/2015, 12:46
Erik Frost

Turno 201

Cuando la voz apagada del sirviente me despertó, el medio enano se había levantado ya…parecía ser que la incertidumbre no le permitiera conciliar el sueño aquella noche…

Revisé mi petate y me aseguré los Brazales. Las Grebas las até y las acomodé a mi espalda, pues todavía tendríamos un trecho hasta la entrada del Bosque, y parecía razonable recorrer ese tramo aprovechando las monturas, una vez allí, deberíamos desmontar y cubrir la primera parte del trayecto a pie, hasta Rad Angalalath.

 

Cuando llegamos al extremo Norte del campamento, Leanoth y el Mariscal nos esperaban ya acompañados de las Bestias.

De entre todas 2 destacaban por sobre los demás, y pude conocer al fin a Ulfer, el vitoreado caballo del Ailgratha y por un momento, comprendí gran parte de la admiración que despertaba…sin duda un magnifico ejemplar…hasta el punto que en su mirada, uno podía advertir cierta chispa de inteligencia que no se apreciaba en los demás…

Observe también un par de Ponis…imagine que ninguno seria para mí, la noche anterior ya le había expresado a Faelginor mis dudas sobre si aquellos animales serian suficiente para cargar conmigo y mi equipo…y él me había tranquilizado ofreciéndose  a buscar una alternativa…

Por un momento me engañé complacido cuando vi la Mula en la lejanía, pues pensé que sería una buena solución a mi problema, tal vez debiera aguantar las burlas de los pieslargos durante un tiempo, pero aquello no me importaba en absoluto.

Pero a medida que nos acercábamos mi dicha se desvaneció, pues vi las alforjas y los fardos, y supe que no estaba ensillada para cabalgarla.

 

Tulak se apresuró a elegir montura y no tardó en disponer de Zanahoria…

Cuando lo hubo montado, todos nos sorprendimos contemplando absortos el tándem que formaban Bestia y Umli…el uno casi parecía la prolongación del otro…Curiosa pareja… Zanahoria y Zanahorio pensé divertido para mí. Algunos nos miramos convencidos de estar compartiendo pensamiento, y una sonrisa se presentó en nuestros rostros mientras el Medio-Enano nos miraba desconcertado.

No tardé mucho en conocer a la bestia que me había tocado en suerte. Helmund lo llamó Leanoth…un enorme ejemplar solo algo más pequeño que Ulfer…. Y mucho más alto de lo que hubiera deseado….y como él, todos los demás tenían nombres pomposos y distinguidos.

Cuanto más conocía a los Hijos de los hombres, menos los comprendía…

Por lo menos los ponis parecían tener nombres algo más acordes, al menos el llamado Zanahoria…si bien no entendía muy bien la distinción. Pues para los enanos son animales fuertes firmes y sobrios…mucho más confiables que los caballos…y en medio de aquel sinsentido, me pareció no obstante que se había hecho despreció para con la mula…pues era ella la que soportaba mayor carga…y aun así la más ninguneada de todos…y eso me molesto, pues advertía en muchas ocasiones la injusticia de los hombres, y era eso algo que toleraba con dificultad…de modo que me acerqué a un carromato que allí descansaba y cogiendo unos tubérculos, me acerqué a la bestia, y le ofrecí uno mientras rascaba su papada…_¿y no hay un nombre para aquel que aligera nuestra carga?..._  dije no sin cierto aire de reproche _ Yo te daré uno entonces, pues no serás menos que tus hermanos mientras camines con nosotros…Te llamarás Dali. Que en Khuzdul significa “Vieja y Buena”…_ y me pareció que por un momento la bestia dibujaba una sonrisa, y eso despertó en mí una sonora carcajada…

Entonces me acerqué a Helmund, y de igual modo le ofrecí una remolacha, titubeó inquieto al principio, pero ante mi perseverancia finalmente acerco su morro a mi mano y de un empellón me arrebato el tubérculo, solo para acto seguid darme la espalda y dar buena cuenta de él…otra risa aún más fuerte atronó a mi alrededor por parte de mis compañeros…, pues les pareció que mi presencia no era muy del agrado de la bestia… y eso les resultaba divertido…no me hizo tanta gracia como al resto, pero aquella mañana estaba de buen humor, de modo que me uní a ellos, y mi carcajada se alzó por encima del resto.

 

Los tenderetes de la periferia empezaban a levantar sus toldos, y yo no debía olvidar las compras de ultima hora...

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28/12/2015, 16:01
Haelembor

Turno 201

Me desperté con un sonido a mi alrededor. Mi compañero pelirrojo estaba en pie, terminando de arreglar unas mantas antes de salir al exterior. Me incorporé en la cama, perfectamente descansado... la noche anterior me había acostado tan agotado que no había sentido el frío ni nada por el estilo... aunque, a decir verdad, acostumbrado a mi hogar, el frío no era nada que me molestara lo más mínimo. Me preguntaba si mis compañeros pensaban lo mismo, al fin y al cabo, ninguno había avivado la hoguera al llegar. 

Me levanté de la cama, desperezándome y bostezando sonoramente, sin poder evitarlo, pero a ninguno de mis compañeros que dormían profundamente pareció afectarles. Mientras dejaba mi manta doblada y recogía mis cosas, cogiendo con cuidado, casi con veneración, mi preciado bastón, Tülak volvió a entrar en la tienda anunciando que era hora de despertarse. Le sonreí y vi entrar tras él al sirviente que nos había llevado hasta allí la noche anterior... ¿no había dormido? Pobre hombre, pensé, debería descansar más.

Seguí a mis compañeros sin pronunciar muchas palabras hasta donde nos esperaban el mariscal y el gobernador y contemplé a todos los animales con admiración. Sin excepción, me parecieron todos fuertes y hermosos, además de bien cuidados, y eso me gustó. 

Me acerqué a Gilmor con tranquilidad y le acaricié el cuello y el hocico, permitiendo que me olisqueara la mano y se habituara a mí. Era un ejemplar enorme y fuerte; incluso llegué a pensar que realmente habían encontrado un caballo que sí podría conmigo. Una sencilla sonrisa asomó a mi rostro. 

-Hola compañero -murmuré, mientras le palmeaba el musculoso cuello con cariño-, así que tú eres el que me va a enseñar a montar a caballo, ¿eh? pues voy a necesitar tu ayuda... 

Y era cierto, aprendería a montar durante aquel viaje, pues nunca antes había necesitado hacerlo. En su hogar, los caballos salvajes eran sus amigos y corría junto a ellos, no sobre ellos. Mas las vueltas del destino sólo Eru las conocía y el beórnida no era quién para cuestionarlas, así que si tenía que aprender a montar, lo haría. Al menos él no llevaba tanto equipo como para hacerle al caballo una carga demasiado pesada. 

Entonces observó como el umli se acercaba a Zanahoria y su sonrisa se ensanchó; desde luego, le venía que ni pintado... Era divertido ver cómo aquel poni congeniaba con el medioenano de forma tan perfecta. 

Justo en ese instante se fijó en la mula y se acercó también a acariciarle el hocico y el hueco entre las orejas. Estaba a punto de decir algo cuando Erik se le adelantó, expresando su descontento con el caso omiso que se le estaba haciendo a la pobre mula mientras la alimentaba con un tubérculo que había cogido de un carro cercano. Aquello le hizo gracia también y asintió con la cabeza, de acuerdo con las palabras del enano. 

-Dali -repitió, conforme- es un buen nombre.

Porque realmente lo era, al fin y al cabo. Continuó acariciando un poco más a la mula mientras el mensajero se acercaba a su propia montura y le daba también de comer; ésta se giró y provocó una carcajada general. A decir verdad, yo no entendía muy bien la causa de tal chanza, pero al ver que el propio enano reía también con voz potente, sonreí bonachón. "Sí" pensé entonces, complacido con mis nuevos compañeros "creo que podremos llevarnos bien".

En ese momento, atando la rienda de la mula a la silla de mi propia montura, me acerqué a Gilmor por el lado izquierdo, como había visto hacer a Tülak con su animal, y tras acariciarle el cuello una vez más, me subí en él, imitando los movimientos que antes había hecho el medioenano. Desde aquella perspectiva todo parecía mucho más pequeño todavía que desde mi altura normal, no terminaba de acostumbrarme, pero imaginé que sería cuestión de tiempo. 

Sin quitar aquella sonrisa de la cara, miré a mis compañeros, dispuesto a partir. Cuanto menos tiempo perdiéramos, mejor. 

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30/12/2015, 19:35
Kolli Gyrdrson

Turno 201

Kolli durmió a pierna suelta. Al fin y al cabo la suerte estaba echada y aquella noche iba a ser la última en muchas noches que pudiera dormir en la comodidad que traía la civilización.
Se despertó temprano, sorprendido que el medio enano ya estuviera despierto. Le saludo con la cabeza y un ligero gruñido, admirando su buen hacer al revisar su equipo. Dudaba si al no haber salido ya las primeras luces Tulak había podido ver su gesto, tal como le comentó en su primera conversación, pero encogiéndose de hombros se puso a trabajar.

Tuvo la delicadeza de salir de la tienda para asearse como era debido, aprovechando un cubo de agua fría que consiguió activarle del todo. Un jabalí en la misma situación habría echo menos ruido.

Satisfechó, volvió a la tienda, donde como el umli, repasó el quipo a conciencia, ordenándolo todo a conciencia. Como había revisado y limpiado su equipo, directamente se puso la cota de mallas que aún parecía brillar. Después utilizó aceite para cuidar su ornamentada barba, cuidando hasta el mínimo detalle en ella.
Cuando quedó satisfecho de su aspecto, salió por fin de la tienda. Afortunadamente para él, la llegada del noble evitó cualquier comentario de sus comentarios, pues parecía que estaban esperándole.

Se limitó a asentir a las palabras de éste, sabiendo que a momentos de partir del campamento, iniciar cualquier discusión sería una pérdida de tiempo y le daría dolor de cabeza.

- ¿Amor a primera vista? - Respondió con una sonrisa y un guiño a Tulak.

Después se centro en su montura. El poni lo miraba paciente, inexpresivo. Kolli se limitó a observarle mientras daba unas cinco vueltas alrededor. Satisfecho de comprobar que el poni no poseía ninguna trampa mortal para el enano, Kolli lo acarició al final. - Vamos a llevarnos bien tu y yo, ¿eh bestia? - Le susurra tranquilo

En todo esto sus compañeros ya habían terminado sus preambulos, e incluso habían bautizado a la mula.
Extrañamente animado, el enano se subió a su montura y esperó la orden de partir.

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04/01/2016, 14:12
Temudyin

Turno 201

Le costó conciliar el sueño al bosquimano y después sus sueños no fueron del todo tranquilos. Otra vez volvieron las pesadillas, aquella mujer que gritaba su nombre, los orientales, él huyendo, la sangre, el humo, las cenizas. Todo con el latido continuo de un corazón que latía rápido y con fuerza. Y de repente todo terminó de golpe y el silenció y la oscuridad le envolvió. Oyó una voz que daba los buenos días y Temudyin se despertó en ese momento. Solamente abrió los ojos y notó que su corazón latía con el mismo ritmo que el que oía en su sueño. Se recostó lentamente  algo desorientado y frotándose los ojos pudo descubrir que estaba en aquella tienda donde el resto ya empezaba a ponerse en marcha preparando sus cosas.

Se desperezó y se puso en marcha. Se dio cuenta que aun con pesadillas había conseguido descansar. Rápidamente se aseo y se equipó con los pocos pertrechos que tenía y salió junto con los demás. Andaba en silencio detrás de todos cerrando la comitiva, mientras seguía pensando en aquello que los nobles le dijeron.

Cuando llegaron a donde les esperaban los caballos, reconoció a Ulfer y también a Ataloth y se acercó a él lentamente cuando Leanoth terminó de hablar. Estaba claro que el caballo también le reconocía, pues incluso dio un paso haca el bosquimano cuando esté le acariciaba la frente. Este hecho alegró a Temudyin quien usó ambas manos para acariciarle y abrazar¡se a su cuello, mientras sonreía complacido por el detalle del etheod. - Muchas gracias de nuevo, Leanoth. - le contestó a la par que hacía de nuevo, sus ya clásicas reverencias.

Después se giró para ver a sus compañeros y los diferentes sucesos de los enanos y rió junto a los demás. Empezaban bien el viaje y eso era buen presagio.

Cuando empezaron a montar, advirtió que algunos de sus compañeros iban con exceso de equipaje y él iba casi de vacío. Sin dudarlo se ofreció para llevar parte de la carga. - Si alguien necesita que aligere su carga, que no dude en decirmelo. Yo no porto tanto equipo como muchos de vosotros.

 

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05/01/2016, 16:36
Erik Frost

Turno 201

El día se presentaba turbio y plomizo...y sin embargo, el contrapunto a la tormenta del día anterior, tenia al grupo animado e impaciente por partir.
Tulak, Kolli y Haelembour ya se habían montado en sus corceles y aunque Chakka se había tomado mas tiempo, también parecía decidido a a abandonar Bur Waldlaes.

Cuando el oriental se ofreció a aligerar nuestras cargas, decliné escuetamente con un gesto, y me dirigí contrariado a mi Mariscal. Había estado buscando con avidez algo entre las alforjas de Dali, y el no encontrarlo, empezaba a avivarme los nervios...

_No encuentro el Alcohol prometido, vie..._en ese momento fui consciente de que me encontraba ante el Mariscal y el Señor de Burh Waldlaes y que olvidaba el respeto que debía dispensarles, de modo que empecé de nuevo_...ejem Señor, si me permite...se nos había prometido una buena remesa de alcohol...ya sabe, para suavizar el frió de las duras noches de Rovhanion, el uso medico..._titubee un instante_...y demás vicisitudes de la travesía si me entiende...y no alcanzo a ver donde podría encontrarlo... ¿Tal vez los barriles eran demasiado pesados y han dispuesto sus Señores otra Mula para cargarlos?..._ dije al fin , tal vez intentando engañarme a mi mismo.

Un mes sin mas alcohol que mis precarias reservas, me daba mas miedo que todos los Orientales al este de Burh Widu, dispuestos en fila a lo largo del Rad-Angalalth.

Esperé pacientemente su respuesta, y acto seguido, rebusqué entre la bolsa de mi cinto, y vaciando su contenido empecé a contarlas minuciosamente. A continuación me excusé con la promesa de ausentarme solo unos minutos, y me encaminé traqueteando hacia los tenderetes que se avistaban al final de la hilera de tiendas por la que habíamos llegado.

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05/01/2016, 17:15
Erik Frost

Turno 201

Al llegar a los tenderetes. Reviso cuidadosamente los precios y los objetos disponibles.

Mi objetivo es una Lona embreada, o algo que se le parezca.
Después de contar mi dinero, veo que tengo suficiente para una...o en su defecto lo tendría si aquello fuese Cuernavilla o las Cavernas Centelleantes...pero en medio de la guerra, con comerciantes arruinados, ladrones vendiendo mercancía dudosa...
Aquello podría acabar de cualquier manera, terminaría pagando mucho más si no andaba con cuidado, y por contra, si elegía bien mi objetivo, quien sabe, tal vez pudiese aprovecharme de las circunstancias.

Así que, tras estudiar con detenimiento mercancías y vendedores, seleccione al que creía mas adecuado y empecé a regatear con el.

- Tiradas (2)

Tirada oculta

Motivo: Intuición Selecionar tenderete + tirada abierta

Tirada: 2d100

Resultado: 22

Tirada oculta

Motivo: Influencia/Regatear+ tirada abierta

Tirada: 2d100

Resultado: 76

Notas de juego

Buscó una lona embreada. Ya me dirás si la encuentro. Si no, obvia el resto xD

Tiro por intuición para ver si selecciono un tenderete favorable. Busco mercancía robada o de segunda mano, para intentar bajar el precio de la Lona. Si correspondiese otra característica, tu mismo.
No pongo modificador, porque no se que usas para estés casos. Si el +10, o el 95. Lo dejo en tus manos.
La de intuición la tiro oculta, por si me equivoco.

Finalmente como no tengo ninguna habilidad Secundaria, tiro por Liderazgo/influencia para regatear.
Si sirve de algo. Empiezo ofreciendo 2 monedas de Cobre, y le hago saber que dispongo de una Botella de Cerveza, una antorcha, y una ración de comida normal. Con las que estoy dispuesto a hacer Trueque.
La de regatear también la tiro oculta, pero creo que con lo que me pida me voy a dar cuenta igual no? xD

Tire dos dados en cada una. Por si era abierta...a mi solo me indica una tirada cada vez, pero supongo que a ti se te verán los 2 dados...cualquier cosa me avisas.^^

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05/01/2016, 17:08
Haelembor

Turno 201

-Gracias, Chakka -respondí con una amplia sonrisa-, no es necesario. Bien es verdad que con mi peso y mi mochila, el pobre Gilmor no podrá cargar mucho más extra, pero de momento va bien... o eso creo -terminé, echando un breve vistazo al animal, que de momento no parecía molesto en absoluto y se dedicaba a intentar morder los arreos con la suficiente fuerza como para romperlos.

"Normal" pensé para mis adentros "yo también lo haría. Un caballo corre mejor sin nada encima que con tanta parafernalia... pero en fin, al menos yo lo trataré como a un amigo". 

Después escuché la ocurrencia del enano mientras ajustaba me volvía a bajar del caballo y comenzaba a ajustar los arreos. No estaba cómodo ahí arriba aún, aunque tampoco tenía mucha idea de cómo demonios se ajustaba aquello, pero en fin, comencé a toquetear las correas de los estribos y a intentar dejarlas lo más largas posible. Mientras tanto, Erik continuaba con su perorata sobre las maravillosas razones de llevar alcohol.

-Para uso médico suele venir bastante bien, la verdad... -murmuré casi sin darme cuenta, cuando escuché esa parte; sin embargo, estaba más ocupado peleándome con una de las cinchas que no tenía muchas ganas de encajar en la hebilla correspondiente.

Y entonces, de pronto, el enano rebuscó en su bolsa y se volvió a marchar. 

"Pero... ¿no nos vamos ya?" me encogí de hombros. Las correas ya estaban lo más largas posible, así que volví a la cabeza de mi montura y me dediqué a acariciarle la frente y el hocico mientras esperaba, dejando que Gilmor olisqueara mi mano y se habituara a mí. 

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05/01/2016, 23:02
Faelginor (Mariscal de Gondor)

Turno 201

 

 - En tus alforjas encontraras licor, una sola cantimplora de vino de Dorwinion -  dijo en tono severo. - Tienes... - miro al resto - Tenéis un deber, una misión que habéis aceptado, y confío en que llevareis a cabo. No quiero que un enano beodo porte el mensaje - El mariscal había dejado de lado la confianza que tenia con Erik.

- Y ahora marchaos, no debéis demoraros mas tiempo. - Dijo fulminando a Erik cuando este comenzó a contar sus monedas

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06/01/2016, 11:05
Erik Frost

Turno 201

Apenas había dado unos pasos hacia lo que yo creía que eran unos puestos ambulantes, cuando la voz de Faelginor restalló en mi nuca como un látigo furioso.

En otras muchas ocasiones me había llamado al Orden con severidad. Pero en ninguna como aquella, había sentido la decepción y el disgusto en su mirada.

El Mariscal conocía muy bien mi afición a los licores fuertes, pero aunque mi tolerancia del mismo era muy buena y nunca antes había afectado a mis labores, el jamas la acepto de buena gana, y con frecuencia era motivo de discusión entre ambos. Discusiones que por supuesto, siempre terminaba ganando el Mariscal.

En aquella ocasión, como en tantas otras, entendí que sus palabras eran justas una vez mas.
Aquellos días me encontraba mas excitado de lo normal. El haber llegado tan cerca de mi objetivo para ahora tener que dar vuelta y desandar gran parte del camino..., la adrenalina que todavía corría por mis venas desde la refriega en Burh-Waldlaes... todo aquello me había vuelto mas ansioso e imprudente de lo habitual. De modo que me detuve, y me encaminé incomodo hacía mi montura.

Sin embargo, me sentí profundamente humillado cuando pronunció las palabras "enano beodo" delante de todos...fue entonces cuando pude corroborar hasta que punto había adivinado el malestar en su mirada.

Tras eso, agaché la cabeza, la oculté bajo la capucha como solía hacer, y sin mediar palabra, me acerqué a Helmund visiblemente abochornado...

_Creedme amigos cuando os digo que no es plato de buen gusto para un enano verse así dañado en su orgullo...y llegado el caso, raro, muy raro es en verdad, que tal afrenta quede sin respuesta, aún cuando tales palabras fuesen pronunciadas por quien podría considerarse un amigo.
Pero mucho mas extraño resultaría aún, podéis estar seguros, que un orgulloso descendiente del pueblo de Durín, faltase a la palabra dada voluntariamente._

En mi corta vida jamas había faltado a la mía ni cuestionado una orden atada a la misma, y no pensaba empezar en aquella ocasión.

Cuando fui a agarrarlo de las riendas, el Corcel reculó nuevamente como ya había hecho unos minutos antes, tal vez percibió mi estado de animo, o sencillamente no le gustaba mi rostro.-¿Tampoco tu toleras mi fealdad?- pensé para mi con aire triste y cansado.
Durante unos tensos segundos, forcejeó conmigo hasta que topó con una valla de madera. En la maniobra casi da con mis huesos en el suelo varias veces. Finalmente me impuse, y aunque resultaba evidente que precisaría ayuda para montarlo, mi orgullo había nublado ya mi buen juicio por completo, y no pensaba pedir ayuda en aquella situación.

Me estiré para agarrar con fuerza el asidero de la silla, y tras trastabillarme varias veces intentando encajar mi bota izquierda en el estribo, me impulsé con todas mis fuerzas sobre la ancha espalda del Corcel...
...por un momento todo pareció ir bien. Mi deforme cuerpo se elevó por encima de los arreos hasta llegar rápidamente a dibujar una vertical perfecta..._durante un instante, con su barba trenzada ondeada por el viento, y sus profundos ojos verdes reflejados en la tenue luz que se filtraba entre las nubes del firmamento, Erik Frost hijo de Balin, pareció casi hermoso a los ojos de sus compañeros, pues pudieron ver en él, el porte, la dignidad y el orgullo, de un verdadero Barbiluengo...
...pero aquello no duró... el impulso había sido soberbio, magnifico sin duda, pero a todas luces desproporcionado. Y tan rápido como ascendió de un lado, descendió por el otro entre el estruendoso estrépito de su equipo golpeando el suelo.

En su caída topó con el travesaño de la valla, que si bien amortiguó el golpe, también contribuyó a terminar de pisotear la honra del enano, pues dio un ridículo escorzo en el aire, solo para terminar con su bota enganchada de una correa, que a su vez pendía de la valla dejando al enano boca abajo y pataleando en un esfuerzo fútil por apearse de la presa._

No podía verlos. Pero sentía las miradas de mis compañeros clavadas en mi cogote. A buen seguro todos se estarían riendo de mi ahora...pero... ¿Quien podría culparlos?. Mi Mariscal se había reído de mi, mi propio caballo lo había hecho, el Destino lo hacía cada día desde el momento en que marco mi cuerpo con aquellas inmisericordes malformaciones...al final, incluso el poderoso creador me había abandonado, privándome de lo único que me quedaba como enano...mi Orgullo.

Dejé de patalear, y relajé mis brazos mientras observaba el horizonte, allá en la lejanía, donde podía atisbar el principio del bosque recortado contra el cielo encapotado abajo, y la dura Roca de la estepa sobre mi cabeza. Me preguntaba que mas nos tendría reservado el destino en los días venideros.

Notas de juego

Siento mucho el tocho. No pensaba escribir tanto, pero la pluma fue volando sola, y no pude parar ^^

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06/01/2016, 23:25
Freagulf

Turno 201A

El hombre rubio había dormido como un lirón. No es que hubiera bebido demasiado, pero lo ingerido ayudaba lo suficiente para caer sin demora. Por la mañana, al haberse acostado de los primeros, también madrugó más que la mayoría. Cuando todos empiezan a conocer sus monturas y hacer los primero pinitos como ginetes, Freagul acariciaba la grupa, los flancos y el morro de su amigo equino. Incluso hay un momento que les susurra al oido antes de montar. Sube sin dificultad y ya sentado, da un par de palmaditas más en la crin y se la peina con los dedos. - Gracias precioso. Empieza un buen paseo. Le susurra con confidencialidad y una sonrisa en los labios.

Tras un momento, duda de qué hacer y mira Temudyin. Sabía que él no tendría demasiados problemas para manejar su medio de trasporte, pero no podía decir lo mismo del resto. Esperaba una mirada. Un gesto. Algo que le dijera como se organizarían. PEro al no detectar nada se ofreció el mismo. - Si quieren vuestras mercedes, parecía burlarse, pero es que intentaba ser educado y pecaba de exceso, puedo abrir camino y si quiere alguien le guio en los primeros pasos hasta que tome la suficiente confianza como para montar y manejar por si mismo.

Se giró hacia el mariscal. Era la autoridad, y él sería el que diera la órden de partir, ya que no había un jefe de la partida o misión.
 

Notas de juego

¿Has pensado en escribir una novela? (Y no estoy de broma o siendo irónico)

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07/01/2016, 10:45
Leanoth (Señor de Burh Waldlaes)

Turno 201

 

- Estoy seguro de que será lo mejor - contesto Leanoth anticipándose al mariscal - Conoces estas tierras y los guiaras bien. - dijo mirando a Freagulf - Ya se que no he de deirtelo Freagulf, pero asi lo sabran tus compañeros también, no los veo muy acostumbrados a cabalgar - dijo posando la vista en los demás miembros de la comitiva - Tened mucho cuidado con el barro, los caballos pueden hundir sus patas en algún socabon y llegar a partírsela, id con cautela - En realidad no era tan terrible, había un cierto peligro, si, pero un jinete experimentado podía llevar a su caballo al trote sin mayor problema, siempre que eligiera bien el camino a seguir.

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07/01/2016, 14:25
Director

RESOLUCION TURNO 201

Varios minutos después, el campamento se veía lejos tras ellos. Ese momento del alba en que el sol no se ve por ningún lado, pero que la luz comienza a inundar todo, era velado por la negrura de una incipiente tormenta que descargaba en la lejanía. Antes o después los alcanzaría.

Iban cargados, muy cargados. La mayoría del peso lo transportaba por el momento la mula, a la que habían bautizado como Dali, a pesar de que lo más seguro es que ya tuviese otro nombre. El viaje comenzó a un ritmo bastante lento debido, en gran medida, a ese exceso de carga. Ya tendrían tiempo durante esa primera noche para repartir bien el peso entre todos los animales con el fin de avanzar mar rápido el dia siguiente.

Encabezaba la marcha el ailgratha. Conocía los terrenos por los que se movía. Había pertenecido al cuerpo de exploradores de la desaparecida Burh Ailgra, y eso se notaba. De cuando en cuando se adelantaba al trote, para comprobar el terreno que debían de pisar las bestias. Después se dejaba coger para volver a ser un grupo.

Detrás iban los dos enanos, Erik y Kolli, en ese orden. El primero no se veía muy seguro a lomos de su caballo, un ejemplar de buen porte que quizás era grande para él. Al ser un enano bastante robusto y alto, un poni le hubiera resultado escaso. A Kolli sin embargo, el poni Malgeth le quedaba como un guante. El pequeño equino era dócil y obediente, el enano estaba contento.
Los seguían el beornida y Tulak. Haelembor se sentía algo incomodo, en su tierra natal, aquellos animales no eran usados como montura, si no que ayudaban en las tareas más cotidianas. Incluso se dice que algunos sabían incluso poner la mesa, aunque claro, sonaba a exageración. Lo fuese o no, lo que si era seguro es que los aperos de monta, no le gustaban al beornida, pese a que el caballo estaba más que acostumbrado a ellos. Tulak, iba tras el gigantón, se le veía animado pero el comienzo del viaje, y había hecho buenas migas con Zanahoria que lo llevaba con cuidado por el barro.

Temudyin cerraba el grupo. En su corcel, mas ligero y agil que el de algunos de sus compañeros; con su armadura de cuero, su jabalina y ese porte orgulloso; bien parecía un jinete de la caballería etheod. Su único ojo miraba atrás más a menudo de lo necesario, pero la naturaleza desconfiada de aquel hombre, ya lo había salvado alguna vez.

Asi, en una larga columna, cabalgaban por el barro junto a la amenazante tormenta. El terreno estaba encharcado y mentalmente, el que más o el que menos, se alegro de no haber optado por una carreta. Las pezuñas se hundían en el barro, e impedían el grácil avance de las monturas, haciendo que alguna trastabillara sin llegar a caerse. Pero pronto llegaron al camino que se dirigía hacia Burh Waldlaes, y lo tomaron para descanso de todos. Lamentablemente, enseguida volvieron al campo a través, y con ello, los esfuerzos avanzar. La mula era la que parecía que mas problemas tenia, debido en gran parte a  todo lo que llevaba en las alforjas.

La mañana fue pasando triste y gris, incluso llovió levemente en alguna ocasión. Por suerte la tormenta parecía haber pasado de largo sin descargar su furia sobre los mermados jinetes. Así, al cabo de unas horas, llegaron junto a una pequeña arboleda de apenas media docena de arboles de anchas ramas que se abrían ampliamente. No eran demasiado altos, pero permitían estar bajo ellos. Allí decidieron parar a comer y descansar un poco.

 

Notas de juego

►Anota el próximo turno como “Turno 202”
► ¡Comenzamos el viaje!  Os iré contando poco a poco como determinaremos la distancia recorrida en función del tiempo que decidáis alargar cada jornada. Por supuesto, en ese cálculo tendrá cabida el cansancio que acumulen tanto jinete como montura.
De momento, todos tirada de CANSANCIO N2.
► La tirada de cansancio es una tirada abierta con 1d100 modificada por vuestra característica de CON. El resultado será enfrentado en la tabla de TR’s a un nivel que yo elegiré en función de las dificultades y anteriores resultados. Es posible que ese nivel sea personalizado para cada personaje.  A ser posible, y consultando la tabla correspondiente, se puede hacer la tirada marcando la casilla “sacar igual o más que” y especificando la cantidad reflejada en la mencionada tabla.

Por ejemplo, en este caso, la tirada es de N2 para todos. Consultando la tabla  vemos que Haelembor, que es de N1, debería de sacar 55 o más para superar el cansancio. Freagulf, sin embargo, al ser de N3, solo tendría que sacar 45 o más para superar el mismo cansancio.

Si se supera la TR, no hay problema, se avanzara lo establecido por dia.
Si no se supera la TR, la distancia que se avanza en ese dia, se reducirá y ocasionara otras posibilidades que en su momento abordaremos, como cansancio extra (mas nivel) para sucesivas tiradas, sueño más profundo, dormirse en las guardias…

►No os preocupéis en demasía de entender todo esto, poco a poco lo iréis cogiendo. Se hará tirada de cansancio al mediodía, y a la noche. Se puede alargar la parada de la noche para intentar avanzar más, se declarara en la parada para la comida, pero eso implicara un mayor nivel de dificultad a las tiradas de cansancio de por la noche.

► Colocare en la escena “Rumores en los libros” una tabla editable, en la que podéis ver las cargas que cada animal lleva, las que hay en la mula, y las posibles penalizaciones. En la parada nocturna ya tendréis tiempo de jugar al tetris con las cargas

► Resolución del próximo turno: LUNES 11-01-16

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07/01/2016, 23:02
Freagulf

Turno 202

El explorado actuaba de batidor. No solo se adelantaba para explorar el camino para evitar problemas como asaltos, sino contratiempos como abujeros, zanjas o zonas embarradas en las que las patas de cualquier animal pudiera sufrir. Si encontraba alguna zona difícil avisaba a los demás para que no aparecisen percances, y a los menos expertos, les aconsejaba como manejar la montura o por donde hacerla pasar para que les fuera más fácil todo.

El pelo se le había apelmazado. La humedad no le daba buen aspecto a su larga cabellera, y aunque a ulfer no parezca importarle demasiado la climatología, tampoco le agradaba demasiado. - Tranquilo amigo, tranquilo. Le susurraba con cariño, palmeando con delicadeza el flanco o peinando con los dedos la crin. Iremos despacio, y espero no tener que dar fuertes acelerones. Tenemos una misión y hay que ayudar a todos.

- Tiradas (1)

Motivo: TR

Tirada: 1d100

Resultado: 61

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08/01/2016, 13:50
Temudyin

Turno 202

El viaje había comenzado y parecía que el grupo emprendía la larga travesía con optimismo y mucho ánimo. Aunque algunos dijeron que no eran muy diestros montando, todos parecían hacerlo mejor de lo que el bosquimano se esperaba. El primer paso, el subirse a las monturas, se había sido resuelto con éxito, a pesar del único y cómico percance que fue rápidamente solventado.

Poco a poco avanzaban hacia el bosque, alejándose del campamento. Temudyin iba fijándose en el avance de sus compañeros y como iban las monturas. Iban todos muy cargados.

De Freagulf no se preocupaba, ya sabía su extrema destreza para llevar a Ulfer, aunque también era cierto que el equino muchas veces no había ni que llevarle, lo demostró cuando se conocieron, cuando Ulfer llevó a su casi inconsciente amo hasta su pueblo a la vez que le guiaba a él. Al conocer los caminos y la zona, era el indicado para abrir la marcha. Como diestro jinete, sabía qué evitar y como hacerlo y ayudaba al resto para que el avance fuese lo más fácil posible para todos.

Los que le preocupaban eran los demás y la mula, sobre todo está que iba detrás de Haelembor quien la guiaba, quizás no era lo mejor dado la inexperiencia del beornida, pensó Temudyin. La sobrecarga y la poca destreza le tenían en alerta. Un mal movimiento o un mal paso y alguno podría caerse o algún animal resultar herido y eso haría que el viaje fuese mucho más largo, pero a medida que avanzaban, se fue despreocupando, al igual que del tiempo. Llovió un poco pero tan levemente que no generaría más problemas de los que tenían. La tormenta esta vez se alejaba.

No como de mirar para atrás. Algo le decía que podrían ser seguidos y eso no le gustaba nada. No quería sorpresas e iba mirando de vez en cuando o quedándose unos metros retrasado. Miró el suelo por donde avanzaban, el cual estaba anegado o embarrado, borrar las huellas sería una tarea imposible y denotaban que los caballos iban extremadamente cargados. No le gustó nada. Era un pista muy provocadora para un grupo de orientales. Aunque por lo menos, hubo una cosa de la que se alegró, de que al final le convenciesen de no llevar la carreta. Habrían avanzado la mitad de lento de lo que lo hacían.

La mañana pasó rápidamente para Chaka al ir todo el rato desconfiando y haciendo esas curiosas maniobras. Cuando llegó la hora de parar para comer fue cuando se dio cuenta que tenía hambre y bastante. Cuando estuvieron todos juntos, bajo unos árboles donde decidieron descansar, preguntó a sus compañeros  sobre la primera toma de contacto y aprovechó para comentar lo que había podido ver desde su posición. - ¿Y bien, que tal este primer tramo? ¿alguno va incomodo con su montura? Esta claro que muchos vais con sobrepeso y sobretodo la pobre Dali, pero a mi parecer, todo va bastante bien. - dijo con una sonrisa en su cara mientras miraba al resto, contento por no haber tenido ningún percance. - Sobre el sobrepeso,me temo que hasta esta noche no podremos solucionarlo. Creo que es mejor descansar lo justo ahora y luego quizás esta noche hacer la parada más larga de lo necesario para poder ajustar los pesos en cada una de las monturas.

No quiso comentar nada sobre su desconfianza, no era el momento para alarmar a nadie con sus extremas paranoias.

- Tiradas (2)

Tirada oculta

Motivo: Percepción

Tirada: 1d100

Resultado: 87(+44)=131

Motivo: TR Cansancio N2

Tirada: 1d100

Dificultad: 45+

Resultado: 49(+5)=54 (Exito)

Notas de juego

Tirada de percepción por si nos siguen y la consiguiente de TR Cansancio N2

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08/01/2016, 17:30
Erik Frost

Turno 202

A mediodia , paramos en una arboleda a hacer la primera comida. La mañana había transcurrido apagada y en silenció. Pero a pesar de todo, el dia no fue del todo malo. El grupo se había dispuesto casi de manera natural. Y ni yo mismo podría haber ideado una formación mas de mi gusto. Abriendo y cerrando el paso se encontraban los 2 exploradores, con Freagulf encabezando la marcha. Ambos sabian lo que se hacian, y sin duda, su experiencia y conocimiento de la zona jugaban a favor del grupo. Tulak y Haelembour iban delante de Chakka, por si la ayuda del rastreador era necesaria para ocultar nuestro rastro...si bien todavia no había nada que temer, pues a nuestras espaldas solo se encontraba el campamento y las gentes de Burh-Waldlaes. En segundo lugar cabalgamos Kolli y yo. En cualquier otro momento eso hubiese supuesto alguna que otra chanza y largas discusiones...pero el incidente con Helmund y el mal tiempo, mantenian mi animo por los suelos. Para ser totalmente sinceros, bastante tenia con pelearme con mi montura y mantener el equilibrio sobre el gigantesco corcel. Por fortuna, tanto Freagulf como Chakka parecian tener la situación controlada. Aquel era su terreno, y mi ayuda en aquel contexto no era necesaria en absoluto. De modo que puede centrarme en Navegar a lomos de aquella Bestia y acostumbrarme a las vistas que me ofrecia su altura. Cuando nos apeamos. (No pude aligerar mi tensión hasta despues de que Haelembour y Freagulf me ayudasen a desmontar), les dediqué un gesto de agradecimiento, y despues de coger una ración de comida de mis alforjas me alejé unos metros del grupo para comer en solitario. Despues del bochornoso incidente de la mañana, lo que menos necesitaba era soportar las condescendientes miradas de mis compañeros. Busqué un espacio libre de humedad, recogí unas cuantas ramas intentando seleccionar aquellas que no estaban mojadas, y me tomé mi tiempo para encender un fuego con mi yesquero. Tal vez un poco de calor en el estomago ayudase a ver el mundo con otros ojos.

- Tiradas (1)

Tirada oculta

Motivo: Cansancio

Tirada: 1d100

Resultado: 35

Notas de juego

Tiro cansancio sin modificadores ni nada. Pa la proxima, ya lo hago bien, que tenia dudas si poner el valor o la bonificacion.

No es necesario ocultar la tirada de cansancio, dado que es algo obvio para ti y para los demás.

Motivo: Cansancio
Tirada: 1d100
Resultado: 35

 

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10/01/2016, 19:36
Kolli Gyrdrson

Turno 202

Kolli aprovechó la tranquila jornada para disfrutar del viaje. Sabía que tendrían pocos días como áquel y el enano tatareaba animado una vieja canción.

Recordaba sus días cuando era joven y acompañaba con su hermano a su padre, artesanos enanos recorriendo aquel rincón de la Tierra Media como su pueblo llevaba haciéndolo durante generaciones.

Asintió a las palabras de Temudyin mientras terminaba su comida. -A la noche sí. Repartiremos la carga y guardias.- Finalizó, escueto de palabras.

Se tomó el último momento para respirar tranquilo y estirar las piernas. El camino les esperaba y ya empezaba a notar los estragos de la vida sedentaria. Agarrotado, intentaba que sus compañeros no lo viesen por miedo a que se burlasen de él

- Tiradas (1)

Motivo: TR

Tirada: 1d100

Dificultad: 55+

Resultado: 22(+25)=47 (Fracaso)

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11/01/2016, 01:16
Haelembor

Turno 202

Cabalgaba en silencio, pensativo. No dejaba de fijarse en el suelo embarrado, poniendo especial cuidado en que su no montura no pisara mal, como le habían advertido, aunque en realidad no tenía tampoco mucha idea de cómo hacer aquello.  Más bien era el propio Gilmor el que se estaba encargando de hacer todo el trabajo y yo me dedicaba principalmente a mantenerme sobre su grupa, en actitud calmada. Cogía las riendas con una mano, aunque éstas estaban sueltas y era el propio equino el que seguía a los compañeros que caminaban delante de él. La otra mano sujetaba inconscientemente el colgante con las garras de oso que colgaba de mi cuello, haciendo que mi mente se sumiera en el pasado, en los vívidos recuerdos de una despedida, un pacto y una promesa, y se proyectara hacia el futuro, hacia los vagos retazos de unas ilusiones y unos planes que cada vez veía más lejos, más difíciles y con más escollos.

Miré hacia delante, dos espaldas más adelante, para ser exactos: Erik cabalgaba con precaución, pues también montaba un animal bastante más grande que un poni. Mi mente recordó entonces el momento de la partida; el mariscal había frenado al enano en su intento de conseguir alcohol con unas palabras que, por lo visto, habían sido duras para él. Yo no tenía muy claro por qué, exactamente, pues el mariscal sólo había dicho lo que creía correcto, pero a él sí le afectó. Recordé cómo se subió a su caballo, con demasiado ímpetu y su aparatosa caída por el otro lado de la grupa del animal, enredándose en la valla sólo para quedar colgado boca abajo… al ver eso, me había acercado a él dejando los correajes de Gilmor medio atados y le había desenredado la bota de la cuerda, para tenderle la mano después, queriendo ayudarlo a levantarse con una sonrisa amable en el rostro. Por mucho que no entendiera exactamente aquella tensión que había surgido entre él y el mariscal en un momento y que se había vuelto palpable como la misma hierba por unos instantes, era mi compañero, al fin y al cabo, y qué menos que ayudarlo a levantarse… además, ¿no era el mensajero al que había que proteger? Pues empezaría desde ya. Recordé haber pensado aquello y haberle tendido la mano con una sencilla sonrisa en el rostro y también recordé cómo él…*

En aquel momento, el poni que caminaba delante se detuvo y Gilmor con él, haciéndome salir de mi ensimismamiento de golpe. Al parecer, parábamos para comer al amparo del follaje de una pequeña arboleda. Contento por poder bajar ya del pobre animal, me apeé de un salto y conduje la mula y a éste tras los demás. Me encontraba cansado de cabalgar, sin duda alguna... estaba seguro de que caminando no me habría extenuado lo más mínimo, pero aquello me requería un esfuerzo y una tensión constantes, así que sí, aunque pareciera mentira, estaba cansado... pero por supuesto, no iba a permitir que se me notara...

Me parece una buena idea redistribuir el peso… la pobre Dali lleva demasiado —asentí al comentario de Chakka y Kolli mientras acariciaba el hocico de la mula, que se dejaba llevar dócilmente.

Tras atar a la misma a uno de los árboles, me quedé pensativo unos instantes, mirando al pobre Gilmor. No, definitivamente, los caballos que yo conocía no eran monturas, sino compañeros. Además, se me pasó por la cabeza que de esta forma incluso yo estaría menos en tensión y por lo tanto me encontraría menos cansado. Así que, considerando lo mejor tanto para él como para mí, me acerqué al animal y le acaricié el cuello, palmeándolo suavemente mientras le decía con total naturalidad:

Tú y yo sabemos que yo no sé montar y que me has estado llevando tú todo el rato… así que, no necesitamos esto, ¿verdad, amigo? —entonces desabroché el cabezal y le quité las bridas, para después pasar a soltar las hebillas de la silla de montar— ni esto tampoco… estamos de acuerdo, ¿a que sí?

Las dejé a un lado, acariciando al equino que respondió mordiendo juguetonamente la manga de mi ropa. Sonreí mientras le acariciaba el hocico, haciendo que me soltara y después lo dejé que paseara tranquilamente por la zona, viendo que no se alejaba demasiado y sólo se dedicaba a rondar a los demás animales y a olisquear sus propios arreos —que ahora descansaban en el suelo donde los había dejado— con gesto curioso.

Esbocé una sonrisa bonachona, el animal estaba mucho más feliz así, ¿dónde iba a parar? Era increíble lo expresivos que podían llegar a ser los animales si uno les prestaba la suficiente atención.

Sin quitar mi sonrisa, me volví hacia mis compañeros con la sensación de haber hecho algo bien hecho y, dando una sonora palmada, dije:

-Bueno, pues almorcemos entonces, ¿no?

- Tiradas (1)

Motivo: TR

Tirada: 1d100

Dificultad: 55+

Resultado: 50 (Fracaso)

Notas de juego

*Erik, tenía intención de hacerlo pero no me dio tiempo a ponerlo en el turno anterior, así que ahí va, como un recuerdo XD tú dirás si te dejaste ayudar por el bueno del beórnida o no... XDDD