Partida Rol por web

Ehcando un vistazo a los alrededores, El Negro pudo notar como en el fondo de aquel agujero se encontraba una figura con la forma de un enorme pez; probablemente fuera aquel monstruo que simplemente se ocultó cuando escuchó que venía demasiada gente. ¿Acaso era tímido o una trampa para asaltar al que más se le acercara?.

Por otro lado, en aquella estancia había latas más que de sobra, pero no de tamaño de monstruo marino, si no mucho más pequeñas y aptas para el consumo humano sin riesgo a convertirse en un monstruo marino luego de comer alguna de ellas... pero si comías muchas, entonces el riesgo aumentaría.

El hombre viendo que El Negro se había tranquilizado aunque fuera tan solo un poco, ya le dio pie a dejarle suelto, aún con cierta preocupación por el hombre, pero claramente con todas las ganas de dejarle en paz y confiar en que iba a comportarse como una persona normal y no como un loco, afligido por la enfermedad del lago.

-Me alegra que hayas entrado en razón. -Comentó al hombre, algo más aliviado pero sin traducirse a más tranquilo ni menso atento a lo que El Negro pudiera hacer- No hay ningún monstruo invisible por aquí.

Por otro lado, algo menos interesado en el bienestar y en la salud mental de El Negro, justo lo suficiente como para saber si este iba a ser un peligro o una amenaza para el mismo o de aquel viaje, o aunque fuera de una noche tranquila; Mao Pai se paseó por la zona, toqueteando las latas de comida abiertas y acercándose lentamente al agujero central.

-No parece, no. -comentó algo más distraído mientras investigaba el lugar- Aunque... hay algo raro...

Sin estar de todo convencido, las latas de comida seguían siendo comida. - Bueno, al menos no hay que preocuparse por la comida ahora... ¿O serán latas de comida para peces?... como ese pez tan grande que hay en el fondo de esa piscina de agua, cuidado no te acerques mucho no vaya a ser una anguila grande y te vaya a electrocutar! - le sugerí al vagabundo. No me fiaba mucho de todo lo que había visto. Pero si era una locura laguil, entonces ese pez tan grande era sólo un pez enorme. 

Aún tenía la comida Kosher en las manos. Me acerqué un poquiiiiiiiito estirando el cuello, sólo para asegurarme de que esa sombra de pez enorme no se estuviera moviendo... o se estaba moviendo? Tal y como dijo el vagabundo, aquí olía raro... y no me refería a las latas abiertas.

...

Pero al parecer no veía mucho últimamente. Eso o estaba tan acobardado que no me fiaba de acercarme lo suficiente para ver algo.

Todo aquello era muy extraño, es por eso mismo que era necesario una investigación más exhaustiva al respecto de toda aquella extraña estancia. Por lo que, siguiendo con la idea que Mao Pai tenía al echar un vistazo a aquella pequeña piscina, El Negro también se asomó a ella.

Por desgracia para aquel agente, resbaló y se precipitó al interior del mismo; hundiéndose durante un par de segundos debido a la caída hasta que golpeó contra algo. Lo cual de por sí era extraño, pues asumía que el lago era mucho más profundo. Aunque, escasos segundos después sintió como el suelo bajo este se movía hacia arriba.

En unos escasos segundos, El Negro sintió como algo lo sacaba del agua desde debajo, elevándose otra vez más en la piscina y no solo eso; si no que además se elevó un par de metros más en el aire apoyado en aquello, llegando incluso a elevarse por encima de las cabezas de todos los presentes.

-Mierda. -Dijo Mao Pai al verle salir del agua- Me ha contagiado con la locura del lago. -Comentó con cierto resquemor en la voz- Ya me he vuelto majareta...

-No... -Respondió también Elijah Hoffman con la boca abierta y alzando la cabeza para ver a El Negro- Yo también lo veo... creo que es algo real...

El Negro se encontraba cabalgando a lomos de aquella misma bestia acuática del lago que había sido capaz de ver con anterioridad, tanto en el lago como en aquella misma sala. La textura de la piel del monstruo era extraña, metálica Y de hecho, en su culo notaba lo que parecía ser una compuerta.

Pasar de intentar no acercarme demasiado, a resbalarme y caerme de lleno, a casi ahogarme, golpearme con algo y empezar a subir, para luego acabar cabalgando una cosa metálica que resultó ser el monstruo... entre jadeos por el agua y viendo sus caras de "estar viendo a un negro cabalgando un monstruo" les suelto un - aháhj!! no estoy loco!!! O estoy más loco de lo que decíais... - digo inmediatamente al ver esa compuerta, super extrañado. Un monstruo era un monstruo, un monstruo parlante era aún más extraño, pero un monstruo parlante con compuerta... 

Y sin decir nada más, hice lo más obvio. Intentar abrir la compuerta - Y yo que quería traerte comida Kosher! 

-Por favor, llamadme Ishmael. -Dijo el "monstruo" mientras aquella escotilla se abría y del interior del "monstruo" salía, emergiendo un anciano un tanto extraño- ¿Me habéis roto la puerta?. ¡Al fin puedo salir sin que mi querida Movy escape!. ¡Soy libre!.

El anciano trata de salir del todo de aquel monstruo pero este se detiene, por unos segundos revisa a su alrededor y vuelve al interior de aquella criatura. Al parecer no se sentía del todo cómodo de salir, al menos no ahora; por lo que se quedó en el interior del monstruo.

-¿Se puede saber quienes sois vosotros?. -Inquirió confundido- ¡Hace años que no veo a nadie!. Desde que fingí un infarto para no responder el porqué estaba construyendo un submarino de guerra en mitad de un lago haciendo imposible que este fuera transportado... no he visto a nadie... Me supuse que alguien vendría eventualmente a rendir cuentas pero... ¿Solo tres personas?. Y espero que no ofenda pero no tenéis pinta de ser auditores...

Ah!! UN VIEJO!! Un tanto loco. O con síndrome de monstruo. 

-Espere espere... que usted es el tipo que dijeron que mataron de un infarto por la manifestación pacífica?? - miro de soslayo a los otros dos. - ... - submarino en medio de un lago que no iba a ir a ninguna parte. - pues o la gente se ha olvidado de usted, o se han tragado el cuento. Porque nosotros hemos venido aquí y por ahí fuera se piensan que esta usted muerto.

Y tras calmarme brevemente, tal como lo pensé, lo dije en voz alta - ¿Para qué iban a construir un submarino en mitad de un lago si no iba a poder ser transportado? y que es eso de salir sin que su Moly escape? - mientras tanto, trataba de bajar de esa montura metálica.

-¿¡Cómo que se ha olvidado de mí!?. -Exclamó sorprendido desde el interior del submarino- ¡Si soy super importante! ¡Para que lo sepas soy el primo del cuñado del hermano del barbero del Presidente democraticamente electo!. ¿¡Como es que me han dejado aquí tirado para pudrirme!? ¿¡Por que no mandaron a alguien antes!?.

Realmente parecía estar a punto de recibir un nuevo infarto pero... tras respirar profundamente un par de veces, este hombre se calmó una vez más. Explicando la situación un poco mejor, esperando que con aquella explicación pudiera no solo ganarse la confianza de sus "rescatadores" si no dar una explicación a lo que pasaba.

-Pues que sepas que este lago tiene un tunel submarino que lo conecta con el exterior. -Comentó asintiendo con la cabeza- Lo sé porque una vez vi un pez que no puede sobrevivir en agua dulce... ¡Pero sí en agua salada!. ¡He visto una sardina!. Aunque... -El hombre se sacó las gafas y metió los dedos en donde debían estar los cristales- Cuando fingí el ataque al corazón para poder terminar a mi Movy, se me rompieron las gafas y no pude encontrar esa salida... ¡Pero si salgo de aquí la diferencia de densidad del agua dulce y salada puede arrastrar a mi Movy cuando no miro!.

El hecho de tener ante el un "Mosntruo Marino" completamente metalizado y cargado hasta arriba de amras, hizo que Mao Pai tuviera que sentarse, realmente aquello era algo que, ni en su más loco sueño este hubiera podido imaginar siquiera; pero ahí estaba, era real.

-Pues si hay una forma de salir, podríamos ir a cualquier lugar de la isla que tenga acceso al mar. -Reconoció el hombre echando un vistazo más a aquel monstruo "Movy"- Aunque... bueno... voy en busca del otro... -El vagabundo se dispuso a marcharse para buscar al lider de la oposición.

Al igual que había hecho con anterioridad Mao Pai, Elijah Hoffman también se encontraba completamente sorprendido con la presencia imponente de aquella construcción, una maravilla de la ingeniería y del arte, si es que hacer monstruos anatomicamente correctos se podría considerar como arte.

-Pues si tiene tantas armas podríamos ir al puerto, en donde tienen los barcos de guerra. -Comentó Elijah Hoffman dejándo caer una idea que consistiría en "chamuscar cerdos"- Aunque claro, el problema es ver si hay esa conexión con el mar. Habrá que tener buen ojo para verla...

Con el mal ojo que tenía últimamente, vete tú a saber. Pero esa era una noticia importante y de lo más "giro de acontecimientos" que podría pedir. - Oh. Pues entonces, nosotros seremos sus gafas, u ojos, o lo que necesite. Así podremos salir como bien dice Mao. - éste ya se estaba pirando para buscar al pacifista. -¿cuánto sitio tiene esa Movy? -  y porqué construir un submarino con aspecto de Movy? ... científicos chiflados. Era la única explicación. No parecía tener idea ni de quien estaba en el poder político en estos momentos.

-El primo del cuñado del hermano del barbero del Presidente democraticamente electo? Y según usted, quién es el presidente democráticamente electo en estos momentos?. - más valía asegurarse de que no era un agente de la Peggy abandonado a su suerte... por si nos traicionaba.

-Pues es evidente es... ese... ese que se llama... -El hombre dudó un momento, en busca en su memoria sobre el nombre del presidente electo- Señor Presidente. Lo único que sé es que tenía una voz muy grave. ¡Y es suficiente para mi!. ¡Está científicamente demostrado que cuanto más grave sea la voz más tabaco fumó! ¿Y sabes quien fuma tabaco?. ¡La gente importante!. ¡Así que el que más grave la tenga es porque más importante es y por tanto se merece mi voto!.

Parecía evidente que no se había enterado de la toma del poder de Peggy, de hecho por parecer parecía que todo lo que estuviera fuera de aquel lago era algo que a este le venía demasiado grande, quizás un pequeño principio de agorafobia sumado a una demencia senil... o falta de oxígeno.

Llegando junto a Mao Pai, Ray Shugi el líder de la oposición haría acto de presencia en el lugar; echando un vistazo a los alrededores este no parecía sorprendido, probablemente porque Mao Pai ya le advirtió del submarino armado hasta los dientes con literalmente dientes.

-Por cosas como esas me manifestaba yo. -Comentó señalando al submarino de manera acusadora- ¿¡Por que tiene que tener forma de animal?!. ¡Eso puede causar un trauma al resto de animales marinos que intentan competir con el y no alcanzan a llegar a los cánones de belleza!.